Narra Flor.

Arrastró a Ron por el suelo, hasta que llegó al sótano, allí papá lo toma en brazos y lo amarra junto a todos los demás.

—¡Listo! —comenta papá suspirando.

Volteo y lo veo, no era lo que esperaba para ellos, pero estoy satisfecha, por fin podre matar por primera vez a una persona.

—Cariño, ven acá —mamá me toma del brazo y me jala lejos de todos mis amigos.

—¿Qué pasa mamá? —le preguntó confundida.

Ella sonríe por algunos segundos, hasta que papá aparece junto a nosotros.

—Cariño, tu madre y yo hemos decidido que tu regreses a la escuela, digas que tus amigos regresaron juntos, para que nadie sospeche de nosotros —añade papá mirándome.

Los observo confundidos a los dos, yo creí que los asesinaríamos en familia, no ellos solos, sin mí.

—Pero yo quiero estar aquí cuando ellos mueran —susurró, mientras volteo brevemente hacia mis amigos.

Sonia los vigila a todos, puedo notar que Sonia tiene el arma de sedantes en la mano, por si alguno de ellos se pone violento.

—Te esperáremos, pero primero tenemos que quitar a la policía de nuestra mira, deben de investigar allá en la ciudad, no aquí —mamá menciona sonriendo.

Asiento con la cabeza, papá me entrega suficiente dinero para irme sola. Lo único que tengo que hacer, es hacerle creer a todo el mundo que mis amigos fueron secuestrados en algún lugar importante.

—Puedo hacerlo —me digo a mi misma, caminando hacia mi habitación.

Tomo una pequeña maleta y coloco ropa en ella, arrastro la maleta hasta la puerta principal donde mis padres me esperan para despedirse de mí.

—No empiecen sin mi —añado dándoles un gran abrazo.

—Claro que no cariño —mamá menciona y yo salgo de la casa.

Coloco mi maleta en la limosina que me llevara hasta la ciudad, tengo que ir planeando todo lo que diré, lo que haré para no levantar sospechas de mi o mis padres.

Me despido con el brazo de mis padres, mientras me alejo de la casa de campo.

***
Narra Ron.

Abro los ojos lentamente, intento moverme lo cual no logro, rápido me doy cuenta de que estoy atado con unas cadenas.

—¡Chicos! —gritó fuertemente.

—¡Cállate! ¿O quieres dormir de nuevo? —pregunta Sonia apareciendo frente a mí, con un arma de sedantes.

Rápido niego con la cabeza, mientras volteo a mis alrededores. Puedo ver a todos mis amigos, Flor y sus padres no están aquí.

—¿Dónde estoy? —escuchó a Pablo preguntar.

—Tranquilo Pablo, todos saldremos de aquí con vida —añade Samantha junto a él.

Puedo ver que Valeria y Marisol siguen inconscientes, tan sólo Juan, Samantha, Pablo y yo estamos despiertos.

—Sigo sin creer que los padres de Flor sean los asesinos doble "M" —comenta Juan sorprendido.

—Pues créelo, ya que todos seremos asesinados por ellos —dice Pablo angustiado.

—Cálmense, ya pensaremos en algo —susurró viendo fijamente a Sonia.

Cierro los ojos intentando pensar en que podremos hacer para salir, no se me ocurre nada, yo no quiero morir aquí.

—¡Ni se les ocurra hacer algo! —grita Sonia soltando un sedante.

Este llega hasta Pablo, quien cae nuevamente inconsciente, yo tan sólo observo a Sonia con odio.

—¡Sonia!, ¿Quiénes de nuestros invitados han despertado? —pregunta Milena acercándose a nosotros.

—Ellos señora Milena —sonríe Sonia señalando a cada uno de los que están despiertos.

Milena y Marcos caminan cerca de nosotros y nos observan fijamente, puedo ver unas grandes sonrisas marcando sus rostros.

—¿Qué quieren de nosotros? —pregunta Valeria.

Abro los ojos del asombro, ya que veo que Valeria y Marisol han despertado. Tan sólo falta Pablo, a quién han sedado hace un momento.

—Creo que ya sabes la respuesta cariño, somos asesinos, ustedes unas personas indefensas —comenta Milena sonriendo.

—Los asesináremos —susurra Marcos cerca de Valeria.

Siento un terrible miedo recorrer mi cuerpo, no podemos terminar así. No puedo evitar pensar en tantas películas de asesinos que he visto, todos los personajes mueren de una trágica forma.

—No lo hagan, nosotros no les hemos hecho nada —les digo preocupado y asustado a la vez.

Milena camina hasta mí, ella niega con la cabeza y luego me da una fuerte bofetada, siento ardor en mi mejilla.

—¡Tu cállate! Ya me enteré de que lastimaste a mi hija Flor, la golpeaste con un garrón y luego le disparaste un sedante, ¿Quién crees que eres? —grita Milena enojada.

—Soy Ron, el chico que no permitirá que lastimes a sus amigos —añado respirando hondo.

Milena y Marcos se alejan de nosotros, Sonia vuelve a nosotros con el arma de sedantes.

—¡Si alguno intenta algo, sédalo! —grita Milena alejándose.

Sonia asiente con la cabeza. Yo al ver que Milena y Marcos suben unas escaleras rápido pienso que estamos en un sótano, sólo espero que sea en la misma casa de campo.

Un profundo silencio inunda el sótano, que termina cuando Pablo despierta gritando fuertemente.

—¡Ayuda! —grita él fuertemente.

—Cállate Pablo, sino quieres que te vuelvan a sedar —agrega Samantha asustada.

—Hazle caso Pablo, ya no quiero dispararte de nuevo —susurra Sonia agachando la mirada.

—Entonces, sino quieres dispararnos de nuevo, dejanos ir, tu no eres igual a ellos Sonia, tu eres una buena persona —Pablo le dice a Sonia.

Ella nos observa fijamente, luego baja el arma y camina hasta Pablo, todo parece indicar que nos ayudará.

Una sonrisa se forma en mi rostro al ver tan buena acción por parte de Sonia, la sonrisa rápido desaparece al ver a Sonia golpeando a Pablo.

—No soy una buena persona y nunca lo seré —sonríe ella tomando asiento en una silla.

Escuchó pasos de Milena y Marcos acercándose hasta acá, aún tengo una duda, ¿Dónde está Flor?

—Bueno, como no podemos asesinarlos aun, nos divertiremos un rato —sonríe Milena sacando un cuchillo de su bolsa.

Abro los ojos del asombro, yo no quiero morir, no siendo asesinado por dos reconocidos asesinos.

—Trae a uno hacia acá —dice Milena señalando la silla donde está sentada Sonia.

Marcos asiente con la cabeza y se dispone a caminar hacia mí, un inmenso miedo recorre mi cuerpo e intento zafarme de las cadenas, lo que ocasiona que me lastime los brazos.

—¡No, por favor! —gritó intentando inútilmente zafarme.

—Marcos el no, otro, ya que debemos esperar a Flor para que ella se divierta con Ron —sonríe Milena.

Marcos camina hacia Juan y lo desata, Juan intenta golpear a Marcos, pero Sonia le dispara un sedante lo que ocasiona que caiga al suelo inconsciente.

Milena y Marcos atan a Juan en la silla y se disponen a apuñalarlo, todos gritamos del miedo.

—Mejor aún no, esperemos a que despierte para que sufra más.

Milena y Marcos empiezan a reír a carcajada, en cambio nosotros tan sólo lloramos, en especial Valeria, quien está a punto de perder a Juan.