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🍏 Capítulo 1 - Color hipnotizante 🍏

Bueno, os puedo empezar a aburrir comenzando con la historia de mi no-tan-aburrida vida, o puedo comenzar a contaros lo fantástico que es el chico del que estoy un poquito liada, ¿Qué deciden?

Bien, no soy culpable de los suspiros enamorados que lancen a continuación.

Aidan Gallagher.

Oh, de verdad, os juro, que es un increíble chico. No hay demasiadas palabras para describirle, y cuando las buscas, no las encuentras por qué de momento te pierdes en la tan sola imagen mental del chico.

Apuesto, alto, delgado, cabello castaño (incluso mejor cuidado que el mío), atlético, humilde, con unos hermosos ojos verdes, gracioso, caballeroso, vegano, cantante, embajador de buena voluntad de la ONU...

Pausa para respiro.

...Como les decía, es un chico con demasiadas cosas buenas que estoy segura que ningún chico podría tener, o bueno, no tendrías la suerte de encontrar en cualquier lugar. Ya saben, pocos como ese chico hay en el mundo.

Pero como saben, no todo en la vida es bueno, y si lograste encontrar lo bueno de la vida pues te jodes porque hay que sufrir un poco.

Lo sé, lo sé, la vida no siempre es perfecta.

El chico, Aidan Gallagher, es extranjero. Actualmente vive en Seattle. Anteriormente vivía en L.A.C pero terminó por mudarse a Seattle, y siendo sinceros aquí con ustedes, aquello arruinó mis magníficos planes. Pues, aunque no soy muy buena en geografía, tenía entendido que Seattle quedaba más lejos de Los Angeles, mucho más lejos; lo que significaba que tenía que ahorrar más dinero para poder ir a dicho lugar (si es que alguna vez puedo ahorrar más de veinte dólares), lo que significa que tendría que trabajar más para conseguir el dinero, lo que significaba que me cansaría mucho más, lo que también significa que, mi sueño de conocer la chico estaba mucho más lejos -literalmente- de poder cumplirse.

Y quizás alguno de vosotros pensáis que no pasa nada, que puedo verlo e interactuar por medio de Patreon. La aplicación.

Sin embargo, déjenme deciros que no se puede. Lamentablemente, no se puede.

Debería de estar bañada en suerte líquida para poder ganar las trivias que hace para poder ganarse una llamada con él. A parte, debería de tener el nivel tres de la plataforma. Y aquí entre nosotros, les digo con total franqueza que, no contaba con ningún nivel de Patreon.

Así es, así era de cruel la vida conmigo.

Aunque, uno que lucha por sus sueños, busca la manera de poder cumplirlos. Intenté convencer a mi madre de que me pague la aplicación, le rogué que tan solo sea el nivel uno, le llamé a mi padre para convencer a mi madre... Ninguno funcionó.

Y estoy segura que si hubiera fingido llorar, tampoco hubiera funcionado.

La vida para T/n T/a de verdad que era dura.

Oh, eres una dramática.

Sin Patreon. Sin dinero. Sin un póster siquiera de Aidan Gallagher alías "Dios Griego" o el "Todas mías".

De verdad que mi vida era desdichada, yo era desdichada...

-¡T/n!

Me sobresalte en mi silla de tal magnitud que casi caía al suelo. Afortunadamente, use mis buenos reflejos para no caer y poder sostenerme del escritorio.

-¡¿Qué?!

-¡Mamá te necesita aquíííí! -gritó mi hermano menor desde la planta baja.

-¡Ya voy! -respondí mientras volvía mi atención a mi ordenador.

Solté un suspiro.

Con un poco de dificultad, despegue la vista del trasto en el que se transmitía un video corto de Aidan Gallagher, o como a mí me gusta decirle: ojitos verdes.
Una vez que apague mi ordenador, apoyé mis manos en el borde de la mesa y lo ocupé para impulsarme, haciendo que la silla giratoria se deslizara un poco más allá, cerca de mi cama.

Bajé perezosamente de la silla, al igual que como lo hice al bajar las escaleras para acudir al llamado de mi madre.

Al no ver a nadie en el salón, comencé a llamar a mi madre mientras caminaba en busca de ella.

-Maaaadreeee... Maaadreee... Madre, madre, maaaadre...

Un golpe en la cabeza con algo frío y duro me sorprendió por detrás cuando había ingresado a la cocina.

-¡Auch!

-Deja de ser escandalosa, T/n -mi madre paso por mi lado dirigiéndose a la isla de mármol-. Tú y tu hermano sois unos escandalosos -se lamentó.

Sonreí de manera encantadora.

-¿Me llamabas? -pregunté.

-Sí... -soltó un suspiro, mientras dejaba aún lado la cuchara de metal que había ocupado para golpearme- Necesitamos hablar de un tema serio.

Oh, oh.

Sin saber por qué, me tense.

-¿Sobre qué? -pregunté una vez me había aclarado disimuladamente la garganta.

Estamos en problemas.

Y la que sufriría sería yo. Maldita, que solo eres mental.

-Tu padre me ha llamado -si que va seria la cosa-, ambos hemos hablado sobre eso y... a pesar de todo, llegamos al acuerdo de que es lo mejor para todos.

¿Podría comenzar a decir de que trataba? No es por nada, pero mis nervios estaban a punto de alterarse.

-Y no nos tomes a mal, pero estaría bien un cambio de ambiente, ya sabes, consecuencias de tus acciones.

Madre mía, nos mandarán a un internado.

No, eso no, por favor.

Peor, nos mandarán a un internado de monjas.

¡¿Qué?! ¡No! Todo menos eso.

Seguro así para tenerte más segura.

¿De qué, maldita?

Pues de los hombres. Sí, seguro te mandan a uno donde os castiguen por su mala conducta.

Eso no es posible. Y para, que me está dando miedo.

Todo es posible.

Por un demonio, por un momento para de deci...

-...Y tu tía ha accedido a esto... T/n ¿me estás escuchando?

Asentí rápidamente, ocasionando una rodada de ojos de mi madre.

-No me estás escuchando -dedujo-. Es algo importante y no prestas atención -volvió a lamentarse.

-Perdon, madre -murmuré.

Ahora pensando en la tía Molly que se encontraba cerca de un internado del lugar donde vivía.

Oh, seguro que si me envían a uno.

Lo vez, dije que no debías de ser tan payasa.

-Como decía, tu tía ha accedido a recibirte en su casa -al escuchar eso, sentí un aire divino revivirme-. Solo es cuestión de que se aceleren los trámites para que no pierdas el siguiente año de estudio.

-¿Trámites?

-Sí, cariño -sonrió.

-¿Para qué?

-Para poder ir a estudiar al extranjero, ¿Qué más? -dijo divertida.

En ese momento, lo único que pude hacer fue abrir los ojos como platos.

¿Acaso era un sueño? Si era eso, pido que no me despierten.



***



Ahora se podía decir que era la persona más feliz del mundo.

Estaba que la felicidad no cabía en mi cuerpo.

-¡Estoy feliiiiiz! -grité saltando a mi cama.

Iría a Canadá.

Y por lo que sabía, era un lugar de frío. ¡Por fin! Por fin se cumpliría uno de mis tantos sueños.

Aunque parezca que no pienso en nada más que ojitos verdes, también tenía sueños. Y estudiar en el extranjero era una de ellos.

Además, Canadá se me hacía un lugar hermoso. Y por lo que he leído, Toronto entra en la lista de los lugares más seguros, así que, estoy feliz que sea haya donde vaya a ir.

Y estoy feliz que por fin vaya a ver nieve.

Por qué si, era otro de mis sueños. Desafortunadamente, en el lugar donde vivía no nevaba, ni una sola capa. Cuando entraban la temporada de invierno, lo único que sentía era frío. Pero no nieve. Y haya a dónde voy a ir, va a ver nieve aún sea que me muera de frío.

Tenía que hacer un ángel de nieve sea como sea.

Y también el muñequito de nieve de Frozen. Oh, ya podría ir pensado en un nombre para ponerle.

Una notificación de mi móvil que estaba en mi cómoda me sacó de mis cavilaciones.

Algo perezosa -sí, era perezosa- alcancé a dónde se encontraba.

Tenues luces del atardecer se colaban por las ventanas, estaba a punto de oscurecer, y quizás por eso la luz que emitió la pantalla de mi móvil me cegó un poco.

@aidanrgallagher a publicado el siguiente video...

Le piqué instantáneamente.

Y, a pesar de que no le entendía nada a lo que decía, supuse que sería algo bueno. Sabía que constantemente subía videos para hacer conciencia sobre el calentamiento global, así que, quizás eso era.

Lo admito, mi inglés apestaba.

Y mi francés, también.

Oh, ¿Que sería de mi si no aprendía nada de aquellos idiomas?

Era obvio, que tenía que espabilar.

Oh, que martirio.










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¡Hola!

Primer capítulo, espero que me den vuestro apoyo y buenas vibras en la historia.

Si te gustó, no te olvides de pulsar la estrellita y comentar. También puedes compartirla.

Sin más, me despido. Mis buenas vibras para todos ustedes 💖.

Los quiere... Flor C. 🍏

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