Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26


- JAKE -

Estaba esposado en un vehículo de la policía, en estos momentos podría decir que nada peor podría haberme pasado pero no es así. Había algo mucho peor y no era el hecho de que mi padre fuera la persona que me haya tenido que arrestar, ni que mi madre se pondría histérica ni mucho menos que los padres de Dylan estén en camino para presenciar lo que acabamos de hacer. Lo peor de todo es que había dejado a Fanny lejos de mí, vulnerable ante el mundo de allí fuera. Estaba destruida y lo sabía, no comprendía muy bien el motivo por el cual se puso así pero recordar las palabras escritas en el dorso de aquel cuadro solo hacía que mi estómago se retuerza y mi piel de gallina aparezca.

Solo tenía muchas preguntas y no podía contestar a ninguna.

Aunque tampoco quería pensar ahora mismo en responderlas, no cuando mi padre me gritaba desde el asiento del conductor. Sentía que si le abría mi boca solo provocaría que él siguiese apretando el volante con furia y acelerar por las calles. Provocaría un accidente seguro. Así que preferí, junto a Dylan, mantenernos callados.

A Megan la habían subido a otra patrulla junto a una mujer policía. Pude verla salir siendo empujada por esta en cuanto llegamos a la jefatura. Nos sentaron a los tres en la misma sala de interrogación y mi padre entró junto a Tom Ways.

— ¿Pueden explicarme en qué rayos estaban pensando? — Preguntó furioso mi padre — No solo entraron a una propiedad privada sin permiso, sino que también forzaron la entrada y destruyeron un objeto importante.

— Está bien Oliver — Trató de apaciguarlo Tom poniendo una de sus manos en su hombro — Deben de tener alguna explicación razonable ¿No es así?

— No vengas a hacerte de policía bueno aquí — Espetó la rubia, Dyl y yo la miramos sorprendidos.

Tom frunció sus labios, arrastró una de las dos sillas del otro lado de la mesa que nos separaba de ellos y se sentó. Sus manos arriba de la mesa cruzando sus dedos, postura relajada y mirada penetrante. Había aprendido a sospechar de Tom Ways después de los altercados que tuvimos. Para empezar, le guardaba rencor porque fue él quien le creyó al idiota de Richard e hizo que mi padre siguiera aquel camino cuando fue el accidente, después estaba aquella última cena en la que su actitud no me había convencido del todo. Además, se notaba que Megan no le tenía ni un grado de afecto, eso complementaba.

— Bien, entonces no intentaré ayudarlos más — Sentenció Ways, mi padre solo se mantuvo cruzado de brazos y recargado en la pared mirándonos a todos decepcionado — Comenzaré por decirles que tienen que colaborar si quieren que su sentencia sea menor. Dylan Siorra — Tomó una de las tres carpetas que había sobre la mesa y comenzó a ojearla — No tienes delitos previos, tu historial está limpio por lo que tu sentencia será la menor de los tres. En cuanto tus padres lleguen podrán sacarte con una muy buena advertencia de lo que ocurrirá si vuelve a pasar.

— Alto — Habló Dyl nervioso — ¿Mis padres vendrán hasta aquí?

Ways lo miró, pero no le respondió.

— Ahora, Jake Maxwell. Tienes un delito por carreras ilegales.

— Carreras que yo no organicé, por cierto — Le espeté subiendo ambas cejas — Me gustaría aclarar este tema ¿Por qué defendió a Richard Hudson esa noche?

— Yo no defendí a nadie y el que hace las preguntas aquí soy yo — Espetó — Lo único que lograrás si sigues desobedeciendo es que tus padres deban de pagar una fianza por ti muchacho.

Yo no respondí, sabía que no llegaría a eso. O al menos quería creerlo. Igualmente, me negaba a entablar una conversación con aquel hombre y tenía el derecho a guardar silencio por lo que aquella sería mi estrategia para mí a menos que pueda hablar a solas con mi padre. Si lograba explicarle todo esto estaría solucionado para el final de la noche.

— Megan Smith — Ahora Weys la miró a ella que comenzó a parecer aburrida a medida que él hablaba solo para fastidiarlo — Este es el quinto allanamiento de morada, además de los antecedentes por una violación a la privacidad, adulterio de carnets, conducir fuera del límite de velocidad reglamentario y robo de información privada.

Me quedé sin aire. No me podía creer lo que una muchacha de su edad podía hacer con tal de conseguir lo que ella quisiera. Por un momento Megan me dio miedo, al segundo más tarde tan solo pude inflar el pecho con el poco orgullo que me quedaba. Ni al juntarnos con Dylan hacíamos la mitad de las cosas que ella.

— Se te olvidó aquella pelea que tuvimos hace unos meses — Apuntó con su dedo hacia los papeles haciendo que las esposas en sus muñecas resonaran y le sonrió a Weys orgullosamente — Ya sabes, la supuesta agresión al personal policial.

— Decidí no levantar cargos por ello — Explicó él cerrando la carpeta — No hagas que me arrepienta.

— Si tú no estás dispuesto a aguantar la realidad no es mi problema — Arremetió ella poniéndose aún más recta en su silla, Tom relamió sus labios y los frunció. Meg miró hacia mi padre — No hablaré, perdón, no hablaremos a menos que tengamos un abogado y obviamente no responderemos ante un policía tan corrupto como el señor Weys así que puede ir retirándose.

Dylan comenzó a mover su pierna ante los nervios, el silencio de la pequeña habitación nos tenía a todos tensos. Por el rabillo del ojo pude ver como mi padre asintió y caminó por detrás de Weys, le puso una mano en el hombro y le dijo algo al oído para marcharse de la sala. Tom nos miró, uno por uno, estaba claramente molesto pero cada cosa que haga o diga en este preciso instante Megan podría usarla en su contra y todos sabíamos eso. La rubia no iba a mantenerse callada. Así que, al parecer, prefirió seguir por la paz un rato más y salió detrás de mi padre.

— ¿Acaso estás demente Megan? — Exclamó Dylan manteniendo un tono de voz bajo por cautela.

Era la primera vez que él la miraba y le hablaba después de aquella misteriosa noche.

— Estoy intentando defendernos, con Tom Weys detrás de nosotros no podremos salir de aquí.

— ¿Hablas por experiencia? — Preguntó bastante enojado mi amigo.

Preferí mantenerme en el mismo silencio, en una de las sillas de la punta, sin que me notasen. Ellos se miraron sin pestañear, hubiera dicho que dagas saldrían de sus ojos si aquello fuera posible pero la realidad era otra. Después de tanto tiempo juntos, miradas robadas, silencios incómodos y sonrisas muy significativas yo sabía que aquellos dos no podrían mirarse de tal manera nunca más. Sus ojos eran un cúmulo de sentimientos confusos. Cuando ellos se miraban sus ojos demostraban desesperación y agonía porque sabían que, tarde o temprano, tendrían que despegar su mirada del otro y anhelar el próximo encuentro con ansias.

La entrada de alguien más a la sala de interrogación me provocó que saliera de mi escondite, me levanté de mi lugar arrastrando la silla y la observé. Sus ojos estaban irritados, acto de haber estado llorando, y su mirada era dura e impenetrable. Me acerqué a Fanny rápidamente y sostuve su cara entre mis manos lo más que las esposas me lo permitían, acaricié una de sus mejillas tratando de que con tal acto sienta que no está sola. Que me tiene a su lado.

Sus ojos amainaron la dureza un poco y largó el aire de sus pulmones haciendo que mi piel se erizara.

— ¿Qué es lo que pasa? — Preguntó Megan, la observé confuso sin saber a qué venía su pregunta.

Ella continuó mirándome al igual que Dylan lo hacía, desde sus lugares. La pequeña vocecita que apenas logró asomarse por los labios de Fanny me dejó helado, mucho más al entender lo que sus palabras significaban.

— No pueden verme — La miré entendiendo lo que ello significaba, nuevamente ella estaba enterrándose en su agonía. Habíamos avanzado tanto para que ella retrocediera aún más — Pero ahora lo recuerdo, lo recuerdo todo Jake.

— ¿Qué recuerdas? — Le pregunté — ¿Tiene que ver con lo que decía el cuadro? Fanny, contéstame.

Su silencio solo hacía acrecentar mis nervios. La puerta se abrió delante de mí interrumpiéndonos, recién en este momento me había dado cuenta que Fanny no la había abierto. Tan solo la traspasó.

Mi padre me miró con el ceño fruncido y yo aguanté su mirada, no tenía ánimos para sus reproches y mucho menos para la decepción. Tenía que hablar con Fanny, necesitaba comprender lo que aquellas palabras habían significado.

— ¿Qué intentabas hacer? — Preguntó, no supe si se refería al museo o por verme aquí parado en frente de la puerta.

— Si realmente confías en mi — Le hablé fuerte y claro, sabía que tenía que ser convincente — Me dejarás explicarte sin prejuicios, pero solo a ti.

Mi padre me observó con el ceño fruncido y negó con la cabeza, como si intentara aclarar sus pensamientos. Observó hacia atrás mío y habló nuevamente.

— Señorita Smith su madre está afuera — Señaló con su cabeza la puerta dándole a entender que debía salir. Ella obedeció y salió con la cabeza gacha, la culpa se instaló en mí ya que si no le hubiera pedido por ayuda esto no hubiera pasado — Siéntate.

Obedecí ocupando el lugar vacío de Megan y mi padre se sentó en frente luego de haber cerrado la puerta. Levantó sus cejas esperando nuestra coartada y en cuanto estaba a punto de hablar Dylan dio el primer paso adelantándome.

— Oliver sé que no vas a confiar en nosotros, no después de esta noche y la noche en que Jake corrió con la moto — Puso sus manos arriba de la mesa y se inclinó hacia él, estaba tan compenetrado en su discurso que llegué a sentir una confianza ciega en que él lograría convencer a mi padre — Pero confía en que Meg no haría una cosa así.

— Después de escuchar su historial... — Comenzó mi padre pero lo interrumpí.

— Con más razón, ella no lo haría a menos que necesitara información y eso es lo que hemos encontrado esta noche — Suspiré, la mano de Fanny en mi hombro me dio la confianza que necesitaba para seguir — Hemos estado investigando la muerte de Fanny Courtney, creemos que ella no se suicidó. El cuadro que rompimos era una pintura que ella había hecho y el profesor Gabe Shuts decidió que sería buena idea exponerla al ser de ella. Tienes que leer lo que dice detrás, además tenemos muchas más evidencias.

— ¿A qué quieren llegar? — Preguntó mi padre — Estamos hablando de una niña muerta, una causa olvidada. No pueden ir jugando a ser detectives solo porque sí. Es una falta de respeto para el recuerdo de la muchacha ¡Y además acaban de asaltar un museo! — Exclamó, él quería hacernos entender la gravedad del asunto.

— A Fanny la mataron tío — Dylan golpeó con su dedo la mesa y levantó las cejas, mi padre se congeló — Su padre la maltrataba, está escrito en su diario. Ahí tienes al primer sospechoso. También esta Richard Hudson, a cualquiera que le preguntes en el colegio te dirá sobre las amenazas y las humillaciones. Ahí tienes a tu segundo sospechoso ¿Necesitas más?

Mi padre se levantó, miré a Dylan y él a mí. No sabíamos cuál sería su reacción. Se tomó el puente de la nariz, él estaba cansado y se notaba gracias a las arrugas mucho más pronunciadas en su cara y las bolsas debajo de sus ojos.

— Me van a volver loco — Susurró él, apoyó sus manos sobre la mesa inclinándose a nosotros y nos miró de tanto en tanto — Les daré la ventaja de la duda solo porque estoy esperando que digan la verdad y no sean unos criminales. Buscaré la pintura, ustedes me darán ese diario y no dirán nada de esto hasta que tenga la seguridad de que esta chica fue asesinada.

Pensé sobre el cementerio, pero Fanny estaba aquí. No quería conmocionarla aún más. Lo haría más tarde cuando me encontrara con papá solo.

— Gracias Jake — Me agradeció Fanny en voz baja.

Sonreí, sonreí por mi padre y por Fanny. Sonreí porque al fin y al cabo si esto funcionaba estaremos un paso más cerca de atrapar al padre de Fanny. Aunque una punzada en mi pecho fue el recordatorio de que si aquello pasaba puede que no vuelva a ver a Fanny de nuevo. Alejé aquel pensamiento, un problema a la vez.

La puerta de la sala sonó y la cabeza de un policía se asomó.

— Los padres del chico están aquí — Avisó señalando con la mirada a Dylan.

Todo rastro de chico serio y maduro se había perdido, si en estos precisos instantes me hubieran dicho que Dylan era capaz de ser un hombre hecho y derecho cuando quería yo me reiría. Pero lo comprendía. Mis tíos suelen ser... Demasiado amorosos... O demasiado agresivos. Compartían el mismo cambio de humor que él y una familia así junta era una bomba de tiempo a punto de explotar.

Mi padre sonrió de lado mirando a mi amigo, sabía al igual que yo que Dylan odiaba ser reñido por sus padres. Pero no era que les tuviera miedo, ni que los odiara o se sintiera culpable. Era el gran alboroto que mis tíos causarían, era la vergüenza.

La piel pálida de mi amigo se ruborizó al notar cómo lo mirábamos. Se paró derecho, con la frente en alto y frunció sus labios intentando estar más serio. Toda una fachada que se derrumbaría al pasar por aquella puerta. Caminó y se plantó en el marco, yo me puse a su lado y me miró.

— Estoy perdido — Comentó él viéndose venir lo peor.

Sonreí.

— Claro que no — Negué — Estas jodido, hermano.

Dylan tragó duro intentando asimilar la situación y caminó con sus piernas de gelatina hacia afuera.

Disfrutaré esto, pensé.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro