Devolverme la sonrisa. Él quería recuperar mis ganas de vivir. Y no paraba de preguntarme cómo haría eso. Aunque tampoco sabía que era lo que hacía que odiara tanto mi existencía como para querer morir. de momento,mi única motivación era él. Ayudarle a controlar todo aquello que le aflijía pues sabía bien que una demencia como aquella podría no tener cura. Pero si le hacía sufirir menos... si pudiera solo hacer eso, realmente me sentiría bien.

No sé cómo ni cuándo me había enamorado de él en dos días, pero así había sido y así sería por mucho tiempo. No sabía cuanto y tampoco quería ponerle un final. 

Besé su frente dulcemente y susurré un suave gracias sobre su piel. Realmente el podía llegar a ser lo más adorable del mundo. Aunque no recordara como fuera, presentía que él era lo más adorable que podría encontrar en él.