- JAKE - 

Hoy a la mañana me habían sacado finalmente el yeso, claramente tenía aún mi mano casi dura. Debía trabajar la muñeca pero era mucho menos molesto de lo que era antes. Pero, desgraciadamente, no iba a poder faltar al colegio. Había entrado, tarde pero seguro, y lo primero que fui a hacer fue hablar con Dylan y Megan sobre lo que Fanny me había dicho anteriormente. Creo que jamás se me hubiera ocurrido hablarle a esta persona en particular, pero ahora que lo pensaba muchas cosas coincidían.

— Gabe Shuts — Leyó Megan en la puerta de su oficina para entrar sin ni siquiera tocar.

Dyl y yo nos miramos sorprendidos de su actitud y entramos detrás de ella para cerrar la puerta.

— Hay formas y formas de entrar a la oficina de un profesor — Habló el profesor de arte — ¿Qué se le ofrece?

Miré a mi alrededor las pinturas que estaban esparcidas por todo el lugar, había una mesa sencilla en el medio un par de sillas a su alrededor.

— Fanny Courtney — Un gran silencio se instaló en aquel pequeño espacio, nadie se atrevió a hablar y menos sabiendo que Megan estaba siendo tan directa — ¿Qué es lo que sabe de ella?

— Señorita Smith — El profesor se inclinó en su silla y se apoyó contra la mesa rectangular aplastando la pila de papeles que se encontraban esparcidos allí — Yo solamente fui un profesor, sé lo mismo que usted sabe. Es más... — Señaló con un dedo hacia arriba para enfatizar — Puede que usted sepa más.

Dylan se sentó aburrido en una silla, sabía que esta discusión se vendría para rato. La rubia no se daría por vencida. Yo me senté en la que restaba haciendo que Meg quede parada con pose firme y amenazante, tal vez desde allí se sintiera mucho más intimidante que sentada.

— Óigame profesor Shuts, sé claramente que usted ayudó a Fanny en muchos casos — El hombre frunció el ceño y la miró fijamente — Dígame de qué hablaron.

— No entiendo de dónde sacó usted esa información, pero le aseguro que es errónea.

Él se paró y caminó hasta el final de la habitación para quedar en frente de un ventanal, Megan bufó frustrada y se apoyó en el escritorio para cerrar sus ojos y pensar. Dylan me miró y levantó una de sus cejas, me encojí de hombros. No teníamos la más pálida idea en que ayudar.

Hasta que una idea cruzó por mi mente, no sabía si tenía sentido o no ya que ayer Fanny no había querido decir más nada. Me había resultado sospechoso su cambio brusco de tema pero tal vez, y solo tal vez, tenían algo que ver. Y ella no me había cambiado de tema.

— Profesor — Hablé fuerte y claro, él me miró por sobre su hombro — ¿Usted sabe cuál es la diferencia entre ver y mirar?

— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó por lo bajo Megan.

Gabe Shuts se quedó un momento callado, mirándome significativamente, para luego volver a la ventana.

— Fanny Courtney vino un día a mi clase llena de moretones que ya eran imposibles de tapar, me tomé la clase de ese día y me vine con ella aquí mismo. Me explicó lo que le estaba sucediendo, su padre la golpeaba pero no me dijo el por qué. El hombre no necesitaba una excusa, tan solo lo hacía — Caminó de regreso a su silla y se sentó — Fanny tenía la capacidad de ver a través de las personas, conocía a casi todo el mundo sin que ellos lo supiesen. Tenía una mirada significativa que llegaba hasta helarte por dentro — Megan caminó hacia atrás y yo me acerqué más a la mesa — Eso es lo que a Richard no le gustaba, ella no le tenía miedo ya que sabía que en su casa había alguien mucho peor. Aquel día le pedí que pintase un cuadro, algo que represente su miedo ¿Saben lo que pintó? — Todos negamos, aunque él ya sabía la respuesta — Se pintó a ella misma — Me sorprendió y por la sonrisa en el rostro del profesor fue lo que esperaba — No solo tenía una excelente mano para el arte si no que ella era sorprendente, el dibujo era igual a excepción de una sola cosa: sus ojos.

— ¿Por qué? — Pregunté.

— Le hice la misma pregunta — Me señaló él — Y ella solo me explicó la diferencia entre ver y mirar, me dijo que ver es lo que ocurre cuando tiene éxito la acción de mirar y su miedo se basaba en eso. En lo que ella había visto.

Algo se retorció dentro de mí, algo había pasado antes de que su padre la matase ¿La torturaba para no hablar? Podía tener sentido pero eso solo me lo podía decir Fanny. Igualmente pudimos tener lo que quisimos, ahora sabíamos que Gabe era un testigo más de los maltratos. Solo había que probarlo, probar que Philip había matado a su propia hija. La pregunta era cómo.

Él se levantó y tomó un cuadro que estaba por debajo de otros, apilados a un costado, y nos lo mostró. Se trataba de una joven con los mismos rasgos que Fanny, la piel reluciente y algo de cachetes, se había pintado algo sonrojada y es que muchas veces la había visto así. Su pelo caía por sus hombros y tenía puesto una remera en un tono azulado. El fondo era de colores opacos, iba del verde oscuro al negro en los bordes. Pero lo más preocupante, lo que hacía que tiembles. Lo que te ponía a pensar en aquel dibujo eran sus figurativos ojos rojos. Daban miedo, pero por sobre todo curiosidad. Esa mirada estaba cargada de tristeza y es que parecía notarse unos pocos destellos azules en ellos, como si estuvieran cargados de lágrimas que aún no eran derramadas.

— Iba a mandarlo al museo del arte en Lakeview Drive — ¿Iba a mandarlo dónde? No si yo no lo permitía — Al ser una obra de una chica conocida, con una gran historia por detrás de seguro lo aceptan.

— Claro que no lo hará — Me paré de mi lugar — ¿Se cree que usted es el dueño? — Dije señalando el cuadro — Solo lo hará por su valor comercial, si de verdad la quería ayudar y si estaba realmente interesado en lo que a ella le pasara, usted no haría eso.

— Señor Maxwell — Habló claro el profesor — Usted no sabe absolutamente nada.

— Que no sé, dice — Me reí sin gracia — Creo que se mucho más de lo que usted cree — Lo señalé — Ella no se merece que la sigan recordando como todo el mundo lo hace, es una buena chica.

Se me había ido la olla, claramente yo no debía de haberla conocido. No vivía en este pueblo y el profesor Shuts ya no me había creído el cuento de que había conocido de mucho antes a Fanny por lo que ahora me quedaba sin opciones ¿Qué podría decirle?

— Jake — Imploró en un susurro — Debes dejarme hacerlo.

Él paso su mirada de mí hacia Megan, fruncí mi ceño. No entendía qué es lo que lo llevaba a querer publicar una obra como esa si no era por dinero y fama. Sus ojos decían todo lo contrario, casi me estaba rogando que no siguiese hablando y por alguna razón no lo iba a hacer, pero alguien nos interrumpió.

— ¡Tío! — Dijo una voz feliz al abrir la puerta detrás de nosotros.

Todos nos dimos la vuelta para descubrir a Lucy Backs, mi vecina, sonriendo hasta que esa expresión se borró de su cara al ver quiénes estaban dentro de la habitación con ella. Su madre apareció detrás, Lorena nos miró a todos algo confundida y luego le sonrió a Gabe. Pero una mueca de terror se instaló en su cara, seguí el rumbo de su mirada hasta encontrarme con la pintura que parecía mirar fijamente a mi vecina con aquellos ojos desesperanzados.

— Lucy vámonos — La madre tomó a su hija del brazo pero esta se zafó — Gabe está ocupado.

Él ocultó el retrato detrás de sí mismo intentando que la pequeña no siga viéndolo, pero fue inútil.

— ¿Qué es eso? — Preguntó la pequeña rubia — ¿Qué tienes ahí? — Dio unos pasos más adelante hasta estar en frente del escritorio — ¡Muéstrame!

— Lucy... Es mejor que esperes afuera — Habló el profesor.

-— ¿Ella es tu sobrina? — Pregunté asombrado y él asintió.

Eso era algo nuevo.

Salimos de la oficina del profesor callados y sumidos a nuestros pensamientos, dejamos atrás a la familia de Gabe en una discusión silenciosa y dejamos atrás los llantos de Lucy. Mi pecho estaba algo oprimido, no entendía muchas cosas y aquella pintura por más que nos había dado una ayuda más seguíamos en el mismo laberinto de antes. De repente mi celular vibró en el bolsillo y lo saqué con mis manos temblorosas de nervios ¿Qué le diría a Fanny? No podía permitir que esa pintura sea expuesta, sentía que significaba muchas cosas más de las que mostraba. Todos sus sentimientos estaban plasmados en ella en forma de pintura.

— ¿Hola? — Contesté sin mirar el identificador.

— Jacky, hijo — Habló mi madre del otro lado — Necesito que pases a buscar a Sammy ¿Podrás?

Suspiré, lo que me faltaba... Eso significaba que tendría que volver a casa antes y debería enfrentarme a la chica que estaba en mi cuarto.

— Claro — Respondí con los humos por el piso — ¿Pasó algo?

— No, claro que no — Se aclaró ella rápidamente — Pero tengo demasiado trabajo, puede que no llegue a cenar tengo que hacer un par de tramites.

Me despedí y miré a los chicos que me observaban esperando explicaciones por lo que tuve que dárselas, Dylan se ofreció a acompañarme pero me negué rápidamente alegando que quería estar a solas y, además, ellos debían quedarse en el colegio.

En una de las últimas clases corrí hacia el baño hasta que todos entraron, me encaminé hacia la salida pero al dar la vuelta en un pasillo una mano sobre mi hombro me desestabilizo. Caí hacia atrás golpeándome la espalda y la cabeza, todo mi entorno empezó a girar palpé con mis manos el suelo para intentar agarrarme de él y fijar mi vista en una sola cosa. Cerré los ojos e intente ignorar el dolor de cabeza que iba creciendo, los volví a abrir para que la cara de mi atacante quede expuesta.

— Tu y yo tenemos asuntos pendientes — Sonrió de una manera escalofriante Richard, puso un pie sobre mi pecho aplastándome — Armaste un gran lío esa noche, todo fue tu culpa.

— ¿Mi culpa? — Me quejé y saque su pie de encima mío, me paré cuidadosamente y fije mi vista en su cara. Parecía no haber dormido por noches, su piel pálida y algo demacrada hasta podía notar un moretón alrededor de su ojo derecho que estaba a punto de desaparecer — Tú fuiste el estúpido que no sabe organizar algo tan simple como una carrera — Me acerqué enfurecido a él — Por tu culpa casi muero esa noche y mi familia casi sale lastimada — Lo señalé y piqué su pecho con mi dedo a lo que él reaccionó sacándome la mano y abalanzándose sobre mí — ¡Basta! — Intenté detenerlo, lo empujé contra los casilleros y me liberé de su agarre — No pienso pelear con una basura como tú. No te mereces mi tiempo — Alisé mi ropa y caminé unos pasos lejos de él para volver a pararme y mirarlo sobre mi hombro, se había deslizado hasta el piso y se veía desconsolado — Y ten en cuenta algo, no te tengo miedo — Me miró enfurecido pero no se movió de su lugar — Y pagarás lo que le hiciste a Fanny Courtney.

Abrió sus ojos desmesuradamente pero yo volví mi vista hacia el frente y me largué de allí rápidamente, antes que algún profesor se le ocurra mirar hacia el pasillo por el ruido escandaloso que hicimos.

Caminé el par de cuadras que me separaba de la escuela de Sam y me paré a esperarlo, el salió corriendo junto a Theo. Ambos se saludaron con un choque de manos y el hermano de Richard salió disparado hacia un auto celeste parado cerca de la entrada, lo seguí con mi vista sin poder distinguir muy bien a la mujer que lo conducía. Era un Chevrolet realmente viejo y estaba algo descuidado. Pero lo más característico era la señora que vestía un enorme sombrero de paja que ocultaba su cara junto a sus grandes gafas de sol negras.

— ¿No deberías estar en el colegio? — Me preguntó Sam haciéndome salir de mis pensamientos.

— Sí, pero mamá me envió a buscarte — Lo miré y suspiré, aún no quería ir a casa — ¿Qué tal si vamos a pasear por el pueblo?