Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

Kakashi se estaba cansado del sonido que hacía el zapato izquierdo de Obito en el suelo.

Su amigo insistía en quedarse en su oficina todos los días, quería estar por si había noticias de Hinata.

Se iba a cumplir una semana sin tener noticias de ella o de su hermana, Shino y Kiba siempre regresaban sin buenos resultados, en el Clan Hyūga no había mucha diferencia, por más que enviaban ninjas a buscar a la primogénita de Hiashi y a la futura líder, no las encontraban.

El ánimo de Obito había decaído, Kakashi miraba como las ojeras comenzaban a formarse debajo de sus ojos, él no se iba hasta que Kakashi salía de la oficina y regresaba mucho más temprano que el Hokage al día siguiente. No dejaba de culparse por lo sucedido, ni si quiera quería hablar bien del tema con el peliplata.

-Voy a extender la búsqueda a otras aldeas.

-¿De verdad?- una pizca de ilusión creció en él.

-Si, pero debes entender que las respuestas pueden tardar un poco, esperemos que no esté muy lejos- Obito asintió sin decir una palabra, Kakashi comenzó a escribir algunos mensajes para enviarlos a las aldeas más cercanas, mando llamar a las personas que se encargaban de mandar mensajes y les dió las ordenes necesarias- Ella aparecerá.

El Uchiha miró el suelo con tristeza- Quiero saber que está bien, que no le pasó nada a mi bebé.

-Parece que ya te acostumbraste a llamarlo tu bebé- Kakashi recargo su barbilla en su mano derecha y lo miro con calma.

-Cuando estás solo por las noches, tienes mucho tiempo para pensar- murmuró con la voz cansada, cada día que pasaba sin saber de ellos su corazón lo pagaba, perdió la única razón por la que quería seguir viviendo, por la que le había dado una nueva oportunidad al mundo que lo hizo sufrir en el pasado, parecía que estaba destinado a perder a las personas importantes, pero esta vez todo era su culpa.

-No te culpes, será más difícil si piensas de esa manera.

-Aunque quisiera no hacerlo, la verdad es que todo está pasando por mi culpa, le grité cuando me dijo que estaba embarazada, ni siquiera me detuve al ver como sus ojos reflejaban tristeza y no dejaba de temblar por el miedo- Kakashi lo miro con pena- Piensa que en verdad quiero deshacerme de mi bebé, yo sería incapaz de hacerles algo.

-Cuando la encontremos podrás pedirle perdón.

-Espero que pueda perdonarme.

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Obito no paraba de bostezar, Kakashi se entretenía contando los segundos que faltaban para que se quedará dormido sobre su escritorio.

Cuándo su cabeza golpeó la superficie de madera se levantó de inmediato, Kakashi se rió y Obito frunció el ceño.

-Ve a casa, si algo pasa te iré a decir- llevaba tiempo tratando de convencerlo para que se quedará en su casa, habían pasado ocho días sin saber de Hinata y Hanabi, el pelinegro no se pensaba ir hasta que tuvieran noticias de ellos.

-Quiero ser de los primeros en enterarme de cualquier nueva noticia- Obito frotó sus ojos tratando de alejar el sueño.

-Dime algo, ¿Cómo fue que terminaste embarazando a Hinata-chan?, No sabía que ustedes estaba en una relación o algo.

-No estábamos en una relación, es algo complicado, yo estuve teniendo relaciones con ella desde hace tiempo- suspiro e intento continuar- Al final decidí darme una oportunidad, para que tuviéramos algo más que solo encuentros nocturnos.

-¿Desde cuándo tienes relaciones con ella?

-Poco después de que empezará la misión, ella aún tenía dieciocho- Kakashi lo observó asombrado.

-¿Quiere decir que aún no terminaba con Naruto cuando tú y ella

Obito asintió para evitar que terminara de hablar.

-Siempre te metes en problemas- Kakashi negó con la cabeza y Obito dejo caer la cabeza al escritorio, su frente se golpeó pero no le importó, le dolía más su corazón- ¿Te enamoraste?

-No lo sé, todo es muy confuso, cada vez sentía que estaba cerca de poder decirle un te amo, en verdad la estaba apreciando, ahora que se fué no dejo de pensar en ella.

-Creo que te has enamorado, lo miro en tus ojos, solo falta que te dieras cuenta por ti mismo.

-Ella es diferente, a su lado me olvido de todos mis errores, siento que puedo comenzar de nuevo.

-Parece que has tardado en darte cuenta.

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Cuatro días habían pasado desde que Kakashi había mandado mensajes a las aldeas cercanas, esperaba que le dieran noticias, si Hinata y Hanabi no estaban en ninguna de esas aldeas, tendría que extender la búsqueda.

-¿Por qué tardan tanto tiempo?

-Te dije que tardarían en dar una respuesta, hay aldeas que están a dos días de camino o más, en lo que llega mi mensaje y envían una respuesta, ya son cuatro días- Obito resopló molesto- Solo ten paciencia.

-No puedo, necesito saber que están bien.

-¿Ya pensaste en lo que hablamos?

El Uchiha asintió y desvió la vista- En verdad siento una conexión con ella, cada vez estoy a un paso más cerca de poder amarla, pero de que sirve si no lo hice cuando la tenía a mi lado.

-Ya empezamos de nuevo- Kakashi suspiro cansado- Ya no te culpes, solo haces esto peor para ti.

-No soportaré que este lejos por tanto tiempo, más si no se el estado de mi bebé.

-¿Por qué no regresas a casa?, Te ves demasiado cansado- dijo para cambiar el tema.

Obito asintió, los ojos le pesaban, a ese paso terminaría dormido en su escritorio de nuevo.

Shizune entró con una carta en la mano, tomo aire y después hablo- Mensaje urgente del Kazekage.

Kakashi tomo la carta y comenzó a leer, Obito miraba todo impaciente, el peliplata abrió los ojos sorprendido y miró a su amigo- Hinata y Hanabi están en Sunagakure, fueron a recibir atención médica.

Obito se paró de su asiento de inmediato, por fin sabía dónde estaba, esta vez no la dejaría ir.

-¿Mando a alguien Hokage-sama?

-Tardaran aproximadamente dos días en llegar- el peliplata frotó su mentón pensativo.

-Deja que yo vaya, usaré el Kamui y llegaré mucho más rápido- Kakashi volteó a verlo, la desesperación se escuchaba en su voz.

-Iremos los dos, no quiero que comentas otra tontería- su amigo entrecerró los ojos pero no replicó- Te quedas a cargo Shizune- Kakashi tomo el hombro de Obito, de un instante a otro desaparecieron.

-¿A cargo?- murmuró Shizune asustada.

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Aparecieron en la entrada de la aldea de la arena, los guardias los dejaron pasar de inmediato, a paso rápido llegaron al edificio donde estaba la oficina de Gaara. Subieron las escaleras, Obito sentía que con cada escalón estaba más cerca de su destino.

Tocaron la puerta y pasaron cuando se escucho un adelante.

-No lo esperaba tan pronto aquí.

-Díganos que tengo una manera de ganar tiempo- dijo Kakashi, Gaara asintió en total acuerdo.

-Las hermanas Hyūga llegaron aquí hace aproximadamente una semana, argumentaron que venían de regreso a Konoha después de una misión, la mayor fue herida y está tomando el tratamiento necesario en nuestra aldea, no sabía que habían huido hasta que llegó su carta, ellas aún no saben que usted las está buscando o que yo le di su paradero.

-Esperaremos a que Hinata termine el tratamiento- Obito lo miro mal- Pero aún así queremos verlas- Kakashi le tomo el hombro, el Uchiha suspiro de alivio al saber que la vería.

-Entiendo, Temari los llevará, es quien se hizo cargo de ellas.

La rubia entro a la oficina sin haber llamado la puerta.

-Temari, llévalos a la habitación de Hyūga-san- su hermana asintió y miró a Obito de reojo.

-Es por aquí- Temari caminaba tranquila, atrás de ella estaban Obito y Kakashi.

Lo minutos pasaban y Obito estaba desesperado, parecía que Temari caminaba despacio a propósito, Kakashi le indicaba con la mirada que tuviera paciencia.

Cuando llegaron al hospital, Temari pidió a la recepcionista ver a Hinata, ella les indico que la última vez que el médico entro a su habitación ella estaba despierta, probablemente estaría con su hermana, era la hora de las visitas.

Temari agarró la perilla de la puerta al llegar, Kakashi tomo su muñeca para evitar que abriera- ¿Cuál es el estado de Hinata?, Tenía entendido que está embarazada, ¿Todo está bien?

Obito presto más atención a lo que diría la rubia- Ella llegó con una pequeña amenaza de aborto, no fue por el corte en su vientre como ella pensaba, era más bien porque no estaba recibiendo los cuidados necesarios en sus primeros meses de embarazo- Obito sintió que un peso se le quitaba de encima al saber que no era su culpa, pero le daba miedo esa amenaza de aborto- Se le dió tratamiento y avanzó favorablemente, ahora solo necesita reposo.

Kakashi soltó su muñeca y Temari abrió la puerta, la cama estaba vacía.

La rubia tocó la puerta del baño- Hinata, ¿Estas ahí?, Soy yo, vengo a ver cómo estás.

No hubo respuesta.

-¿Segura que es aquí?- pregunto Kakashi.

-Estoy segura, siempre vengo a visitarla, ahí están las flores que le traje ayer- dijo apuntando al florero que estaba sobre la mesa.

-¿Dónde esta?- su corazón se detuvo por un momento, ¿La había perdido de nuevo?

Temari goleó de nuevo la puerta del baño- Hinata- intento abrirla pero tenía puesto el seguro, Obito se acercó para intentar abrir la puerta, cuando está no cedió comenzó a empujar.

La puerta rebotó contra la pared cuando se abrió, la ventana del baño estaba abierta y el aire entraba por la cortina.

Obito miró la habitación vacía con horror.

Temari fue la primera en reaccionar- En la posada, deben de estar ahí, no pueden haber ido tan lejos- la rubia salió corriendo y los dos ninjas de Konoha la siguieron.

Al llegar Temari le exigió al ancianito que le diera las llaves de la habitación de Hanabi Hyūga, el señor le entrego la copia de las llaves cuando la rubia le grito que era urgente.

Corrieron de nuevo al cuarto donde la Hyūga menor se estaba quedando, Temari abrió la puerta con la llave y entraron, todo estaba en perfecto orden, pero las mochilas de Hinata y Hanabi no estaban por ningún lado, el baño también estaba vacío.

Regresaron a la recepción y le dieron las llaves al anciano.

-¿Dónde está la niña que se quedaba en esa habitación?- exigió saber Temari.

-La señorita Hinata vino por su hermana hace unas horas, me dejaron un sobre y dijeron que no lo abriera hasta que usted llegará.

-¿Qué tiene el sobre?- pregunto esta vez Kakashi.

-Abra el sobre- le pidió Obito tratando de sonar tranquilo.

El ancianito busco el sobre y lo abrió con cuidado, solo había una nota y dinero, la nota decía que eso era lo que les faltaba por pagar y que desde ese momento ya no iban a ocupar la habitación.

-Le diré a Gaara que mande a buscarlas- aviso Temari antes de correr de nuevo.

Obito se froto el rostro frustrado.

Temari llegó con su hermano y abrió la puerta- Ya está hecho Gaara, pudieron salir.

-Les diré que mande a buscar a la frontera, necesito que guardes discreción, me podría meter en problemas por mentirle al Hokage.

Su hermana solo asintió.

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Después de su intento fallido en la aldea de la arena, ambos regresaron a Konoha, Kakashi mando avisos a todas las aldeas que le quedaban como opción.

Kakashi se sentía peor por su amigo, Obito seguía sin querer ir a su casa, terminaba quedándose dormido en cualquier rincón de su oficina.

Pocas veces aceptaba comer, según él, no lo necesitaba desde su accidente.

Obito estaba empeorando con el pasar de los días, Kakashi sabía que su amigo se enamoró de Hinata, ya parecía aceptarlo, pero no dejaba de culparse por todo lo que estaba sucediendo.

Aunque ahora estaba un poco más tranquilo, Temari les había dicho que el embarazo de Hinata estaba fuera de peligro.

Él quería recuperarlos, no quería perder la oportunidad de ver cómo el vientre de Hinata iba creciendo, ni tampoco el nacimiento de su bebé.

Su corazón seguía latiendo solo por los recuerdos de los momentos lindos y los momentos que imaginaba para el futuro.

-Todo estará bien- Kakashi siempre intentaba subir su ánimo, agradecía en silencio la paciencia que le tenía.

-Sabes que no es verdad.

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Poco más de nueve meses habían pasado desde que Hinata se había ido.

Si todo salió bien en su embarazo, y esperaba que así fuera, su bebé ya habría nacido.

Sería un pequeño recién nacido y ella ya tendría veinte años.

Le gustaba pasar los días pensando en como sería.

¿Un niño o una niña?

¿Se parecería a Hinata o a él?

¿De qué color serían sus ojos?

¿Estarían pasándola bien?

A veces le gustaba imaginar las pequeñas manos de su bebé, como iba apretar su dedo índice cuando se acercará a el.

Si lo pensaba mucho podía sentirlo.

Se había enamorado de su bebé aún sin conocerlo.

Kakashi no conseguía información sobre ellos, cuando el año de su desaparición se cumplió, ofreció una recompensa a quién llevará informes auténticos sobre su paradero.

Nada estaba funcionando.

Después de unas semanas decidió comprar ropa y otras cosas para bebé, si Hinata regresaba, el estaría esperando con lo necesario para cuidar a su hijo o hija.

Los estaba esperando con los brazos abiertos.

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Kakashi por fin había convencido a Obito para que se fuera a dormir un poco. El peliplata lo visito al día siguiente, estaba demasiado preocupado. Obito cada vez se miraba más decaído, tenía miedo de que cometiera una tontería.

El Uchiha acababa de despertar, se dirigió a la cocina por un vaso de agua, como siempre por costumbre.

Kakashi estaba en la cocina con algunas bolsas- ¿Dónde está tu botiquín médico?

-En el baño, ¿Por qué?

-Te traje algunos medicamentos, servirán para que estés más tiempo despierto, o por lo menos para que no te hagan daño tantas desveladas- Obito bebió su vaso de agua y lo dejo en la mesa, observo a Kakashi sin ninguna expresión en el rostro- Ya llevas más de un año de esa manera, no puedes seguir así.

-¿Necesitas que vaya por el botiquín?- pregunto evadiendo la preocupación de su amigo.

Kakashi solo asintió, el Uchiha salió de la cocina y después de unos minutos regreso con el botiquín, se lo puso en frente y se sentó al otro extremo de la mesa.

Kakashi revisaba los medicamentos que Obito ya tenía para tirar los que se habían vencido, cuando tomo uno de los frascos observo como la mirada del pelinegro se volvía melancólica.

-¿Qué es esto?

-Son las pastillas de Hinata.

-Se más específico por favor- comento con los ojos entrecerrados.

-Son las pastillas que estaba usando para prevenir los embarazos- Kakashi arqueo una ceja- No funcionaron.

-Ya veo- algo en aquel frasco llamo su atención- ¿Seguro que estas son sus pastillas?

-Si, ¿Por qué?

-Bueno por aquí no se venden las pastillas anticonceptivas en frascos, regularmente vienen en cajas- Obito lo miro sin saber a donde quería llegar.

-¿Qué quieres decir?

Kakashi abrió el frasco y saco unas pastillas para verlas- Estás pastillas se parecen mucho a las que le compraba a Naruto cuando era pequeño- murmuró, Obito lo miro sin comprender.

-No te estoy entendiendo.

-Estas pastillas no son anticonceptivas, no se parecen a esa clase de pastillas- Kakashi siguió divagando en sus recuerdos- Cuando Naruto aún era pequeño y empecé a ser su maestro, me di cuenta de que solo comía ramen la mayor parte del tiempo, le compré unas vitaminas para aumentar sus defensas y que no se enfermará en las misiones.

-¿Y eso qué tiene que ver?

-Que las vitaminas que le compré a Naruto y estás pastillas son las mismas, las pastillas anticonceptivas son completamente diferentes.

-¿Qué?- para Obito eso no tenía sentido- Pero si el doctor se las recetó.

-Pues parece ser que la estafaron, Hinata lo único de lo que se previno fue de no enfermarse por los cambios de temperatura.

-Eso quiere decir

-Que solo era cuestión de tiempo para que quedará embarazada- el peliplata termino la oración.

-¿Estás seguro?, Ella muchas veces fue a comprar las pastillas a la farmacia.

-Estoy completamente seguro, al parecer su médico y el farmacéutico la engañaron, le vendieron algo más barato que ni siquiera era lo que ella estaba buscando- Kakashi regreso las pastillas al frasco y lo cerró- ¿A qué médico estaba viendo?

-Al médico de su Clan- Kakashi lo miro con incredulidad- ¿Qué?

-El Clan Hyūga no tiene médicos.

-Debes de estar equivocado en eso, Hinata me dijo que su padre fue quien la llevo a ver al médico de su Clan.

-Hiashi- susurro el peliplata frotando su mentón- Creo que alguien estaba planeado todo esto.

-Es muy sospechoso.

-De Hinata creo que la hayan podido engañar, ella es muy inocente, pero a ti, ¿Enserio?

-Yo nunca había visto pastillas anticonceptivas en mi vida, ¿Cómo querías que me diera cuenta de que la estafaron?

-Debiste investigar, no se lo podías dejar todo a ella.

-Me lo hubieras dicho antes- murmuró de mal humor.

-Me sorprende la capacidad con la que te metes en problemas.

-Kakashi- dijo entre dientes.

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Dos años sin tener noticias suyas, la situación lo enloquecía. Por más que Kakashi buscaba la manera de encontrarlas, no podía lograrlo.

Después de que se dieran cuenta de lo que pasó con las pastillas, Kakashi estuvo investigando, descubrió que luego de unos meses de la desaparición de Hinata y Hanabi, los Hyūga dejaron de ver a su supuesto médico.

Aún no descubrían lo que en verdad sucedió, pero el Hokage tenía ligeras sospechas de Hiashi Hyūga.

Si sus cálculos no fallaban, su bebé ya tendría aproximadamente un año y algunos meses, le dolía perderse su crecimiento.

Hinata estaba en su derecho a odiarlo, pero no debía de alejarlo de su hijo.

Eso era lo peor que alguien le podía hacer a un padre, aunque quería no podía culparla, él fue quien provocó todo y ahora solo pagaba las consecuencias.

Kakashi decía que no se culpara, pero era más fácil decirlo que hacerlo.

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Para el tercer año, Obito ya no salía tanto de casa, Kakashi constantemente iba a visitarlo, pero su amigo no abría la puerta, tenía que entrar a la fuerza para verificar que siguiera bien.

Le deprimía el estado en que se encontraba y no poder hacer nada para ayudarlo.

Ese día estaba extrañamente calmado, la lluvia caía despacio por la aldea, el Hokage tenía un mal presentimiento desde que despertó por la mañana.

Al terminar su turno fue a visitar a Obito como todos los días, la puerta estaba cerrada y el Uchiha no hacía nada por ir a abrir. Kakashi insistió algunos minutos, le preocupaba que no se escuchará nada dentro de la casa.

Forzó la cerradura hasta que está cedió y pudo entrar, el olor a alcohol inundó su nariz, camino por los pasillos llenos de botellas hasta que llegó a la habitación.

Obito estaba a punto de cometer una tontería, corrió de prisa y lo tomo de los hombros para sacudirlo, su mirada estaba ida y tuvo que darle algunos golpes en las mejillas para que reaccionará.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y Kakashi no supo como consolarlo, le dió suaves palmadas en la espalda y le repetía que todo estaría bien, parecía un niño.

-Los quiero ver- Kakashi siguió frotando su espalda- Aún la amo.

-Te prometo que los voy a encontrar.

Desde aquella noche, Kakashi no dejaba solo a Obito por mucho tiempo.

El Uchiha poco a poco se reponía, no conversaba mucho, pero ya salía más de casa, aunque fuera solo para llevarle flores a Rin y al primo de Hinata, a este último le pedía perdón y también le rogaba que trajera de nuevo a su bebé, podía soportar el rencor y odio de Hinata, pero de verdad quería conocer a su hijo.

Su ánimo iba mejorando, a veces se sentaba en cualquier rama de los árboles del parque, sin que nadie lo viera observaba con atención a los niños y a sus familias, le gustaba imaginar que estaba en su lugar y él era quien jugaba con su hijo.

Tal vez su hijo ya tenía más de dos años.

¿Se estaría alimentando bien?

¿Lo cuidarían adecuadamente?

¿Tenía tantas ganas de conocer a su padre, como él de conocer a su hijo?

¿Había nacido tan siquiera?

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No pensaba rendirse, no quería perder la esperanza, todos los días pedía que ellos estuvieran bien y pudieran regresar pronto. Rezaba todas las noches antes de dormir.

Solo quería tenerlos a su lado, los esperaba con ansias. Soñaba con el día que estuvieran de regreso.

Kakashi aún no tenía noticias de Hinata o Hanabi, pero le prometió que las iba a encontrar.

El estaba usando el tiempo en que ella no estaba para leer libros sobre paternidad, cuando su hijo llegará, él sería un experto.

Recuperarían todo el tiempo perdido.

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Cuatro años habían pasado. Hinata no regreso.

Obito estaba de camino a la oficina de Kakashi, su amigo había mandado a un equipo de búsqueda y rastreo que tenía pistas de las hermanas Hyūga.

Llegó y entro sin tocar, Kakashi no dijo nada y dejó que se sentará frente a él.

-Creo que por fin tengo algo, aunque no quiero que nos adelantemos, puede que no se trate de ellas- el Hokage lo miro con seriedad, el Uchiha asintió.

-¿Qué descubriste?

-Hay dos nuevos samurai que acaban de incorporarse en las tropas del país del Hierro, a los ninjas que envíe les llamo la atención la manera en que pelean, buscaron información sobre ellos y resulta que muchos de los que han tenido un encuentro con ellos sufren heridas internas, incluso varios de sus puntos de chakra quedan cerrados.

-¿Como si fuera un Hyūga?

Kakashi asintió- Mis subordinados los han estado siguiendo, descubrieron que no se trata de hombres- Obito prestó más atención- Son dos mujeres, acaban de entrar hace unos meses, la más chica tiene aproximadamente dieciocho años y la mayor algunos veintitres.

-Son ellas- aseguró.

-Espera- Obito guardo silencio y el peliplata continuó- La mayor tiene un hijo de tres años, hasta ahí todo concuerda, pero ellas no se parecen físicamente a Hinata o a Hanabi.

-Pueden estar usando algún jutsu de transformación.

-Los ninjas que me dieron la información aseguraron que no están usando un jutsu para cambiar su apariencia, aunque queda la posibilidad de que solo estén disfrazadas.

-¿Y sus ojos?, ¿De qué color son?, No los pueden ocultar tan fácilmente.

-Son negros, te podría asegurar que solo consiguieron algunas cosas para cambiar su apariencia.

-¿Entonces crees que son ellas?

-Obito, el hijo que tiene la chica de veintitres, es casi idéntico a ti, así fue como lo describieron los ninjas que mande.

-Fue niño- murmuró, su corazón se aceleró, por fin los había encontrado.

-Iremos al país del Hierro y descubriremos si en verdad se trata de ellas.

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¿Por fin las encontraron? 🤔

Pobre de Obito le tocó sufrir </3

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Hasta la próxima 🤗