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T r e i n t a y u n o

Recomendación: Twisted nerve Bernard Herrmann // Twisted gameNight Panda

*****

Esta era la situación:

Hace siete días, un grupo de jóvenes, diez en total, vinieron a este campamento que le pertenece a un empresario multimillonario llamado Choi Tae-hun. Ellos recibieron una invitación de este mismo hombre para participar de una capacitación de economía empresarial, ya que, luego de estar tres semanas aquí, el empresario Choi escogería a uno de ellos para que sea su mano derecha en las decisiones de una de las tantas empresas que maneja.

La lista de jóvenes era la siguiente:

•Kim Mark: 20 años, gamer.
•Shin Yeji: 20 años, actriz.
•Kung Jaekook: 21 años, cantante.
•Kang Eunyeong: 22 años, influencer.
•Son Dongsun: 21 años, predicador.
•Lee Dahyun: 20 años, escritora.
•Park Hyesun: 22 años, influencer.
•Choi Hyunsoo: 22 años, estudiante de Criminología.
•Dong Minho: 22 años, atleta.
•Kim Myeongsuk: 20 años, empresaria.

Sin embargo, todo pareció tomar un rumbo distinto cuando el primer asesinato sospechoso ocurrió. El último lunes, el grupo de diez se reunió en la cabaña principal para su charla del día, no obstante, ni los dos coordinadores —Hong Jaekhyun y Rhee Sally— ni el señor Choi aparecieron como de costumbre con el invitado especial que se encargaría de hablar con el grupo. Esto les pareció muy raro a todos ellos, pero de igual manera siguieron esperando hasta que una de sus compañeras, Lee Dahyun, que repentinamente falleció frente a los ojos de otra de sus compañeras, Park Hyesun.
Así, desde ese lunes hasta este miércoles, han fallecido ocho jóvenes de aquel grupo. Dos han sido los que han sobrevivido, y uno de ellos debe ser el asesino.

La policía ha estado en busca de Son Dongsun, él pareció haber huído del campamento desde ya hace un buen tiempo ya que a la única persona que ahora está bajo custodia es la misma Park Hyesun. Según ella, dijo haber visto a Dongsun muy serio con toda la situación y que siempre lo veía estar en su propio mundo desde que comenzó el campamento; lo único que lo veía hacer era leer su biblia y mirar a las chicas cuando se encontraban tomando sol en la piscina.

Los policías portuarios se encargaron de mostrarme cada escena del crimen. Uno había sucedido en la cabaña principal del campamento, donde murió Lee Dahyun; la siguiente fue en la piscina donde se encontraba el cantante Jung Jaekook flotando sin vida; luego estaba Kim Myeongsuk en el primer búngalo de campamento con un objeto punzante clavado en su pecho, muy cerca del corazón; Kim Mark también se encontró sin vida en su propio búngalo, se deduce que pudo morir de intoxicación por el frasco de pastillas que está en la mesa de noche; Choi Hyunsoo también se encontró en el búngalo de Kang Eunyeoung con una perforación de bala en su pecho, la bala se encontró a pocos metros del cuerpo y se pudo llegar a la conclusión de que el arma fue una escopeta; Kang Eunyeoung también fue encontrada sin vida en la cabaña principal de todo el campamento, se desconoce aún su causa de muerte; y finalmente, Dong Minho y Shin Yeji se encontraron sin vida en la biblioteca del campamento, Dong Minho tenía clavado una flecha en una de sus piernas y a su vez recibió un disparo en su pecho, Shin Yeji también se le encontró perforaciones de bala, solo que a ella le dispararon tres veces en el mismo lugar que a diferencia de Dong Minho.

De algunos se sabe su causa de muerte exacta mientras que con otros es urgente que los médicos forenses se los lleven al laboratorio para el análisis de autopsia. Esto iba a tomar días, yo no tenía tanto tiempo porque ahora estoy ocupado con mis propios casos, así que haría todo lo posible para encontrar al asesino lo más rápido posible.

Camino junto al investigador líder de este caso hasta donde se encontraba la tal Park Hyesun. Blake la estaba acompañando y consolado. Cuando ambas chicas notaron nuestra presencia, Blake tuvo que irse del lugar tan pronto como sintió la mirada penetrante del oficial.

—Dinos todo lo que sabes de los asesinatos de los ocho chicos que vinieron al campamento —le digo, cruzándome de brazos.

—Ya le dije al otro policía que yo no sé nada —replica hipando—. Yo solo... Yo solo intenté mantener la calma junto a mis demás compañeros mientras intentábamos obtener señal del teléfono de Hyunsoo; pero luego todo se volvió tan turbio cuando encontré a... A... Myeongsuk muerta y a Eunyeoung.

—¿Por qué te encuentras tan desaliñada y con raspones en la rodilla? ¿Hubo algún intento de asesinato contra tuya, o algún forcejeo con uno de tus compañeros?

—Myeongsuk, antes de morir, había intentado escapar del campamento. Yo tuve que ir a buscarla y rescatarla del ataque de una osa madre y su bebé, resbalé cuando huímos y me golpeé contra una rama seca —responde Hyesun cabizbaja—. Les juro oficiales que yo no he sido la que los ha matado, debió ser Dongsun. Al principio pensé que Hyunsoo pudo haber sido el asesino por lo que era criminólogo, pero como está muerto... Mis sospechas se reducen a Dongsun, además, él es muy raro.

—¿Los coordinadores que se encargaron de ustedes dónde están? —Inquiero inmediato.

Tenía la ligera sospecha que todo este campamento no fue hecho solo con la finalidad de escoger a un nuevo empleado para una empresa, sino debió de haber otro tipo de motivo que haya impulsado este proyecto. Tal vez, y solo tal vez, el empresario Choi no tuvo nada que ver con esta masacre; pero, todavía están sus trabajadores como presuntos autores del crimen. Es tan raro que de ellos no se haya sabido nada en estos tres días y tampoco hayan índices que avalen el hecho de que realmente ellos estuvieron todos estos días en el campamento.

—Ellos habían desaparecido desde el último fin de semana. Se supone que debieron de haber llegado el mismo día en el que todo esto comenzó, pero nada —Hyesun se queda en silencio un momento, hasta que luego su gesto neutral pasa a uno de confusión—. Aunque... Recuerdo que el martes, ayer, Sally había aparecido inconsciente cerca de la biblioteca.

—¿Puedo saber por qué ninguno cargaba celulares o cualquier otro dispositivo? —Inquiere el otro investigador.

—Era una cláusula del reglamento del campamento —Hyesun suspira—: Ningún participante deberá portar cualquier tipo de aparato electrónico. —Ella vuelve a mirarnos seria—. Nos lo decomisaron y nadie sabía dónde los habían guardado.

—¿Y cómo es que llamaron a la policía?

—Choi Tae-hun llegó y me vio solo a mí en la cabaña principal. Yo le conté todo lo que pasó y él inmediatamente volvió a irse prometiendo que llamaría a la policía. Para ese entonces Dongsun ya había desaparecido.

—¿Puedes explicarnos cómo era Dongsun con todos ustedes?

La chica se toma su tiempo para hablar. Muerde su labio inferior derecho constantemente y su pierna no deja de moverse en todo ese lapso de medio segundo.

—Él siempre andaba con su biblia de un lado para el otro —responde con amargo—. Siempre lo veíamos rezando cuando se encontraba solo en la cabaña principal. Casi no era hablantín con nosotros y tenía una extraña obsesión por ver a las chicas, más a Eunyeong... Era totalmente raro y me daba muy mala espina estar cerca de él. Además, había una lista que encontramos en uno de los cajones de cocina de la cabaña principal que lo acusaban de pecador.

—Todos somos pecadores. —Dice el otro investigador, sin importancia.

—Usted vaya a saber qué pecado pudo haber cometido un predicador como él. —Contraataca la chica.

Una lista puede contener más información de lo que una confesión de esta chica pueda ayudar en el caso.

—¿Cómo era esa lista que menciona? ¿De qué trataba? —Pregunto con firmeza.

—No lo sé, pero nos acusaba de ser tal cosa. A mí me acusaron de ser infiel —Hyesun abulta sus labios y echa su cabello rubio detrás de sus hombros.

—¿Y ahora dónde está esa lista?

—No recuerdo quién fue el último en haberla tenido.

—¿Y recuerdas lo que decía de cada uno? —tercia el otro investigador.

—Mark era acusado de violento —comienza diciendo—; Yeji de mala madre; Jaekook, adicto; Eunyeong, mentirosa; Dongsun, pecador; Dahyun, impostora; Hyunsoo, extorsionador; Minho, asesino; y a Myeongsuk de traidora. —Hyesun suelta un leve bufido antes de reírse con la mirada al suelo húmedo—. Qué puto asco, ahora me doy cuenta que he estado conviviendo con unos jodidos mentirosos.

El investigador y yo llegamos a la conclusión, a través de una mirada, de que ahora es mejor darle su espacio a esta chica para que se recomponga. De seguro no ha pegado un ojo en estos tres días por miedo a ser la próxima víctima. Nos alejamos de ella para volver con el resto de policías; sin embargo, yo me voy hacia otro lado luego de que me diera cuenta que Blake había desaparecido de mi campo de visión.

Miré entre los pocos árboles que rodeaban el perímetro. No había no pisada que me dieran un indicio de adónde pudo haberse ido; y según Hyesun, por acá cerca hay osos rondando por el bosque. Estoy seguro de que si Blake ve uno morirá de un infarto.

Saco mi celular con las intenciones de llamarla, pero la señal es inestable que ni siquiera llega a marcar el número. Vuelvo a guardarlo frustrado y comienzo mi propia búsqueda para hallar a Blake.

****

Necesitaba asegurarme de que este era el mismo bosque en donde mis padres murieron. Todo me resulta tan familiar, a pesar de que ahora, envés de una gran villa con una flora tan bonita, se encuentra un campamento de doce cabañas con una piscina y demás espacios libres.

Subo una colina que estaba muy cerca de los búngalos 8 y 9. Su camino se me hizo muy familiar y mi curiosidad no dudó ni un segundo más en llevarme hasta donde estoy ahora para verificar que estaba en lo correcto.

Lo que esperaba ver en la cima de esta era una pila de piedras. La Villa Bom ofrecía visitar esta colina para todos los turistas y que ellos marcaran su presencia en la villa dejando una roca o piedra encima de la que ya se había puesto anteriormente. Mis padres y yo habíamos ido ese mismo día horas antes de toda la tragedia.

Si este era el bosque de mi turbia infancia, entonces no habrá problema de encontrarme con aquella pila.

La colina iba en curvas, a la derecha podía ir viendo de a pocos toda el área que el bosque y el campamento tiene. Miré hacia abajo y me encontré con la baja en picada hasta el inicio de la colina, un simple mal movimiento y podía resbalar; quién sabe si hasta morir de un golpe por las puntas filudas de algunas rocas.

Unos cinco minutos más tarde, finalmente llego a la cima y veo aquella pila de piedras de la que me refería. Estaba cerca del acantilado que se había formado al otro extremo de la colina. Fue por un derrumbe, mismo que ocurrió el día del incendio cuando un pino cayó de manera brutal y mató a seis personas.

Me acerco a las rocas y veo que estas están cubiertas de moho verde. Aun así, intento buscar la roca de mi familia.

Miro entre todas las piedras hasta que me la encuentro al costado de una piedra mediana redonda. Toco la áspera roca y sonrío con nostalgia, mi corazón late con mucho frenesí y mis ojos no tardan en cristalizarse.

Aunque mi viaje familiar había tenido un hecho trágico, estoy muy agradecida que al menos mis padres y yo hubiésemos podido poner nuestra rica en la pila. Al menos queda como un monumento para mí que me ayudará a recordarlos siempre.

Una ráfaga de viento golpea con mi cara y juega con mi cabello. A su vez, levanta hojas secas que se encontraban en el suelo; luego el viento se escuchó como un cantarín silbido en medio de todo el bosque.

¿Habrá sido una señal? Porque yo creo que mis padres siempre me envían señales cada vez que me acuerdo de ellos. Como ahora.

—He crecido mucho, ¿lo saben? —digo en voz baja—. Ahora tengo 21 años, y ustedes siempre tendrán 37 y 39 años. Los extraño mucho —digo con mi voz apagada y mis ojos llorosos—. Los he necesitado tanto... Hubiese querido que todo haya sido diferente, que ustedes hubiesen podido salvarse y estuviésemos juntos.

Duele mucho cuando el tiempo pasa y te obligas a creer que has superado algo, pero luego viene un recuerdo que se relaciona a eso que “has superado” y te hace dar cuenta que nunca lo superaste y todavía está esa herida sin sanar. Pensé que en estos trece años que he tenido que vivir sin mis padres biológico han sido los suficientes como para superar su muerte, porque yo acepté en su tiempo esa realidad de ya nunca más volverlos a ver; pero la superación y la aceptación no son lo mismo.

Que lo supere significa ya no me va a afectar tanto, que cuando me acuerde de ellos ya no voy a llorar y, en cambio, los recordaré como los buenos padres que fueron, solo recordando los buenos momentos; pero ahora, solo recuerdo el día de la tragedia y de cómo es que ellos se sacrificaron por mí para que no muriera aplastada por un pino en llamas.

—Mamá, gracias por haberme salvado la vida —le digo con una sonrisa curveada—. Ojalá hubiese podido hacer lo mismo por ustedes.

Sequé mis lágrimas con el dorso me mi mano mientras seguía viendo aquella roca de la familia Jones. No podía pensar en algo más que en mis padres.

O eso creí hasta que escuché pisadas a mis espaldas. Me asomé por el camino por donde había llegado y vi a Jungkook con su ceño fruncido intentando llegar hasta la cima, su gesto cambió a uno de alivio cuando me vio y se apresuró mucho más en subir. Llegando a mí, me tomó de la cintura y se acercó a mí para abrazarme.

Antes de que él llegara a mí, me había puesto muy sensible por el asunto de mis padres, por lo que no se me hizo difícil corresponderle su abrazo. Pero notaba algo extraño de Jungkook, no sé qué era, pero sí lo sentía.

—Pensé que te habías perdido —musita—. ¿Por qué viniste aquí?

Antes de contestar a su pregunta, me aferré más a su cuello. Escondí mi rostro entre mis brazos y su cuello, las ganas de querer llorar otra vez habían aparecido. Estaba tan abatida.

—Este es el lugar en donde había perdido a mis papás, Jungkook. En esta colina pusimos una piedra en esa pila con nuestras iniciales —le dije. No escuché ni una sola palabra de Jungkook, creí que me iba a dar apoyo emocional. Es entonces que me separo un poco de él y lo miro fijamente con mis ojos llorosos—. Estoy muy triste y los recuerdos de ese día me consumen.

—¿En esa pila de piedras está de tu familia? —pregunta y asiento. Jungkook se aleja de mí y se acerca hacia donde yo estaba para mirar aquella pila de rocas—. Podré no comprender muy bien lo que sientes, porque casi nunca me hablaste de la relación que tenías con tus papás antes del accidente, casi nunca hablas de ellos; pero supongo que ahora debes de estar dolida. Te sientes impotente, molesta y solitaria por no saber qué hacer ahora. Luego de mucho tiempo vienes al lugar en donde presenciaste la muerte de tus padres y eso debe de ser chocante, ¿verdad?

Sonrío de lado con pena a la misma vez que voy caminando hacia Jungkook con mis brazos cruzados.

—Esto puede ser como la Teoría del cisne negro —Jungkook toma una de mis manos mientras sus ojos van de un lado a otro para ver mi reacción—, ¿no lo sientes de esa manera?

—¿Qué es esa Teoría del cisne negro?

—Es una metáfora que existe en el ámbito económico, y se dice cuando un acontecimiento inesperado e impredecible produce consecuencias importantes a gran escala —sonrío de lado por la explicación de Jungkook antes de torcer mis ojos—. Tú yo de pequeña jamás se esperó o se le cruzó por la mente que, en un viaje familiar, ibas a perder a tus padres. Fue un suceso inesperado y trajo consecuencias para ti, como el ser adoptada por una nueva familia y tener cuadros de depresión leve de vez en cuando. ¿No es ésta una teoría del cisne negro?

—Tal vez, no lo sé. —Miro hacia mi izquierda, mis ojos admiran el paisaje medio oscuro de la naturaleza. Las ramas de los pinos bailaban con el viento y de vez en cuando podía ver a unos pájaros alzar vuelo en el cielo nublado—. Me gusta este escenario.

Jungkook pasa su brazo izquierdo por encima de mis hombros y mira conmigo el paisaje natural. Ambos nos quedamos en silencio, no tenemos la necesidad de decir algo, solo tenemos como objetivo admirar lo que estaba a nuestro alrededor y respirar un aire un poco más puro que el de la ciudad. Sin embargo, algo comienza a sucederle a Jungkook cuando aprieta su mano izquierda sobre mi hombro, parece que no se da cuenta de que yo me he dado cuenta y ahora lo esté mirando extrañada, pero a los pocos minutos baja su repara en mí con seriedad.

—¿Te encuentras bien? —le pregunto.

Jungkook no hace nada más que seguir mirándome hasta que suspira. El momento de paz y serenidad había acabado.

—Tengo que volver a trabajar —Jungkook mete una de sus manos a su bolsillo para sacar las llaves de su camioneta—. Entra al auto. Tal vez dormir te haga bien.

Jungkook camina antes de que yo vuelva a hablar. Y otra vez volvemos a esa parte fría de nuestra relación, en donde él siente esa molestia hacia mí y comienza a actuar de manera indiferente. Pero yo ya me estoy cansando de que siempre suceda el mismo patrón, por lo que, en alguno de estos días, me enfrentaré con él y pondré final a esta caótica relación que tenemos. No pensaba tolerarlo más.

La bajada hacia el campamento era silenciosa, lo único que se escuchaba eran nuestras pisadas sobre las hojas y ramas secas. No obstante, mi oído detecta algo extraño y rápidamente me detengo. Había algo más cerca de nosotros, y tenía dos suposiciones: o era el chico que faltaba investigar o se trataba de un animal.

—¿Qué tienes? —Pregunta Jungkook, regresando a verme.

—Escuché algo.

—Son nuestras pisadas, Blake. Vamos, camina.

—¡No, en serio escuché algo! —Repito molesta.

—Blake...

Las palabras de Jungkook quedan estancadas cuando él oye otras pisadas cerca de nosotros, pero no eran pisadas normales, era como si esa cosa que está cerca de nosotros estuviese tratando de correr. Mis cinco sentidos están alerta para cualquier cosa que se aproxime, Jungkook también, por eso me ordena que camine hacia él y me ponga detrás suyo. Todavía estábamos en el camino de la bajada, algunos troncos de árboles obstruían nuestra vista a lo que podía estar a metros de nosotros y el angosto sendero de la colina también nos tenía preocupados. Jungkook y yo sabíamos que si dábamos un mal paso, lo más probable es que cayeramos por donde habían ramas filosas y otras con espinas.

—Camina despacio —me ordena—, y no te sueltes de mí.

Hago caso a las indicaciones de Jungkook. Él me estaba resguardando con su brazo derecho mientras que su otra mano se encontraba tomando el estuche de su arma en el lado derecho de su cinturón. Ambos estábamos alerta, no sólo al camino cuesta abajo, sino también en el escuchar si es que se oía otro ruido que no proveniese de nosotros.

Nos detenemos otra vez cuando el ruido lo escuchamos detrás de nosotros. Jungkook no demora en sacar su arma de su estuche y coloca la palma de su mano izquierda justo debajo del cargador. Me daba mucho miedo que ahora él esté con el arma en manos, no me gusta cuando hace eso enfrente de mí, me hace sentir como si fuese a morir en ese instante.

—Jung...

—Silencio, Blake —dice en voz baja—. No te alejes de mí, pase lo que pase. Sigue caminando.

Mi preocupación hace que mire hacia un lado. Con suerte, entre los árboles veo a un chico con el rostro sucio y lentes circulares. No era tonta como para no saber que ese chico podía ser el asesino del campamento; por lo que, a los pocos segundos, llamo la atención de Jungkook para que regrese a mirarlo a la misma vez que este chico decide salir de su escondite y aparecer frente a nosotros con una escopeta en manos.

—¡Jungkook! —Lo tomo de su camisa y lo empujo hacia un lado cuando vi que el chico iba a dispararle.

Al final la bala roza con mi muñeca y hace que se me haga una herida en donde estaba saliendo un poco de sangre.

—¡Blake, corre! —Grita Jungkook estando en el suelo y tratando de dispararle al chico.

—¡Pero tú...

—¡Maldita sea, corre!

No quería hacerle caso a Jungkook, porque pensaba que lo podía perder y no soy capaz de soportar la pérdida de otra persona más en estos últimos días o en este mismo lugar; pero cuando vi que el chico de anteojos había fijado su mirada en mí, la cual me transmitía esa sensación de deseo y locura, fue que empecé a correr un poco más rápido hasta bajar de la colina. No mire atrás de mis espaldas por temor a que el chico estuviese detrás de mí, pero lo único que oía eran los disparos, uno más fuerte que el otro.

Cuando andaba llegando al centro del campamento, algunos militares y policías se estaban preparando para subir. Solo una mujer se detuvo enfrente de mí para jalarme hacia otra parte, y de paso asistir aquella herida que me había hecho. No me di cuenta cómo es que la mitad de mi mano ahora estaba bañada de sangre, creí que había sido una pequeña herida.

Colocan una gasa sobre mi herida para detener el sangrado y poco después vendan mi muñeco. Asimismo, la chica rubia de hace un rato, llamada Hyesun, se acerca a mí con un semblante de susto. Ella se sienta a mi lado haciéndome todo tipo de preguntas que estaban relacionadas a lo que estaba sucediendo en medio de la colina, peor no había mucho que explicar cuando el tiroteo se hacía cada vez más constante y los gritos varoniles de algunos policías se hacían escuchar desde donde nos encontrábamos.

Luego de unos minutos, el caos se deja de escuchar. Hyesun me había tomado de los dedos y me los estaba apretando, ambas estábamos nerviosas porque, o bien de la colina podría salir el chico maniático e ir detrás de nosotras, o bien los policías lograron arrestarlo. Es entonces que mi respiración se detiene hasta poder divisar a dos policías tomando de los brazos al chico.

Este tenía la cara ensangrentada debajo de su nariz y a un costado de su ceja izquierda, sus lentes parecían haberse roto. La camisa blanca, que tenía todos sus botones abotonados hasta el cuello, estaba ensuciada de lo que parecía ser barro con las gotas de sangre que estaban cayendo desde su barbilla. Sus pantalones estaban igual de sucios que su camisa, no había mucho que decir.

—¡Imbécil! —Hyesun se levantó donde se encontraba sentada para ir caminando hacia él y gritarle—. ¡Púdrete en el infierno, maldito! ¡Imbécil!

Finalmente, la policía que me había ayudado a curar mi herida, se acerca a ella para llevarla hacia otra parte mientras que los dos policías junto al chico se dirigían a la cabaña principal del campamento.

Regreso a mirar hacia el camino de la colina con la esperanza de que Jungkook todavía sigue vivo y bajará por su propia cuenta sano y salvo. Mi preocupación estaba al límite desde que aquel chico apareció con las intenciones de atacarnos, yo no quería dejar solo a Jungkook pero él sabía que ahí los dos estábamos corriendo peligro. Supongo que uno debía de sacrificarse. Jungkook siempre es el que lo hace, por qué simplemente no puede ser egoísta —como siempre lo es— cuando se trata de mí, si tengo que morir en ese momento... Bueno, es porque yo tengo que hacerlo, no él.

Pasan minutos y Jungkook no baja, los policías y militares ya se encuentran subiendo a sus autos y otros van resguardando todo el perímetros de la cabaña principal. Hyesun se había ido en la patrulla de unos policías, ellos la ayudaron a recoger sus maletas del campamento y abandonar cuanto antes este lugar.

Es gracioso cómo ahora alguien más tiene un trauma con este lugar, así como yo.

—Blake —Jungkook me llama cuando tenía mi cabeza agachada. Lo veo caminar cojeando, su ceja derecha también estaba con un poco de sangre y los nudillos de sus manos estaban rojos—. Tenemos que irnos.

—¿Estás seguro? ¿No quieres que te asistan?

Jungkook niega y pasa de mí para ir a su auto. Voy detrás de él, y, antes de subir a su auto, miro una última vez el campamento.

Me parecía extraño volver aquí y que mi vida haya corrido peligro otra vez. Supongo que este lugar tiene una maldición en contra de mí. Prometo nunca más volver a este lugar, definitivamente, a partir de ahora, odio los bosques.

—Blake, vámonos.

Jungkook es el primero en entrar y no de espera otro segundo para encender el auto. Abro la puerta del copiloto y entro sintiéndome más extraña de que lo habitual, mi pecho siente una leve presión y hace que me retuerza un poco de dolor.

—¿Estás bien? —Niego—. Es el efecto del campamento, de seguro. Trata de dormir y olvidar lo vivido.

No creo que pueda olvidarlo, porque eso mismo había querido hacer con el incendio y hasta ahora tengo secuelas de aquel día.

*****

¡VOLVÍ!

De seguro ustedes no me extrañaron y ya se olvidaron de la historia, peroooo les juro que trataré de hacer todo lo posible para actualizar más rápido :')
La universidad está de la vrg, nah mentira, amo mi carrera pero los profesores a veces son malos.

Recomendación para toda la vida: Nunca vivas de la aprobación de tus padres o tutores, vive de tu propio aprobación <3

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