Capítulo 49
- FANNY -
Habían pasado un par de días desde que habían atrapado a los sospechosos de mi asesinato y encubrimiento y desde esa vez todo el pueblo parecía haber entrado en una caótica revolución de chismes.
La noticia de la detención de Philip Courtney no se limitó al diario local, también fue a parar a los medios de todo el país. Yo salía en cada plana y en cada pantalla de cada Estado.
Y no podía hacer otra cosa que quedarme encerrada en la casa esperando que ninguno de los medios que a veces rondaban la cuadra para hacer entrevistas me viera y armara un escándalo.
Oliver Maxwell me había dicho que estaban armando un gran caso para el juicio que se aproximaba en unos días y, al ser uno revolucionario y del que todos estaban al pendiente, iban a proceder con una gran condena para los acusados. No habría gatos sueltos esta vez.
Inclusive iban a comenzar a investigar al juez que dio la sentencia anterior para saber si estaba también involucrado en el encubrimiento.
La noticia de que Richard Hudson era el presunto hijo de Tom Ways viajó rápido también y ni hablar cuando detuvieron a John tratando de huir del Estado de Florida en auto y lo obligaron a hacerse un estudio de ADN con Tom. Ahora estaban averiguando en qué casos estaba involucrado como para querer borrar su apellido.
Y, por supuesto, todos en esta casa esperaban el día en que ya no apareciera. Jake no les dijo sobre el incidente en que comenzaba a desaparecer, al menos no a todos, pero tenía la leve sospecha que había hablado con Dylan sobre ello. Y si lo sabe Dyl, lo sabe Megan también.
Era un constante vaivén de sentimientos esta casa, de idas y venidas. Jake se la pasaba encerrado y revoloteando a mi alrededor, me agradaba eso pero me molestaba le hecho de que esté esperando que me vaya. Me ponía mal que esté esperando la inminente despedida en vez de disfrutar de lo que podría quedarnos.
Dylan se la pasaba en la clínica con Megan y Danna, hoy por suerte le darían el alta y regresarían a casa. Así que sus estadías se basarían en la casa de la chica y la nuestra. Sus padres se tuvieron que ir después de todo el revuelo, dijeron que volverían para el juicio que habría dado que Dylan debía testificar y era menor de edad.
Según lo que él nos había contado, Megan estaba haciendo un inmenso y glorioso borrador que más tarde pasaría en limpio y se imprimiría en el diario del colegio contando, desde cero y a grandes rasgos para obviar mi presencia, cada una de las pistas que fueron consiguiendo y que ahora estaban en manos de la justicia.
La foto de Tom Ways y John Stevenson se había salvado por suerte y además de su desenvolvimiento en el caso ya habían registrado sus casas. Mi cuerpo estaba retenido por las pericias, pero se suponía que luego del juicio sería enterrada nuevamente junto a la tumba de mi madre.
Entonces, el día del juicio había llegado y Oliver Maxwell había sacado de la galera un gran plan estratégico que armó con la ayuda de Megan Smith.
Así que Tina me había prestado algo de ropa formal y ahora todos nos dirigíamos en el auto de los Maxwell al edificio de justicia. Jake recibió un texto de Dylan diciendo que ya habían llegado e inclusive nos avisó que la familia de Gabe Shuts estaba allí también, fueron llamados a testificar nuevamente.
Antes de entrar, en el salón previo, nos permitieron los adultos un momento entre los chicos y yo. Miré a los cuatro y no pude vislumbrar ni de cerca la suerte que tenía por haberlos encontrado, bueno, más bien de que Jake me viera y no decidiera creer que estaba loco.
— Gracias a todos por estar aquí conmigo, por haberme ayudado desde el primer momento — Les dije susurrando para que las personas que pasaran no me escucharan — Son los mejores amigos que podría haber pedido...
Megan me abrazó con los ojos llorosos, después se le sumaron los chicos y nos mantuvimos así hasta que una voz nos obligó a separarnos.
Cuando miré sobre mi hombro la pequeña Lucy Backs parecía estar a punto de desaparecer de lo pálida que se encontraba, al igual que su madre.
— ¿Fanny? — Preguntó ella temerosa.
— Oh, no. Lo siento — Me obligué a decir, recordando el gran entramado de mentiras que tuve que aprenderme — Mi nombre es Casandra Levingston, pero me han dicho que me parezco mucho a ella... ¿Era tu amiga?
— Mi mejor amiga — Susurró, sus ojos estaban a punto largar lágrimas y su voz sonó ahogada.
Me hubiera gustado abrazarla y decirle que era yo en realidad, que no tenía por qué estar triste porque yo estaba bien. Pero no podía, así que me las ingenié para recibir un abrazo igualmente.
— ¿Quieres abrazarme? Será como abrazarla a ella, estoy segura de que lo sentirá... esté donde esté.
Ella no esperó por más, simplemente corrió y me abrazó con fuerza soltando las lágrimas retenidas.
Su madre me miró algo aturdida pero trató de recomponerse y murmuró un suave "lo siento". Solo negué con mi cabeza restándole importancia mientras disfrutaba del abrazo de la niña.
— Estoy segura de que ella estará orgullosa de ti — Le susurré mientras Lucy se alejaba recomponiéndose un poco — Pareces ser una buena niña.
— No lo soy — Me dijo algo angustiada y en voz baja — Sé cosas que no puedo decir, pero podrían ayudarla en el juicio.
Puse mi espalda recta y asentí comprendiendo, ella, Theo y Sam sabían demasiado para ser un par de niños. Esperaba que su infancia no se viera oscurecida por todo lo que tuvieron que vivir.
— Entonces es el momento de ser valientes — Le susurré de vuelta — Nadie podrá hacerte daño, ella jamás lo permitiría. Estoy segura de que te está protegiendo desde algún lugar.
Ella asintió con firmeza y Lorena la llamó para irse, se despidieron de mí y me volví a ver a los chicos. Jake me miraba sonriente, sabiendo lo que me había gustado ese abrazo y cuánto lo había anhelado. Las puertas del edificio se abrieron nuevamente y Eliza Hudson entró con su hijo, Theo.
El juicio empezó.
Muchas personas comenzaron a hablar a murmullos cuando me vieron entrar en la sala y ponerme en el área de testigos. Yo también estaba nerviosa de que todo el mundo me estuviera viendo.
Tanto Sam, Theo y Lucy se quedaron esperando en otra sala fuera.
Los acusados entraron, todos estaban con sus muñecas esposadas y vestían formal mientras que Philip tenía una vestimenta común blanca y la mirada perdida. A veces se reía, esporádicamente, y en sus adentros. Él había ido a parar a un lugar para enfermedades mentales.
El primero en subir al estrado fue Richard Hudson que contó detalladamente lo que Tom Ways, al que lo llamó específicamente "padre", lo obligó a hacer bajo amenaza de lastimar tanto a su hermano menor como a su madre. Su madre apoyó su declaración e inclusive hicieron pasar a Theo quien volvió a confirmarlo, algo temeroso por la mirada acusadora de Ways. Pero lo hizo, al fin y al cabo.
Richard se asombró al escuchar las palabras de Jake cuando tuvo que contar el papel que había tomado él en el secuestro de Meg y Dylan y cómo los había salvado a última instancia. Jake lo había defendido.
Antes de irnos de casa, él parecía estar bastante pensativo por la postura que debía tomar con él. No es como si fueran grandes amigos ahora que se había puesto de nuestra parte, pero tampoco eran enemigos. Y seguir rencoroso por la carrera parecía inmaduro y estúpido.
— Yo creo que deberías decir simplemente lo que ocurrió, Richard se ganó por si solo que tu declaración fuera a favor al final. Después de todo, él sí nos defendió y nos llevó a los chicos — Le había contestado cuando preguntó mi opinión.
Y eso hizo, habló simplemente con la verdad e inclusive se tomó la libertad de agradecerle por la colaboración para encontrar a sus amigos delante del juez.
Entonces, llegó el turno de Philip Courtney. De él teníamos la declaración de haber matado a mi madre y a mí misma gracias al micrófono de Jake, por lo que no importaba que ahora apenas pueda decir cosas sensatas.
Me llamaron al estrado para declarar sobre mi participación y fue mi momento de hablar ante todos y mentir.
— Mi nombre es Casandra Levingston, en los papeles que le fueron dados por el oficial Maxwell figura cada prueba de lo que diré a continuación — El juez asintió mientras revolvía una carpeta sacando hojas — Megan Smith me contactó para esclarecer una causa que ella creía fue injusta en su momento y de la cual tenía sospechas. Sufrí un accidente hace algunos años por lo que tuve una reconstrucción facial que me hizo quedar realmente parecida a la persona en cuestión, la difunta Fanny Courtney. Mi color de cabello natural es muchos tonos más claros, lo teñí para tomar el papel. De esta manera, ella sabía que los culpables del crimen saldrían a la luz al verme. Soy estudiante de actuación, así que estudié cada aspecto de la joven y traté de copiarlos.
No sabía exactamente cómo, pero había papeles falsos en las manos del juez. Fue un movimiento descabellado y peligroso, pero me había estudiado la historia por completo y los papeles se obtuvieron. Ahora tenía un documento de identidad que certificaba que yo existía en este mundo de los vivos.
Continué hablando sobre cómo Philip Courtney trató de matarnos, cómo fuimos con Jake en busca de nuestros amigos al momento que recibimos la nota de amenaza y nos encontramos con Philip y Richard. Argumenté también que este último nos había defendido y a último momento me había ayudado cuando Jake fue a traer a la policía.
Richard solo pudo bajar su cabeza algo avergonzado de que yo estuviera defendiéndole.
El próximo fue John Stevenson, se mostraron las pruebas de ADN que certificaban que era el hermano de Tom Ways y lo involucrado que estaba en el caso. Se abrió una nueva carátula para investigarlo por su verdadero nombre: John Ways.
Y, finalmente, la mente maestra de este gran y detestable juego. Tom Ways negó su participación, la mayoría de las veces ni siquiera contestó y prefirió el silencio mientras sus abogados trataban de bajarle la sentencia.
Oliver Maxwell fue llamado a declarar cuando el juez dijo que había aportado evidencia de que estaba involucrado en más de un crimen, uno de ellos era el de Gabe Shuts. Cuando ese nombre salió a la luz todos los presentes murmuraron y la familia fue llamada al estrado, Lorena Backs terminó quebrándose y diciendo que su hermano estaba siendo amenazado pero jamás supo por quién y tenía grandes sospechas de que su muerte, en realidad, no haya sido un suicidio y que lo hayan encubierto.
Entonces, Lucy Backs caminó hacia el juez cuando la llamaron y ni bien estuvo sentada sus ojitos me miraron y yo le sonreí para darle ánimo. Ella relató como vio a Tom Ways, señalándolo específicamente, amenazar a su tío varias veces e inclusive escuchó mi nombre ser involucrado en la conversación, al igual que el de mi madre.
Poco a poco se fueron dando cuenta de que Gabe Shuts tal vez sabía sobre varias cosas, cosas que yo decía mientras pintaba en la sala del profesor una tarde cualquiera. Ya no las recordaba todas, mis memorias eran vagas. Pero puede que haya hablado demás. Aquí entró en juego una pista más: el cuadro.
Lucy inclusive agregó que era amiga mía y que yo le contaba cuánto sufría de agresiones por parte de mi padre. El diario fue parte fundamental para darle veracidad al discurso cuando Tom Ways alegó que era demasiado niña como para entender de estas cosas y podría ser fácilmente influenciable.
Al terminar, luego de una gran pausa donde el juez y el jurado iban a reunirse, dieron su veredicto.
Jake tomó mi mano y cuando me giré a verlo él mantenía su mirada en ellas, la sostuvo entre sus manos acunándola y escondiéndola en el bolsillo de su saco. Sabía lo que significaba eso, mi mano volvía a estar borrosa.
Decidí dejar pasar la cuestión y centrarme en las palabras del juez.
— Debido a la gran cantidad de pruebas y testigos hemos decidido que este juicio tendrá sentencia aquí mismo, al día de la fecha — Habló el juez, parado en el estrado mientras todos escuchábamos en silencio — El señor John Ways, conocido por el apellido Stevenson, será sentenciado a ciento cincuenta años de prisión por la pena de haber ocultado información ante la justicia, haber mentido en el tribunal, participar del encubrimiento de las muertes de Sara Finnegan, esposa difunta del señor Courtney, y de su hija, Fanny Courtney. Además, se abrirá una causa para investigar sobre sus presuntos delitos con la participación de su hermano. Podrá reducir sus años por buena conducta y bajo una fianza determinada.
Sonreí, miré a Jake que parecía haber rejuvenecido por la gran noticia. Tomó mi mano y le dio un gran apretón.
— El siguiente acusado, Richard Hudson, debido a su colaboración con la policía, ante la justicia, haber demostrado que estaba bajo amenaza y que las víctimas decidieron no presentar cargos, declaro al acusado en libertad — Miré hacia Richard, el chico parecía querer llorar incrédulo de la situación mientras que su familia estaba contenta y sonriendo — Sin embargo, deberá hacer servicio comunitario por el plazo de un año.
Richard miró sobre su hombro buscándome, encontró mi mirada y susurró las palabras "perdón y gracias". Me limité a asentir.
— El siguiente, Philip Courtney, debido a las pruebas contundentes y a los testigos se declara culpable de todos los cargos. Pero, por su enfermedad actual probada por un estudio clínico, deberá cumplir su sentencia de cadena perpetua en el hospital psiquiátrico donde será atendido.
Megan me abrazó y yo le devolví el abrazo, sentí la mano de Jake en mi espalda y las voces de los chicos dándome ánimo.
— Lo logramos Fanny — Susurró Meg — Lo logramos.
— Y, finalmente, el turno del acusado Tom Ways — Habló el juez — Por el encubrimiento y participación de las muertes de Sara Finnegan y su hija Fanny Courtney, antes mencionadas, tendrá la sentencia de ciento veinte años en prisión. Además, por la sospecha de actos delictuales llevados a cabo bajo la insignia de policía del condado y presunta participación y cooperación de delitos con su hermano, John Ways, se le abrirá una causa y se le podrá subir la condena si lo amerita. Podrá reducir sus años por buena conduta y pagar una fianza establecida.
Las personas aplaudieron por las sentencias y la justicia hecha. Cada uno de nosotros se abrazó y festejó con los familiares y amigos, incluso Lorena Backs se acercó para felicitarnos y agradecernos por todo lo que hicimos. Las cámaras estuvieron afuera del edificio esperando para entrevistarnos pero Oliver Maxwell ya tenía preparados a varios policías para contener a la gente y que todos lográramos pasar hasta el auto.
Nos fuimos todos directos a la casa de los Maxwell y armamos un picnic en el patio trasero con las vistas al lago Jackson para festejar.
— Podría acostumbrarme a esto — Dijo Megan apoyándose con las manos en el césped y estirando su cuello para absorber el sol con su rostro cerrando sus ojos — Los cuatro juntos, bueno, los tres y nuestra nueva amiga ¡Casandra Levingston!
— Podría hacerlo también — Concluyó Jake — Casandra en un nombre bonito.
No pude evitar sonrojarme y sonreír. Pero algo me decía que esto no duraría demasiado tiempo, cada segundo parecía demasiado fugaz e importante para mí y sentía un pequeño revoloteo dentro que me alentaba a concluir por lo que estaba aquí como si el juicio ya no se hubiera dado y hubiéramos ganado.
Los miré a los tres, Dylan sonriendo y contando una escena graciosa que había visto en una película mientras que Megan reía por lo tonto que era recordar algo así. Jake me observaba entrecerrando sus ojos, como si supiera en sus huesos que esto no era todo y estuviera ocultando algo. Pero decidí sonreírle y seguir la conversación.
Cuando se fue haciendo de noche me despedí de Megan con un gran abrazo e inclusive me atreví a rodear con mis brazos a Dylan para agradecerle por lo que hizo por mí y por cuidar de Megan.
Antes de que me suelte, le susurré unas últimas palabras.
— Tendrás que ser fuerte, los cuidarás por mí.
Él me observó con el ceño fruncido cuando se separó, pero solo me siguió curioso con la mirada cuando fue arrastrado por Meg del brazo. Él la llevaría a casa.
Entonces, nos quedamos solos, Jake y yo.
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