IX
—Eres muy lenta —se burla Cataleya de Florencia al haberla lanzado contra los escudos conjurados por su propio novio—. Y mas con ese ser que llevas dentro.
—Mucha habladuría —dice la agente Andrade con un disparo de su láser, pero Cataleya invoca un pequeño escudo que la protege a la perfección del ataque.
—Me toca —manifiesta Venenoso y dispara con su arma de plasma hacia Cataleya, la cual no se había percatado de su presencia y por tanto recibe el disparo, lo que provoca que sea empujada hacia atrás y caiga algo herida.
Venenoso se acerca lentamente hacia Cataleya, quien nota que está confiado y por eso le está dando tiempo de levantarse.
—Creí que eras más de palabras que de violencia —comienza Cataleya.
—Así es, pero a veces es necesaria —afirma Elaias.
—No podría estar más de acuerdo —termina Cataleya y le lanza una esfera de energía a Elaias, quien al más puro estilo Western saca rápidamente su arma de plasma y dispara hacia la esfera, la cual explota a medio camino dejando una muralla de humo.
Desde el humo sale un rayo de energía verde, así que Venenoso para esquivarlo salta hacia la izquierda dando una vuelta en el suelo y lanza explosivos a los pies de Cataleya, la cual por mera suerte alcanza a crear un escudo pequeño, sin embargo, este no fue suficiente para soportar la explosión, por lo que es impulsada hacia arriba y luego cae muy duro.
Elaias le apunta con su arma de plasma a Cataleya dispuesto a disparar, pero está rápidamente conjura una pequeña daga y la lanza hacia la mano se su enemigo, quien no la logra esquivar y suelta su arma por el dolor.
Cataleya corre hacia Venenoso y salta para exitosamente darle una patada en el rostro, lo que lo deja en el suelo. Luego, la hechicera crea una espada en su mano derecha dispuesta a decapitar a Elaias, sin embargo, este detiene su ataque sujetándole la muñeca con su brazo izquierdo y antes de que ella pueda hacer algo con su brazo izquierdo, Venenoso activa un mecanismo de su bata de Exterminium, el cual conecta una cuchilla a su manga derecha. Cataleya nota esto y rápidamente salta hacia tras, esquivando el ataque de su oponente.
Venenoso corre hacia Cataleya e intenta apuñalarla nuevamente, pero esta detiene su brazo derecho con facilidad y se dispone a intentar detener su brazo izquierdo, no obstante, Elaias es más rápido y activa un segundo mecanismo de su bata que hace que un lanzallamas se conecte a su brazo izquierdo. Su oponente al ver notar eso, da rápido un salto hace atrás, logrando así esquivar el fuego, sin embargo, su enemigo fue aún más rápido y activó un tercer mecanismo de su bata, el cual conecta un disparador de gancho en su manga derecha y se lo dispara exitosamente a Cataleya, la cual tiene una cara de sorpresa y luego esta cambia a una de malicia. Elaias duda de las intenciones de su oponente, por lo que intenta jalarla hacia el, pero esta se resiste y da un salto sobre su eje hacia la izquierda, lo que saca volando a Venenoso hacia ella mientras se libra de la cuerda para por último patearlo en el rostro y que este caiga al suelo inconsciente.
—Quién diría que un humano común daría más pelea que el hechicero con un año de entrenamiento —se burla Cataleya de Arron.
—Esto no va a funcionar —dice la agente Andrade.
—Tienes razón —acepta Florencia—. Es muy fuerte, tenemos que atacarla entre todos. La distraeré con el Margwadangue, Arron replica el hechizo inmovilizador de Cataleya, mientras la agente Andrade la ataca con todas sus fuerzas.
Todos aceptan y empieza el plan, el Margwadangue justo agarra, apreta a Cataleya y justo cómo deduce Florencia, Cataleya se suelta rápidamente de su agarre, aunque el Margwadangue no se rinde y sigue intentando, entonces Arron aprovecha y repite el hechizo que Cataleya había lanzado anteriormente contra los agentes de Venenous Industries. En el descuido de Cataleya, Arron logra hacer que el hechizo le "afecte".
—Con un hechizo tan débil no podrás retenerme —dice Cataleya haciendo otro hechizo con su mano derecha para contrarrestar el de Arron y soltarse, justo a tiempo para bloquear el ataque de la agente Andrade—. Y menos con tu pobre intento de heroína, Isabella Andrade.
—Podrá ser pobre, pero al menos es un intento —contesta la agente Andrade y lanza un nuevo disparo.
—¿Saben qué? Ya me cansé —reniega Cataleya expandiendo un campo de fuerza desde ella para alejar a los demás, los aleja y les lanza un hechizo inmovilizador.
Estando todos tirados en el suelo inmóviles debido al hechizo empiezan a forcejear, pero ni los contra hechizos de Arron, ni la magia de Florencia, ni los laceres de la agente Andrade, pudieron con el hechizo. Entonces el suelo empieza a moverse, al parecer era un terremoto, pero no, porque se abre un agujero en el suelo justo en el lugar donde Cataleya había hecho el intento de ritual, y de ese agujero salen demonios de magia oscura.
Al aparecer, estos se arrodillan ante Cataleya, ella no hace mas que sonreír y decir unas palabras.
—Ahora si me disculpan me tengo que ir. Mascota, ven a recoger mis cosas —ordena Cataleya.
—Si mi señora —dice la pelirroja saliendo de su modo camuflaje.
—¡Emily? —dicen al mismo tiempo Arron y Florencia sorprendidos de ver nuevamente a su amiga del orfanato.
—Mascota, vámonos —le ordena Cataleya a Emily luego de que recogió las cosas, pero antes de dar un paso se voltio y se dirigió a Florencia—. Sabes Florencia, el poder no es tu problema, es el conocimiento —Con esas palabras en el aire Cataleya se fue del lugar mediante un portal.
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