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¿Fin del desafío?

⚠️AVISO⚠️: este capítulo contiene cierto contenido explícito. Aunque es más +16 que +18, quedas advertido y lees bajo tu propia responsabilidad.

La caída cesó, en seco. No había sido desde mucha altura.

Denise se vió sumergida en una completa oscuridad. No podía verse ni a sí misma.

—¡¡Kristal!! —llamó, más de una vez. Si Izumi planeaba repetir su jueguito a ciegas, no caería—. ¡¿Me escuchas?!

—Denise —habló una voz familiar. Y la vampiresa enmudeció por instantes.

—¿Axel?

Todo se iluminó como si nada, dejando visible una pequeña habitación. Y dos en ella.

—¡Axel! —La pelirroja no le daba crédito a sus ojos—. ¿Cómo? ¿Lograste escapar?

—¿Me ves, no? —replicó, mostrando su sonrisa y afilados colmillos vampirescos.

—Pero cómo...

Usando su velocidad sobrenatural, Axel la acorraló contra la pared en menos de un segundo. Y le cortó hasta la respiración a Denise cuando su cálido aliento rozó su oído—: Menos charla.

El vampiro atacó sus labios con fiereza, pasión. Ella le correspondió con la misma necesidad.

Axel acabó con cualquier distancia entre ellos, estrechándola entre sus brazos fornidos. Denise enredó sus dedos en su cabello castaño y lo usó para atraerlo más hacia sí misma.

Axel abandonó la boca cereza de la vampiresa, y recorrió su cuello; dejando besos y pequeñas mordidas juguetonas en su camino.

—Axel... —su voz salió más ronca de lo normal—. No me... has respondido.

El vampiro volvió hasta su boca y comenzó un beso más intenso. Las lenguas se entrelazaban entre sí y los labios se manchaban de ligeros toques carmesí —producto de sus "mordiditas".

—Ahora no, hermosa. —Axel tomó su brazo. Besó el dorso de su mano y fue subiendo. Acarició con sus labios la mordida que la vampiresa tenía en la muñeca y siguió, subiendo su manga en el proceso.

—Busco las gotas de Izumi —explicó ella, recomponiéndose un poco.

—¿Para qué? —susurró Axel contra su oreja, dejando una pequeña mordida ahí también.

Él, ávido conocedor del cuerpo de la vampiresa, sabía cuanto la estimulaba. Sin embargo, ella luchaba por encontrar su voz y aclarar sus dudas.

—Tengo una deuda que pagar. —El vampiro se detuvo frente a su rostro, rozando sus narices.

—Bien.

—¿Solo eso? —Denise se zafó bruscamente de sus brazos. Y caminó hacia la otra punta de la habitación y de detuvo junto al único mueble allí, una cama.

—¿Qué quieres qué digas, cariño?

—No sé, podría empezar por decirme dónde estuviste todo este tiempo.

—Estuve buscándote. —Axel intentó acercársele, pero ella volvió a escapar.

—¿Y qué pasó después de que me noquearan? ¿Te llevaron a las celdas también?

—Eh... —dudó por un instante—. Sí. Y cuando logré escapar, quise rescatarte. Pero tú ya te habías marchado.

—¿Y por qué estás aquí ahora?

—Aquí es donde estoy viviendo.

—¿Por qué?

—Denise, preciosa —Axel suspiró—, ¿a qué viene todo esto?

—Es que...

Sus palabras se vieron interrumpidas por el dedo del vampiro sobre sus labios. El cual descendió por su barbilla, cuello, pecho, y luego —con ayuda de la otra mano— desgarró su ropa sin ninguna dificultad.

—Axel —dijo, advirtiendo.

—Sé que te gusta. —Sonrió pícaro.

Sus dedos paseaban por la piel descubierta de la vampiresa, tentando, jugando. Los besos y mordidas llegaron hasta sus pechos, luego al cuello y de nuevo a su boca. Enloqueciéndola.

El miembro endurecido del vampiro se rozaba superficialmente con su vientre.  Es cierto que no podían concebir, pero aún podían divertirse.

—Axel, detente —soltó jadeante, conteniendo un gemido.

—¿Por qué? —susurró.

Denise comenzaba a olvidar la respuesta. A olvidarse de todo. Sus razones para estar ahí, sus incertidumbres. Todo parecía más confuso, nublado.

La lujuria la iba cegando placenteramente.

«—¿Mi amigo está aquí?

—Fue la única capturada, señorita.»

Un vago recuerdo cruzó por su mente. Una breve y fundamental interacción que había tenido con la princesita tiempo antes de separarse.

¿Qué significaba esto? ¿Axel mentía? ¿Alisha mentía?

La vampiresa tomó a su amante de los hombros y lo hizo caer de espaldas en aquella cama.

¿Cómo Axel había escapado si ella vió como lo apresaban segundos antes de quedar insconciente? ¿Acaso... él se había aliado con los lobos?

«—Hermosa, ven, hay un lugar que quiero mostrarte.

—Axel, no puedo.

—¿Ni por mí?»

Su insistencia en ir al bosque ese día... ¿había sido parte de una vil trampa?

Una cólera se mezclaba en su interior, con una profunda tristeza y decepción. No pudo ocultarlo.

—¿Qué? —dijo Axel, viendo su expresión frustrada.

El agarre de Denise sobre sus muñecas se hizo más fuerte.

—No percibí tu presencia cuando desperté en la celda.

—Tus sentidos estaban confundidos por el noqueo.

La vampiresa lo miró fijamente, escudriñando sus fatales orbes esmeraldas.

—No te pongas a la defensiva, hermosa. Celebremos que la niña te liberó y que estamos bien.

La vampiresa lo soltó y se alejó, rápidamente. Después, se agachó para tomar su capa que había caído al suelo.

—¿Qué pasó? —Axel fue hasta ella.

Denise se levantó, y encajó una de sus cuchillas en su pecho. El vampiro hizo una mueca ante la sorpresa y la fuerza del ataque de la pelirroja.

—Yo nunca mencioné a la princesa.

Y de pronto, Axel, la habitación, todo... desapareció; dejándola en medio de la nada.

—La ronda final ha concluido. Tengo a mi campeona. —Izumi, aquella hechicera reapareció frente a ella después de tanto—. Felicitaciones, querida.

El vial de gotas mágicas que había logrado antes sostener brevemente, estaba descendiendo hasta sus manos, finalmente suyo.

Y aparecieron en un bosque. Esta vez, junto al refugio de la vampiresa; donde yacía el cuerpo inerte de la princesita.

—¡Alisha! —Corrió hasta ella. Rápidamente dejó caer tres de las gotas sobre sus labios—. Vamos, regresa.

Justo en el momento en que la niña despertó, una puerta apareció.

—¿No creíste que terminaría aquí, cierto?

Denise, confundida, observó la diversión en el rostro de Izumi.

—Tu recién transformada perdió por... lujuriosa.

—Kristal... —musitó la vampiresa, preocupándose.

—Recúperala o déjala morir. Tú eliges. —Y con eso, se esfumó. Pero la puerta quedó ahí, expectante.

—Señorita Levine —Alisha habló—, la acompañaré a donde sea necesario.

Denise esbozó una pequeña sonrisa y agarró... el pomo.

Esto, no ha terminado.

Cantidad de palabras empleadas: 996

Nota de autora: ¡Muchas gracias por leer y apoyar esta corta historia!❤ Fue muy entretenido el proceso y así ha quedado el resultado. Espero que hayan disfrutado los desafíos de Izumi y el desarrollo de Denise ante los siete pecados Capitales. 
¿Quién sabe si volvemos a ver a estos personajes? Por ahora no tengo nada planeado, pero... ¡quién sabe!

Besos sangrientos y abrazos vampirescos para ustedes.
🧛‍♀️











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