Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 43

- FANNY -

No sé qué mentiras les estarán contando a la señora Hudson, tampoco sé cómo reaccionaría Richard cuando los viera y ella estuviera en frente. Esperaba que no hubiera complicaciones.

Pero mientras los minutos pasaban yo me removía más y más en el lugar. Me gustaría poder hacerme invisible a voluntad solo para poder acompañarlos, saber que todo estaba bien. Cuando el tiempo que pasó se me hizo eterno me dije a mí misma que entraría a esa casa sin importar los que me vieran.

El ruido de golpeteo en la ventanilla a mi lado hizo que casi salte de mi lugar y me giré por acto reflejo.

Oh no, pensé.

Pero me mantuve quieta e impoluta, nada de expresiones asombradas. Yo estaba muerta, era un fantasma, simplemente debía actuar como uno.

Del otro lado del vidrio la cara de Tom Ways estaba blanca y petrificada. No sabía en qué momento había estacionado ni dónde, tal vez algunos metros más detrás y por eso no había escuchado el motor.

Él ya no podría hacerme nada, intenté recordar. No podría volver a matarme. Me preocupé más por los chicos que estaban adentro.

Tom abrió sus labios, intentando decir algo, sus ojos paseaban por todo mi rostro curiosos e intentando descubrir algo que le dijera que yo no era Fanny Courtney. Entonces, cuando no pudo ni mediar palabra, solo se enderezó, cerró los ojos mientras los refregaba y me dije a mí misma que ese era el momento de desaparecer.

Me hice una pequeña bolita en el piso del auto, entre los dos asientos y pegada a la puerta ¿Sería capaz de verme si se asomaba? Esperaba que no. Pero era bastante probable.

Lo escuché mascullar algo, una mala palabra. Mi corazón palpitaba como si realmente tuviera uno, me decía que estaba demasiado nerviosa.

Y, de repente, escuché voces.

Los chicos estaban hablando con Ways, habían salido de la casa. Después de unos segundos que me parecieron eternos entraron al auto y Dylan dio marcha a toda velocidad.

Me sentí más tranquila cuando pusimos distancia con la casa de Eliza Hudson. No es como si Ways pudiera hacerme algo realmente, pero mis manos temblaban al saber que él fue parte de mi asesinato de alguna manera u otra. No lo quería cerca de mí y definitivamente no lo quería cerca de mis amigos.

Dylan le pasó un cepillo de dientes que presuntamente era de Richard, ¿cómo Megan tenía contactos para hacer una prueba de ADN? Pues no lo sabía muy bien, los contactos de Meg a veces eran súper secretos.

Me preguntaba si Ways sospecharía de algo, si habría entrado a la casa de Eliza y la había interrogado. Si sabía que los chicos entraron al baño... ¿Podría llegar a saber que faltaba un cepillo? ¿Algo tan simple como ello?

Jake me tomó en sus brazos y me relajé un poco. No importaba lo que pasara, ellos me tenían a mi para cuidarlos.

Y como si el destino quisiera desafiarme por mi último pensamiento, Dylan maniobró bruscamente hacia la derecha cuando un auto amenazó con impactarnos en una diagonal. Chocó contra la puerta del conductor, forzó al vehículo a deslizarse contra el pavimento y Dyl frenó de golpe.

Los cuatro nos quedamos paralizados. No sabía de quién habría sido la infracción, pero suponía que no era nuestra culpa. Dylan venía manejando despacio y con cuidado.

— ¡Carajo! — Espetó furioso Dylan mirando la abolladura inminente en su puerta, intentó abrirla pero le fue imposible, estaba trabada — ¡Maldito hijo de perra! ¿Tan difícil es conducir?

Jake se asomó entre los asientos, pero su vista no estaba fija en ellos. Más bien en el auto de adelante. El que nos había golpeado. Se mantenía en medio de la calle, en diagonal. Sus vidrios polarizados no me dejaban ver al conductor.

— ¡Es el auto de Tom Ways! — Exclamó Jake — ¿Se habrá dado cuenta del cepillo?

— ¿Tan rápido? — Inquirió Megan — No lo creo, no puede ser.

Escuchamos el rugido del auto como una invitación a la carrera. Escuché a alguien tragar con fuerza, tal vez fuimos todos.

— Dylan... — Susurró Jake con voz temblorosa — Dylan, prende el auto. Anda.

El auto volvió a rugir con más fuerza y comenzó a maniobrar para ir contra nuestra. Dylan giró la llave varias veces tratando de encender el motor pero no funcionaba.

— ¡Dylan ya no queda mucho tiempo! — Gritó Megan aterrada.

Casi salto de mi asiento por su grito, observé el capó desde donde estaba y cerré mis ojos con fuerza. El sentimiento de furia y descontrol se convirtió en una corriente eléctrica que surcó cada célula de mi cuerpo, sentí mis bellos erizarse y cuando abrí mis ojos la estática inundaba el vehículo electrificando el cabello de Meg.

Una orden implícita viajó de mis pensamientos hasta el motor del auto y, mágicamente, arrancó justo a tiempo para que Dylan maniobre de costado, se suba contra la vereda de enfrente y pueda rebasar el auto que se nos venía encima.

Pegué mi cara a la ventanilla tratando de avistar algo por la ventanilla de enfrente del auto que nos atacaba, la figura de un hombre con una capucha y dedos gordos y gruesos... Definitivamente yo conocía a ese hombre.

— ¡Philip! — Grité.

Jake dejó de seguir el auto con sus ojos para observarme. No tuve que repetir nada, él sabía a lo que me refería.

Volvimos a sentir el rugido detrás nuestro, miramos a compás. El vehículo negro nos perseguía insistente.

— Nos está siguiendo, debemos abrirnos — Le advirtió Jake — ¡Dylan tenemos que perderlo!

Él no esperó por más gritos, simplemente puso su mano en la palanca de cambio y de un rápido movimiento ya estábamos a toda velocidad por la pequeña calle. En un brusco movimiento, viramos a la izquierda haciendo que Jake y yo nos aplastáramos contra su lado del vehículo. Cuando recién nos acomodábamos e intentaba con ansias prenderle el cinturón a Jake, el auto volvió a doblar en una curva. Esta vez terminamos aplastados contra mi puerta.

— ¿Sigue? — Preguntó Megan.

— ¡Sigue detrás! — Afirmé mirando por la ventana de atrás, viendo como el auto nos seguía también a gran velocidad.

Entramos en la zona costera al lago, ya habíamos pasado de largo la calle que nos llevaría a casa. Nos estábamos alejando.

Jake tomó su celular y marcó un número rápido, no pasó mucho tiempo cuando él empezó a hablar a los gritos por celular.

— ¡Nos persiguen! Creemos que es Philip, vi la patente del vehículo ¡Trató de chocarnos! — Esperó unos segundos asintiendo y negando con la cabeza — ¡Megan! ¿Dónde estamos?

La rubia trato de aferrarse a los asientos cuando Dyl volanteó para rebasar otro auto. Miró hacia afuera tratando de vislumbrar los carteles de las calles y se las gritó a Jake en cuanto las obtuvo.

— ¿Escuchaste? — Preguntó él — No tenemos todo el tiempo, está alcanzándonos.

El auto negro que nos perseguía chocó contra la parte trasera del nuestro desestabilizándonos momentáneamente y haciéndonos cabecear.

— ¡Chicos!

El grito de Dylan heló el ambiente. Estaba tan concentrado en mantenernos con vida que el simple hecho de que nos gritara algo nos dejó a todos helados y sin habla. En tan solo segundos sentí como si pudiera ver todo en cámara lenta.

Fui consiente de que del otro lado del auricular de Jake su padre seguía hablando, Megan se aferró al brazo de Dylan y a la manija del auto. Mi única reacción fue pasar un brazo sobre el pecho de Jake como si eso pudiera realmente protegerlo de algo.

Entonces el auto tambaleó hacia un costado, Dylan había perdido el control por el golpe. Un auto se nos cruzó de frente, no tuvo más opción que girar totalmente y meterse en la zona peatonal de la costa del lago. Sentimos como las llantas caminaban por el suelo de madera, las personas corriéndose deprisa para esquivarnos... El final del camino.

Los frenos no alcanzaron. El auto siguió de largo y caímos a la superficie.

El vidrio delantero estalló al entrar con fuerza al agua. Mi cuerpo se mojó y sentí algunos filamentos de los vidrios rozar mi piel sin hacerme ningún daño.

Abrí mis ojos bajo el agua, aguantaba la respiración por mera costumbre, pero cuando probé no había aire que debiera inspirar. No me hacía falta. Observé a Jake a mi lado tratando de quitarse el cinturón de seguridad y comencé a ayudarlo hasta que el broche cedió.

Intentamos abrir las puertas aunque estaban con seguro, miramos a la parte delantera donde los chicos no parecían estar reaccionando. Jake pasó primero entre los dos asientos cuando el auto chocó con el fondo e hizo que se golpeé levemente su cuerpo contra el techo. Cuando vimos que el auto no iba a volver a moverse, seguimos con lo nuestro.

Jake palmeó varias veces la cara de Dylan que parecía estar algo ido más que desmayado. Pestañeó varias veces y se enfocó en la realidad. Yo no pude más que zarandear el brazo de Megan inútilmente.

La poca luz que teníamos no me dejaba vislumbrar si estaba herida o algo.

Dylan desabrochó su cinturón mientras Jake el de Megan. Los chicos tironearon de ella hasta sacarla por la ventana de adelante que ya no estaba, ascendimos hasta llegar a la superficie.

Los chicos tosieron mientras intentaban llegar a la orilla, ayudé a Dylan a arrastrar a Meg hasta la superficie terrosa. Cuando la mitad de su cuerpo estuvo fuera del agua solo pudimos jadear de asombro.

Un vidrio estaba incrustado en su estómago y la sangre brotaba de su cuerpo sin parar.

— ¡Meg! Bebé, no me hagas esto — Comenzó a hiperventilar Dylan, sacó su remera mojada y la envolvió en la herida tratando de amortiguar el desangramiento — Vamos, por favor. No vayas a morir. No puedes hacerlo.

Me quedé totalmente estática junto a Jake, ambos aún con la mitad del cuerpo en el agua, a la orilla del lago. No había celulares, estaban todos mojados y sin funcionar, teníamos que pedir ayuda de alguien más para llamar una ambulancia con urgencia.

— ¡Sabía que no estaba loco! — El grito de Philip me hizo saltar del lugar.

Nos estaba apuntando desde la zona más alta, en el muelle justo al lado de la orilla en la que estábamos. Jake se interpuso entre él y yo, un arma nos apuntaba a ambos.

— ¡Eres un demonio! ¡Deberías estar muerta! — Volvió a mascullar.

Sus ojos estaban inyectados de sangre y el arma temblaba en sus manos, estaba desquiciadamente nervioso. Cualquier cosa podría suceder, tenía que sacar de su vista a Jake porque él podría morir por un simple disparo.

No había tiempo de paralizarme, no había tiempo para recordar nada sobre ese hombre. Ni para aborrecerlo, tampoco para llorar. Estaba harta de sentir pena por mí cuando la vida de mis amigos corría riesgo, debía moverme.

Fanny tienes que moverte, me repetí en mi cabeza como si se tratara de un mantra.

— ¡La policía llegará en cualquier momento! — Amenazó Jake — Vete de aquí.

— ¡Jake! — El lamento de Dylan no fue desapercibido, pero ninguno podía girar a verle — Necesita... necesita atención.

Sus palabras sonaron ahogadas. Estaba segura de que las lágrimas empapaban el rostro del muchacho. Él tenía razón, Meg necesitaba un médico y para eso debíamos deshacernos de mi padre.

— Philip — Susurré, tratando de calmarle — Por favor, baja el arma. Tu pelea es conmigo no con ellos.

— ¡Tú, cosa astuta! Te enviaré al infierno con tu madre ¡las veces que hagan falta!

Y lo supe, supe que intentaría matarme. Jake estaba interponiéndose, saldría herido. Con un movimiento rápido pasé mi brazo sobre su pecho para empujarlo lejos, por detrás, y me adelanté unos pasos mientras escuché el arma gatillar.

Cerré mis ojos hasta que el sonido del arma solo eran los clics de que ya no habían balas. Las sirenas de las patrullas sonaron de fondo, dejé salir mi aliento que contenía al no haber dolor alguno en mi cuerpo. Ahora, estaba con miedo de que algo mal haya ocurrido y las balas no me dieran ¿Y si traspasaron mi cuerpo? ¿Y si no pude protegerle?

Abrí mis ojos poco a poco, viendo como Philip sacudía el arma y mascullaba con nerviosismo y miraba a su alrededor a la espera de ver las patrullas. Me observó una última vez, sus ojos brillaban en una promesa escalofriante de que esto no iba a quedarse así. Y, entonces, corrió hacia su auto y se marchó.

No me di cuenta de que estaba temblando hasta que Jake puso su mano fría en mi brazo, me di la vuelta para verlo sano y salvo. Le abracé.

Las balas solo se habían esfumado al impactar en mí.

Sobre su hombro, mientras me aferraba con ganas a su cuerpo, vi como Dylan parecía estar partido en dos. Sus manos ensangrentadas apretaban la herida cubierta de la rubia y sus ojos solo derramaban lágrimas, su barbilla temblaba mientras susurraba palabras.

Me separé de Jake cuando las patrullas sonaron más de cerca y ambos corrimos con Dylan. Miré a mi alrededor intentando descubrir qué podía hacer yo para que no me reconocieran y es cuando los vi.

— ¿Jake?

— Madición — Dijo, suponía que había seguido la línea de mi mirada.

Del otro lado, a unos cuantos metros de distancia, había una moto estacionada. Las dos personas que estaban en la moto aún se mantenían sentadas allí, estoicas y con sus miradas fijas en mi persona.

Richard manejaba mientras que Tom se había sentado atrás. Puede que cuando nosotros nos habíamos ido, Richard había llegado con la moto y Philip, que estaba en el auto de Tom Ways todo este tiempo, se había marchado atrás nuestro. Tal vez me había visto cuando Ways lo hizo.

Me estaba siguiendo a mí.

Las patrullas ya estaban realmente próximas, Tom palmeó unas cuantas veces el brazo del muchacho hasta hacerlo reaccionar y que arranque. Ambos se esfumaron por una calle lateral.

No sabía lo que lograron ver, puede que no me hayan visto frenar todas esas balas a esa distancia porque la orilla del lago estaba mucho más baja que la línea de la superficie y del paseo de compras al lado del muelle.

— Fanny, tu capucha — Jake me pasó mi capucha por mi cabeza, intenté ajustarla lo mejor posible para que oculte mi rostro con mi cabello mojado.

Observé a Megan tirada en el suelo, tan pálida y faltante de vida... No quería que muriera, jamás me lo perdonaría. Sus latidos estaban allí, débiles, pero resonantes. Todavía había esperanzas para ella.

La policía llegó en dos patrullas, uno de los oficiales que bajaron era Oliver Maxwell.

— ¡Chicos! — Gritó al vernos — ¡Pidan una ambulancia! ¡Urgente!

Oliver volvió a dirigirse a nosotros, me miró unos segundos y observó sobre su hombro.

— Jake, ve con Fanny a mi patrulla y no se muevan de ahí por nada en el mundo.

— Pero...

— Pero nada, Jake. Acá Dylan cuidará de Megan, iremos tras ellos cuando la ambulancia llegue.

Y lo hicimos, nos arrastramos hasta la patrulla y nos sentamos en la parte trasera a esperar los segundos más agonizantes de toda mi existencia a que la ambulancia llegue y salve la vida de Megan Smith.


-------------------------

IMPORTANTE: Ya que nos acercamos al gran final haré maratón de los últimos capítulos ni bien los tenga todos escritos y corregidos. Así que síganme en wattpad y/o instagram para saber cuándo será, yo creo que para el lunes ya tendrán noticias.

La maratón constará de un capítulo cada día ¡Estén atentos!

▷ Usuario de ig: hacheescribe  ||  Usuario de wtp: HacheFenzel 


 Un pequeño edit de escenas anteriores ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro