V e i n t i t r é s
Recomendación: Mercy —Shawn Mendes
*****
Blake y yo tuvimos que encargarnos de llamar una ambulancia para que llevaran a Jang-suk al hospital mientras que mi equipo se encargaba de contactar a la madre de él y también en enviar a policías para que investigaran el edificio. Había sido muy extraño que Hong Jang-suk hubiese entrado con tanta facilidad a la universidad y mucho más que luego haya aparecido inconsciente en el suelo del edificio.
Ahora me encontraba junto a Blake en la sala de espera del hospital. Hace unas dos horas, aproximadamente, Hong Jang-suk ingresó para ser atendido; sin embargo, hasta ahora no nos dan noticias de su estado de salud. Lo único que sabemos es que sufrió un fuerte golpe en la cabeza por parte de algo muy pesado pero que no fuera capaz de romperle el cráneo —o eso creían—, luego nos avisaron que lo más probable es que él haya quedado desmayado por el golpe y por el dolor que sintió cuando le quemaron la piel. Y bueno, esto es información valiosa, pero yo ya la sabía de antemano y mucho antes de que llegáramos al hospital; las enfermeras solo me afirmaron lo que yo ya suponía.
Dejo de caminar de un lado a otro como un loco desesperado y tomó asiento al costado de Blake. Ella ya estaba bostezando por quinta vez de lo que queda de la noche; había notado que intentó acomodarse en su sitio para dormir a gusto, pero al final no pudo. Tuvo que esperar para que yo estuviese a su lado y ella apoyara su cabeza en mi hombro.
También tomó de mí mano izquierda para jugar con mis dedos mientras tenía su mirada perdida.
— ¿No te parece casi un milagro que Jang-suk haya sobrevivido a su ataque? —Inquiere Blake.
—Todavía no sabemos muy bien si sigue vivo —recalco—; pero a mí también me parece casi inusual que él haya respondido bien a ese tipo de ataques. Pudo volver a caminar y habló bien, eso es bueno.
— ¿Qué crees que haga el agresor cuando se entere que realmente no murió?
—Tal vez asfixiarlo cuando se encuentre durmiendo —respondo seguro. Sentía que Juheon era capaz, al igual que todos sus secuaces—. Pero todo estará bien porque un policía se encargará de protegerlo, al igual que el hospital en sí.
Blake dejó que la conversación quedara ahí para acomodarse mejor en mi hombro. El tiempo seguía pasando y ella se veía más cansada que antes, también estaba tiritando de frío al notar que nuestros asientos recibían casi todo el aire frío del aire acondicionado. Así que me vi en la obligación de quitarme mi abrigo para dárselo a ella y que lo utilice como una manta para cubrirse.
Cuando terminó de acomodar el abrigo sobre ella, su mano otra vez tomó la mía y la dejó ahí quieta. Algunas veces apretaba fuerte y otras veces simplemente pasaba su dedo pulgar por el dorso de mi mano.
Más tarde, los gritos de una mujer alarmaron a todos en la sala de espera. Se le veía muy angustiada, asustada y desesperada. De sus ojos brotaban muchas lágrimas y su rostro había adoptado un color rojizo, su respiración era irregular debido a los jadeos de su llanto. Los enfermeros intentaron calmarla para poder atenderla; sin embargo, las cosas pusieron peores y la señora finalmente terminó descompensándose en el suelo del hospital.
Taehyung con Namjoon llegaron a los pocos segundos de que la señora se haya desmayado. Rápidamente entendí que ella era la madre de Hong Jang-suk.
Taehyung es el primero que se acerca hacia donde estábamos nosotros mientras que Namjoon se queda con los enfermos intentando auxiliar a la señora.
— ¿Te han dicho sobre el estado de salud de Jang-suk? —pregunta con un deje de preocupación.
—Nada de lo que yo ya sé —digo. De igual manera, Taehyung está esperando a que le responda. Suspiro y miro hacia otra parte—. Parece que puede sobrevivir. Lo golpearon en la cabeza y cayó inconsciente, pero cuando lo encontramos despertó y pudo hablar casi bien. Estaba desorientado y no sabía lo que le había pasado.
— ¿Y qué pasa con ella? —pregunta Taehyung mientras señala a Blake dormida en mi hombro.
—Está cansada. Ella fue quien lo encontró primero.
—Si está cansada deberías de irla a dejar a su casa, ¿no crees?
—Lo he intentado, pero ella quiere quedarse acá —mentí. La verdad es que ni siquiera tuve esa conversación con Blake, solo la traje conmigo.
Finalmente, Taehyung caminó de vuelta hacia donde estaba la madre Hong Jang-suk cuando escuchó otra vez su voz. A su vez, a lo lejos reconocí a uno de los doctores que las enfermeras me informaron que lo iba a atender, este va viniendo con su portafolio en manos y una muestra de rayos x debajo del otro objeto.
—Familiares de Hong Jang-suk —llamó en voz alta.
Blake se despertó tan pronto escuchó al doctor hablar cerca de ella. Se limpio la poca baba que estaba saliendo de su boca y se levantó apresurada como si la conversación iba a ser con ella.
En cambio, la señora Hong se acerca más calmada al doctor para hacerse informar.
—Yo soy su madre, ¿cómo está mi hijo? —pregunta con su voz quebrantada—. ¿Está con vida?
—Mucho gusto, soy el neurólogo Jung Jong-hak. Su hijo ha tenido suerte de salvarse, señora. —Le dice el doctor. La madre del muchacho suelta un suspiro agonizante mientras se va hacia atrás, algunos enfermeros llegan a tiempo para sostenerla y ser su apoyo—. El golpe que recibió su hijo le provocó un derrame en el cerebro. Tuvimos que operarlo de emergencia y ahora se encuentra en cuidados intensivos. Creemos que su hijo pueda presentar algunos efectos secundarios por causa del golpe y de la operación, tales como: dolor de cabeza persistente, náuseas, confusión o pérdida de memoria...
— ¡¿Pérdida de memoria?! —Repite alterada la señora—. ¡¿Me está diciendo que mi hijo puede olvidar todo?!
—Pobrecito... —musitó Blake detrás de mi hombro.
—Shh... —digo.
Blake me ofrece una mirada seria antes de volver a ver al neurólogo y a la señora, quien había vuelto a llorar.
—Hay una pequeña probabilidad de que su hijo pierda por completo su memoria; pero a lo que quiero llegar a decir con esto, es que su hijo puede ser propenso a tener lagunas mentales y/o memoria de corto plazo —añade el doctor. De igual forma, la señora no se ve muy a gusto con lo que le acababan de decir porque todavía seguía nerviosa—. Sin embargo, con rehabilitación estimulante podemos hacer que esto que le digo no sea un gran problema con el que tenga que lidiar su hijo. Todo depende del tratamiento que le indiquen.
—Entiendo, doctor —contesta la señora. Luego de esto, estoy seguro de que tendrá mucho que pensar—. ¿Y cuánto tiempo mi hijo tendrá que quedarse internado?
—Máximo hasta dos meses; y como mínimo, un mes y medio —dice—. Todo depende de qué tan rápido su hijo se vaya recuperando de la operación. Otra cosa más —añade el doctor mirando su portafolio—, su hijo, a la hora de caer al suelo, rompió uno de los huesos de su brazo, cúbito y radio, y ahora también se encuentra enyesado. Con fisioterapia, Jang-suk podrá volver mover muy bien su brazo.
—Está bien, doctor. Muchas gracias. —Asiente con pena la señora—. Una cosa más, ¿cuándo podré ver a mi hijo?
—Por el momento nadie puede entrar a visitarlo, ya que necesita descansar de la operación. A más tardar, podrá ver a su hijo mañana por la noche —informa el doctor. Luego de avisarnos aquello, se retira del lugar.
La señora otra vez se derrumbó en los brazos de los enfermeros. Decía muchas cosas relacionadas a su dinero y a la salud de su hijo; también soltó algunos nombres que más tarde había estado maldiciendo con repudio. Pude escuchar algunos de esos nombre y se trataban de otros chicos del equipo de basquet, entre ellos estaba el nombre Kim Hajoon.
Pasaron las horas, eran más de media noche y el lugar tenía un ambiente como si me encontrara en medio de un velorio. La señora Hong siguió llorando y en ningún momento había pegado un ojo en todo este tiempo a comparación de Blake que, luego del aviso del médico, ella volvió a echarse otra siesta en mi hombro.
— ¡¿Dónde está?! —una chica de cabello castaño y puntas desteñidas, se acercó a la recepción con lágrimas en sus ojos—. ¡¿Dónde está Hong Jang-suk?! Necesito...
— ¿Jin Minhae? —pregunta Blake con asombro—. ¿Qué hace aquí?
—Minhae, querida —la señora Hong se acerca a la chica para abrazarla y calmar sus sollozos, a pesar de que ella estuviera peor—. Él va a estar bien, los médicos me dijeron que solo es cuestión de terapia.
Blake y yo miramos atentos aquel momento emotivo que teníamos delante nuestro. Minhae lloraba a mares en el hombro de la señora Hong mientras soltaba todo tipos de lamentos con aquella voz entrecortada por su llanto.
Volví a mirar por curiosidad a Blake, se encontraba con su ceño fruncido y tratando de entender el porqué está chica se encontraba aquí mismo por Jang-suk. De seguro es toda una novedad para ella esto que está sucediendo, estoy seguro que no se va a quedar con las dudas y le preguntará a Minhae el motivo por el cual está acá. Y también estaba seguro de que esa nueva información que obtenga me la contará a mí ni bien tenga oportunidad de hacerlo.
— ¿Quieres que te lleve ya a tu casa Blake? —se acercó Taehyung a nosotros, otra vez.
—No —me adelanté en responder—. Yo la llevaré a su casa, ¿verdad? —le di una mirada cómplice a Blake.
Ella no estaba entendiendo absolutamente nada. Nos miró a los dos y encogió sus hombros.
—Como gustes, no sé.
—Yo te llevo —confirmé—. Ya puedes irte a casa, Taehyung. De seguro Se-young te está esperando.
Taehyung entrecierra sus ojos antes de ladear un poco su cabeza. Finalmente sonríe y se aleja sin decirnos nada más. Supongo que ya está sospechando algo entre nosotros dos.
Mañana tengo tiempo de preguntarle qué fue eso que hizo.
— ¿Nos vamos? —Pregunta Blake.
— ¿Ya te quieres ir? —Intenté que mi voz sonara normal, pero creo que más me salió una voz apagada. ¿Qué demonios?
Blake notó eso también y no pudo evitar sonreír.
— ¿Qué? ¿Quieres seguir quedándote aquí? —responde con burla. Pasa su mano derecha por detrás de mi nuca y acariciar los cabellos cortos de ahí—. Además, tu hora de estar despierto ya pasó. Y mañana debes de levantarte para trabajar.
Miro los ojos de Blake y aquel brillo que tenían por el reflejo de la luz del lugar. A pesar de que nunca más volví a tocar el tema con ella, todavía puedo seguir sintiendo un déjà vu cada vez que la miro; sus ojos parecen ocultar una historia que yo me sé pero que no recuerdo. Y no es la tercera o cuarta vez que me pasa, han sido innumerables veces en las que me he perdido mirándola por tan solo recordar un poco más de ese preciso momento que siento que ha pasado. Pero no hay nada que me dé una nueva pista para poder adivinar, solo tengo como ayuda la mirada de Blake y un calor insoportable que parece quemarme vivo.
Blake chasquea sus dedos enfrente de mis ojos. Otra vez me quedé mirándola.
—Entonces... ¿Ya nos podemos ir? —vuelve a preguntar. Esta vez asiento y nos levantamos de las sillas de plástico azul.
— ¿Blake? —La llama Minhae—. ¿Tú qué haces aquí? —Inmediatamente se acerca a ella con su ceño fruncido. Sus ojos se fijan en mí y me señala—. ¿Quién es él?
—Él... Él encontró el cuerpo de Jang-suk en la universidad.
— ¿Él es el policía? —Blake asiente sin nada más que decir—. Entonces era verdad, tú estás trabajando con la policía.
A diferencia de lo que pensé sobre esta chica, ella pareció estar neutral con aquella noticia. Creí que ambas se iban a poner a discutir sobre esto.
—Algo así —contesta Blake—. ¿Y tú qué haces por aquí?
—Soy la mejor amiga de Jang-suk —responde insegura. Ella no era "la amiga" de Jang-suk, tal vez sea su novia—. Vine aquí para saber cómo estaba.
Blake y Minhae intercambian un par de palabras más hasta que finalmente se despiden. Minhae regresa a sentarse al lado de la señora Hong mientras que Blake y yo salimos del hospital tomados de las manos.
Entramos a mi auto y emprendimos viaje hasta llegar al edificio de Blake.
— ¿Quieres entrar un rato? —Niego—. Está bien entonces. Te veo luego.
—Blake... —la llamo antes de que se baje del auto. Señalo su labio inferior—. Tienes algo por aquí.
— ¿Qué cosa? —intenta tocarse ella.
Rápidamente lamo un poco mi dedo pulgar con mi lengua y le acerco había donde había señalado. La verdad es que Blake no tenía nada ahí, pero quise intentar aquello para que fuese... No sé muy bien por qué lo hice. Supongo que solo quería retenerla un poco más antes de que se fuera.
Blake se sorprende por lo que estoy haciendo, sin embargo no es capaz de mover ni un solo dedo para apartar mi mano, o siquiera ella alejarse de mí. Deja que "le limpie donde estaba estaba sucio" en silencio, sin preguntar absolutamente nada.
—Ya está —le digo antes de llegarme mi dedo pulgar a la boca y chuparlo—. Ya puedes irte.
—Está bien... —responde dudando—. Buenas noches, no olvides tomar tus pastillas.
—Adiós.
Blake cierra la puerta del auto y espero a que entre al edificio para irme yo tranquilo a mi casa. Una vez más nos despedimos desde lejos y se desaparece de mi vista.
Enciendo el auto y vuelvo a conducir hasta mi edificio.
***
Increíblemente, durante esta semana se cumplió los cuatro meses que llevo a cargo con este caso de Sunhee. Los padres de ella vinieron hace unos cuantos días para reclamarnos sobre que estábamos haciendo todo muy lento y que por nuestra culpa estaban muriendo más chicas. Aquel día fue el peor para mí, porque alguien —Lim Mireu— le había informado a mi padre sobre el alboroto que estos señores habían llegado a hacer al departamento de homicidios, mi papá, como todo buen jefe que es, tuvo una discusión conmigo sobre que me daba hasta finales de este mes para capturar al asesino o si no, podía irme despidiendo de este tipo de casos y volvería a ser lo que era antes: un ayudante de los demás detectives. También parece que le contaron sobre Blake, porque no dejaba de mencionar a “esa chiquilla” en toda nuestra discusión, la culpaba de mi distracción y amenazó con enfrentarse a ella si la veía cerca de mí cuando yo estaba en mis horas de trabajo.
Por suerte, Joo-kyung salió en defensa mía y de Blake. Ella se enfrentó a Mireu al día siguiente cuando vio que ella se encontraba en mi oficina interrumpiéndome, un par de gritadas y uno que otro jalón de mechas fueron suficientes para que ella nunca más se acercara a mí.
Y con respecto a Blake, como ya no podía verla dentro del trabajo, ella se las ingenió para encargarle a Taehyung mis almuerzos de todos los días. A estas loncheras empezó a agregarles notas motivadoras que empecé a guardar en un cajón, y cuando nadie me veía, las leía.
También fui adoptando la costumbre de salir a tiempo de mi trabajo y dirigirme a la casa de Blake para seguir trabajando. Ella a veces me acompañaba en su mesa mientras me veía trabajar, otras veces se ofrecía a ayudarme, y otras veces solo se sentaba conmigo para dibujar sus diseño de ropas.
Otra cosa que debo de mencionar es que, luego de aquel momento con ella en mi auto, me arriesgué a acercarme más a Blake. No importaba de qué manera lo hacía, ya sea con un abrazo o una excusa tonta para tocarle el rostro, siempre me sentía bien haciéndolo y creía que eso estaba bien y que Blake lo aceptaba; pero luego, otras necesidades fueron apareciendo que ya no solo iban de dar abrazos o caricias en el rostro, estos eran un poco más intensos. Y las cosas entre ella y yo se tensaron tan repentinamente, hasta ahora.
— ¿Estás listo? —Taehyung ingresa a mi oficina mientras se va colocando su chaqueta.
— ¿Blake no ha traído mi almuerzo aún? —Taehyung niega y se cruza de brazos.
Eran alrededor de las 6:30 de la tarde, Blake no me había traído mi almuerzo del día y eso me preocupa bastante.
Suspiro deprimido y voy hasta donde está mi perchero para agarrar mi abrigo. Ambos nos estábamos dirigiendo al hospital en donde se encontraba Jang-suk. Hace dos semanas había entrado a cuidados intensivos, pero su madre no nos dejó hablar con él porque quería que su hijo estuviese en paz; así que esperamos hasta este día en donde su madre ya nos dio permiso para hablar con él.
Cuando llegamos al hospital, una enfermera que ya nos reconocía, nos llevó a la habitación de Jang-suk. Subimos por un elevador hasta el quinto piso del hospital, en los pasillos se encontraban otras personas esperando fuera de las habitaciones de los pacientes que venían a visitar. A lo lejos pude reconocer a Blake sentada junto a la chica de la vez pasads y junto a la madre de Jang-suk.
—Buenas tardes, señora. —Digo serio. Blake es la primera en mirarme y apartar su vista cuando me doy cuenta de ello.
—Hola, detective. —Responde cansada—. Jang-suk ahora mismo está siendo bañado. La enfermera me dijo que luego de terminar con él podían ingresar.
—Esperaremos entonces —dice Taehyung con gentileza. Se sienta a un costado de Blake y la saluda—. Jungkook preguntó por su almuerzo —susurra sin ningún disimulo.
—Estuve ocupada con mis clases —responde tímidamente—, no tuve tiempo en todo el día. Lo siento —dice mirándome a mí.
—No importa.
Blake asintió y el resto de tiempo siguió hablando con Minhae como si fuesen mejores amigas. Taehyung y yo pudimos escuchar de toda su conversación y de las cosas que opinaba la señora Hong.
Más tarde, la enfermera que bañó a Jang-suk salió de la habitación y nos dijo que ya podíamos pasar. Yo fui el primero en entrar a aquella habitación, Taehyung fue detrás de mí pisándome los talones. Cerramos la puerta y nos pusimos a cada lado de Jang-suk.
Él tenía una venda blanca alrededor de su frente. En su brazo izquierdo estaba su catéter en donde le administraban todas sus medicinas mientras que en su brazo derecho se encontraba enyesado por completo.
Yo no creo que él se haya fracturado su brazo cuando cayó, estoy seguro que su agresor se lo rompió antes de quemarle la piel.
Siguiendo con su estado físico, también sus piernas se encontraban con pequeñas heridas que fueron curadas por puntos.
En conclusión: Jang-suk parece como si lo hubiese arrollado un auto.
—Hong Jang-suk, mi nombre es Kim Taehyung y él es Jeon Jungkook. Somos los detectives que están a cargo de tu caso y del caso de Son Sunhee —dice Taehyung con firmeza—. Antes de iniciar, quiero preguntarte si te sientes en buenas condiciones para responder nuestras preguntas.
—Creo que sí.
—Muy bien entonces. Si en algún momento llegas a sentirte confundido, dínoslo y nos detendremos —Jang-suk asiente cómo puede y espera a que me digan la primera pregunta—. Para iniciar, quiero preguntarte por qué te encontrabas en tu facultad. ¿Por qué fuiste allá?
—Salí a caminar un rato... Pasé por la universidad y burlé la seguridad de los policías —contesta. Jang-suk se mantiene unos segundos en silencio antes de volver a hablar—. Quise volver a pisar mi universidad y fui al edificio.
— ¿Alguien además de tu madre sabía que irías a caminar? —él niega—. ¿No le dijiste a alguien más para acordar encontrarse cerca de la universidad? —vuelve a negar—. Cuando estuviste dentro del edificio, ¿sabías que estabas solo o presentiste que alguien más estaba contigo en ese lugar?
—Yo creí que iba a estar solo... —Dice Jang-suk, alargando sus palabras—. Pero luego escuché pisadas por las escaleras que había usado y... Ya no me acuerdo más. Luego vi a una chica que usaba sandalias de plataforma y estaba parada a mi lado.
—Ella era Blake —les digo a ambos. Taehyung asiente y vuelve a mirar al chico.
— ¿Puedes tratar de hacer memoria y recordar algo? —Jang-suk frunció su ceño mientras miraba a un punto fijo del lugar—. Una característica del rostro se la persona que te atacó, su voz, la razón por la que te atacó...
—No recuerdo nada, solo que yo estaba corriendo...
Taehyung me mira y me da el paso a mí para hacerle mis preguntas.
—Tú eres parte del equipo de basquet de la universidad, ¿verdad? —Jang-suk asiente—. ¿Hace cuánto?
—Desde el verano del año pasado. Todavía soy un novato para mis compañeros.
— ¿Cómo te llevas con ellos? ¿Son tus amigos?
Y antes de que Jang-suk pueda responder mi pregunta, la puerta de la habitación se abre abruptamente. En el medio del marco se encuentran Blake y Minhae, quienes no tardan en pasar.
No sabía qué era lo que le estaba pasando a Blake, pero ella sabía que intervenir durante un interrogatorio está prohibido.
—Blake, espera afuera junto a tu amiga —ordeno, sin embargo, ella pasa de mis palabras y se acercan a la camilla de Jang-suk—. Blake.
—Minhae puede ayudar a Jang-suk a responder algunas preguntas —contraataca. Miro hacia donde se ha ido la chica, se colocó al lado derecho de Jang-suk para sostener muy fuerte su mano—. Sabes que él no se encuentra en buenas condiciones para responder todas tus preguntas. Por suerte tiene a Minhae, ella sabe todo de él.
—Eso no se puede —musito cerca del rostro de Blake. Ella me mira fijamente a los ojos.
—Solo dale una oportunidad...
—Podemos intentarlo, Jungkook —tercia Taehyung, serio.
Miro a todos los presentes en la habitación, están esperando a que diga que sí para reanudar con el interrogatorio. Finalmente me doy por rendido y dejo que Minhae sea el apoyo de Jang-suk.
—Bien, Jang-suk, ¿cómo te llevas con los del equipo de basquet? —Repito.
—Yo... Yo creo que sí...
—No es verdad —replica Minhae—. Ellos no eran amigables con Jang-suk, siempre lo veían como su sirviente. Cuando yo estuve con Sonhyung, ellos siempre lo maltrataban en los vestidores. Los que eran más abusivos con él eran Juheon y Samuel.
— ¿Alguna vez llegaron a agredirte gravemente? —Preguntó Taehyung.
—Una vez me golpearon con el balón de basquet, me desmayé ese día. —Responde esta vez Jang-suk.
— ¿Alguna vez te han pedido que hagas algo por ellos? —Inquiero otra vez—. Ya sea de antes, o en estos últimos meses.
Jang-suk mira a Minhae confundido. Ella suspira con lágrimas en sus ojos que amenazaban en salir.
—Una vez llegaron a su casa para dejarle un bolso negro que estaba pesada. Le dijeron que sí podía enterrarla en el patio de su casa —dice Minhae—. Le prohibieron abrir el bolso, solo querían que Jang-suk se deshiciera de eso.
— ¿Y adónde lo botó?
—En el mismo bosque donde Hye-joon fue encontrada muerta —Taehyung es el primero en abrir sus ojos por la declaración. Regresa mirarme a mí, por mi parte yo no me encuentro sorprendido. Ya me lo esperaba—. Pero él no hizo nada... A pesar de que yo lo ayudé a enterrar ese bolso, estoy segura que él no fue quien mató a Hye-joon.
— ¿Hye-joon murió? —Pregunta Jang-suk asombrado y asustado. Minhae lo mira con pena y asiente—. Pero... Pero ella estaba viva. Yo la vi hablando con Yi-seul en el puente Mapo. Se estaban abrazando.
—Jang-suk, eso fue hace medio año... —le responde Minhae.
— ¡¡No!! ¡¿Cómo Hye-joon va a estar muerta?! —Inmediatamente, un pitido en una de las máquinas que controla el pulso cardíaco de Jang-suk se fue escuchando—. ¡¡Estás mintiendo, Minhae!!
—No te estoy mintiendo, Jang-suk... Ella murió, ya no está —finalmente sus lágrimas salen y su rostro de va volviendo rojo—. Cálmate, por favor...
— ¡¡Tú...
Jang-suk se queda a medio hablar, porque empieza a tocarse el pecho con dolor.
Blake se aferra a mí por miedo y Taehyung se encarga de hacer retroceder a Minhae para llevarla afuera y de paso llamar a los médicos.
— ¡¡Jang-suk, resiste!! —Grita desesperada.
—Debemos irnos, Blake. —Llevo a Blake afuera de la habitación. Ella no deja ver cómo Jang-suk estaba sufriendo, es por eso que cubro sus ojos y camino de esa manera con ella—. Él va a estar bien.
De repente, Minhae se suelta de Taehyung y entra otra vez para acercarse a Jang-suk y besarlo desesperadamente.
Finalmente los paramédicos llegan y sacan a empujones a Minhae cuando la máquina iba marcando los latidos débiles de Jang-suk. Estaba a nada de sufrir una muerte súbita cardíaca.
—Lo mejor es que nos vayamos. —Comenta Taehyung sin aliento.
Blake y yo asentimos.
Los tres nos dirigimos al ascensor. Blake fue la encargada de presionar los botones de la puerta, segundos después entramos. Taehyung y yo íbamos a los extremos mientras Blake iba en medio de nosotros. Ninguno de los tres habló hasta que las puertas otra vez se abrieron y el ascensor nos dejó en el primer piso.
Taehyung nos dijo que él se tomaría un taxi para ir al departamento de policías a recoger unas cosas que se le quedaron allá. Es entonces que Blake se despidió de Taehyung con un beso en la mejilla y un abrazo, debía de admitir que eso me incomodó mucho.
¿Por qué conmigo no se puede despedir de esa manera?
Blake tomó de mi mano y fuimos caminando por el estacionamiento del hospital hasta encontrar mi auto. Ella me pidió las llaves del auto y conducir por esta vez, cosa que me tomó por sorpresa porque no sabía que Blake sabía conducir. De igual forma se las di porque confiaba en ella, cambiamos de asientos y segundos después ya estábamos entrando a la pista.
Minutos después llegamos al edificio donde vivía. Como de costumbre, Blake sabe dónde parco mi auto en este lugar y lo hace de la misma forma. Ambos salimos cansados del auto y no vemos la hora de llegar al ascensor para ya entrar a la casa.
Blake saluda a su portero y nos metemos al ascensor.
Ahí dentro, no pasa absolutamente nada. Ella no me mira y tampoco me habla. Yo tampoco lo hago porque no sé qué decirle exactamente, y mucho menos sé qué hacer; pero tenía ganas de darle un beso en su mejilla, así como ella le había dado un a Taehyung.
¡A Taehyung, por Dios!
¿Por qué lo hizo? Con él no pasa la mayor parte de su tiempo. No como yo lo hago con ella.
Blake se saca sus botines de taco antes de que el elevador nos deje en el octavo piso. Ella sale primero y camina apresurada hasta la puerta.
— ¿Podrías al menos esperarme? —digo estando detrás de ella.
—Necesito ir al baño urgentemente.
Blake abre rápidamente la puerta y la deja abierta para mí. Sale disparada a los pasillos de su departamento y se mete a su habitación. Yo me encargo de cerrar la puerta y dirigirme a uno de los sillones de Blake.
Veo que en piso de su sala se encuentran sus cuadernos y dibujos de su carrera. También habían apuntes escritos en papeles pequeños de colores esparcidos por todas partes.
Blake sale a los minutos de haberse ido al baño. Noto que también ha aprovechado para cambiarse de ropa y salir con su pijama de algodón rosa, o coral, el color que sea. Recuerdo que Blake me explicó la diferencia de esos colores, pero ahora ya me olvidé.
—Oh, lo siento por ese desastre —se disculpa y va pasando delante de mí para recoger sus cuadernos—. No tuve tiempo de acomodar esto antes de salir.
—Todavía te falta una clase, la de las siete —le digo. Ya con el tiempo que he pasado con Blake hasta me he aprendido su horario.
—El maestro la canceló.
Blake camina de un lado a otro para dejar sus cuadernos y laptop sobre la mesa de vidrio. Lo último que le queda por recoger son sus papeles de colores. Mientras lo va haciendo, escucho que se queja de dolor por su espalda, es por ello que también me animo a ayudarla, recojo cada papel que veo cerca.
No obstante, me detengo cuando veo un papel de color amarillo debajo de su sillón. Lo único que alcanzo a leer es que este decía «En mi condición, no quiero estar sola», luego Blake se encargo de quitarme esa nota y quedársela.
—Chismoso, no leas —dice con gracia. Ella sigue recogiendo sus papeles mientras yo me vuelvo a recostar en el sillón.
Sin embargo, por culpa mía, Blake se tropieza de espaldas y cae por suerte en mis piernas. Cuando extendí mi pierna derecha no me percaté que Blake estaba cerca y mucho menos que andaba de espaldas.
— ¡¿Acaso quieres matarme?! —Blake golpea mi pecho con todas sus fuerzas. Mis manos se encargaron de sostener su cintura y no dejar que se mueva.
—No me di cuenta —mi voz se vuelve más grave cuando el rostro de Blake se encuentra muy cerca del mío.
Los ojos de Blake se ven muy poco más pequeños que de costumbre por sus párpados caídos. Su boca se estaba abultando hasta sólo dejar su labio inferior expuesto y su labio superior escondido. Sus mejillas también se veían un poco más gorditas que de costumbre debido a que las había inflado.
Mis manos comienzan a sudar entre ellas sin saber cómo reaccionar a este momento. Realmente mi cuerpo se había tensado por tener cerca Blake, y eso que antes la había tenido más cerca; pero esta vez lo sentía más distinto. Ella no deja de mostrarme ese gesto malhumorado suyo hasta que va notando que mis manos comienzan a jugar con la tela de su pijama, ahí es cuando comienza a mirar hacia donde estaban mis manos.
Yo la sigo con la mirada. Ella intenta detener mis manos colocando la suya sobre las mías.
Después carraspea y se levanta de mi regazo. Ahí es cuando vuelvo a sentirme solo y vacío.
—Ayer compré helado, ¿quieres un poco? —Habla nerviosa. Intenta aparentar que nada había sucedido.
Yo de igual manera me levanto del sillón y voy detrás de ella sin decir nada. Entramos a su cocina y ella saca de su refrigeradora un pote de helado de chocolate. Va por dos cucharas de sopa y se regresa a su comedor.
Blake es la primera en meter un bocado de helado a su boca. Deja el postre sobre su mesa junto a las dos cucharas, pasa de mí mientras iba saboreando del chocolate. No obstante, no se esperó a que yo tomara de su brazo y la mirara como si estuviese necesitado de algo.
—Blake... —Ella hace un gesto con su cabeza—. Tengo hambre.
—Puedes comer helado si quieres.
Ella otra vez se acerca a la mesa para comerse otro bocado con su cuchara. Me señala el helado como invitándome a probar.
— ¿Me dejarías probar? —asiente—. Okay.
Jalo a Blake de su brazo y la acerco más a mí. No espero más y estampo mis labios contra los suyos.
Ella se queda con sus brazos encogido en su pecho mientras se deja guiar por mí hasta una de las paredes más cercanas a nosotros. La acorralo en ese mismo lugar mientras voy tomándola con delicadeza de su cintura.
Fueron largos segundos en los que Blake tardó para corresponder a mi beso. El ritmo de este no estaba siendo muy rudo porque no quería que mi primer contacto con ella fuera de esa manera, no, quería ser delicado; nuestros labios disfrutaban del otro y se tomaban su tiempo para ir despacio. Tampoco había mucho apuro para querer acabar con esto tan rápido.
Finalmente, cuando veo que Blake también va a tocarme con sus manos ya que sus brazos buscaban cómo moverse, ella se acobarda y sigue en la misma posición que antes.
Lo bueno es que por el momento tampoco busca separarse de mi boca. El calor de su cuerpo junto con el mío hacían que las temperaturas normales del departamento se elevaran cada vez más, y eso no me parecía tan desagradable. Es más, quiero sentirme siempre así.
El sabor a chocolate de sus labios fueron casi como una droga para mí. El chocolate casi nunca lo he tolerado, pero puedo afirmar que en este instante lo estaba disfrutando. No podía dejar de chupar sus labios porque quería más, quería saber qué otros sabores puedo conocer de los labios de Blake.
Estrujé a Blake entre mis brazos, inmediatamente sentí cómo una corriente eléctrica se apoderaba de todo mi cuerpo. Me estaba gustando tanto esto que no quería parar.
****
Opiniones de esta última parte aquí ->
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro