Capítulo II: Primer mes.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.
Un mes había pasado volando, Obito se encargaba de hacerle el trabajo imposible, de eso estaba segura.
Un día le dijo que si se iba a estar ahí por tanto tiempo entonces tenía que ayudarle con sus labores diarias, que no pensaba tenerla solo viendo, al parecer él creía que Kakashi le había contratado una sirvienta. Hinata al principio acepto ayudarlo, pero cuando el Uchiha se dió cuenta de que ella no tenía dificultades para realizar lo que le ordenaba, decidió dejarle tareas más pesadas.
—Creí que habías dicho, que me ayudarías porque deseabas hacerlo— le recordó cuando Hinata se quejó de los cortes en sus manos.
—No pensé que me pondría este tipo de tareas, yo nunca había pintado una casa.
—Pues el distrito Uchiha no se pintara solo— Obito le dió otro trago a su botella de agua y se fue a sentar en la sombra.
—Pero usted no me está ayudando desde hace rato— la Hyūga dejo de pintar y lo miro, él tenía esa sonrisa de superioridad que nunca se borraba de su rostro cuando la mandaba a realizar los trabajos difíciles.
—Recuerdo muy bien que mencionaste algo parecido a, debe salir más de casa, no es bueno estar encerrado todo el día— Obito hizo una muy mala interpretación de la ojiperla, pero valió la pena al ver la cara frustrada de esa niña, como había acostumbrado a llamarla— Decidí que tienes razón y quiero remodelar todo a mi al rededor, hay que empezar pintando todo de blanco, el color de la sangre no es muy bonito.
Hinata suspiro— ¿Por qué no me ayuda?, Así terminamos más rápido.
—Me gusta verte trabajar, te vez mejor cuando haces esfuerzo, si te ayudo no te podré observar— un ligero sonrojo se apoderó de las mejillas de Hinata, ¿Acaso eso era un cumplido?, Lo dudaba, él solo quería desviarla del tema.
—El sol ya está muy fuerte, será mejor que yo también me siente en la sombra como usted.
—Haz lo que quieras— el Uchiha se terminó el agua y se recostó sobre el suelo, cerró los ojos y se permitió un momento de tranquilidad.
—¿Qué le parece si nos hacemos preguntas?— opino Hinata sentándose a unos metros de él, Obito abrió los ojos y la miró por un momento, volvió a cerrarlos y la ignoró por completo— Para saber más de nosotros, como una pequeña dinámica.
—No quiero saber nada de ti.
—Pero yo sí quiero saber más sobre usted, hay que aprender a llevarnos mejor— él la siguió ignorando, Hinata suspiro e hizo control de toda su paciencia, tratar con él no era fácil, había veces en que estaba de un humor insoportable, pero Hinata con toda su amabilidad siempre intentaba hablar con él. Quiero que vuelva a ser él de antes, le había confesado Kakashi cuando la tercer semana de su misión comenzó, ella haría todo lo posible por ver en Uchiha Obito una sonrisa sincera.
—No estás cumpliendo la tercer regla— el pelinegro le mostró tres de sus dedos para enfatizar su argumento.
—Bueno, a veces es bueno romper las reglas, cuando se trata de algo importante, es necesario seguir a los sentimientos— Hinata le regaló una de sus mejores sonrisas.
Obito recordó los tiempos de su niñez, el día que secuestraron a Rin y él se enfrento a Kakashi para que fueran a rescatarla, su vida había cambiado a raíz de ese accidente— Yo no soy importante.
—Lo es para mi— él la miró incrédulo— Me gustaría ser su amiga.
—¿Qué quieres saber de mí?— la Hyūga sonrió contenta cuando él accedió a su propuesta.
—¿Es amigo de Kakashi-sensei?
—No— Hinata pareció no creerle mucho pero continuo.
—¿Cuál es su estación del año favorita?
—Nunca había pensado en eso.
—¿Le gustan los dulces?
—No.
—Que prefiere, ¿El día o la noche?
—La noche.
—¿Comida favorita?
—Ninguna en especial.
—¿Qué es lo que más le gusta hacer?
—No tener que verte— Hinata lo miro con los ojos entrecerrados, el Uchiha no estaba cooperando demasiado, si seguían así al final no sabría mucho de él y se quedaría de la misma manera que empezó.
—Hace rato dijo que le gustaba verme trabajar, no me está contestando con sinceridad— lo acusó con el ceño levemente fruncido.
—Tardaste en darte cuenta, niña.
—No me diga niña, es una nueva regla.
—A veces es bueno romper las reglas.
—Solo cuando es algo importante.
—Eres importante para mí— cualquier respuesta que su cabeza había formulado murió en la boca de Hinata, se sonrojo hasta que miró de nuevo esa sonrisa burlona.
—No es cierto, usted solo quiere molestarme.
—Tal vez, es que en verdad te vez graciosa cuando te molestas— Obito observo la mirada perdida de la chica.
—¿Puedo irme temprano hoy?— Hinata froto su brazo derecho con ayuda de su mano izquierda.
—¿Tienes algo importante que hacer?— a la ojiperla le pareció ver un poco de curiosidad en sus profundos ojos negros.
—Si, tengo una cita con mi novio, él quiere celebrar nuestro primer mes— sus mejillas se pusieron rojas y empezó a jugar con sus manos, a él se le hizo adorable aquel gesto, pero rápidamente se deshizo de esa idea.
Obito pensó por un momento, había hecho de todo para que esa niña se fuera, incluso la puso a podar el césped y a quitar un panal de abejas, en esa última ella termino con algunos piquetes en el brazo, ¿Por qué no se rendía?, A pesar de que la trataba mal, cada día regresaba con una sonrisa y al final cuando ya se iba, le deseaba una buena noche. Casi sentía pena por ella.
Lo que pudo descubrir es que era una chica muy tímida, tal vez si la hacia ponerse nerviosa, ella terminaría por pedirle a Kakashi que terminara con aquella misión, en fin, no tenía nada que perder.
—Me alegro por ti.
—¿De verdad?— pregunto sorprendida.
—No.
—Me lo imaginé— murmuró Hinata.
—Vete si quieres, el día de hoy me apetece descansar.
—Muchas gracias Uchiha-san— Hinata se levanto e hizo una pequeña reverencia.
—Dime Obito, no me gusta que seas tan respetuosa conmigo.
Hinata sonrió, tal vez por fin la dejaría acercarse más a él— Está bien, Obito.
El esbozo una sonrisa, pero era diferente a las demás, al principio Hinata pensó que era sincera, pero era muy pronto para que él hiciera eso— Nos vemos luego, ángel.
Su cara ardió y sintió que sus rodillas fallaron— ¿Po-por qué me dijo así?— se regaño mentalmente por tartamudear, ese hábito ya lo había dejado.
—Tal vez porque pareces un pequeño ángel— Obito subió los hombros, restándole importancia.
—No me llame de esa ma-manera— hizo a un lado sus nervios y comenzó a caminar a la salida— Que tenga un lindo día— le dijo antes de salir de su vista.
Obito quería reír, ¿Hinata se ponía nerviosa con tan solo eso?, ya quería ver cuánto aguantaba si la trataba de esa manera, si en esa ocasión de volada huyó de él, ¿Cómo sería después?
Hinata sentía que su corazón latía rápidamente, ya no sabía cuál Obito le caía mejor, él que la trataba mal o él que acababa de decirle algo bonito, ¿Por qué tenía que ser un hombre tan difícil?
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Naruto estaba arreglándose en su departamento, se puso una sudadera naranja y tomo sus llaves de la mesa, salió y cerró con seguro la puerta. Camino despreocupadamente, con las manos entrelazadas detrás de su cabeza, algunos aldeanos lo saludaban.
Se detuvo cuando miro a Hinata con su ropa de misión al otro lado de la calle, ella parecía cansada y muy distraída, ni siquiera se dió cuenta de su presencia.
—Hinata— grito usando sus manos como megáfono, ella volteó a verlo y Naruto miró como si su cabello se moviera en cámara lenta.
—Naruto-kun, no esperaba verte aquí— hablo cuando llegó a su lado.
—Pues claro, nos encontraríamos en tu casa.
—Pero aún falta para la cita, ¿No?— Naruto la miró confundido.
—Creo que estás algo confundida, quedamos a las cinco, son las cuatro cuarenta y cinco, ya iba por ti a tu casa— Hinata abrió sus ojos más grande de lo normal.
—Yo pensé que era más temprano.
—¿Estas bien?, Traes pintura en la ropa y en algunas partes del cabello, ¿Qué estuviste haciendo?— Naruto trato en vano de quitar el color blanco del cabello de su novia.
—Le ayude a pintar a unas personas en el Clan— se sentía extraña al mentirle a Naruto, pero era una orden del Hokage.
—¿Eso en tu brazo son piquetes de abejas?
—Si, también quite un panal, pero no me fue muy bien— Naruto tomo sus manos y las miró llenas de raspones y moretones— Me caí cuando intentaba quitar el panal— le explico al ver su preocupación.
—Olvida la cita, vamos a mi departamento para que te ayude a curarte, la comida la podemos tener después— Naruto intento llevarla pero Hinata no se movió.
—No es tan grave, solo deja que me dé un baño en casa y te alcanzó, ¿Te parece?
—Yo voy contigo y te espero en tu casa— Hinata asintió y comenzó a caminar, Naruto tomo su mano y se fue a su lado, en verdad estaba preocupado por su novia, últimamente se miraba más cansada.
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Notas de la autora:
*Obito quiere deshacerse de Hinata, por eso es que la trata mal, pero su actitud hacia ella irá mejorando, lo prometo.
Dejen sus votos y comentarios :3 los veo en la próxima actualización ❤️
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