Frunzo el ceño, mientras limpió algunas lágrimas que han caído por mis mejillas, Robbie siempre fue un buen hombre, él no merecía morir, mejor dicho, él no merecía ser asesinado.

Mamá se encuentra frente al televisor, al igual que Carlos y yo. La muerte de Robbie se ha hecho tan viral que demasiadas personas planean una huelga para que encuentren a sus asesinos.

—Apaguen eso, ya no puedo seguir viéndolo —menciona mamá caminando hacia la cocina.

Carlos no obedece a mamá y él en vez de apagar la televisión, le sube el volumen, ya que colocan nuevamente el vídeo de la muerte de Robbie. Puedo ver sufrimiento en él, a diferencia de la emoción que se nota en el rostro de los asesinos doble "M"

El timbre ocasiona que Carlos se despegue de la televisión y vaya a abrir la puerta, yo apago la televisión y camino detrás de Carlos hacia la puerta.

—Carlos, ¿Ya estás listo? —pregunta su amigo Santiago desde fuera.

—Claro sólo espérame un momento —Carlos sonríe y camina hasta el sofá, donde toma su mochila.

Camina a la cocina y se despide de mamá para luego salir por la puerta, yo también me despido de mamá y salgo de la casa.

—Cuídate hijo —mamá menciona desde la puerta.

Volteo a verla y le sonrió levemente, no creo que un asesino quiera hacerme daño, yo siempre he creído que las personas se buscan su propia muerte.

Subo al camión escolar y rápido veo que han reemplazó a Robbie rápidamente, el camión está limpio o tal vez sea otro distinto.

Tomó asiento junto a Pablo, él me observa angustiado, luego saca su teléfono y me muestra el vídeo de la muerte de Robbie.

—¿Qué te pasa? Tu ayudas a todos a hacer viral este vídeo, dejen descansar en paz a Robbie —le susurró a Pablo enojado.

Él me observa confundido, luego guarda su celular y voltea hacia la ventana. Volteo a mis alrededores y veo que otras personas más ven el vídeo, logró escuchar burlas y frases humillantes hacia Robbie.

El camión se detiene fuera de la escuela, Pablo y yo bajamos rápidamente y lo primero que vemos es una gran foto de Robbie con muchas velas y rosas.

—Le sirvió hacerse viral —sonríe Pablo, para luego avanzar más rápido.

Suspiró profundo observando la foto de Robbie, pobre de él, pero ¿Qué podemos hacer? Nada, absolutamente nada.

—¡Ron! —escuchó que me gritan desde la puerta.

Volteo hacia ella y veo a Samantha moviendo su brazo de un lado a otro para verla fácilmente. Me acerco a ella y le doy un fuerte abrazo.

—Es horrible lo que le paso a Robbie, nunca entable una conversación con él, pero es horrible lo que le paso —añade ella frunciendo el ceño.

Asiento con la cabeza, mientras entramos a la escuela, veo a todos a mi alrededor ver el vídeo de la muerte, hablando de él o simplemente ignorando lo que pasó con él.

Juan y Valeria se acercan a nosotros con rostros tristes, angustiados y deprimidos, por una sencilla razón, ellos eran amigos de Robbie.

—Él no debió morir, él no merecía morir —comenta Valeria abrazando a Juan.

—Tranquila Valeria, tranquila —susurra Juan angustiado.

Los miro por algunos segundos, hasta que veo que Flor se acerca, ella viene con unos lentes oscuros, lo cual es raro porque ella siempre ha dicho que los odia.

—¿Has visto el vídeo? —le preguntó preocupado.

—No, pero he escuchado de él, ese vídeo ya es viral en redes sociales al igual que los asesinos doble "M" —sonríe Flor.

***

La profesora Dulce ha dedicado un minuto de silencio, el cual está haciendo presencia justo ahora, tan sólo veo a mis compañeros fijamente, nunca he sabido qué hacer en este momento.

—Bueno chicos, después de una muerte, tan solo queda decir que la vida sigue —comenta la profesora Dulce comenzando su clase.

Volteo y veo a Marisol, ella rápido escribe lo que la profesora va escribiendo en el pizarrón. Del otro lado de mí, se encuentra Pablo, quien solamente se la pasa lanzando papelitos a los demás.

Miró fijamente hacia Rosa, ella y su amiga Maritza me miran extraño, pero eso no es raro, desde que comencé a juntarme con Flor, ellas me observan de esa manera, no sé porqué razón.

—Pon atención Ron —añade Marisol sonriendo.

Fijo mi mirada en el pizarrón, donde logro ver ya demasiadas cosas que no entiendo.

El timbre suena, tomo mi mochila y salgo rápidamente del salón. Caminó por el pasillo y tan solo logro escuchar a todos hablar del vídeo viral.

Flor se coloca frente a mí y me mira fijamente, luego una sonrisa se forma en su rostro.

—Hola —le susurró frunciendo el ceño.

—¡Ron!, ¿Sabes qué día es hoy? —pregunta ella sonriendo.

—Claro, es jueves —le digo algo confundido.

—Exactamente, eso significa que mañana es el gran día, espero estés ansioso por ir a mi casa de campo —sonríe ella, para luego comenzar a alejarse de mi sin esperar una respuesta de mi parte.

Cierro los ojos y comienzo a caminar lo que ocasiona que segundos tan sólo después choco contra alguien que me hace caer al suelo.

—Lo siento, en verdad —añado, mientras le ayudo a la joven a recoger sus libros.

—No te preocupes, todo está bien —susurra ella poniéndose de pie.

—Soy Ron ¿Y tú? —le digo, mientras veo como se aleja.

—Soy Ana —agrega ella volteando a verme.

***

Tomo asiento en el sofá de mi casa y prendo la televisión, lo primero que veo es nuevamente el vídeo de la muerte de Robbie, la cual sigue viral, espero que estando de ese modo, puedan atrapar a los asesinos cuanto antes.

—Tenemos una buena noticia para todos los que creen que los asesinos de Robbie deben pagar.

Veo que junto a la reportera aparece una foto de Robbie, junto a esa foto aparecen dos más, en muy mala calidad, pero aun así se ven perfectamente dos rostros.

—Estos que están viendo en pantalla son los asesinos más famosos de todo el país, los asesinos doble "M". Los cuales ya están siendo buscados. Si usted sabe sobre ellos no dude en llamar a los números que parecen en pantalla —menciona la reportera.

Veo los números en pantalla y los anoto en mi teléfono, cualquier cosa podría pasar en este país, debo estar prevenido.

—¡Carlos, Ron! Vengan a cenar —grita mamá desde la cocina.

Me pongo de pie y apagó la televisión, para luego caminar hasta la cocina, donde mamá se encuentra sentada alrededor de la mesa.

Carlos y yo tomamos asiento y nos disponemos a comer, la comida como siempre deliciosa.

—Mamá sólo te recuerdo que mañana iré a la casa de campo de Flor —añado sonriendo.

Mamá me mira confundida, luego puedo notarla enojada.

—Por dios Ron, después de todo lo que está pasando en la ciudad quieres ir a la casa de campo de Flor, no sé si deberías ir —menciona mamá angustiada.

—No pasará nada, además ella tiene vigilancia en su casa —sonrió levemente.

Mamá asiente con la cabeza, aun así, puedo verla angustiada, pero ¿Qué podría pasarme en casa de Flor?