XVIII
La maestra Eleanor al ver las grietas doradas en el cielo se preocupa y vuela hacia el centro exacto entre ellas para luego abrir las manos apuntando cada una hacia una grieta, entonces en sus manos se genera la energía dorada que compone la grieta, por lo que las junta un poco formando una esfera dorada en medio de sus palmas, en la cual desde arriba se genera su magia anaranjada en simultaneo que esta misma magia rodea los entornos de las grietas para empezar a cerrarlas.
—No te lo permitiré... —susurra Cataleya contemplando lo que Eleanor está a punto de hacer y forma una esfera de magia en su mano derecha, pero antes de que pueda lanzarla, es impactada por Florencia, quién se lanzó hacia ella con un escudo enfrente para con algo de suerte que el golpe en la cabeza noqueara a Cataleya, pero esto no pasa ya que al igual que nuestra protagonista, esta se para y muy irritada.
—¿No has tenido suficiente? —cuestiona Cataleya.
—Creo que la que no eres tu —responde Florencia e intenta golpear a Cataleya de derecha a izquierda con el escudo, pero este lo esquiva agachándose y quedando detrás de ella, a lo que Psylock Girl trata nuevamente dando una vuelta hacia la derecha, sin embargo, su enemiga detiene el ataque con su magia telequinética, entonces trata de golpearla dando una vuelta hacia la izquierda, no obstante, la hechicera vuelve a detener el ataque, por lo que Nuestra Protagonista se ve obligada a intentar matarla creando una daga en su mano izquierda, ataque que es detenido por su oponente, la cuál lanza lejos a Florencia, quién al aterrizar da una vuelta sobre su eje y le lanza el escudo a Cataleya, quién responde deteniéndolo y lanzándoselo de vuelta esperando partirla por la mitad, cosa que no pasa ya que la avatar del Búho Psíquico da un salto y atrapa el escudo en el aire, entonces la ex-aprendiz de Eleanor lanza ataca con un rayo verdoso del cuál nuestra Nuestra Protagonista se cubre con el escudo.
El ataque de Cataleya cada vez se hace más fuerte, provocando que Psylock Girl poco a poco vaya perdiendo fuerzas, así mira a Nath, quién vuela a apoyar a Eleanor con la grieta, mira a Arron, el cuál se encuentra inconsciente y luego a su padre, la agente Andrade y Emily, quienes no son capaces de librarsek7¿ del hechizo de inmovilización de Cataleya, entonces recuerda lo que Psylock Boy le dijo y su enemiga replicó antes:
—El poder no es tu problema... Es el conocimiento.
—Poder no... Conocimiento... Mente... ¡Claro! —entiende Florencia y salta hacia la izquierda logrando esquivar su ataque para luego estirar su mano derecha hacia Cataleya y entrar en su mente, haciéndola gritar de dolor sujetándose la cabeza con las manos.
En su intento de sacar a Florencia de su mente, Cataleya estira su mano izquierda hacia ella, provocándole el mismo dolor, entonces Florencia cierra sus ojos y entramos a través de los de Cataleya a su mente antes que los cierre.
Mente de Cataleya
Florencia se encuentra en una ciudad oscura, donde un hombre, una mujer y una niña quién claramente es Cataleya, caminan hacia su casa, pero en eso, un auto explota en la calle y del humo sale una joven maestra Eleanor peleando contra aparentemente un hechicero traidor, quién le lanza a la maestra dos dagas que ella esquiva, pero estas le dan a los padres de la pequeña Cataleya, los cuales caen al suelo muertos al instante.
—¡No! —gritan Eleanor y Cataleya en coro para luego la primera lanzar un hechizo de inmovilización a su enemigo y cortarle la cabeza con una espada.
Al hacer eso, la maestra Eleanor crea un portal debajo del cuerpo del sujeto para desaparecerlo de ahí y se acerca a la niña, la cuál está asustada llorando al lado de los cuerpos de sus padres, entonces le acaricia la mejilla y le ofrece la mano.
—Ven, mi niña... yo puedo cuidar de ti —la pequeña Cataleya le da la mano tímidamente y Eleanor con su mano izquierda le toca la frente mientras tiene una expresión de lastima y preocupación.
Luego Eleanor procede a hacer un hechizo que provoca una leve onda expansiva anaranjada que desaparece los cuerpos de los padres de Cataleya y borra de la memoria de todos los presentes lo ocurrido.
Florencia es transportada hacia años después, donde Cataleya y Eleanor están en una misión cómo maestra y aprendiz cazando a una criatura multiversal que se había colado en la realidad. Ambas hechiceras se encuentran en un lugar oscuro donde la única fuente de luz son las armas mágicas que tienen en sus manos.
En eso, algo empuja a la maestra Eleanor apagando sus armas y aparentemente desapareciéndola, dejando sola a la aprendiz Cataleya, quién algo asustada escucha una voz que le dice:
—Cataleya Velendia.
—¿Velendia? —duda Cataleya.
—¿No conoces tu propio apellido? —una silueta monstruosa de brillantes ojos morados desde la oscuridad.
—Solo soy Cataleya —dice esta misma.
—Permíteme recordártelo —pide la criatura dejándose ver cómo un monstruo hibrido entre caballo, humano y araña, ocho brazos de humano unidos a un torso de esta misma especia, lomo de caballo y ocho patas de araña cuya base es la de una pata de caballo, pelaje gris y cómo ya se dijo, ojos morados.
Cataleya no confía en la criatura e intenta cortarlo con sus espadas, pero este salta alto y aterriza detrás de la hechicera, entonces trata nuevamente de cortarlo, pero el monstruo esquiva el espadazo y con dos de sus brazos derechos la jala hacia él para luego tocarle la frente, en la cuál se produce un leve brillo morado.
Cataleya cae hacia atrás asustada y muy confundida.
—Tu maestra te mintió... te manipuló —manipula la criatura y le ofrece la mano a Cataleya—. Únete a mi y ayudémonos mutuamente.
Cataleya está por darle la mano a la criatura, pero de repente conjura una espada y le corta la cabeza.
—La ultima vez que confíe en alguien de esa manera me lavaron el cerebro... No volverá a ocurrir —dice Cataleya y ve a Eleanor despertando en el suelo.
—¿Estás bien? ¡Lo venciste! —comienza Eleanor mientras se levanta y nota la desconfianza en la mirada de su aprendiz—. ¿Qué ocurre?.
—Manipulaste mis recuerdos... Me mentiste y me arrastraste a esta vida —responde Cataleya y antes de que su maestra pueda decir algo, sale corriendo, así que empieza una persecución, pero Florencia decide no ver más y sale de la mente de su enemiga.
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