
03
Al llegar a la universidad, inmediatamente noté que algo había pasado. Todos murmuraban y parecía que nadie estaba en clase.
Siento que todos me miran. ¿Y si…? No, estoy paranoica. Respira, Selene, respira.
Cuando llego al patio de la universidad, donde los estudiantes solemos reunirnos a conversar, veo a un grupo de personas reunidas alrededor de un chico que conozco. Se ve afligido. ¿Qué pasó? Me acerco.
—Hey, Orphy, ¿estás bien?
Las demás personas se alejan para darnos privacidad; me miran con recelo. Es raro, normalmente se hubiesen quedado a escuchar lo que no les incumbe.
—No deberías estar aquí, Selene.
—¿Por qué?
—Draven desapareció y tú eres la principal sospechosa.
—¿Qué? —quedo pasmada por unos segundos, la verdad no me imaginé eso—. ¿Por qué yo?
—El sábado en la noche ustedes discutieron y desde el domingo en la mañana no se le ha vuelto a ver.
No puedo negar lo de la discusión, aunque no fue algo tan grande. En realidad, no lo recuerdo muy bien. Ni sé de qué iba la discusión.
»Puede que ya estés acostumbrada a dialogar así con él y que para ti no sea una discusión —agrega al ver mi confusión.
Frunzo el ceño, no recuerdo qué le dije. Recuerdo solo ignorarlo como siempre y después… No lo sé. Supongo que fue por lo que pasó después. Sea lo que sea, no me conviene que todos los ojos estén sobre mí; me pone nerviosa recibir tanta atención.
—Orphy, tú sabes que yo no le haría daño a Draven. Sí, no lo soporto y puede que a veces sea mala con él, pero yo no le haría daño.
Orphy asiente, me cree porque él lo sabe.
—Yo sé que no le harías daño, al menos no físico —quedo extrañada y un poco avergonzada con eso último—. Pero tendrás que buscar una manera de que los demás te crean. ¿Tienes coartada?
Oh, mierda. El domingo en la mañana estuve en el pueblo vecino. Si le digo eso a la policía cuando empiecen a investigar, les parecerá muy conveniente que no estuviera aquí y me preguntarán qué estuve haciendo en Renvich… y no sabré qué contestar.
De todas maneras, asiento.
—Estuve con Lisha toda la mañana —digo con simpleza. No quiero preguntar, pero mi lado investigador me gana—. ¿Quién fue el último que vio a Draven?
—Max y Corbin.
Corbin. Lo tengo en la mira por todo el asunto de las flores, aunque llegué a pensar que solo le estaba siendo infiel a Jenny. Pero algo me dice que no, que es algo mucho más grande. Además, aunque me cueste admitirlo, Corbin está en mi mente más de lo que debería.
—Oh —es lo único que digo.
—Me dijeron que estaba raro y además parece que peleó con alguien. Tenía un moretón en el ojo.
No sé por qué Orphy me está diciendo todo esto si se supone que soy sospechosa. Aunque no me sorprende, la gente suele confiar en mí de manera fácil y él y yo tenemos historia.
—Bien, eso es algo. De seguro peleó con algún otro chico, sabes cómo se pone por algunos temas.
—No lo sé —suspira—. Estoy preocupado.
—Tranquilo, pronto aparecerá —le paso una mano sobre los hombros.
Veo a Max corriendo hacia nosotros, se para en el medio de la ola de estudiantes y lo dice así sin más:
—La moto de Draven fue hallada cerca del bosque al lado de un charco de sangre. No hay rastros de él.
O quizás no aparecerá pronto.
* * *
—Me siento frustrada, Lisha —digo con los puños apretados.
—Lo sé, lo sé. Yo también, pero deberías calmarte un poco.
—No puedo. ¿Cómo es posible que hayan encontrado su motocicleta al lado de un charco de sangre que estoy segura era suya y no se pongan a investigar solo por la regla estúpida de las horas?
—Lo sé, es una completa ridiculez.
—Tengo que hacer algo.
—Espera, Selene. No creo…
—¡Oigan! Necesito que me escuchen —cuando todo el mundo (okey, no, pero así lo sentí) pone sus ojos sobre mí, las agallas que tenía desaparecen. Siento la garganta seca y llevo mi botella de agua a mis labios para tomar un largo trago.
A lo lejos veo a Solanine dedicándome una mirada rara. No se ve tan devastada como debería estar por la desaparición, secuestro o muerte —espero que ese no sea el caso— de su novio.
Me aclaro la garganta mientras pienso qué decir.
»Como deben saber, nuestro amigo y compañero Draven ha desaparecido y las autoridades no pretenden hacer nada, al menos no dentro de unas cuantas horas. Hay pruebas fidedignas que indican que algo grave le pasó, pero todavía no se han puesto a investigar. Como compañeros unidos que somos, no podemos dejar que pasen más horas sin que se haga algo, ya que eso pone en riesgo la vida de Draven. Sé que lo que les voy a pedir no todos lo aceptarán, entiendo perfectamente el porqué, pero ¿si fuera un familiar suyo o un ser querido, dejarían a un lado la oportunidad de ser de utilidad en esto? —qué frase tan cliché, Selene. Me doy una cachetada mental por haber dicho eso—. Debemos empezar una búsqueda nosotros mismos y no dejar que pase más tiempo.
No sé de dónde me saqué ese discurso, ni la valentía para decirlo. En la universidad normalmente soy muy callada, casi no interactuo con nadie, al menos que sea por cuestiones de trabajo. Así que entiendo la sorpresa de muchos y el desconcierto, se supone que soy la sospechosa.
Ninguno de los presentes dice nada, parece que el discurso fue una mierda.
—Apoyo totalmente esa idea —dice una chica que se encuentra en el círculo que me rodea. La conozco, cursa primer año de criminología. La he ayudado con algunos trabajos.
Los demás empiezan a apoyar la causa y cuando veo ya están planificando que llevar, los lugares a los que hay que ir y las horas que estaremos en esto.
«Bien hecho, Selene»
Regresó con Lisha quién me mira muy sorprendida.
—Wow, eso no me lo espere de ti.
—Soy una chica llena de sorpresas.
—¡Selene, aquí estás! Te estuve buscando.
En este momento no me apetece hablar con ella, pero igual me esfuerzo en dedicarle una sonrisa. A veces me callo cosas o soporto personas que no debería. Suelo ser bastante tranquila, por eso odio esos momentos en donde me vuelvo impulsiva.
»Ven —me agarra del brazo y me arrastra con ella a un lugar alejado. Miro a Lisha que mientras me estoy alejando niega con la cabeza.
—¿Qué pasó, Azura?
—¡Me iré a vivir con él pronto! Me propuso matrimonio. ¿Puedes creer eso? —saca un anillo de su bolsillo y me lo muestra de forma discreta.
Quedo desconcertada por varios segundos sin entender de qué habla. Ella me mira expectante y reacciono.
—¿Cómo? ¿Por qué? —balbuceo hasta que logró salir del desconcierto—. Tan pronto.
Es lo que único que digo. Ella asiente emocionada, pero yo no puedo compartir esa emoción.
En la universidad hay varias chicas que salen con hombres mayores para pagar sus carreras, así que se podría decir que es algo normal. Pero mi amiga pretende irse a quien carajos sabe dónde con un hombre que ni siquiera conoce bien. Piensa dejar la universidad cuando es consciente de su amor por la carrera. Piensa dejar a su familia y amigos atrás, personas que en verdad se preocupan por ella.
Que salga con un hombre mayor no me sorprende. Desde los 16 acostumbra a salir con personas mayores, pero este hombre le dobla la edad. Tendrá una edad aproximada a la del padre de Azura. Además, tiene hijas, algunas creo que no son mucho mayores que ella. También sé que está viudo. No le he podido sacar mucha información.
»¿Estás cien por ciento segura de esto? —pregunté, en lugar de expresar mis dudas, lo único que harán será molestarla.
Parece dudar, pero al final asiente.
Cuando estoy por agregar algo más, aparece su novio. Porque sí, Azura tiene novio y es mi mejor amigo. No puedo evitar sentirme avergonzada por todo lo que le estoy ocultando. Deberían entregarme un premio a la amiga del año.
En lugar de darle un beso o un abrazo, le da un simple asentimiento de cabeza y ella igual. Nunca han sido los más románticos y, desde que están juntos, una sola vez los he visto besándose —también debido a que siempre trato de evitarlos—. De parte de Azura lo entiendo, ella no lo ama. Solo está con él porque en su momento quería un novio; de parte de Orion no entiendo. Supongo que actúa así por la indiferencia que le demuestra ella.
Él me observa con una enorme y encantadora sonrisa.
—Lo que hiciste allá fue increíble.
—Gracias —respondí bajito—. Debo irme, antes estaba teniendo una conversación importante con Lisha.
Azura asiente. Miré de reojo a Orion y me alejé a paso apresurado.
En mi primer año aquí en Ransley me hice amiga de Orion. Al principio estaba renuente a formar una amistad con él porque no me parecía confiable, pero después de varios intentos por parte de él terminamos siendo amigos.
Estuve enamorada de Orion durante un tiempo, a veces me pregunto si todavía lo estoy...
Sé que Azura no lo ama. ¿Pero qué tan mala amiga debo ser para que me cuestione si me gusta su novio? ¿Y qué tan mala pudo ser ella para hacerse novia de él sabiendo que me gustaba cuando lo hizo? Igual no la odio, sé que no lo hizo con malas intenciones. A veces hace cosas que no debería, pero no las hace para lastimar a las personas o al menos eso quiero pensar.
Me preocupo por ella. Ese hombre misterioso con el que sale también estará en mi lista mental de sospechosos. Tiene dinero y oculta su identidad, eso es suficiente para estar en mi lista de sospechosos.
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