Capítulo V: Nuevas sensaciones.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.
Sus encuentros con Obito se siguieron repitiendo y cada vez con más frecuencia, antes era una vez por semana, luego cada tres días, hasta que comenzaron a ser prácticamente a diario. Él la trataba bien, a su lado olvidaba todos sus problemas.
Los meses pasaban y Naruto aún la trataba igual, Ino le decía que lo mejor era terminar su relación, pero su corazón no quería entender.
Hinata caminaba tranquila a lado de su novio después de una cita, el rubio tomo su mano y se dió cuenta de que ella iba distraída, con cada día y mes que pasaba Hinata se alejaba más, sus besos y abrazos ya no eran los mismos.
—¿Tienes algo que hacer?
—Voy a visitar a Tenten y a Ino.
—¿Quieres que te acompañe?
—No, yo puedo ir sola.
—Pero ya está oscureciendo.
—Puedo ir sola— repitió con la mirada perdida, Naruto se detuvo al igual que Hinata, el rubio la tomo de los hombros e intento besarla, pero Hinata hizo el rostro a un lado y beso su mejilla— Nos vemos después.
—Si— la miró partir confundido, al principio se negaba a creer que Hinata lo estaba rechazando, pero ya no podía negarlo más, necesitaba un buen consejo.
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Obito estaba afilando algunos Kunai en el patio delantero de su casa, escucho los pasos detrás de él y supo que era Kakashi, Hinata y él eran los únicos que lo visitaban y la Hyūga ese día se había ido temprano porque tenía una cita con su novio, la idea de que Hinata estuviera en brazos de otro comenzaba a molestarlo, aunque se negaba a aceptarlo.
Lanzó un Kunai hacia atrás, Kakashi lo esquivo por reflejo.
—Esa no es la forma de recibir a tus visitas— Obito se giró para ver a su amigo— ¿Acaso así recibes a Hinata-chan?
—No, solo te recibo así a ti.
—Que gracioso— Obito sonrió y Kakashi se sorprendió por ver a su amigo de esa manera tan sincera— ¿Qué tal te llevas con Hinata-chan?
—Esa niña es algo complicada, no me guarda rencor por nada, a pesar de que la trate mal los primeros meses siempre regresaba.
—Creo que es la única que no conoce el odio, es una chica muy amable, su corazón es muy bueno, no le guardaba rencor a nadie.
—Es lo que puedo ver.
—Según los reportes de Hinata-chan tu actitud a mejorado, ya sales más de casa y los aldeanos comienzan a tenerte confianza.
—¿Qué quieres decir?
—Que ya no es necesario que ella te venga a vigilar— el Uchiha se tenso— Mira, Hinata es una buena Kunoichi, necesito de sus servicios para apoyar a los equipos de búsqueda y rastreo.
Hinata iba llegando cuando miro a lo lejos a una persona hablando con Obito, nadie debía saber que ella estaba ahí, camino con cuidado y entro por el patio trasero sin que nadie se diera cuenta, fue hasta la puerta y escucho la voz del Hokage, pensó que no había de que preocuparse si Kakashi se daba cuenta de su presencia, pero el peliplata sabía muy bien que Hinata solo estaba con Obito hasta la tarde, sospecharía al darse cuenta de que ella también se quedaba por las noches.
—¿Entonces ya no vendrá?— Hinata noto un poco de preocupación en la voz de Obito, decidió quedarse a escuchar, aunque estuviera mal.
—No, tal vez me esperé hasta después de que cumpla los diecinueve.
—¿Cuándo cumple años?
—En diciembre.
—Eso es en un mes.
—¿No quieres que le quite está misión?
Obito evitó la mirada de Kakashi— Será raro no tenerla en casa, eso es todo.
—¿Le has tomado cariño?— el Uchiha no dijo nada, Kakashi interpretó su silencio como un si— Es fácil tomarle aprecio a Hinata-chan.
Obito entorno los ojos— ¿Acaso le tienes cariño?
—Si, a ella y a todos los de la generación de Naruto, les tengo mucho cariño— confesó con una sonrisa— ¿Entonces?
—Déjala unos meses más conmigo, en lo que me acostumbro a la idea.
—Esta bien, de igual manera no pensaba quitarla de la misión hasta dentro de seis meses por lo menos, solo quería saber cómo te estabas llevando con ella— si las miradas asesinaran, Kakashi ya estaría tres metros bajo tierra, eso era seguro— Vamos, no me mires así, es difícil hacerte confesar que le tienes aprecio a alguien.
—¿Ya puedes irte?, Tengo cosas importantes que hacer— Obito comenzó a guardar sus cosas.
—Esta bien, nos vemos luego— Kakashi se despidió con la mano y se fue a paso lento.
Hinata sentía su corazón latir rápidamente, Obito había confesado indirectamente que le tenía aprecio, tanto así como para pedirle a Kakashi que la dejara unos meses más con él, sus mejillas se pusieron rojas y corrió a la habitación del Uchiha para que este no se diera cuenta de que había estado escuchando todo.
Obito entro a su casa y dejó caer sus herramientas al suelo, camino a la cocina por un vaso de agua y miró de reojo que alguien entraba y se quedaba parado en la puerta, dejo el vaso y volteó a ver, se sorprendió al darse cuenta de que era Hinata, la chica tenía una blusa morada que se le apegaba al cuerpo y una falda blanca que le llegaba debajo de las rodillas.
—¿Cuánto tiempo llevas aquí?
—Solo unos minutos, mire que tenía visita y entre por la puerta de atrás— Hinata miró al suelo— Espero que no se moleste si entre a su habitación.
—Esta bien, no hay problema.
—¿Puedo preguntarle algo?
—Ya lo estás haciendo— Obito sonrió y Hinata lo imitó.
—¿Cree que deba terminar con él?
—Desde el principio te dije que era lo mejor, si no te ama, después encontrarás a alguien.
—Ya no siento lo mismo por él, pero aún
—No veniste a preguntarme eso, ¿O sí?— la interrumpió para evitar que siguiera hablando de su novio, ese tema comenzaba a molestarlo.
Hinata negó con la cabeza— Yo venia a estar un tiempo con usted antes de ir a casa.
—No me hables de usted, entre nosotros hay confianza cariño— Obito sonrió de nuevo y Hinata sintió que su corazón daba un brinco.
—E-esta bien.
—Hoy tengo algo nuevo para ti— el Uchiha abrió el refrigerador y saco una cubeta con hielos, todos estaban cortados en cubitos de aproximadamente cinco centímetros— Estoy seguro de que te va a encantar ángel— Hinata lo miro confundida pero dejó que él la llevará a la habitación.
Cuándo llegaron a su cuarto Obito la soltó y dejó la cubeta en el buró que estaba a lado de la cama, Hinata se sentó y espero para ver qué era lo que hacía.
Obito se quitó la polera y volteó a verla, con una sonrisa se deshizo de su blusa, metió la mano debajo de su falda y apretó sus muslos mientras la besaba, Hinata suspiro contra sus labios. Desabrocho su falda y la bajo con cuidado— Tu cuerpo es perfecto, igual que tú— dejo que besara su cuello y descendiera hasta llegar al inicio de su pecho, Obito quitó el sujetador de encaje al igual que la bragas.
Hinata lo beso con una intensidad que nunca había experimentado, sus manos se posaron sobre la cremallera de su pantalón, el Uchiha entendió y le ayudo a despojarse de su última ropa, cuando miro que quedaba en las mismas condiciones que la chica, ella tomó más confianza.
—¿Para que es el hielo?
Obito sonrió con malicia— ¿Confías en mí?
—Si, confío en ti Obito.
—Bien— el pelinegro la recostó y la miró a los ojos, pudo ver el cariño escondido en ellos y se obligó a serenarse, un paso en falso y Hinata terminaría pensado que él sentía algo por ella, le debía dejar claro que solo la miraba como alguien que le ayudaba a satisfacer sus deseos.
Tomo uno de los hielos y lo dejo en el el abdomen de la chica, Hinata se contrajo por el frío, sintió la cálida legua de Obito pasiar por su abdomen junto con el cubo de hielo, lo frío y cálido se mezclaron en una sensación única— Obito— el nombrado tomo lo que quedaba del hielo que se había derretido en su cuerpo y lo tomo con los dientes, dejo que Hinata pusiera sus labios del otro extremo y le dieron una mordida, Obito termino dándole un beso lleno de pasión.
Más cubos se deslizaron por todo su cuerpo, el frío combinado con el calor de sus besos la comenzaron a estimular. Obito se dió cuenta y mordió su hombro— Date la vuelta para mí cariño— Hinata obedeció y se recostó boca abajo, Obito deslizó un hielo por su espalda baja que recorrió toda su columna, su lengua siguió el camino del agua que iba dejando y metió sus dedos dentro de ella, Hinata se estremeció y gimió de placer.
La Hyūga tomo con fuerza las sábanas y se mordió el labio inferior, no le gustaba gemir porque era vergonzoso, Obito dejo que otro hielo recorriera su cuerpo y con su mano hizo que dejara de morderse el labio— No hagas eso cariño, me gusta escucharte.
—Pero yo, sueno como
—Tu nunca dejaras de ser mi pequeño ángel— Hinata lo miro y se sonrojo, no le dió tiempo de pensar porque Obito saco sus dedos y entro en ella de una sola estocada.
Su miembro se sentía muy bien dentro, dejo escapar los gemidos y apretó con fuerza la almohada, los hielos seguían recorriendo su espalda y le ponían la piel de gallina.
Obito tomo su cintura con fuerza y aumento la velocidad de sus embestidas— Estás muy estrecha.
—¿Eso es bueno?— pregunto con inocencia.
—Lo es, haces que se sienta mejor— Hinata se sonrojo y dejó que Obito siguiera con su trabajo, los sonidos de vaivenes y gemidos se escuchaban en toda la habitación al igual que los sonidos roncos de la garganta del Uchiha.
Obito siguió por unos minutos más hasta que terminó dentro de ella, para Hinata aún era extraño sentir como la llenaba por completo.
Hinata dejo que Obito le diera la vuelta y deslizara más hielos por todo su vientre, ella nunca protestaba en sus encuentros, siempre hacia lo que Obito le indicaba, aunque Ino comenzaba a darle consejos, según la rubia ella también debía tomar el control. Sintió la lengua de Obito en su pezón y eso le saco suspiros, él continuo descendiendo e introdujo aquella cálida lengua dentro de ella, Hinata lo miro algo perdida y sujeto su oscuro cabello, el tiempo pasaba y él la hizo llegar al clímax.
Obito no paro y siguió moviendo su lengua— Obito, espera un poco, yo no
Se vio interrumpida por la oleada de placer que la invadió su segundo orgasmo llegó casi de inmediato porque estaba demasiado susceptible.
Obito la dejo descansar un momento, y volvió a entrar en ella, Hinata enredo sus piernas en su cadera y se sujeto de sus anchos hombros, hizo algo que nunca hacía en esos momentos, lo beso, él se sorprendió pero no sé separó de ella, la besaba al compás de sus embestidas, ese gesto fue muy importante para ella, la estaba besando con ternura, casi como si tuviera miedo a poderla lastimar, Obito se dió cuenta de que ella comenzaba a verlo con otros ojos, aunque no estaba seguro de si era eso o solo se estaba dejando llevar por el deseo.
Hinata ya no aguantaba más, su mente se ponía en blanco con cada caricia de Obito, los hielos pasaron a segundo plano y sintió que otro orgasmo llegaría.
—Obito
—Espera un poco más— la interrumpió, sintió como el interior de Hinata se contraía y supo que ella había llegado al mejor punto de la noche, la obligó a verlo, quería ver su rostro lleno de placer y saber que él la había puesto así, continuó con las embestidas aunque Hinata ya no aguantaba más, se corrió dentro de ella y salió de inmediato para dejarla descansar.
—¿Puedo dormir está noche contigo?— Hinata sentía que no podía ni levantarse, su cuerpo temblaba con el menor roce.
—¿Y qué hay de tu padre?
—Envié un clon, debió llegar temprano así que no sospechara.
—Entonces puedes quedarte— Obito se levantó a cambiar las sábanas y los cubrió a ambos, se acostó boca arriba con los brazos extendidos, Hinata recostó su cabeza cerca de su hombro derecho, Obito la abrazo para acercarla más a él, la azabache puso su mano sobre su abdomen y él tomo esa mano para entrelazar sus dedos.
—Buenas noches— susurro antes de cerrar los ojos.
—Descansa— el pelinegro beso su frente y sonrió para quedar profundamente dormido.
A la mañana siguiente la primera en despertar fue Hinata, se levanto y busco su ropa interior que estaba regada por el suelo y se vistió con una de las camisetas de Obito, la ropa del Uchiha apenas y le cubría. Lo miro dormir tranquilo y sonrió, él se estaba convirtiendo en alguien muy importante en su vida. Beso sus labios antes de irse a cepillar los dientes y después a preparar el desayuno.
Obito se levantó justo cuando ella estaba sirviendo los platos de comida, la miró de pies a cabeza— ¿Acaso quieres provocarme?
—N-no, ¿Por qué dices eso?— la mejillas de Hinata ardieron.
—Es que te miras demasiado provocativa con mi ropa puesta— Obito sonrió al ver como se ponía a la chica.
—Creo que mejor almorzamos— murmuró para cambiar el tema.
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Y fin, por ahora.
Dejen sus votos y comentarios ❤️
Nos vemos la próxima 👋
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