Capítulo 14
Despertó debido a los rayos de sol que se colaban traviesamente por las cortinas, con una gran sonrisa abriéndose paso en su rostro de solo pensar que ahora vería a su novio. Si bien había pasado ya poco más de una semana desde que ambos hablaron sinceramente sobre sus sentimientos, para él todavía seguía siendo un poco irreal toda la situación, aún le era difícil creer que ese chico tan bonito y amargado había aceptado ser su novio.
Tal como hacía a diario, se preparó para ir a buscar a Jungkook en su auto y llevarlo a la escuela. Aparte de todo el tiempo que pasaban juntos en la escuela, el adoraba tener esos minutos juntos en su auto donde no tenían que esconderse para besarse o fingir ser solo amigos. Solo deseaba que el pelinegro hablara de una vez por todas con Eunwoo.
—Buenos días, Señora Jeon —hizo una reverencia en señal de respeto—. Vengo a buscar a Jungkook.
—¡Oh! Jungkook hoy se ha marchado con su padre, Jimin, lamento que hayas venido aquí por nada —se disculpó apenada.
—Mmm está bien, no se preocupe.
Se marchó sin más demora, emprendiendo su camino hacia la preparatoria. Al llegar le pareció extraño el cúmulo de adolescentes que había en la entrada, pero siendo superado por su curiosidad se acercó a observar un poco, frunciendo el ceño al ver que uno de los protagonistas era su novio.
Jungkook y Kai estaban uno frente al otro, observándose con miradas fulminantes. Suspiró, acercándose a su actual pareja para convencerlo de desistir. No tenía idea de lo que sucedía, pero estaba seguro que nada bueno saldría de ahí con solo sentir la tensión que había entre esos dos.
—¡Vamos, Gguk, aclara el rumor! —exclamó con una sonrisa triunfante en el rostro y diciendo el apodo que solo usaba Jimin con tono burlón—. ¡No nos dejes con la duda!
—¿Qué está sucediendo? —preguntó Park un poco perdido aún, preocupándose al ver al menor tan tenso y con la mandíbula apretada.
—Vi tus registros médicos, principalmente la parte de psicología, y no me costó mucho atar cabos.
Jimin dio un paso al frente mirando al pelirrojo con molestia, sabiendo ya a lo que se refería cuando hablaba de aclarar el rumor. Tenía unas ganas enormes de golpear a su ex-novio por ser tan imbécil, pero la mano del pelinegro agarrando su antebrazo lo detuvo de cumplir sus planes.
—Vamos ¿por qué no le dices a todos qué el pequeño e inocente Jeon Jungkook fue profanado cuándo solo tenía siete años? —y decir que Kai no estaba absolutamente feliz por todo el caos que estaba causando sería mentir.
Enseguida los susurros de todos alrededor comenzaron a escucharse. Jungkook tragó saliva intentando bajar el nudo que se había formado en su garganta, sintiendo sus manos temblar y su corazón sumamente acelerado. Fue cuestión de un segundo, pero cuando cayó en cuenta, su mano había impactado con fuerza en la mejilla de Huening Kai.
—¡¿Qué derecho crees qué tienes para ventilar mi vida privada?! ¡No es tu puto asunto lo qué me pase o deje de pasar! —gritó, no solo para el pelirrojo, sino también para cada uno de los chismosos que andaban murmurando.
—Tú te lo buscaste, maldito idiota —Jungkook solo deseaba una cosa en ese instante, y era borrar la sonrisa de superioridad que tenía la persona frente a él a golpes.
—¡Escuchen todos! —alzó la voz y pronto un gran silencio azotó el lugar—. Es cierto lo que dijo Huening Kai. Cuando era un niño me secuestraron, uno de ellos abusó de mí y luego me disparó —apartó un poco su camisa de uniforme para mostrar la cicatriz encima de su clavícula—. Lo estoy confirmando, no es más un rumor.
El silenció sepulcral se mantuvo aún después de la confesión. Jimin no dudó en acercarse a él y abrazarlo con fuerza, susurrando en su oído que todo estaba bien y que se sentía orgulloso por su fortaleza. Respiró hondo, aguantando los deseos que tenía de llorar y mandar todo a la mierda.
—Vámonos de aquí, Gguk —ambos se voltearon, comenzando a caminar lejos de la multitud.
—¿No te gustaría revelarnos algún otro secreto? —la voz venenosa del chico los hizo detenerse, con el pelinegro contando hasta tres para no terminar metido en una pelea.
—De hecho, si hay algo que me gustaría agregar —se volteó, con una sonrisa ladina estirando sus labios—. Me estaba preguntando cómo fue qué pudiste acceder a los archivos cuando solo los profesores están autorizados, pero teniendo en cuenta que te coges al profesor de Matemáticas para tener cierto tipo de inmunidad aquí, no me extraña.
—N-no es cierto, eres un men-mentiroso —tratamudeó, encogiéndose en su lugar cuando miradas juzgadoras y murmullos dirigidos a su persona se hicieron notar.
—¿Debería mostrarles a todos el vídeo? —levantó su teléfono, moviéndolo un poco con una ceja enarcada, soltando una pequeña risa chantajista—. Debes aprender a cerrar bien las puertas, Rojito.
—¡Estás muerto, Jeon Jungkook! —vociferó, acercándose rápidamente al mencionado con todo el objetivo de golpearlo.
Una pelea se desató al instante entre ambos chicos bajo la atónita mirada del rubio, que se quedó en shock solo observando como los golpes iban de un lado a otro sin parar. Debido a un pequeño desnivel que había en el suelo, el pelirrojo terminó cayendo hacia atrás y Jungkook no tardó un segundo en subirse encima de él, soltando un puñetazo tras otro sin darle siquiera un respiro.
En ese momento fue que Jimin recobró la conciencia y terminó agarrándolo de la cintura para separarlo de su ex, sin embargo, fue demasiado tarde pues un par de profesores se habían acercado debido al alboroto. Ambos fueron llevados a dirección y el director solo suspiró al verlos en esas condiciones, cansado ya de las constantes peleas de esos dos. Esta vez definitivamente tomaría las medidas necesarias.
—Tu mejilla, te lastimaste —Jimin se mantuvo a su lado en todo momento, hablándole al oído y dejando caricias suaves en su rostro y cabello.
—Él está mucho peor —comentó con superioridad. Park asintió de acuerdo al ver a Kai con varios rasguños en el rostro, el ojo derecho hinchado y el labio partido.
—Es cierto —concedió con cierta gracia—. ¿Acaso eres cinturón negro en karate?
—De hecho...puede que lo sea. Luego del secuestro mi padre me obligó a aprender artes marciales, así podría defenderme si sucedía algo parecido.
—Buenos días, lamento una vez más que mi hijo haya causado problemas —el señor Jeon llegó, siendo seguido poco después por el padre de Huening Kai—. Le prometo que esta vez mi hijo recibirá un castigo adecuado.
—De igual forma mi hijo también será castigado —lo secundó el otro hombre.
—¿No debería preguntar qué sucedió antes de asumir que Jungkook es el culpable? —gruñó Jimin, apretando los puños al ver la mirada decaída del ojigris por las palabras de su padre—. Él tuvo sus motivos.
—¿Y cuáles fueron esos motivos? —cuestionó alzando una ceja, incrédulo por el atrevimiento del rubio.
—Él...revisó los archivos de la escuela y descubrió mi historial psicológico —mordió su labio inferior desviando la mirada—. Dijo frente a todos lo que sucedió cuando me secuestraron.
Gongyoo abrió los ojos por la sorpresa, para luego mirar a Kai y su padre como su fueran dos insectos molestos de los que debía deshacerse. Jimin acarició cariñosamente la espalda de su novio, notando lo afectado que estaba por el tema. Sabía que era un asunto sensible para él, y había estado aguantando tan bien hasta ahora, que sabía que en algún momento iba a explotar.
—¡Oh, mi pequeño! —el Jeon mayor abrazó a su hijo, pasando sus manos delicadamente por sus cabellos rizados, sosteniéndolo con más fuerza cuando el menor soltó un sollozo bajo—. ¡Pueden asegurarse de qué esto no se quedará así, voy a hundirlos junto con su empresa de cuarta!
Jeon Gongyoo era un hombre pacífico, amable y generoso, sin embargo, cuando osaban tocarle un pelo siquiera a su pequeño, se transformaba en un león dispuesto a todo. Nunca permitiría que volvieran a dañar a su hijo.
—S-señor Jeon, disculpe a mi hijo, por favor. Recibirá un correctivo por...
—¡Cierre la boca!
—Papá ¿podemos irnos? —pidió en voz baja, y este solo asintió mirándolo con los ojos acuosos.
—Ambos quedarán suspendidos una semana, eso es todo por mi parte —anunció el director antes de que se marcharan.
[...]
Suspiró aburrido, echando sus rizos hacia atrás para que dejaran de molestar en su rostro, recogiendo después una parte del cabello en una coleta desorganizada.
Ya habían pasado tres días desde que lo habían suspendido. No tenía ni idea de como estaba el ambiente en la escuela, ya que cuando Jimin iba visitarlo siempre evitaba el tema; tal vez era porque aún seguía circulando lo de su secuestro y solo le ahorraba un mal rato.
—Joven Jungkoook, tiene una visita —una de las empleadas se asomó por la puerta de su habitación.
—Solo dile a Jimin que suba ¿por qué hoy está actuando tan formal si siempre qué viene hace lo qué le da la gana? —se tiró en su cama, enterrando la cabeza en la almohada.
—No es el joven Park, se presentó como Cha Eunwoo —informó, y al instante el ojigris levantó la cabeza de golpe.
—¿Eunwoo? Mmm...dile que ahora bajo —pidió, y la empleada acató la orden al momento.
Inspiró profundo un par de veces, repitiendo en su mente las palabras que le diría al castaño. Luego de unos segundos, finalmente se llenó de valor y bajó las escaleras, encontrando a Eunwoo en la sala de estar, aún maravillado por la elegante decoración.
—Hola —saludó, llamando la atención del contrario, que no dudó un segundo en mostrar una gran sonrisa al verlo.
—Hola, Jungkookie, perdón por no haber venido a verte antes.
—Debemos hablar —soltó de manera directa, y el más alto asintió estando de acuerdo.
—Claro, aún me debes una respuesta ¿no es así?
—Es Jimin, Eunwoo, siempre fue Jimin. Lo lamento —fue simple al decirlo, no pensaba seguir escondiendo su relación. No deseaba dañar al contrario pues desde un inicio fue amable con él, por esa misma razón pensaba que lo mejor era dejar en claro las cosas desde ahora para no seguir ilusionándolo, pero parecía ser demasiado tarde ya—. Nosotros...estamos en una relación.
—¿Descubriste qué quién te gustaba en verdad era él y seguiste dándome esperanzas? —profirió incrédulo, mirándolo con el ceño fruncido—. Y para colmo, ni siquiera para rechazarme tienes una pizca de empatía.
Negó con la cabeza sintiéndose frustrado por la actitud tan fría del más bajo, y dándole una última mirada llena de decepción se marchó de allí.
Jeon soltó un suspiro frotándose el rostro con las manos. Había intentado permanecer neutral ante la mirada tristona del castaño, pero pensó que lo mejor para que se olvidara de él era ser frío. Así podría odiarlo por ilusionarlo de tal forma.
Su teléfono vibró en su bolsillo ante la llegada de un nuevo mensaje. Sonrió un poco al ver que se trataba de su novio y salió corriendo hacia su habitación, tirándose en la cama para leer el mensaje.
Jim ♡
• ¿Pastelito?
Sintió mariposas revolotear en su estómago al ver el apodo. Nunca lo aceptaría en voz alta, pero amaba cuando el rubio lo llamaba de esa manera.
• Hola, Jim.
Jim ♡
• ಠ ೧ ಠ
• Amor, cariño, hyung, incluso te aceptaría si me dices bebé.
Soltó una risita al ver la indignación de su pareja. Desde hace días Jimin había estado insistiendo en que debía ponerle un apodo bonito, ya que eso era lo que hacían todas las parejas.
• ¿Hasta cuándo vas a seguir con eso?
Jim ♡
• Hasta que me busques un apodo lindo.
• Tonto. ¿Qué es lo qué quieres?
Jim ♡
• ¡Cierto! Mis padres quieren que tus padres y tú vengan a cenar esta noche.
• Por cierto ¿hablaste con Eunwoo?
• Sí, él...no lo tomó muy bien que digamos :(
Jim ♡
• No te preocupes por él, vamos a concentrarnos en nosotros y nuestra relación.
• Tienes razón, nos vemos en la noche.
Jim ♡
• Te quiero, Pastelito, adiós.
• Adiós, Jim.
El rubio lanzó su teléfono sobre el colchón, soltando un suspiro mientras cerraba los ojos y una mueca se formaba en su rostro. Aún le costaba acostumbrarse a la sequedad del pelinegro.
El problema es que con Taemin todo había sido tan diferente, el chico no se lo pensaba dos veces para saltarle encima y abrazarle, besar sus mejillas o darle mimos en el cabello.
FLASHBACK
—¡Minnie! —se volteó al escuchar la voz emocionada del chico.
—Hola, bonito —lo recibió entre sus brazos, recibiendo encantado un montón de besitos en su rostro.
—Te extrañé mucho, Minnie.
—Ayer nos vimos —rió, dándole un corto beso en los labios a su novio.
El día anterior habían tenido una cita en la tarde, como cada fin de semana hacían. Incluso cuando durante la semana se veían en la escuela, Taemin siempre buscaba la forma de pasar unas pocas horas con él los fines de semana, así habían quedado instaurados los domingos de citas entre ellos.
—No importa, yo siempre te extraño cuando no estás a mi lado. Te amo, Minnie.
FIN DEL FLASHBACK.
El solía ser bastante cariñoso, incluso hasta empalagoso, algunas veces, sin embargo, a Jimin no le importaba porque esa era una de las cosas que más amaba de él. Sin duda recorrería un camino largo hasta llegar a acostumbrarse al carácter de nuevo novio.
De mi cabeza no salía la escena de Jungkook y Kai halándose las greñas 😂
Pronto habrá cena familiar y nuevas revelaciones.
Ahora no recuerdo si ya había corregido este cap, si ven algún error me avisan :3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro