Capítulo XIV: Epílogo.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.
Su boda no fue algo muy llamativo, fue algo más privado, solo sus amigos cercanos asistieron, ese día, Hinata supo que había encontrado su lugar, a lado de su familia era la mujer más feliz.
Obito era muy atento con ella y Hiro, cambió en algo,era más amable con ellos, para él habían válido los años de espera después de su boda, porque por fin los tenía de regreso y no pensaba dejarlos ir de nuevo.
Hiro jugaba con otros niños de su edad, Obito y Hinata lo observaban sentados a unos metros.
—Pronto cumplirá cuatro años— Hinata recargo su cabeza en el hombro de Obito.
Él la miró con una sonrisa— Me pidió que lo entrene.
—¿De verdad?
—Si, quiere entrar a la academia.
—Espero que seas igual de bueno de maestro, como lo eres de padre y esposo— Hinata movió su cabeza para darle un beso en la mejilla, él se giró y junto sus labios con los suyos, la Hyūga se dejo llevar por las suaves caricias en su cara.
—También lo espero— Obito se aseguró de que nadie estuviera viéndolos y mordió su cuello, Hinata suspiro y cubrió su cara avergonzada.
—No hagas eso en público, qué tal si nos miran.
—Así se darán cuenta de que eres mía— el Uchiha cruzó sus brazos por detrás de la cabeza sin preocupación, la azabache lo miro con los ojos entrecerrados.
—Obito— murmuró, él cerró sus ojos para fingir que la ignoraba, pero la sonrisa en su rostro lo delataba.
—Esta bien, dejaré eso solo para la casa— ella se sonrojo y lo abrazó para esconder su cabeza en su cuello, Obito la rodeó con sus brazos y sintió como algo lo recorría por completo cuando ella mordió su cuello— Pensé que eso solo se debía hacer en la casa ángel.
Hinata lo miro con los ojos brillando de emoción— Quería intentarlo.
—Eres tan linda— Obito tomo su barbilla y la beso de nuevo— Te amo.
—Yo también te amo— ella rodeó con sus manos su cuello y lo atrajo de nuevo a sus labios— Como no tienes idea.
—Me gusta verte conmigo y con Hiro.
—Pronto no será solo Hiro— susurro, Obito la observó detenidamente, no había logrado escuchar lo que dijo.
—¿Qué dijiste cariño?
—Que ustedes son lo mejor que me ha pasado.
—Le volviste a dar luz a mi vida, ángel.
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Hiro estaba viendo la televisión junto a su papá, Hinata venía caminando con un plato lleno de botanas, un fuerte mareo la hizo detenerse, se tuvo que apoyar en la pared para no caer desmayada.
Obito se puso de pie preocupado— ¿Estas bien?
—Si, no es nada— le respondió feliz.
—Entonces ven con nosotros— ella asintió y él la miró no tan convencido.
Hinata se sentó de lado izquierdo de su hijo, Hiro estaba enmedio de sus padres.
Conforme las horas pasaban, su hijo se iba quedando dormido. Obito lo cargo hasta su habitación mientras Hinata lo seguía.
Su madre lo cubrió con la sábana y beso su frente, apagó la luz y salió de la habitación junto con Obito.
El Uchiha termino de darse una ducha, su esposa ya lo esperaba con una sonrisa, estaba sentada en la cama, él se acercó a ella y la beso con dulzura. Hinata sonrió, acarició su mejilla y lo acerco a ella para susurrarle al oído.
—¿De verdad?
—Si, acabo de enterarme hace unos días.
Su corazón se aceleró con aquella noticia— No sabes lo feliz que me haces, tendré la oportunidad de estar contigo esta vez.
Hinata siguió acariciando su mejilla— Verás como crece desde su nacimiento.
Obito sonrió contento y se inclinó para besar su vientre— Te amo, demasiado.
—Yo también te amo.
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—Tu estómago es enorme Okasan— Hinata se rió de las palabras de su hijo, apagó la estufa y frotó su cabello.
—Es que eso indica que vas a tener un hermanito o hermanita.
—¿Y cuando llega?
—Según los médicos, está semana o quizás la siguiente— Hiro la observo sin entender— Todo puede pasar.
Obito estaba de mal humor, su segundo hijo podía nacer en cuestión de tiempo y a él lo mandaban a una misión.
Se encargaría de darle un buen golpe a Naruto por eso, aunque el rubio insistió en que no tenía a quien mandar.
Lo único que quería es que terminara pronto, así podría ir con su familia.
El embarazo de Hinata fue algo inesperado.
Lo más maravilloso fue ver cómo su bebé iba creciendo dentro de ella. Grababa todos los recuerdos con el Sharingan.
Cuando la misión termino y él regreso a su casa, se encontró con los brazos de Hiro, su esposa caminaba a paso lento detrás de su hijo, ambos tenían una sonrisa enorme.
—Te extrañé mucho Otôsan— Hiro lo abrazó con más fuerza y dejó que su padre lo cargara para llevarlo con su mamá.
—Yo también los extrañé— Obito se acercó a Hinata y le dió un beso, se agachó un momento y depósito un suave beso en su vientre.
—El bebé a estado inquieto desde que te fuiste— Hinata acarició su mejilla derecha.
—Lo bueno es que ya regresé— el Uchiha tomo su mano y entro con ellos a la casa.
Su vida era sumamente feliz, desde que Hinata y Hiro regresaron con él, los días tristes terminaron, ahora solo esperaba la llegada de su nuevo bebé.
Los días pasaban y Hinata comenzaba a tener algunos dolores, pero ninguno como el de esa noche, sus gritos despertaron a Hiro, Obito se lo llevó junto con Hinata al hospital, Hanabi llegó unas horas después con una manta para el pequeño que dormía en los brazos de su padre.
La sala de espera era desesperante para él, los minutos eran eternos. Hanabi cargo un momento a Hiro para que él pudiera calmarse un rato. Caminaba por los pasillos sin saber que hacer hasta que las enfermeras lo llamaron.
—Felicidades señor, es una niña, idéntica a su madre— cuando la vio por primera vez, se enamoró de nuevo, era la niña más linda que hubiera visto, era tan parecida a su madre.
—¿Cómo estás?— Obito se sentó a su lado y miró como Hinata cargaba a su nueva hija.
—Ahora estoy bien— sus ojos se notaban cansados, pero su sonrisa no desaparecía— ¿Quieres cargarla?
Él asintió, la tomo con cuidado y acarició sus manitas. La niña sonreía y tocaba todo a su alrededor.
—¿Qué nombre le pondremos?
—Estaba pensando en Kin— Obito la miró con curiosidad.
—¿Por qué ese nombre?
—Pensé que te gustaría.
—Es lindo, gracias.
—¿Por qué?
—Se que el nombre es por ella.
Hinata desvió la mirada, Obito observo sus tiernas mejillas rojas— ¿En verdad te gusta?
—Cualquier nombre que elijas me gusta.
—¿Sabes que te amo?
—No me molesta si me lo recuerdas de vez en cuando— Hinata sonrió pero trato de no reír, la anestesia la tenía un poco mareada.
—Te amo.
—No tanto como te amo yo.
—¿Eso crees?
—Tengo suficiente amor como para nuestra próxima vida juntos, ángel.
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¿Qué tal? Yo siento que fui muy rápido 7n7
Espero que les haya gustado 💖
Eso fue todo en esta historia, gracias por las personas que me han apoyado, que han votado y comentado 🙌🏻
Tengan por seguro que si necesitan algo, aquí estaré ❤️
Nos vemos a la próxima 💚💚💚
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