Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

Hinata dirigió su mirada al suelo.

—¿Cuánto llevas?, ¿Desde cuándo lo sabes?— su voz se escuchaba furiosa, le estaba dando miedo estar frente a él.

—Llevo dos meses, yo lo sé desde hace un mes— respondió sin atreverse a verlo, jamás lo había escuchado así.

—¿Y apenas me lo dices?— le grito.

—Tenía miedo de tu reacción— confesó como pudo, le estaba costando hablar.

Obito se rió con ironía— ¿Qué esperabas?, ¿Qué me emocionará con la idea?, Desde el principio te dije que no quería hijos— Hinata seguía sin verlo y eso logro molestarlo más— Maldición, mírame cuando te hablo.

Hinata lo miro temerosa— Pensé que cuando te lo dijera cambiarías de opinión.

—Me traicionaste, confíe en ti, por eso me pediste que dejara de contar tus pastillas, ¿Verdad?, Lo tenías planeado— Hinata sintió que la molestia remplazo a su temor.

—No estás pensando con claridad, te dije que llevo dos meses, lo de las pastillas fue hace un mes, cuando me enteré que estaba embarazada, te lo pedí porque ya no podía seguir tomando las pastillas, le podrían hacer daño al bebé, si tú las seguías contando te darías cuenta de que algo andaba mal— la azabache apretó sus manos frustrada.

—¿Por qué estás embarazada entonces?, Se supone que estabas tomando las pastillas.

—Cuando el doctor me dió la noticia de que estaba embarazada se lo pregunté, dijo que las pastillas pueden fallar, que ningún método es cien por ciento seguro— Obito dió vueltas en círculos para tratar de calmarse, cosa que no estaba funcionando.

—Te dije que no quería hijos.

—Yo sé que lo vas amar, solo deja que pase un tiempo y 

—Ni siquiera he podido amarte a ti— la interrumpió, a Hinata se le rompió el corazón al escucharlo— ¿Qué te hace pensar que podré amar a ese bebé?

—Lo podremos solucionar— susurro tratando de convencerse en el proceso.

—No lo entiendes, no soportaría ver su expresión cuando creciera y al mirar a su padre, no encontrara amor en su mirada, que siguiera creciendo sabiendo que jamás lo podría amar.

Hinata permaneció en silencio, no sabía que decir.

—Desaste de el.

Ella abrió los ojos sorprendida y lo miro sin poder creer sus palabras— ¿Me estás pidiendo que aborte?, ¿Te das cuenta de lo que dices?, ¿De verdad quieres que termine con la vida de nuestro hijo?

No, el mismo sabía que no podría acabar con la vida de un ser indefenso, menos si tenía su sangre— Tal vez sería lo mejor.

—De verdad pensé que eras diferente, pero no has cambiado, sigues siendo el mismo y pensar que te había perdonado por todo el daño que me has hecho, creí en tus absurdas promesas— Hinata tocó su vientre y volteó a verlo con rencor— Si te atreves a ponerle una mano encima a mi bebé jamás te lo voy a perdonar.

Obito la miró molesto— Lárgate si no quieres que haga algo de lo que pueda arrepentirme después.

—No pienses que voy a volver como siempre— le dijo antes de salir de la cocina.

El Uchiha dejo que se escuchará la puerta al cerrarse y tiró al suelo lo que quedaba de las galletas, apretó la orilla de la mesa frustrado, no se imaginaba como padre, pero ahora tendría que asumir las consecuencias de sus actos.

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Una semana entera paso, parecía una eternidad, sus días sin ella siempre eran insoportables, necesitaba pedirle perdón si quería que ella lo dejara participar en el cuidado de su bebé.

Su bebé, aún no se acostumbraba a ese término, la paternidad era algo que no esperaba, pero después de tanto pensarlo, había terminado aceptando ese compromiso.

Haría lo posible por amarla y amar a su bebé, tenía aproximadamente siete meses para lograrlo.

A sus veinticuatro años, nunca pensó que esto le estaría pasando, se hubiera reído si alguien le hubiera dicho que sería padre hace unos años, eso no tendría sentido.

También debía casarse con ella, sabía que el clan Hyūga era demasiado tradicional, si se enteraban que Hinata tendría un hijo fuera del matrimonio, seguramente no le iría bien. Se haría responsable.

Tuvo toda la semana para conseguir un anillo y pensar lo que le diría, ella no pensaba regresar, así que tenía que buscarla.

Salió al patio delantero y se puso a darle filo a sus Kunai, Kakashi ya lo mandaba a misiones para que los demás vieran que su lealtad era hacia la aldea. 

Llevaba un buen rato en el patio, probablemente ya iba a ser medio día. 

Escucho los pasos detrás de él y supo que era Kakashi, era el único que lo visitaban después de su discusión con Hinata.

Suspiro fastidiado y lanzó un Kunai hacia atrás, donde cálculo que estaría, se volteó para verlo y se asustó de inmediato, su cara perdió el color.

Ese no era su amigo, era Hinata. Se miraba en shock, todo pasó tan rápido que no le dió tiempo de reaccionar, el arma se clavó en su vientre. Obito corrió hacia ella de inmediato.

Hinata había decidido ir a verlo una última vez, le diría que todo estaba terminando, que tendría a su bebé y el podría verlo cuando quisiera.

Su decisión estaba tomada, camino por toda la aldea hasta llegar al distrito Uchiha, su embarazo aún no se notaba, por eso lo podía ocultar de todo su Clan.

Llegó a la casa de Obito y lo miro sentado, dándole la espalda. Se acercó y después él lanzó un Kunai hacia atrás sin siquiera mirar.

Hinata abrió sus ojos sorprendida, Obito la estaba atacando, sus piernas respondieron tarde. Sintió un dolor terrible cuando se clavó en su vientre, vio como el Uchiha corría hacia ella pero no dejo que la tocará.

—Perdóname, pensé que era Kakashi, ¿Qué haces aquí?— Obito intento tocar su vientre, dirigió su mano temblorosa al arma, pero Hinata apartó su mano con brusquedad— Deja que te cure.

—Jamás te voy a perdonar, si algo malo le pasa a mi bebé, te juro que

—No fue intencional, deja que te cure por favor— le suplico con la mirada, pero ella lo ignoro, se quitó el Kunai con una expresión de dolor, Obito la tomo en sus brazos y la cargo hasta llegar a su habitación, la dejo en la cama y fue a buscar el botiquín médico de su baño.

Hinata lloraba en silencio, se quitó la blusa para poder ver la herida, activo el Byakugan y lo uso para comprobar que su bebé no hubiera sufrido daños. Tenía que conseguir a un médico urgente.

Junto chakra en sus manos y comenzó a curar su herida, Obito regreso con el botiquín y lo puso en la cama, busco vendas y algo que le ayudará a desinfectar, intento acercarse nuevamente a ella, pero Hinata dejo de curarse e hizo sus manos a un lado molesta.

—Déjame, no quiero tu ayuda.

—Ángel por favor.

—No me llames así— le grito— No soy tu ángel.

Sintió como su alma se partía al escucharla, su rechazo era algo para lo que no estaba preparando.

—Deja que desinfecte la herida— Hinata no dijo nada y dejó que Obito hiciera lo que dijo, apretó las sábanas y siguió llorando.

—No te necesito— susurro dolida, Obito la escucho, su corazón estaba oprimido por sus palabras— No te necesitamos.

—Yo si los necesito, a ti y al bebé— seguía limpiando su herida, pero aún no dejaba de sangrar, no era un corte tan profundo, esperaba que no le dejara cicatriz, no soportaría ver las consecuencias de sus malas acciones.

Sus corazón latía más despacio, las lágrimas de Hinata no pararon en ningún momento, desactivo su Byakugan y frotó sus ojos.

—Sabes que fue un accidente, ¿Verdad?

—Vete, no te quiero ver— Hinata quitó sus manos y se continuó curando sola, Obito la observó sin saber que hacer— Dije que te fueras— grito entre lágrimas.

—Iré por Tsunade para que venga a curarte, espérame un poco— Obito salió de la habitación y se recargo en la pared.

—Te odio— el murmuro dentro de la habitación le rompió el corazón.

Cerró los ojos y activo su línea sucesora, uso el Kamui para llegar más rápido al hospital.

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Obito entro al hospital y fue con la recepcionista, ella sonrió amable.

—¿En qué lo puedo ayudar señor?

—Necesito ver a Tsunade, es urgente.

—Lo siento, Tsunade-sama solo recibe citas programadas con anticipación en este horario— comento buscando una carpeta, se la mostró y le ofreció una pluma— Puede agendar una cita para mañana.

—¿Qué no escuchaste?, Te dije que es urgente— Obito golpeó el mostrador enfadado, la enfermera retrocedió asustada.

Sakura iba saliendo a su almuerzo cuando miro a Obito gritándole a la recepcionista, corrió hacia ellos— ¿Qué está pasando?, ¿Por qué tanto escándalo?

—Necesito ver a Tsunade de inmediato, es algo urgente.

—¿Para qué la necesita?— Sakura sonrió nerviosa a la recepcionista y se llevó a Obito para hablar en privado.

—Hinata está herida, necesito a un médico.

—¿Qué le pasó a Hinata?, Tal vez pueda ir yo.

—Necesito alguien discreto— le respondió molesto, Sakura entrecerró los ojos.

—Dígame que le pasó a Hinata.

—Le clave un Kunai por accidente en el vientre.

—Eso no es tan grave, ella tiene buenos conocimientos médicos, puede curarse— Sakura no se sorprendió, Obito no sabía que Hinata sabía cómo curarse sola, por eso estaba armando un escándalo.

—No lo entiendes, ella está embarazada— le confesó, se estaba molestando demasiado, Sakura solo le hacía perder el tiempo.

La ojijade no pudo ocultar su asombro— ¿E-embarazada?

—Dime dónde está Tsunade, no me hagas perder el tiempo— Sakura aún no salía de la sorpresa, pero lo llevo al consultorio de su maestra.

—Tsunade, necesito que vengas conmigo— Obito abrió la puerta sin tocar, Tsunade se levantó y lo miro molesta, Sakura se disculpó y se retiró.

—Esas no son formas de entrar.

—Le clave un Kunai a Hinata en el vientre— le dijo desesperando, cada vez pasaba más tiempo y su bebé estaba en peligro.

—¿Estas loco?, Ella está embarazada idiota— Tsunade comenzó a buscar un maletín y a poner varias cosas en el para irse.

—Fue un accidente— bajo la mirada al suelo, la culpa no lo dejaba— ¿Tú lo sabías?

—Si, fui la segunda médico a la que busco para comprobar sus síntomas, estaba muy asustada, no lo podía creer— eso solo aumento su culpabilidad— Ya tengo todo, vámonos.

Obito asintió y tomo su hombro para ir de nuevo a su habitación con ayuda del Kamui.

Cuándo llegaron no había nadie, el Uchiha se asustó al ver una mancha de sangre en el lugar donde Hinata había estado sentada, al lado del botiquín estaba el anillo que le había regalado cuando le confesó que estaba embarazada, lo tomo y negó con la cabeza.

—¿Dónde esta?— Tsunade miró por todos lados de la habitación.

—La deje aquí— su voz se quebró.

—No te quedes ahí, ayúdame a buscarla en la casa— Tsunade empezó a buscar por todas partes, Obito reviso todas las habitaciones y un nudo se formó en su garganta, ella no estaba en la casa.

—Se fué— murmuró.

—No debe estar muy lejos, ve con Kakashi para que envíe alguien para buscarla— los ojos de Obito querían llenarse de lágrimas, parpadeo varias veces para evitar llorar— Date prisa, yo la buscaré en el distrito Uchiha por si aún está aquí.

Obito uso de nuevo el Kamui para ir a la oficina de Kakashi.

El Hokage estaba tomando una siesta, se recargo más en su silla y cruzó los brazos detrás de la cabeza para usarlos como almohada.

Escucho que alguien caminaba por su oficina y abrió un ojo para ver de quién se trataba— Solo eres tú.

—Hinata se fué, necesito que mandes alguien a buscarla— Kakashi se incorporó y lo miro sorprendido.

Shizune entró a la oficina sin tocar, estaba agitada, como si hubiera corrido demasiado— Hiashi Hyūga acaba de informar que sus hijas dejaron la aldea.

Obito se asustó al escuchar, Kakashi miró a ambos y suspiro— ¿Qué hiciste ahora Obito?— él no respondió, su cabeza era un lío— Manda a los que sean necesarios para buscarlas, también a Kiba y a Shino.

Shizune asintió y salió de la oficina.

—¿Qué pasó?

—Le clave un Kunai en el vientre por accidente— cada vez que lo decía se sentía peor, se merecía lo que estaba pasando, pero no quería que Hinata y su bebé pagarán por su culpa.

—Te dije que no era forma de recibir a tus visitas.

—No fue intencional.

—Hay algo que no me estás diciendo, no creo que se haya ido de la aldea junto con Hanabi solo porque le clavaste un Kunai.

—Hinata está embarazada— Kakashi volvió a sorprenderse— Ella piensa que yo intenté deshacerme del bebé.

—En que problemas te metes Obito— murmuró frotando su sien— No sabía que ella estaba embarazada, la única relación que le conocía era la que tenía con Naruto, pero terminaron hace meses, ¿Estas seguro de que ella está embarazada?

—Esta embarazada, me lo confesó hace una semana.

Kakashi suspiro de nuevo— Entonces Naruto y ella— susurro pero no termino de decirlo— ¿Debería decirle?

—Naruto no es el padre— hablo Obito para interrumpir los murmullos de su amigo.

—¿Qué dices?

—El padre de ese bebé soy yo.

Kakashi lo miro sin poder creerlo— Siempre tienes algo nuevo para sorprenderme.

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Hinata se levanto de la cama y miró la mancha de sangre, termino de curar la herida hasta que pareció cerrarse, comprobó que Obito se hubiera ido y se puso de nuevo su blusa, se quitó el anillo que él le había regalado y lo dejo a lado del botiquín.

Comenzó a caminar hasta que llegó a su casa, entro a su habitación y busco la mochila que siempre usaba para sus misiones, abrió el closet y comenzó a sacar todo, tomo solo la ropa que pudiera llevar y le sirviera, se vistió con su atuendo de misión y busco todos los ahorros que tenía, saco algunas cosas del baño, materiales para curar, medicamentos y guardo todo en su mochila, no estaba llena ni pesada, la podía cargar con facilidad.

Hanabi escucho todo el ruido y entro a la habitación de su hermana— Onee-sama, ¿Qué estás haciendo?

—Me voy de la aldea.

—¿Por qué?

—En el clan me expulsaran cuando se enteren de que espero un bebé fuera de matrimonio, para ellos es una deshonra, no dejaré que me pongan el sello y que luego se lo intenten poner a mi bebé— esa era una parte de la razón por la que se iba, pero también quería alejarse de Obito, no podía dejar que su bebé estuviera en peligro.

—Pero el bebé tiene un padre.

—Un padre que quiere deshacerse de el— Hanabi la miró asustada— Obito no me va apoyar.

—Yo voy contigo— dijo con una mirada decidida.

—No quiero arrastrarte en mis problemas— Hinata la miró con cariño— Recuerda que serás la futura líder, debes estar aquí.

—Si no puedo proteger a mi propia hermana, ¿En qué clase de líder me convertiré?

—Hanabi.

—Iré contigo, no es una opción— Hinata asintió, le dolería separarse de su hermana, si ella quería acompañarla, por una vez sería egoísta y la llevaría con ella.

—Ve solo por las cosas importantes.

Ambas hermanas salieron con una pequeña mochila en la espalda, caminaron hasta encontrar una salida donde no fueran vistas, pero para su mala suerte Hiashi Hyūga apareció frente a ellas.

Hanabi activo el Byakugan y se paró enfrente de su hermana, se puso en la posición clásica de los Hyūga y miró a su padre con rencor.

—¿Qué creen que hacen?

—Nos vamos de la aldea— respondió Hinata sin temor. 

—No las dejaré— Hiashi activo su Byakugan y algo en el vientre de su hija mayor llamo su atención.

—Yo protegeré a Onee-sama— aseguró Hanabi— La sacaré de la aldea, no importa a quien tenga que enfrentar.

Hinata también activo su línea sucesora y tocó el hombro de su hermana menor— Deja que yo lo haga.

—Pero tú estás embarazada, no te pondré en peligro— Hanabi tomo su mano— Además tienes ese corte que debemos tratar con un médico.

—¿Embarazada?— Hiashi miró a Hinata, tratando de descubrir si era verdad.

—No se haga el sorprendido— le grito Hanabi molesta— Lo planteaste todo junto al Clan, lo que le pasa a Onee-sama es su culpa.

—¿De qué hablas?— pregunto Hinata.

—Los escuché, Otôsan obligó al doctor, lo contrato cuando se enteró de tu misión, para que pensarás que en verdad era el médico del Clan, los Hyūga nunca han tenido médicos propios, ¿No se te hizo sospechoso?— Hiashi se sorprendió, no sabía que Hanabi estaba enterada de todo— Lo que te dió no eran pastillas anticonceptivas, ni siquiera sé que fue lo que te dieron— Hinata tocó su vientre con miedo— Yo lo sabía, pero me dió miedo decir todo, el consejo dijo que te harían daño y a mi también si hablaba, pero esta vez no voy a tener miedo, te defenderé con mi vida si es necesario.

—¿Qué fue lo que me dió?— Hinata miro molesta a su padre— Si algo le pasa a mi bebé, tampoco lo voy a perdonar.

—Las pastillas no le harían daño al bebé— Hiashi miró a sus hijas, la forma en que ellas le devolvían la mirada le partía el corazón.

Hanabi extendió una palma para atacar a su padre, Hiashi la esquivo y detuvo sus manos— No pienso pelear a muerte con mis hijas— Hanabi se soltó de su agarre y regreso con su hermana mayor— Dejaré que se vayan, les daré tiempo y después avisaré al Hokage, necesitan darse prisa.

Hanabi tomo la mano de su hermana y comenzó a caminar, los tres Hyūga desactivaron el Byakugan, Hiashi tomo la mano de Hinata y la giro— Lo siento— la castaña quitó la mano de su padre y siguió caminando. Hiashi solo las vio partir.

Las dos salieron de la aldea y siguieron caminando— No mires hacia atrás Onee-sama, será más difícil.

—Te prometo que saldremos adelante.

—Y yo prometo cuidar muy bien de mi sobrino o sobrina— respondió con una sonrisa para hacer sentir mejor a su hermana.

Hinata tomo la mano de Hanabi de nuevo y siguieron caminando, necesitaban llegar pronto a ver un médico.

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