Cuando Ainz se quedo con sus guardianes, solo hubo uno que le juro lealtad antes que ninguno, el sabía que si no queda ningún ser supremo ellos mismo moririan, juro que si era necesario moriria por su ser supremo.

Momonga-sama el único que no los dejo a su suerte, el ser que fue su luz, pero cuando vio que Momonga-sama cambio la configuración de Albedo en ese mismo momento sintio como algo se apagaba dentro de él pero como maestro de ocultar sus sentimientos nunca lo mostro.

Demiurge, el guardian del séptimo piso, el ser más agil, intelidente y analitico que sabía desde la primera vez que lo vio supo que su ser supremo no sabía nada, pero en secreto lo apoyo y se sentía tan útil encubriendolo y fingir que creía todo, mientras fuera útil.

Aun cuando lo supo nunca le dijo a nadie y fingia que sus planes fueron hechos por Ainz, nunca deseo más.

-Hahahah-rio una voz bastante conocida.

Entonces como llego a esto, colgado de su propio piso mientras era azotado por la supervisora, Albedo.

Cuando lo descubrio siempre lo mantuvo oculto sus sentimientos, nunca penso pelear por ellos pero la actitud psicopata de Albedo se supero, y estaba seguro que no era el único que sufría esta injusticia.

DÍAS ANTES...

Demiurge sabiendo su ser supremo estaba en la tumba de Nazarick, fue a verlo para contarle sus planes a detalle como lo planeo, pero vio como Shalltear y Albedo peleaban como siempre y no sabía como ignorarlas ya que cuando estaba por tocar la puerta del despacho de Ainz, se escucho una cachetada muy fuerte, cuando volteo vio como Shalltear tenía la cabaza volteada de una manera grotesca.

-oya, no sabes que este piso es sagrado,Albedo-dijo Demiurge con una vena sobresaltada riendo como siempre.

-No importa, por que el señor Ainz me perdonara no por nada soy su futura esposa-dijo Albedo con la superioridad de siempre.

-Este lugar no solo es de Ainz-sama sino de todos los seres supremos-dijo Demiurge ayudando a levantar a Shalltear con cuidado ya que, está estaba en shock.

-¿Los que nos abandonaron?-pregunto con asco Albedo, esta era la personalidad que ocultaba de Ainz-sama, antes de que pudieran delatarla ya fue tarde, Ainz-sama la eligio a ella con su futura esposa y no pudieron hacer nada.

-No muestras ningún respeto, así tu creador-dijo Demiurge apretando los puños con rabia, el sabía que Ainz-sama quería a cada uno de sus amigos y seres supremos pero Albedo los despreciaba a todos pero con su cambio de configuración parecía que había choques en su personalidad.

-NO, el único que me importa es Ainz-sama-dijo como una lúnatica que estaba empezando a asustar a los demás guardianes excepto Demiurge que era el único que en todos los términos le ganaba.

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Espero que les guste esta nueva historia.