—Jihyun.

—Salí temprano del trabajo y quise invitarte a comer —rió con amargura— pero ya cenaste.

—Lo siento, me hubieras marcado.

—¿Crees que no lo hice? Te marqué varias veces y todas me mandaban a la maldita contestadora. Vine a tu casa y la gruñona de tu tía no me quiso abrir y me corrió diciendo que aún no habías llegado siendo que ya habías salido de la tienda hace dos horas. —dijo molesto.

Saqué mi celular y me di cuenta de que lo tenía apagado, recuerdo haber tenido 5% de batería y por eso lo apagué. Se me olvidó por completo volverlo a prender y verificar si había subido algo de batería como usualmente lo hace y para ser sincero no creí haber tardado mucho cenando con Jae Sun pero al parecer era verdad.

—Me quedé sin pila. —le mostré el celular y él solo suspiró hondo, supongo que más molesto que antes— lo siento.

—¿Y no pensaste en la hora? Se supone que siempre nos vemos en la cafetería y por estar con ese supongo que tampoco llegarías a tiempo. Te gustó tanto que ya hasta programaron otra cita. —elevó la voz.

Fruncí el ceño con ligera molestia.

—¡Solo fuimos a comer! No malinterpretes las cosas por favor. —le contesté igual.

En ese instante miré a Jimin viéndonos desde la ventana con curiosidad, me miró intimidado por mi rostro molesto y bajó la mirada apenado desapareciendo entre las cortinas.

Sentí una opresión en el pecho y decidí relajarme tomando una fuerte inhalación.

—¡Le gustas a ese chico por eso me molesto! —me gritó.

—No pienso discutir esto y piensa lo que quieras, que tengas buena noche. —sin esperar respuesta me di la vuelta y de un portazo me adentré a la casa.

Subí a mi cuarto y me tiré a la cama mirando al techo, solté un bufido y tapé mis ojos con el brazo derecho mientras alejaba de mi sistema el reciente suceso.
Me relajé tanto que sin darme cuenta me quedé totalmente dormido hasta el siguiente día.

El sonido de la ventana golpear violentamente a causa del aire me despertó en la madrugada, me levanté rápido y cuando estaba a punto de cerrarla miré a la ventana de Jimin.

Oh no.

Olvidé nuestro encuentro, corrí a mi mesita de noche donde estaba mi reloj 6:58am. Eish, me senté en la cama abatido y despeiné mi cabello.

Volví a mirar a la ventana, el cielo seguía oscuro al ser entrado el mes de diciembre y la brisa era fría. Un escalofrío me recorrió la piel cuando el viento chocó conmigo y con una última mirada a la pieza de Jimin cerré la ventana.
Puse a cargar mi celular y me metí a dar una ducha con agua fría, tal vez me enferme pero era una forma de reprender mi falta con Jimin.

Salí de casa y me encontré con los señores Park subiéndose a su camioneta, los saludé.

—Buenos días. —hice una reverencia.

—Buenos días JungKook. —abrocharon sus cinturones— Adiós.

La camioneta se puso en marcha y se fueron. Ladeé un poco la cabeza, eso fue raro, sumamente raro, ellos siempre me sonreían aunque quizás ya se hayan enterado de mi pelea con Jihyun y por eso se portaron fríos conmigo.
Este día no puede ir mejor, JungKook.

Llegué a la tienda y al momento de entrar me topé con mi jefe quien me detuvo rápidamente nada más al verme.

—JungKook gracias al cielo que llegaste, necesito mucho de tu ayuda con la mercancía de navidad que acaba de llegar. Jae Sun no va a poder venir hoy me avisó que se enfermó y que regresará en unos días así que el trabajo será más pesado. Acabo de poner un mostrador nuevo en el pasillo ocho y ahí quiero que acomodes la mercancía. Vete a cambiar. —apresurado se fue a su oficina y no evité resoplar este día.

¿Es que acaso es el día "mala suerte para JungKook"?
Mi pelea con Jihyun, no fui con Jimin al parque, los señores Park fueron distantes conmigo, Jae Sun se enfermó (quizás fue porque no se puso suéter ayer) y ahora más mercancía que ordenar. Aunque eso es de todos los días pero no está de más sumarlo a la lista considerando todo.

—Perdón por hacerte trabajar tanto, te lo compensaré en cuanto regrese Jae Sun de nuevo al trabajo. —se disculpó el señor Heo.

—No se preocupe es mi trabajo, por cierto. ¿De qué enfermó Jae Sun?

—Dijo que pescó un fuerte resfriado y que tiene un amigo cuidándolo en casa.

Asentí y di la vuelta dispuesto a irme.

—JungKook.

—¿Si? —voltee a mirarlo.

—¿Todo está bien? Ayer estabas "ido" ¿todo bien con tu tía?

—Sí señor Heo, no se preocupe. —le sonreí sin mostrar los dientes.

—Confío en ti chico, sabes que si necesitas algo me lo puedes decir. —solo asentí— No te quito más tu tiempo, mira que salimos a las 7:30pm. Te veo mañana.

—Igual señor Heo, que descanse. —con una reverencia me di la vuelta y caminé a casa.

El viento era más frío y me apresuré a caminar, por inercia volteé a la casa de los Park y ahí estaba Jimin tratando de, ¿abrir la ventana?
Forcejeaba inútilmente con sus manos mientras su gato lo miraba espectante. Me acerqué más a su ventana cruzando el jardín, los señores Park seguían fuera de casa pues no estaba la camioneta y el rubio me vio.

—¡JungKook! —su voz casi no se escuchó por estar estar encerrado pero le entendí y  me sonrió emocionado— ¡Espera un segundo!

Se fue y regresó casi de inmediato con su libreta.

No puedo abrir:(

Otra hoja.

Y quiero sentir
el aire fresco~~~

Otra.

Blanquito también:3

Sin dudarlo me trepé al árbol de su casa para llegar hasta su ventana. Batallé un poco pero al fin pude lograrlo, me senté en una gran rama gruesa y miré el obstáculo de Jimin, un candado.

Inevitablemente recordé algunos días donde mi tía solía hacer lo mismo con mi ventana y mi puerta cuando me castigaba para que no saliera y fuera de "chismoso" según ella con el señor Young Saeng.
Lo bueno de este asunto es que pude abrir los candados con un clip o con uno de esos pasadores de cabello de la tía MinJi que le robé cuando no estaba en casa.

Esto era pan comido.

—¿Tienes algún clip por ahí? —le pregunté con voz alta, por fortuna me escuchó y me pidió un momento para buscar.

Pasaron unos minutos y regresó con uno en manos.

—Deshazlo hasta que quede recto. —le dije.

Terminó de hacerlo y le dicté como debía abrir el candado hasta que después de unos minutos lo logró. Emocionado lo quitó y abrió la ventana.

—Gracias, gracias, muchas gracias, JungKook. —tomó a su gato y me lo extendió— Blanquito también te agradece.

Sonreí por lo tierno que era.

—Entra, no te vayas a caer. —me dijo preocupado.

Sin pensarlo le hice caso, él se alejó para darme espacio y con cuidado me metí por la ventana. Era un cuarto totalmente color crema y los muebles eran de color blanco. "Pureza e inocencia" era lo que me transmitía.

—Hola. —hablé seguido de una sonrisa.

Él se sonrojó.

—Hola. —me devolvió el gesto y con timidez miró a su gato y devuelta a mi— Bienvenido a mi cuarto. —extendió los bracitos.

—Es muy lindo.

—¿Sigues enojado?

Lo miré extrañado.

—Por lo de ayer, peleaste con Jihyun. —dijo tímido.

Recordé su mirada y me golpeé mentalmente.

—No, ya no. Bueno un poquito pero es con Jihyun no contigo.

—Es que ayer te esperé para ir al parque pero... —bajó la voz.

—Realmente lo siento Jimin me quedé dormido y desperté hasta el siguiente día. No pienses que me enojé contigo porque no es así. —le sonreí mostrando mis dientes y él asintió.

—Gracias.

—Pero ahora que estoy aquí, quiero saber todo. Recuerdame que me prometiste contarme.

Jimin hizo un puchero adorable y aceptó rendido.

—¿Por qué tu ventana tenía candado?

—Eso, amm, Jihyun se enteró que salí en la madrugada y cuando se fue me dejó encerrado aquí desde la mañana. —hizo una mueca mientras se sentaba en su cama.

Mi lengua golpeó mi mejilla molesto.

—¿Te hizo algo más?

—No. —negó.

—Jimin. —me miró atento y tragué saliva preparándome para seguir hablando— ¿Tú sabes que Jihyun quiere... matarte?

Su rostro se quedó serio y segundos después sus ojos se llenaron de agua bajando la mirada a sus manos.

—Sí, lo sé. —declaró en voz débil y rota.

Tomé aire.

—Tienes que contarme todo Jimin.

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2/?

Disculpen la tardanza, andaba fuera de casa xd

En un rato más subo el siguiente 😊

Love Betunes! 💕

Atte: Pastel. 🎂❤