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T r e i n t a y d o s

*****

Después de varias horas de viaje en auto, finalmente Blake y yo llegamos a la ciudad de Daejeon. Luego de que nos fuéramos del campamento, Blake aprovechó en dormir el resto del viaje —así como se lo había recomendado— hasta que se despertó gracias a mí, no había visto un bache en la autopista y eso hizo que el auto se moviese bruscamente. Ella me queda mirando mal hasta que fija su mirada hacia el frente, luego se encoge en su asiento y fija su mirada en su teléfono; había abierto su mapa para verificar que habríamos llegado a nuestro destino.

—¿Y dónde nos vamos a hospedar? —Fue su primera pregunta luego de unos minutos.

—No tengo idea.

—En dos cuadras de donde estás conduciendo hay un motel con buena puntuación. Vayamos allá.

Asiento levemente y sigo conduciendo hasta las dos cuadras que Blake me había indicado. Luego me dijo que debía de girar a la derecha y meterme a una cochera, ya que la recepción del motel estaba en el sótano y todo el lugar en sí era muy privado. Creo que comienzo a entender que este motel no es para quedarse a dormir cuando no tienes dinero para un hotel, más bien creo que se trata de un motel que se utiliza para tener sexo; ¿y esto cómo es que lo saqué? Bueno, desde que este sótano no tiene espacios indicados para estacionar los autos y en la entrada al sótano está la cabina del administrador, cubierto por una malla negra que se me dificulta mucho mirarlo. Otra cosa que me sorprendió de toda esta estafa de motel que consiguió Blake, para llegar a nuestra habitación, debíamos de ir manejando hasta nuestro propio lugar de estacionamiento de la habitación.

Nos dieron la habitación 407, aquella quedaba en el cuarto piso y la subida iba en espiral. Pero mientras que iba manejando, Blake notó que los portones de las habitaciones decían “Silencio, no molestar” bajo una imagen de una cama dibujada de color negro y corazones del mismo color sobre esta.

—De haber sabido que este lugar era así, no lo hubiese escogido. —Reprocha entre murmullos.

—No creo que la habitación sea tan mala. Además, sólo serán unos tres días.

—Pero igual es incómodo. —Blake repara en mí, curvea sus labios hacia un lado antes de volver a hablar—. ¿No te incomoda cuando tienes que escuchar los ruidos de otras personas cuando sabes que lo están haciendo?

—Eso no deberías de preguntármelo a mí, sino a tus vecinos —contesto. Regreso a mirar su rostro y ella se había ruborizado al saber a lo que me refería.

—Pero nosotros no hicimos mucho ruido.

—¿Segura?

Luego de eso, Blake decide ya no prestarme más atención. Asimismo, llegamos al estacionamiento de nuestra habitación y esperamos a que el portón comience a abrirse.

Aprovecho esos pocos segundos para soltar el timón y relajarme en mi asiento. Puede que no lo aparente, pero conducir por horas y atender un caso de un religioso asesino en serie, me ha dejado muy agotado y lo único que quiero es dormir por horas antes de salir a la ciudad y buscar a Yoongi. Sin embargo, antes de buscarlo y atraparlo, debía de planificar muy bien mis movimientos; Blake me ayudará a rastrear a su novio y los lugares en los que él ha estado en esta ciudad.

Nadie me dijo que ser investigador iba a ser fácil. Pero yo no soy una persona que se rinde tan fácilmente, y más cuando tengo la presión del jefe sobre mí.

Luego de meter el auto a la cochera, Blake comenzó a sacar sus maletas mientras que yo buscaba mi maletín negro. Cuando ambos ya teníamos nuestras pertenencias, fuimos juntos hasta la puerta de la habitación; entre los dos pagamos el cuarto más económico, ya que no estábamos aquí precisamente para tener cosas lujosas, con que tuviese una cama para los dos nos bastaba. Blake me dio las llaves de la habitación y abrí la puerta, ella fue la primera en pasar a la habitación con un poco de dificultad debido a que sus maletas la estaban estorbando, yo solo podía reírme de ella por lo bajo al ver las caras de frustración que ponía.

—Ahora ya no es buena idea haber traído dos maletas, ¿verdad? —Le dije en un tono de broma.

—No molestes.

Entre patadas a sus maletas y pasos muy cortos, Blake finalmente logra pasar la entrada de la habitación para ir acomodando sus maletas muy cerca de los ventanales polarizados del lugar que hacían ver la ciudad como si estuviese de noche. Yo por mi parte, dejo mi maletín negro sobre la cama para tronarme mi espalda; luego me dirijo hacia donde está Blake, ella se había quedado admirando con un rostro pensativo hacia el paisaje de toda la ciudad.

—¿En qué piensas?

—Me asusta mucho estar en esta ciudad. —Explica casi murmurando.

—¿Por qué?

Blake se mantiene en silencio unos cuantos segundos hasta que yo vuelvo a llamar su atención. Fue ahí cuando los ojos de ella me transmiten esa preocupación y temor que ahora estaba sintiendo; sin embargo, ella no habla conmigo y prefiere evitarme justo en ese momento.

Tampoco insisto en lo que ella puede tener y dejo que se vaya instalando dentro de la habitación. Ambos vamos desempacando algunas cosas de nuestras maletas sobre las repizas del armario de madera que la habitación tenía instalada. Blake decidió ocupar el lado izquierdo del armario, y ocupar un poco de mi lado para sus productos de belleza.

A eso de las cinco de la tarde, o casi cinco, Blake va a tomarse un baño en el jacuzzi del baño. Había dicho que no estábamos para cosas lujosas, pero no sabía que el precio de la habitación incluía ese jacuzzi. Ella había estado preparando su baño con las bombas de jabón que había traído y sus aceites para el cuerpo que la había visto sacar de una cartuchera que había traído; mientras tanto yo, me sentía más que complacido estando solo en la cama del cuarto. Debía de aprovechar que este iba a ser mi único descanso en todo el día, porque luego tenía que volver a mi trabajo.

Minutos más tarde, empiezo a escuchar que Blake va diciendo algunas cosas inaudible a mis oídos pero sí podía oír claramente el tono de su voz. Al principio creía que estaba cantando, pero mientras más atención le prestaba, más podía asimilar sus palabras a una conversación personal que estaba teniendo consigo misma. Me encontraba entre si seguir escuchando lo que Blake se decía a ella misma o simplemente darle su espacio y hacer como si no estuviese escuchando nada.

Al final me decido por tan solo dejar a Blake ser ella misma en su hora de baño mientras que yo encontrara algo con el qué distraerme. De repente, el bolso negro de Blake se encuentra medio abierta sobre la cama, en esta misma puedo ver la tablet que ella tenía cuando no le apetecía cargar con su laptop de un lugar a otro, o cuando esta misma se encontraba con poca batería y no quería cargar con la laptop y su cargador; entonces, aquello pudo explicar las razones por las cuales eso estaba aquí. Extiendo mis dedos de la mano derecha al bolso para abrirlo por completo y sacar su tablet junto a su funda.

Ni bien encendí la tablet de Blake, el dispositivo me exigía una contraseña o una huella digital. Obviamente no tenía la huella digital de Blake a menos que le cortase un dedo; así que directamente me fui a la contraseña e intenté poner el día de su aniversario con Yoongi, pero no funcionó; luego, el día que es su cumpleaños, pero tampoco dio resultado; y finalmente —luego de otros cinco intentos con las fechas más importantes que me conocía de la vida de Blake—, luego de muchos intentos voluntarios, puse la clave más sencilla, y rompecráneos, por las puras del inicio de la pantalla; ya que su contraseña era ir de mayor a menor empezando por el número "6".

Cuando la pantalla me mostró sus aplicaciones, la que más destacaba era Instagram debido a que tenía cientos de notificaciones que no había visto. Y siendo sincero, me da tanta curiosidad lo que puede publicar ella en esta página para tener esa cantidad de notificaciones, así que, ingreso primero a esa página y lo que más veo son fotos de marcas importantes de ropa que están promocionando colaboraciones que han hecho con famosos estadounidenses. Luego, más abajo, vi a la foto del que sería Samuel Benavent, el hermano mayor adoptivo de Blake, se encontraba rodeado de personas mucho más mayores que él en un lugar que se parecía mucho a las ciudades de España; creo que en el que estaba se llamaba Sevilla.

Lo primero que deduzco es que, al tener a personas que se parecen a él en la fotografía, y que se encuentra en una ciudad parecida a los de España, rápidamente se me viene a la cabeza que Samuel Benavent por fin está reunida con su familia biológica. Lo cual o bien podría gustarle a Blake o bien podría tomárselo a mal, porque con ella nunca se sabe.

Y así me dice que yo soy el “Difícil de descifrar”.

Sigo bajando las imágenes, perdiéndome entre ellas y mirando las fotografías que publicaban algunas modelos de Corea que Blake seguía. Eran bastante hermosas. Sin querer —y por culpa de Blake—, le doy “Me gusta” a una foto de una de esas modelos cuando la dueña de la tablet aparece a mi lado y me arrebata el dispositivo. Luego, me da un suave manazo en mi pecho, Blake andaba con el ceño fruncido, señal de que estaba molesta por haber invadido su espacio privado; pero qué más esperaba ella si sabía que mi naturaleza es ser así.

—¿Cómo demonios supiste mi contraseña?

—6-5-4-3-2-1 no creo que sea una contraseña tan difícil de descifrar. —Replico—. Además, no hice nada malo: tus notificaciones siguen siendo las mismas, yo solo estaba mirando las fotos.

Blake mira unos segundos la pantalla de la tablet y abre sus ojos cuando ve algo que parece haberla escandalizado. Seguro es la fotografía que su hermano había publicado.

—¡Jungkook, le diste like a una foto de Kim Sa-rang! —Blake agarra una almohada y no duda en estampármela en la cara cientos de veces hasta que se cansa. No entiendo cuál era el problema ahí—. ¡Tonto!

—¿Y cuál es el problema?

—¡Que le has dado "Me gusta" a alguien más famoso que yo! —Repite otra vez la acción de golpearme con la almohada unas dos veces hasta que finalmente se la arrebato y la tiro al suelo—. Jungkook, no debes de revisar mis cosas —reprocha con engreimiento.

—Ya mejor olvídalo —concluyo con nuestra conversación.

Me levanto de la cama para ir hasta donde había dejado mi mochila y sacar de esta una libreta y un lápiz que había guardado en uno de los bolsillo del maletin. Debía de empezar a trabajar y dejar de perder más mi tiempo.

—¿Vas a ponerte a trabajar?

—Había dejado en claro que no habíamos venido a Daejeon para pasear —respondo mientras le doy la espalda.

—¿No estás cansado del viaje?

—No.

—¿No?

—No. —Digo, firmemente.

—No te creo.

—No me importa.

En la habitación había una pequeña mesa redonda de manera junto a dos sillas del mismo material. Agradecía mucho eso, porque ese sería mi escritorio de trabajo por estos días. Dejo las cosas que había sacado sobre esta y me dispongo a trabajar, pero otra vez Blake logra interrumpirme.

—Me parece gracioso que, a este punto de la relación, todavía quieras mostrarte frío frente a mí.

—¿Qué?

—Que yo he sido la única persona en ver esa parte humana de ti, pero todavía quieres seguir jugando a ese rol de ser insensible.

—No, yo me refería con esa relación a la que te estás refiriendo. ¿Cuál?

Blake frunce sus labios al igual que su ceño. Se cruza de brazos y me mira fijamente.

—No te hagas el idiota, ¿quieres?

—No hay una relación, Blake.

—Eres tan bipolar, Dios. —Bufa ella, molesta—. Entonces, ¿en qué punto estamos?

—En ninguno.

—¿Y qué pasó con lo que me habías dicho ayer? —Blake se atreve a acercarse un poco más a mí hasta quedarse a unos cuantos pasos de donde estoy—. Desearía que fuéramos imanes —dice aquella frase, imitando mi voz.

—Bueno, razoné que los seres humanos no somos imanes. Fin.

—¿Sabes lo que ahora pasa? —Blake sigue acercándose a mí hasta estar a mi lado y mirar en picada—. Que ya no sabes qué más decir para excusar todas las cosas que me has dicho sobre tus sentimientos. Que le estás temiendo a mi rechazo, por eso ahora tratas de retractarte. Que al ver que no te he hecho caso con las cosas que me has dicho, ahora quieres volver todo a como estaba antes. ¿Pero sabes algo Jeon? Por el mismo hecho en cómo eres es que no puedo cederme ante ti tan fácilmente. Por ti y esa actitud que tienes es no puedo imaginarme a tu lado sin siquiera verme discutiendo contigo. Eso es lo que realmente pasa.

Luego de todo el sermón que Blake me dio, finalmente ella optó por salir de la habitación y tomar aire fresco. Por mientras, en mi situación, yo me quedé pensativo a todo lo que ella había dicho. No iba a decir que era mentira, porque ahí el que estaría mintiendo soy yo; Blake por fin pudo notar lo que trataba de hacer, pero ni yo soy bueno en ocultar todo lo que había ocurrido entre nosotros. Lo cual es bastante extraño si contamos que ninguna chica me había importado mucho en la vida como me importa Blake. Pero creo que yo tengo una una respuesta para esa interrogante que ella misma puede tener dentro de su cabeza —esa que puede ir así como: Si dice que no le importo, ¿por qué sigue demostrándome su interés y, a la vez, mostrarse su resentimiento— y es la siguiente: Blake es la primera chica en la que despojé toda mi confianza desde el primer momento en que ella comenzó a acercarse en mí, y ella se encargó de burlarse de ella en cuanto vio la ocasión.

Si bien todo había comenzado entre nosotros por simple interés y lucha de demostrar que lo que pensábamos estaba bien, luego pasamos a esa faceta de apoyarnos el uno al otro luego de que yo comencé a tratar de utilizar la psicología inversa en ella. Pero luego ocurrió esa extraña tensión entre nosotros que empezó a encender esas llamas pasional, donde nuestro error fue enredarnos con el otro por la tensión que habíamos creado desde hace un largo tiempo. Después ocurrió la mañana de actuar como si fuésemos algo más hasta que ella dijo que lo nuestro no podía ser.

Decepcionante.

Lo único que podía sentir era una decepción inmensa en mí y en ella; pero luego, todo cambió cuando me enteré por terceras personas que Blake me había mentido en algo que ella sabía que estaba siendo importante para mí. Hasta ahora me siento tan estúpido por no poder decirle que su novio es el asesino de todo este caso junto a Juheon, que Yoongi nunca la quiso y que hasta pudo haberla tratado como su esclava sexual si no fuese porque ese tipo es un cobarde y no puede afrontar las consecuencias de sus actos. Siempre traté de cuidarla en ese sentido, porque sabía lo cuán sensible que ella era y por el cariño y amor que le guardaba a Yoongi. Pero tuvo que volverse en el cómplice de su pareja envés de decirme de una vez por todas todo a mí.

Yo creía que Blake me podía escoger sobre todas las cosas, pero todavía existía Yoongi en su vida.

—Tú también me hiciste daño, Blake —digo para mí mismo. Suelto un suspiro y me regreso a la cama para acostarme un rato más.

Las ganas de querer trabajar desaparecieron así, de repente, y ya no tengo cabeza para otra cosa más que Blake.

***

Cuando cayó la noche en la ciudad de Daejeon, fue que por fin pude volver a salir con Blake. Estábamos dirigiéndonos a un barrio pobre de la ciudad, lo cual eso significaba que algunas tiendas clandestinas se camuflan perfectamente con tiendas normales de comida. La misión estaba en encontrar una en específico —que se ubica por la zona en donde estamos justo ahora—, esa nos iba a ayudar a saber mucho más de lo que mató a Sunhee y al resto de chicas y chicos en cuestión de segundos.

La parte negativa que le podía encontrar a toda esta investigación es que nos hacen falta mucho por buscar: Realmente no tengo una dirección exacta de la tienda que estamos buscando, solo sabemos que es cerca de donde estamos y no podemos ir hablando con cada vecino de este lugar para saber si este sabe de alguna tienda que le parezca sospechosa; luego están las boletas que, si bien esta tienda no puede darlas por obvias razones, estas podrían ser la única prueba que tendríamos de la compra de Min Yoongi o cualquier otro chico del equipo de basquet en ese lugar. Aparte de ello, me temo de que ahora esté pensando que Blake no era la persona indicada para venir conmigo, nunca he hablado con ella directamente de que tengo mi teoría, la cual culpa a su prometido y a todo el equipo de basquet por ser una banda criminal de asesinos seriales que opera activamente con unos patrones muy extraños y observables que caracterizan a la perfección este caso, pero que todavía seguimos sin saber el motivo del porqué es que lo hacen.

—¿Y ahora adónde vamos? —Pregunta Blake tiritando de frío—. Siento que esto está siendo patético.

—Taehyung no dejó mucha información que digamos —contesto—; pero mi instinto me dice que debe de estar por aquí esa tienda.

—¿Y si es esa casa de la izquierda?

Un hombre encapuchado se había detenido en la ventana de una casa que tenía rejas negras en esta, él mismo mira para ambos lugares antes de darse cuenta que la otra persona que está metida en la casa ya le estaba extendiendo dos botellas muy pequeñas de lo que podría venir siendo veneno u otro tipo de sustancia dañina. Lo más sospechoso viene cuando el hombre encapuchado saca un sobre amarillo grueso, mayormente esto es sinónimo de que aquel sobre tiene una enorme cantidad de dinero que, a simple vista, no se puede mostrar frente a otras personas; otras veces utilizan maletines negros para dar el dinero, pero en casos como aquellos, la cantidad de dinero del cuál se está hablando ya debería de ir sobrepasando lo exuberante.

Algo característico de este lugar es que, a comparación de otras cosas, las luces ultravioletas son lo que más llama mi atención. Y lo más raro viene cuando el hombre encapuchado se va, las luces cambian a unas blancas —como las normales— y luego se cierra la ventana de la casa, sus vidrios eran polarizados.

—Bien, esto es lo que haremos —trueno los huesos de mis dedos antes de regresar a mirar a Blake—: Yo haré las preguntas y tú grabarás en tu celular todo lo que ese tipo nos diga.

—¡No voy a hacer eso!

—¿Por qué?

—Me pueden robar el celular —replica.

Yo la miro con un gesto neutro casi molesto. Ella hace lo mismo pero al final termina cediendo al pasar unos minutos. En serio a veces es tan patético escuchar las quejas de Blake. Lo bueno es que al final de esta misión ninguno de los dos va a saber de la vida del otro nunca más.

Tomo de la mano a Blake y cruzamos la pista hasta llegar a la casa. Blake va encendiendo su celular cuando ya estábamos a pocos centímetros de la ventana, abre la aplicación de la grabadora y me da una señal cuando le dio inicio a la grabación.

Toco unas tres veces la ventana de la puerta hasta que un hombre, que destacaba por tener una cicatriz de unos siete centímetros en su ojo, aparece enfrente de nosotros. Blake da un brinco hacia atrás cuando lo ve, le había dado miedo, y en cierto punto lo entiendo porque la apariencia de este hombre daba miedo.

—¿Usted es Scar? —El hombre asiente con un gruñido. En mi primer intento, acerté en su apodo—. Vengo por parte de un colega, me dijo que aquí traficaban venenos.

—¿De quién?

No creí que este hombre pediría el nombre de mi supuesto colega. Tampoco se me ocurría un apodo para asociarlo con Min Yoongi, porque no sabía si este tenía algo que ver con la compra del veneno.

—Cobra J. —Dice Blake, sin dudarlo ni un segundo.

El hombre regresa a mirarla extrañado, parece estar analizando hasta que otra vez repara en mí.

—¿Qué tipo de venenos está buscando?

—Batracotoxina, o algo parecido a ese veneno. —Respondo con firmeza.

—No me queda de ese veneno. Se lo había dicho a Cobra J por mensaje —dice el hombre. Camina unos cuantos pasos hacia una mesa de madera que estaba en su sala y agarra una cajetilla de cigarro con un encendedor—. ¿Por qué me piden tanto ese veneno?

—Yo soy estudiante de laboratorio. Necesitaba una muestra para un análisis y Cobra J me comentó que usted tenía.

—Cobra J se llevó los cinco últimos frascos que tenía de Batracotoxina —dice el hombre con mucha seguridad—, hace aproximadamente unas... ¿Tres semanas? ¿Un mes y medio?

—¿Qué tiene de especial ese veneno? —Pregunta Blake.

—Mata casi instantáneamente a la persona, les da un paro cardíaco.

—Bueno, muchas gracias, señor Scar —digo antes de tomar la mano de Blake e irnos por donde habíamos venido.

Blake detiene la grabación de su celular y la oigo soltar un suspiro mientras que va guardando otra vez su celular en el bolso blanco con cadenas doradas que había traído con ella. A su misma vez, yo también hago lo mismo que ella de soltar todo el aire que había retenido por los nervios que por primera vez sentía al enfrentarme con unn criminal como ese.

Cuando ya estábamos por salir de la cuadra, escuchamos un silbido. Blake es la primera en girar y se detiene abruptamente, luego yo giro sobre mi eje y me encuentro a Scar caminando a pasos largos hacia nosotros.

—Blake, vete. —Murmuro.

—Ya deja de decir eso, no lo voy a hacer. Me quedo.

No tenía tiempo para lidiar con ella, así que la tomé de sus hombros y la empujé hacia un callejón. Ella gritó por la agresión y cayó contra el pavimento de la calle, pero luego vuelve a ponerse de pie y con ganas de darme una golpiza. No obstante, le hago una seña para que no se acerque y se quede donde está.

Scar llega a mí y me toma de la muñeca con fuerza.

—¿Se le ofrece algo? —Pregunto tranquilo.

Scar saca un papel doblado de uno de sus bolsillo. Comienza a abrirlo y me lo muestra.

Era un dibujo, casi como los que hacemos en la estación de policías, con mi rostro. Arriba decía en letras grandes: “Tener cuidado con este tipo”.

¿Quién podía haberle dado esto? Los únicos que me conocen son los del equipo de basquet. No hay nadie más.

—Sí, soy yo —respondo—. ¿Algún problema?

—¿A qué vino a mi tienda, poli? —Inquiere Scar, intimidante.

Es en ese momento en donde yo también saco algo de mis bolsillo, wda mi celular. Scar mira detenidamente cómo es que entro a la galería de mis fotos y busco una en especifico, era una foto de Min Yoongi. Si este tipo quería que fuésemos más claros con nuestros objetivos yo no iba a tener problema en hacerlo.

Le extendí el celular hasta la altura de su cara y lo miré desafiante.

—¿Conoces a este tipo?

—¿Por qué quiere saberlo?

—Porque es necesario, y porque si no lo haces, entonces estaría siendo cómplice de asesinato a varias víctimas. —Encojo mis hombros ante la mirada de Scar y luego paso la fotografía de Yoongi a una en donde se encontraba desde otro ángulo—. ¿Lo conoce o no?

—Es un cliente recurrente —musita Scar—, él y Cobra J son los que más vienen a comprar venenos.

—¿Con qué finalidad?

—No lo sé. Yo no pregunto para qué mis clientes quieren veneno...

—Pero aún así se los vendes —Scar se queda en silencio y ladea su cabeza a un lado—. Mira, ahora tienes dos opciones: La primera es cooperar con el interrogatorio, y la otra es acusarte frente a las policías de este lugar y condenar te como cómplice de asesinato de más de cinco cuerpos.

—Yo realmente no lo sé —replica el hombre.

—¿Al menos sabe si Min Yoongi se encuentra en esta cuidad? Ahora mismo está prófugo —le informo, pero Scar no hace absolutamente—. ¿Cuándo fue la última vez que lo vio?

El hombre con apariencia intimidante me mira unos segundos antes de vagar su vista hacia otras partes con el objeto de calmar sus ansias de querer extrangularme. Sus manos comienzan a apretar el pantalón jean que llevaba puesto hasta que finalmente golpea como si fuese un simiforme que no sabe cómo actuar frente a otras personas.

Me da una última mirada antes de señalar su libreta con los ojos.

—Fue en un taberna hace dos semanas. Lo vi bebiendo solo, ya estaba ebrio —empieza a contar—. Yo todavía estaba recién entrando a la taberna y encontrando un lugar donde pasar un rato a solas conmigo mismo. Min solo se acercó a mí para agradecerme por haberle vendido a Cobra J los cinco últimos frascos de Batracotoxina, luego me dio unos billetes que debía de darle a mi tío Hong. Él era joyero, creo que le estaba debiendo dinero por un anillo de compromiso junto a un grabado dentro del aro, o algo así le entendí de esa voz alargada que estaba usando.

Estaba hablando del anillo de Blake.

—¿Y tiene alguna idea de dónde pueda estar? —Niega, curveando un poco sus labios—. ¿Está seguro? —Asiente—. Bien... Le recomiendo que se vaya consiguiendo un buen abogado si no quiere que lo encarcelen por 12 años.

El hombre se queda perplejo con lo último que le digo, por eso, se adelanta a tomarme de la chaqueta que traía puesta y me aprisiona entre él y el muro que estaba a mis espaldas. El hombre me golpea en el estómago mientras que yo intento deshacerme de él. Por suerte, en un descuido que Scar tuvo para posicionarse mejor, tomo su puño y, en un ágil movimiento, hago que este hombre quede de espaldas.

La suela de zapato golpea el centro de su espalda, Scar cae tendido sobre el pavimento. Aprovecho que no se puede levantar para ir donde Blake estaba, ella seguía escondida en el mismo lugar donde la dejé, solo que esta vez tenía una cara como si estuviese en un “Viaje astral”, como algunos suelen llamarlos.

Blake y yo comenzamos a correr —yo tomando la mano de Blake, porque ella estaba muy distraída— hasta que por fin habíamos salido de aquel vecindario de mala muerte. Detenemos un taxi en la avenida de la calle fuera de este distrito para dirigirnos a la estación de policías de Daejeon y poner una denuncia a ese hombre y su negocio ilícito.

—Cobra J es Juheon —dice Blake sin mirar nada más que el cuero del asiento del auto—, por si querías saberlo.

—Lo tendré en cuenta. Fuiste de mucha ayuda.

La tensión de la tarde todavía seguía entre Blake y yo, es fácil de detectar. Así como me es fácil saber que un problema podía irse solucionando de a pocos, pero presentía que se aproximaba uno mucho más peor, el cual cambiaría totalmente mi vida. Sin embargo, no sé qué es, y me frustra no saberlo.

El taxi sigue en silencio hasta que llegamos a la comisaría y siento de manera más evidente la indiferencia de Blake hacia mi persona.

No hay duda cuando ella me dice que nosotros no estamos para estar juntos. No lo lograríamos aun así fuésemos personas diferentes.

Todo mi enamoramiento hacia ella inició con una obsesión de saber algo que me hacía más íntimo a Blake, pero no sabía qué. Sin embargo, eso estaba ahí y todavía podía sentirlo; pero ahora supongo que todo parecer ser en vano cuando se trata de ella.

Lo mejor es que ambos nos separemos cuanto antes, porque somos como un veneno para el otro y eso está mal. Muy mal, y enfermizo.

*****

¿Dónde está Yoongi?
¿Juheon y Yoongi son los verdaderos asesinos?
¿Jungkook y Blake lograrán estar juntos?
¿Seguiré escribiendo así de seguido u otra vez me desapareceré por la universidad?
¿Tengo sueño? Definitivamente :D


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