Capítulo 2 - Deseos.
Mi hermano Carlos me observa con enojo desde la puerta de la cocina, mamá tan sólo nos ve con confusión.
—Hoy no te funciono tu broma, he visto la hora y no es tarde para la escuela —menciona Carlos lanzándome su mochila.
—Chicos tranquilos, fue sólo una broma, no tienen por qué hacerlo más grande —agrega mamá tomando la mochila de Carlos.
Carlos y yo asentimos y él se acerca a tomar asiento alrededor de la mesa, luego nos disponemos a desayunar.
—Ven, que bonitos se ven sin pelear —mamá sonríe grandemente.
Puedo ver que Carlos se pone de pie, toma su mochila y sale de la casa. Volteo y veo a mamá, me pongo de pie.
—Nos vemos luego —me despido de ella, para luego salir de casa.
Me dispongo a esperar el camión escolar, sé que parece ridículo ir en camión escolar, pero no tengo auto así que lo espero.
Abro los ojos del asombro al ver un gran y lujoso auto estacionarse muy cerca de mí, veo que una puerta se abre y por ella se asoma Flor.
—¡Vamos Ron sube, esta vez te daré un aventón! —grita Flor desde el auto lujoso.
Yo sin pensarlo dos veces corro hasta él y subo, Flor me observa fijamente y luego me da un abrazo fuertemente.
—No sabes cuánto deseo que sea fin de semana, quiero que tú y los demás conozcan mi casa —susurra Flor en mi oído.
Me separo de ella y miró por la ventana, las miradas de las personas se posan en el lujoso auto, incluso puedo ver a Carlos caminar junto a su amigo Santiago por la acera.
Evito el deseo de gritarle algo, sólo lo evito porque Flor está aquí y me da vergüenza actuar mal frente a ella.
—¿Quieres que le demos un aventón a tu joven hermano? —pregunta ella sonriendo.
Yo rápido niego y disfruto del viaje, los minutos pasan y siento que el auto se detiene frente a la escuela. Abro la puerta y siento que todos me miran, ahora se por lo que pasa Flor diariamente.
—¡Vamos Ron! —añade Flor tomándome del brazo.
Caminó junto a ella hasta llegar a la puerta principal donde nos esperan los demás, Juan, Valeria, Pablo, Samantha y Marisol.
—¿Serás grosera con nosotros de nuevo? —pregunta Pablo un poco enojado.
—Claro que no, sólo era broma no sería capaz de asesinarlos o al menos eso creo —menciona Flor, para luego alejarse.
Samantha y Marisol rápido corren detrás de ella, Juan y Valeria se dirigen al cuarto del conserje. Pablo y yo caminamos a nuestras clases como buenos alumnos.
—Me pareció muy extraño verte llegar con Flor, nunca nos ha dejado subir a su auto —Pablo dice en susurro.
Volteo y veo a la profesora Dulce, quien anota algo en el pizarrón y luego volteo a ver a Pablo quien lanza bolitas de papel a los demás.
—También me pareció extraño, pero quise disfrutar del momento, fue increíble.
—Joven Ron, ¿Quisiera compartir algo con la clase? —la profesora Dulce camina hasta mí y me observa fijo.
Yo niego rápidamente, intentó evitar su mirada incómoda, pero solo logro verla a los ojos.
—Chicos todos saben que a Ron se le subió la fama, sólo porque su amiga Flor lo trajo a la escuela —agrega Rosa desde el otro lado del salón.
Fijo mi mirada en Rosa quien tan solo se burla en voz baja, la profesora se aleja de mí y continúa con su aburrida clase.
—Espero que mañana ahora pase a mi casa —susurra Pablo cerca de mí.
Volteo a verlo y le indico que guarde silencio, no quiero que la profesora vuelva aquí y me mira fijamente.
***
—¿Creen que es buena idea ir a casa de Flor? —pregunta Samantha algo angustiada.
—Claro, ella es nuestra amiga, claro que es buena idea —añade Marisol con una sonrisa en el rostro.
Valeria y Juan tan sólo asienten con la cabeza, luego veo que Flor se acerca hacia nosotros.
—Deseo que sea fin de semana y ustedes vayan a mi casa —comenta, mientras toma asiento en nuestra banca.
Marisol se recarga en Flor, quien rápido le estira el cabello hasta lograr que se aparte de ella.
—¿Por qué hiciste eso? —pregunta Marisol molesta.
Ella se pone de pie y se aleja de nosotros, sin esperar una respuesta por parte de Flor, ella tan sólo sonríe y nos observa.
—¿Qué pasa? Todos alguna vez quisimos hacerle eso a Marisol, no lo nieguen —susurra Flor sonriendo.
—Bueno yo sí, el día que tiro mi celular lo que ocasionó que se estrellará la pantalla —agrega Valeria riendo un poco.
—No debiste hacerlo, ella es tu amiga y tu Vale no tienes por qué seguirle el juego a Flor, todos sabemos que lo del celular fue culpa tuya, no de Marisol —dice Juan para luego alejarse.
—Bueno ya, no importa iré a pedirle disculpas —Flor se pone de pie y se va.
Yo miró a Samantha, Pablo y Valeria, creo que a todos nos pareció injusto lo que hizo Flor. Marisol tan sólo se recargo en ella.
—Yo ya me voy, nos vemos luego —Samantha se pone de pie y se va.
Valeria también se pone de pie y se aleja, puedo darme cuenta que irá en busca de Juan. Tan sólo quedamos Pablo y yo.
—Con todo lo que pasa con Flor, tengo mucho deseo de conocer su casa, imagínate todo de negro, cuerpos por todo el lugar —sonríe Pablo.
—No es gracioso —le digo poniéndome de pie.
—¿Qué dije? —Pablo camina detrás de mí.
***
Estoy recostado sobre mi cama, estoy aburrido, tengo sueño y mi celular esta descargado, tengo flojera de ponerme de pie y buscar el cargador que debe estar por alguna parte.
—¡Que aburrimiento! —añado dándome la vuelta y tratando de dormir.
La puerta de mi habitación se abre de golpe y por ella aparece Carlos con terror en su rostro.
—¡No vas a creer lo que pasó! —dice él, prendiendo mi televisión.
Lo observo fijamente hasta que en la televisión aparece una noticia que parece ser importante.
—Muy buenas tardes a nuestros televidentes, como lo mencionamos anteriormente, los asesinos doble "M" lo han vuelto hacer. Esta vez tomaron la vida de un hombre, el cual trabajaba conduciendo camiones escolares.
Veo que ponen una imagen de la víctima, abro los ojos grandemente al ver que es Robbie, el conductor del camión escolar, pero ¿Cómo?
—A continuación, les dejamos un vídeo que se pudo obtener de una cámara del camión escolar, recomendamos discreción.
El vídeo comienza con Robbie estacionando el camión en el estacionamiento de la escuela, luego alguien abre la puerta y sube. Un hombre y una mujer quienes rápido comienzan a golpear a Robbie, la mujer saca un cuchillo de su chaleco y lo incrusta en el pecho de Robbie, ocasionando que sangre salte hacia su rostro y hacia el vidrio de la ventana, después el hombre saca el cuchillo y continúa incrustando el cuchillo una y otra vez en Robbie.
—¡Qué horror! —agrego apagando el televisor.
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