Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

T r e i n t a y t r e s

*****

Tenía a Jungkook durmiendo a mi lado. Era obvio que estaba haciendo eso siendo todavía las cuatro con diez de la mañana. Pero yo me había despertado abruptamente desde hace no mucho, el sueño se me había ido de repente y me preocupaba mucho; sin embargo, de algún modo me gustaba sentir la pausada respiración de Jungkook, no me había dado cuenta de que una de mis manos se encontraba en medio de eso pecho, eso hacía que pudiese sentir mi mano subir y bajar al ritmo de su respiración. No obstante, esa magia cambió cuando él empezó a moverse en la cama para darme la espalda. Ahí fue cuando comencé a cambiar mi gestualidad y mostrar mi mueca de desconformidad a la oscuridad.

Sabía que el sueño ya no iba a regresar a mí, por eso es por lo que decido levantarme de la cama e ir a una de las sillas de madera para agarrar la casaca impermeable negro de Jungkook. Tal vez salir a caminar un rato podría distraerme de todo lo que está pasando por mi cabeza en estos momentos.

Ya no podía ocultar más el hecho de que Yoongi está tan metido de lo que pude suponer en el homicidio de Sunhee. Tampoco puedo creer que todo lo que una vez me dijo Jungkook sobre Yoongi, como el hecho de que me pudo haber sido infiel con Sunhee, encaje tan bien en toda esta situación; si antes estas suposiciones de Jungkook eran para molestarme, pues ahora no hacen más ponerme decepcionada. Soy estúpida. Soy estúpida por no ver las señales cuando se presentaron, tuve que conocer a Jungkook y su forma extraña de decir las cosas para llegar a este punto de mi vida.

Aparte de lo que pasó el día de ayer con aquel hombre en la tienda clandestina y toda la información que ha recolectado Jungkook para el caso, también mi actitud desmotivada se debe a los recuerdos de mis padres. Podía jurar que luego de dejar el campamento no iba a volver a sentirme de la misma forma en cómo me sentí cuando vi la roca de mis padres; pero sigo con aquel vacío en mi pecho, los necesitaba tanto y tengo ese pensamiento de anhelo al imaginarme cómo es que serían ellos si siguieran vivos, tal vez mi padre tendría su barba canosa y mi madre seguiría viéndose joven pero con unas cuantas arrugas en su rostro casi invisible. Hubiese sido lindo verlos crecer junto a mi lado, pero por algún motivo desconocido, algo o alguien no quiso que sea así.

Y esto también me lleva a pensar en Tokki.

¿Cómo lo habrá tratado la vida? ¿Seguirá teniendo esa mirada inocente con la que lo recuerdo?

Me pone bastante triste que cuando Taehyung se ofreció a ayudarme a buscarlo y romper un poco sus normas policiales solo por mí, él tuvo que morir de una manera extraña. Así como no puedo explicar el por qué la vida no me dejó ver envejecer a mis padres, tampoco puedo explicar el por qué tuve tan poco tiempo en conocer a Taehyung siendo él una persona tan maravillosa y a Tokki... Supongo que mi momento de verlo una vez más no se va a poder.

Por estar tan hundida en mis pensamientos no me percaté que ya me encontraba fuera del motel. Las calles estaban medianamente vacías, de vez en cuando veía pasar un auto o una motocicleta; los postes de luz y los semáforos, que solo hacían parpadear la luz amarilla, era lo único que me ayudaba a ver bien entre toda la neblina que había en ese momento. Acerté muy bien en tomar el abrigo de Jungkook, ya que el frío que se sentía podía calarse por los huesos, pero el abrigo amortiguaba esa sensación a una más cálida y cómoda; solté un suspiro y se transformó en humo, luego froté mis manos debido a que estas se empezaban a congelar.

Pasaron extensos minutos hasta que llego a una parte más comercial de Daejoon, en cada esquina podía observar un mini-market que en su letrero anunciaba su disponibilidad las veinticuatro horas del día. Luego, un letrero deslumbrante con las luces celestes, rojas y amarillas iluminó todo mi rostro cuando estaba esperando a que el semáforo cambiara a rojo y pudiese pasar —en esta vía ya había mayor tránsito vehicular—, reparo en el letrero y veo que se trataba de una cafetería que estaba abierta todo el día, así como los mini-markets.

Por suerte tengo esa costumbre de guardar dinero en la funda de mi celular al mismo tiempo que, por nada del mundo, dejo mi billetera en casa. Así que olvido la idea de seguir paseando por las calles y decido meterme a ese restaurante. A primera instancia, veo a dos personas que se encuentran desaliñadas, una más que la otra, por lo que deduje que ambas personas han venido aquí para tomar un poco de café luego de haber consumido mucho alcohol; luego estaban tres policías que estaban vistiendo sus uniformes mientras que entre ellos compartían seis donas de un plato, dos de ellos estaban consumiendo café mientras que el otro parecía consumir una especie de té verde; finalmente, en las mesas del fondo del local, había una mujer joven con un pequeño niño de aproximadamente 3 años consumiendo una rebanada de pastel de chocolate. Este lugar me daba unas vibras de añoranza y calma a la vez, tal vez sea por los colores monocromáticos que predominan en el diseño del lugar o tal vez sea por las personas que encontraban aquí y el ánimo que transmitían con tan solo verlas; no obstante, sabía que podía encajar muy bien debido a que yo también estaba con los mismos ánimos.

Tomo asiento en una de las mesas que tenía vista al ventanal, la calefacción apenas podía abrigarme del frío que todavía sentía. Quizás algo caliente como una infusión pueda calentarme más rápido, no tenía mucha hambre así que es mejor abstenerme a pedirme algo de comer; y como si fuese por obra de la telepatía, una joven de estatura mediana, contextura extremadamente delgada y piel pálida se acercó a mí para atenderme, le dije lo que quería y luego se alejó hasta la ventana de la cocina para dejar el pedido a los cocineros.

El silencio de la cafetería no me ayudaba para nada, pues, de un momento a otro, mis pensamientos regresaron a la conversación que había escuchado de Jungkook y el vendedor de veneno. Si ese hombre había dicho que había visto a Yoongi en una taberna de esta ciudad, y que él se había acercado a Scar para agradecerle por la venta de veneno, entonces eso quiere decir que o bien Yoongi es el principal autor de la muerte de Sunhee junto a Juheon o solo fue el cómplice de este último; pero siendo autor o cómplice del crimen, Yoongi se había atrevido a acabar la vida de una de sus más grandes amigas —o tal vez algo más que su amiga— por un fin que todavía es desconocido. A veces estamos rodeadas de personas que se hacen pasar por tiernos seres a los cuales les creemos hasta que sucede un hecho que cambia la perspectiva que una persona puede tener sobre ellos; y dolía mucho que alguien como Yoongi, con el que he tenido, a mi parecer, una relación sana y sincera de muchos años, pueda acabar tan de repente por esta situación.

Mi labio inferior comenzó a temblar cuando recordé que yo me encuentro comprometida con él. Inmediatamente mis dedos izquierdos se encargaron de quitarme ese anillo de mi dedo anular, este rebotó sobre la mesa de madera provocando hacer ruido en medio de todo el silencio. Mis ojos cristalizados fijaron su mirada en esa joya que antes tenía un valor sentimental para mí, pero ahora me causaba repulsión con tan solo verlo; para mí ese era una prueba de la mentira y traición que Yoongi me había hecho.

Poco después, la chica de antes viene con mi infusión en manos. Pensé que solo lo dejaría y se marcharía, pero, en su lugar, sacó una libreta y un bolígrafo negro que me extendió para luego decirme:

—Lo siento si suena imprudente, pero me gustaría tu autógrafo —pide ella, manteniendo su cabeza agachada.

—Hace mucho que no doy autógrafos —tomo su libreta y el bolígrafo. A pesar de haber estado a nada de soltar mis primeras lágrimas, sonrío de lado para la chica—, ¿por qué quisieras mi firma?

—Tú... es decir, usted es Blake Jones —responde mientras se le escapa una risa—. Aunque no lo crea, usted es mi mayor influencia de la moda actualmente. Tengo muchos prejuicios con mi cuerpo luego de que me detectaran anorexia, pero de repente vi tus publicaciones en Instagram sobre las prendas perfectas para cada tipo de cuerpo y generaron un gran cambio en mi confianza.

Mi sonrisa no hace más que ampliarse por el testimonio que me acaba de decir esta chica. Sé de qué publicación me habla, pues mi página de Instagram no inició siendo prácticamente mi espacio de blogs, sino más bien inició siendo un espacio en donde daba consejos de moda y entre ellos se encontraba las prendas que estructuran mejor tu cuerpo dependiendo del tipo de moldura que tenía cada persona. Luego, dejé de lado esas publicaciones para empezar a subir mis propias fotos y las fotos de todos los bocetos de prendas que hacía en mi tiempo libre, ahí fue cuando comencé a volverme una influencer.

—Eso es lindo, y me apena por tu condición de salud —le digo de la manera más honesta, sin buscar ofenderla, y dibujo mi firma sobre el papel.

—No te preocupes, yo sola me hice el daño. —Veo que la chica curvea sus labios hacia abajo antes de volver a recibir su bolígrafo y su libreta. Ella agradece y sonríe conforme—. Antes de dejarte, me preguntaba por qué habías dejado de subir contenido a tus redes; pensé que continuarías al notar que tus seguidores se han multiplicado.

Realmente he estado muy distraída todo este tiempo que he dejado de lado todo el tema de mis redes. Cuando alguien está metido en la investigación de un caso criminal, lo último en lo que piensa es en sus redes sociales.

Sin embargo, me gustó mucho eso de que mis seguidores han seguido aumentando a pesar de que he estado ausente desde hace casi más de un mes y medio.

—He estado muy ocupada últimamente. Tal vez en uno de estos días vuelva a mis redes.

—Eso me gustaría. Y si puedes, quisiera más consejos tuyos sobre la moda. ¡Mucha suerte! —La chica hace una reverencia ante mí antes de marcharse.

Eso fue lindo.

De cierto modo, aquella chica hizo que dejara de pensar en Yoongi luego de que se había ido y solo enfoqué mis sentimientos en crear una lista de los próximos posts que subiría a mis redes para continuar con esa sección que había olvidado desde hace mucho.

Mientras que iba apuntando mis ideas en las notas de mi celular, la notificación de un nuevo mensaje apareció. Fui directo a la aplicación y noté que se trataba de Jungkook, al parecer ya se dio cuenta que no estoy en la habitación.

Jungkook

¿Dónde te metiste?
5:12 a.m.

He salido a dar un paseo.
5:12 a.m.

No esperaba obtener respuesta de Jungkook otra vez, sin embargo, otro mensaje apareció casi al instante del mío.

¿De madrugada? ¿Ahora eres un búho?
5:12 a.m.

Decidí no responder las preguntas de Jungkook y salirme de la aplicación para volver a hacer lo de antes; pero él no parecía captar mi mensaje de que no quería verlo en estos instantes y que me dejara tener un espacio a solas, ya que mi celular continuó vibrando por bastante tiempo debido a los mensajes que me llegaban de Jungkook. En serio que es un maldito cabrón, hijo de puta, imbécil que no me puede dejar respirar al menos unos minutos lejos de toda la mierda que nos rodea como las muertes misteriosas o asesinos seriales; a este punto Jungkook solo está abusando de mí, como antes.

Me irrita la notificación de mensajes que me está llegando, por eso es que regreso a mi conversación con Jungkook para leer los diez mensajes que me ha enviado, y los otros que me está enviando.

Solo a ti se te da por caminar por la noche
5:12 a.m.

Regresa al motel y descansa
5:13 a.m.

No me hagas que vaya por ti
5:13 a.m.

Blake, responde
5:13 a.m.

Blake
5:13 a.m.

¿Quién demonios decide caminar de noche en una ciudad desconocida?
5:13 a.m.

Me veo en la obligación de ir a por ti. Genial
5:14 a.m.

Oh, genial, te llevaste mi abrigo
5:15 a.m.

¿Te parece divertido todo esto que estoy haciendo?
5:15 a.m.

Solo falta que te hayas llevado mi billetera
5:15 a.m.

Al menos no te la llevaste
5:16 a.m.

Ahora, ¿dónde te escondiste?
5:17 a.m.

Si eres excelente deduciendo, adivina
5:17 a.m.

Trato hecho :]
5:17 a.m.

Realmente temía por lo que podría pasar luego. Jungkook es, todavía, alguien difícil de descifrar. Muy pocos podrían entender su forma de ser, porque estoy segura de que ni él mismo llega a comprenderse del todo; presiento que a veces él mismo se puede asombrar por aquella habilidad tan ágil de deducción que tiene, nadie puede deducir cosas como lo hace él; es decir, todos tenemos esa habilidad, pero nadie la puede llevar a tal grado a como lo hace Jungkook que, con datos que parecen ser insignificantes, logra decirte toda la información que necesita en tan solo cuestión de segundos. Pero es esa misma habilidad a la que temo yo. Y por esta misma, tomo más rápido mi infusión, dejo dinero sobre la mesa y me voy del restaurante lo antes que pueda sin importarme mucho la boleta de pago o si con mi método de pago debía de recibir mi cambio, la chica que conversó conmigo podría quedarse con ese cambio si así lo quería.

Esta vez cruzo la pista y voy caminando a calles más abajo. Al seguir siendo muy temprano, la mayoría de los locales seguían cerrados. Mi único refugio parecía ser ir a un parque y esperar hasta que amanezca para así visitar más lugares de esta cuidad que me pudiese proporcionar tranquilidad y distracción a mis pensamientos. Por el momento, parecía ser que lo de recordar todo lo que me agobiaba iba a ser mi distracción.

Es entonces que me meto a un parque para empezar a caminar por ahí hasta que encuentre una banca en donde sentarme y pensar. Y ¡bingo!, a unos pocos metros de mí había una banca desocupada. Voy hacia allá a la misma vez que saco mi celular para acompañar mis penas con una canción de Sam Smith, Lay me down parecía ser una buena opción.

Entonces todo comenzó otra vez:

**

Mamá estaba peinando de mi cabello luego de haberme bañado, ambas estábamos viendo una película sobre la cama mientras esperábamos a papá para ir a cenar todos juntos a la zona de comidas de la Villa Bom.

Sin embargo, el celular de mi mamá sonó a la misma vez que una mujer había gritado aterradoramente fuera del hotel. Por curiosidad me acerqué a la ventana y pude ver a dicha mujer correr mientras que en su blusa estaba en llamas.

—Blake, ven conmigo —dijo mi madre con una voz temerosa. Metió su celular en el bolsillo de su pantalón e inmediatamente me cargó para abandonar la habitación—. Cariño, por favor, no veas nada a tu alrededor. Cúbrete los ojos y no los abras a menos a que yo te lo diga, ¿sí? Iremos a ver a papá.

Hice caso a la petición de mi madre, cubrí mis ojos en todo el camino, o mejor dicho, en toda la corrida que mi madre estaba haciendo para encontrar a mi padre. Por cada tramo que dábamos y oíamos a más personas gritar a nuestro alrededor, mi mamá me decía que no abriera los ojos; pero le fallé y vi cómo es que pinos del bosque estaban en llamas, algunas personas estaban corriendo por su vida mientras que otras estaban tratando de apagar el fuego de su ropa.

No sabía cómo es que, de haber jugado en los charcos de agua en este mismo lugar, ahora lo estuviese viendo como si fuera el mismísimo infierno.

—Mami... —dije con miedo.

—Yo estoy aquí, bebé. —Respondió ella, tratando de transmitirme calma—. No abras los ojos, cielo. Ya estaremos con papá.

**

La primera parte de la canción había acabado. Los recuerdos de aquel incendio siguen palpables en mi mente, y es que, ¿cómo puedo olvidar un suceso que marcó toda mi vida, y últimamente ha estado tomando más fuerza, tanto que siento que me deja sin energías?

Tan solo recordar ese trágico momento de mis padres arrojándome a otra parte por tan solo salvar mi vida y sacrificarse ellos es lo que más me parte el corazón y me eriza la piel.

Luego la siguiente parte de la canción continuó y Tokki, con su mirada inocente, llegó a mí:

**

Había personas llorando a mi alrededor, yo seguía con el niño que me había encontrado en la entrada de la zona segura. Los mosquitos habían comenzado a picarme, este niño lo notó y me ofreció su impermeable rojo para que me protegiera de las picaduras; no dudé en ponérmelo ni un segundo más, realmente lo necesitaba. 

—¿Con quiénes viniste? —me preguntó.

—Con mis papás.

—¿Están aquí? —Negué con la cabeza. Podría ser pequeña, pero entendía muy bien lo que había pasado con mis padres—. ¿Dónde están?

—En la Villa.

Y al parecer el niño también había entendido a qué me había referido con mi respuesta, pues lo siguiente que hizo fue colocar su brazo alrededor de mis hombros y apoyar su cabeza sobre la mía. Una lágrima salió de mis ojos y el niño me la quitó de inmediato.

—No llores —me dice—. Mamá me dijo que luego de esto vendrán tiempos mejores.

—¿Tú todavía tienes a tus padres? —El niño asiente rápidamente, y a su vez, aplana sus labios—. Que suerte la tuya; ahora los míos están en el cielo.

—Papá dice que el cielo no existe —él sonríe y me deja ver aquella perlada sonrisa. Los dientes que más destacaban eran los delanteros, me parecían tiernos en él—. Yo digo que está loco, pues si el cielo no existiera como él dice; ¿entonces qué es esa cosa que está sobre nosotros de color celeste y blanco?

—El cielo es la casa de todos los angelitos —musito para mí. Sin querer, había formado un pequeño puchero en mis labios—. Quisiera estar en el cielo con los angelitos.

De pronto, el niño había ignorado por completo todo lo que le había dicho para comenzar a explicarme lo que conocía que era el cielo. Luego, su explicación pasó a explicarme lo que era el mundo y los otros planetas que existían. No sé con qué tipo de niño raro me había cruzado, pero me parecía muy interesante la forma en cómo me contaba absolutamente todo; sus narraciones me distrajeron del momento en el que nos encontrábamos y pude olvidar por un momento el hecho de que me había quedado huérfana.

—De grande quisiera ser astrólogo.

—Yo de grande quiero ser modelo, o diseñadora de ropa.

El niño había entrecerrado un pocos sus ojos y comenzó a observarme de distintos ángulos.

—Sí eres bonita. Tal vez lo logres.

Ese fue el primer cumplido que recibía de alguien que no fuese mi familia. Me emocionó bastante haberlo escuchado.

**

Recordar este tipo de cosas junto a la canción no ha sido una de mis mejores ideas. Ahora me encontraba sola, llorando en medio de la madrugada por extrañar a mis padres y a un niño que supo acompañarme en mi tristeza de aquel día. Sabía que a mis padres ya no los iba a ver jamás, pero sí podía reencontrarme con Tokki, y es que verlo y saber de él en la actualidad ya se ha vuelto una necesidad para poder seguir adelante; quería a ese niño de vuelta, quería agradecerle por todo lo que hizo por mí en la Villa y decirle que yo nunca me había olvidado de él.

—¡¡Blake Jones!!

Una voz masculina, y para variar familiar, llegó a mis oídos cuando estaba a nada de romper en llanto, ¿es que acaso no merezco llorar en paz?

Suspiro de manera pesada y giro hacia mi derecha, ahí estaba Jungkook agitando su mano como seña de que fuese hacia donde está él. No entiendo cómo es que pudo dar conmigo si no le había dado ninguna pista de donde estaba. Pensé que se hartaría de buscarme y regresaría al motel, pero me olvidé de que estábamos hablando de Jeon Gran Deducción Jungkook.

No iba a preguntarle cómo fue que dio conmigo; si lo hacía, tal vez es capaz de decirme que colocó un microchip en mi celular que lo ayuda a saber mi ubicación en tiempo real.

Finalmente, Jungkook viene hacia mí cuando se da cuenta de que yo no tenía las intenciones de ir hasta donde está él. Cuando llega, se sienta a mi lado e hinca sus codos sobres sus rodillas mientras me mira de lado.

—Así que, ¿creíste que nunca te encontraría? —Asentí con sinceridad, sin pronunciar ni una sola palabra—. Es imposible que huyas de mí.

—Sí, ya me di cuenta. Parece que ahora tengo toda mi vida atada a la brújula Jeon —digo con sarcasmo.

—Algo te pasa —dice.

—No te hagas el que no sabe, porque lo sabes. Aun así, cuando no te lo diga sabes lo que está pasando por mi cabeza, porque eso es lo que haces tú, ¿no? Invadir mis pensamientos e intentar interpretarlos.

—¿Eso es una ofensa?

Guardo silencio hasta luego de unos segundos, cuando Jungkook suelta un bufido.

—¿Qué?

—Mira, te propongo esto —la mirada de Jungkook gira hacia el frente y se mantiene erguido en su asiento—: Mañana, cuando lleguemos a Seúl, tú yo vamos a romper nuestro trato. Estarás libre de seguir a mi lado hasta el final de este caso, ya no nos veremos más y no tendremos justificación alguna para buscar al otro nunca más, ¿okey? Porque yo ya me cansé de esta situación y supongo que tú igual; por eso, lo mejor es que esto acabe cuanto antes. Ya no soporto tu actitud.

—¿Y tú piensas que, entre los dos, el problema soy yo? —mi enojo aumentó en un doscientos por ciento cuando escuché a Jungkook hablar. No cabía duda de que era un tremendo idiota—. Aquí el único que tiene la culpa eres tú.

—Yo no huyo y hago que me busquen.

—¡Es porque quiero estar sola, tarado! —Espeto iracunda—. ¡Tú nunca me das mi espacio, y por primera vez quería estar lejos de ti y de toda esta mierda de cosas policiales!

—Bueno, buenas noticias: Ya no me verás más luego de este viaje.

Sabía que Jungkook estaba reprimiendo sus verdaderos sentimientos con lo que estaba pasando, pues sus piernas temblaban y se había levantado de su asiento para alejarse de mí. Cruzó sus brazos y encogió sus hombros.

—Es ganar-ganar, ¿verdad?

—No sabes lo feliz que me harías con eso —le digo sin pensarlo muy bien.

—Bien. —Jungkook suelta un suspiro antes de dar media vuelta y caminar por donde vino—. Cuando llegue al auto contaré hasta diez, y si no estás me iré solo.

Por supuesto que no iba a ir detrás de él. No me importaba si utilizaba la psicología o la psicología inversa junto a unos trucos de hipnosis, yo me mantenía firme a estar alejada lo más que pueda de él y pasar un tiempo conmigo misma.

No obstante, una opresión en el pecho se manifestó en mí cuando razoné de mejor manera todo lo que Jungkook y yo nos hemos dicho y al trato al que hemos llegado.

****

Todo el día había estado trabajando con los agentes policiales del departamento de policías de aquí para encontrar el paradero de Yoongi en toda la ciudad; sin embargo, Blake y yo habíamos llegado muy tarde, pues Yoongi había tomado un ride en la carretera del exterior de la ciudad a un nuevo punto desconocido. A él se le estaba haciendo muy fácil colmar mi paciencia jugando al gato y al ratón conmigo.

Ahora era de noche, en todo el día no había visto a Blake luego de que hablamos en el parque y parece que ella tampoco se ha asomado por la habitación desde que se fue. Aproveché en darme un baño para luego colocarme mi pijama y sentarme sobre la cama para reflexionar de mi nuevo acuerdo con Blake, va a ser imposible no querer saber de ella. Soy capaz de seguirla y crear escenarios en donde me la encuentre de "casualidad"; pero sé que ella no me voltearía a ver de todas maneras, si Blake dice que me quiere lejos, dudo que lo primero que haga sea es verificar si yo no ando cerca.

Luego está la cuenta regresiva que hice en el auto, pensando que ella sí volvería conmigo; pero pues, también me equivoqué.

Minutos después, la puerta de la habitación se abre. Escucho las quejas de Blake en el pasadizo de la puerta; y antes de que encendiera la luz, le digo:

—No prendas la luz y acércate a la cama. Estoy sentado en tu lado derecho. —Le digo.

No oigo que Blake se oponga a lo que le pido, lo cual es mejor, porque estaba a nada de hablar con ella sobre su pasado. Algunas personas temen a hablar con otras sobre cómo es que eran ellos años atrás debido a diversos factores como lo pueden ser: irrelevancia, problemas familiares, traumas emocionales, o simplemente por amnesia. Sin entonces, Blake no había hablado de su pasado por razones más que obvias que yo ya conozco; no obstante, sé que detrás de todo eso hay algo mucho más importante y sentimental, ya que no solo era la muerte de sus padres, también existía una tercera persona en la ecuación.

—¿Qué pasa? —Pregunta ella.

—Antes de despedirnos, quiero que me cuentes sobre el accidente de tu familia —digo sin rodeos. Tal vez Blake ahora esté asombrada por la forma en cómo le he preguntado, pero mientras más directo sea, más objetivo va a ser mi finalidad—. Cuéntame cada detalle y no omitas ninguno. Quiero entender por qué sufres tanto por ese día; he visto que hace poco piensas más en ese tema y te pones triste, ¿por qué?

Blake se queda en silencio, no dice absolutamente nada. Sin embargo, no hay nada que me diga que lo que he dicho esté mal, he tratado de hacerlo de la manera más neutral y pacífica que he podido. Ahora solo quiero una respuesta inmediata.

Blake parece haber leído mi pensamiento, pues no se demora más y suelta las primeras palabras que iniciarían contando su más grande trauma en la niñez:

—Está bien, te contaré lo que pasó el 30 de junio del 2008... —Suspiró una última vez para darse ánimos y comenzó.

*****

CHAN CHAN CHAAAAN

¿Quieren saber la historia completa? Pues esperen el siguiente capítulo, yo me iré a mimir porque acabé de escribir este capítulo a la una de la mañana :')

PD. El Jungkook de la imagen que de arriba, es el Jungkook que Blake recuerda ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro