T r e i n t a y c i n c o
Can you see my heart? —Heize // Love of my life —Queen
*****
Y ahora todo parecía ser un chiste mal contado.
Todo este tiempo he tenido a Tokki más cerca de lo que yo me imaginaba. Literalmente, lo tengo sentado a mi lado justo ahora. Jungkook es mi Tokki, y se siente raro. Si me pongo a analizar todas las situaciones pasadas de nuestra relación, todo se podría resumir en algo muy caótico: discusiones, bromas inocentes, y hasta hemos puesto en riesgo nuestras vidas. Jamás creí que eso sucedería si es que llegaba a reencontrarme con aquel niño que me acompañó en mi momento más difícil. Ahora lo siento bastante gracioso, es tanta esa sensación que no puedo evitar soltar una risa nasal aprovechando que la habitación se encuentra a oscuras y Jungkook no puede verme; sin embargo, siento su movimiento y supongo que ahora está buscando una explicación para lo que he hecho, pero cómo es que podría explicarle sin evitar reírme de las circunstancias que lo había estado tratando de contactar desde hace un tiempo pero que simplemente no daba con él hasta que el asesinato de Sunhee nos puso otra vez en el camino del uno; un camino que no para de tener altibajos, en donde nos hemos odiado hasta la muerte y a la misma vez nos hemos querido de una manera muy particular.
Suspiro luego de que mis pensamientos hayan dejado de recordar en los momentos juntos del pasado. Encojo mis rodillas hasta la altura de mi pecho y me atrevo a reposar mi cabeza en el hombro derecho de Jungkook. Él pasa su brazo por mis hombros y me abraza, esta acción se siente tan cálida que no soy capaz de despegarme de su cuerpo; tal vez sea porque tenga el miedo de perder a mi niño —ya grande— de mirada inocente —ahora más fría— una vez más de mi vida.
—Me protegiste cuando, literalmente, mi vida dependía de mí en un bosque tan grande —musito, porque mi voz se había debilitado sin querer—. Te he buscado cada vez que me acordaba de ti, hasta le pedí ayuda a Taehyung para que me ayudara a encontrarte; pero hemos llegado al otro sin querer queriendo.
—Es raro. —Dice Jungkook mientras se acomodaba de mejor manera en su sitio—. Supongo que por eso siempre sentía que tu mirada se me hacía conocida y que había algo más entre nosotros.
—¿Cómo así?
—¿Recuerdas, hace un poco más de un año, cuando hubo esa emboscada policial en el bar Sláinte en donde casi te matan de un balazo en la cabeza? —Era muy raro pero cierto, ese día pudo haber sido mi último día de vida. Sonrío de lado y asiento con la cabeza a la pregunta de Jungkook—. Bueno, cuando te resguardé en aquel almacén junto a cajas y otras cosas, tú me habías mirado y por un momento había sentido que tenía una especie de deja vú, como si ya hubiese visto tu mirada en otro lado. Luego, aquella madrugada en tu casa, cuando te había pedido que te colocaras de cuclillas frente a mí; te había dicho que no había sido el único que sintió esa sensación de calor a nuestro alrededor, tus mejillas se habían sonrojado cuando había tomado tu rostro entre mis manos, te sentía caliente —Jungkook toma una pausa a su explicación para tomar de mi mano y entrelazarla con la suya—. El último recuerdo que tuve fue cuando estábamos en la carretera yendo al campamento; recordé que estaba corriendo detrás de una niña más pequeña que yo. Se supone que para estar seguros debíamos de estar cerca del lago, ya que ahí debíamos de esperar a las lanchas de rescate; sin embargo, esa niña se había ido corriendo por la carretera, en donde habían un montón de árboles inconmensurables ardiendo y a punto de colapsar. —Jungkook baja la palma de su mano por toda la extensión de mi brazo de derecho con suavidad, aquello provoca que los vellos se me ericen y sienta una pequeña electricidad recorriendo todo mi cuerpo. Luego siento que él se ha aferrado a mi cintura, colocando su otro brazo sobre esta parte y escondiendo su rostro en la curva de mi cuello. Deposita un casto beso sobre mi clavícula antes de restregar su nariz cerca de mi oreja—. Supongo que tú habías sido esa niña a la que rescaté.
Él tiene razón, yo soy esa niña; porque me acuerdo bien que, entre lágrimas y gritando por ayuda, estaba corriendo por la carretera. Escuchaba voces detrás de mí hasta que alguien más alto que yo, como un adulto, me había cargado y me llevó al lago. Cuando llegamos, me había escapado de esa persona y fue ahí cuando me crucé con Jungkook en el lago.
Increíblemente, Jungkook siempre ha estado ahí para salvarme de la muerte. ¿Cómo podría agradecérselo?
—Son tus ojos —dice luego de un tiempo, de manera tan pacífica.
—¿Qué tienen mis ojos?
—Hasta antes de irnos de Seúl, no recordaba mucho de cómo es que era mi vida cuando cumplí 11 años hasta que tenía 14. Ahora recuerdo más cosas y gracias a tu mirada, Blake.
—¿Cómo es eso posible?
—Año 2008: Intenté tocar la guitarra, solo asistí a ocho clases, luego mis padres me sacaron porque había bajado mis notas de la escuela. Sucede el incendio en donde me hice mi marca del brazo porque el tubo de un poste de señalización me había quemado. —Comienza a contar Jungkook—. Luego, mis padres me dicen que tendré un hermano, pero este muere a inicios del año 2009. Año 2009: muere mi hermano, me cambian de escuela a una privada, mis padres discuten y sueño con el incendio, mi actitud se vuelve una más conservadora. Me tachan como "El niño mudo" en mi nueva escuela, pero igual tengo mi primera novia, no sé cómo lo había logrado. Año 2010: el año anterior mi mamá vuelve a embarazarse y en el 2010 nace Jae-ean prematuro con 7 meses, mi mamá entra en depresión post-parto al pensar que mi hermano podía morir; sin embargo, sigue viviendo. Cumplo 14 años y empiezo a practicar el béisbol como hobby con mi padre en el patio de nuestra casa. A finales del año mi papá descubre que posiblemente mi hermano no era mi hermano, sino del vecino —Jungkook suelta una risa al finalizar su reporte de lo que supuestamente no recordaba de esos años—. Esto último sí lo recuerdo, porque casi caigo de las escaleras con Jae-ean en mis brazos. Luego soy consciente de lo que me pasó los otros años hasta ahora.
—Todavía no lo entiendo.
—Cuando tenía 11 años parecía que había padecido de una especie de amnesia. Solo soñaba cosas relacionadas al incendio. Quise saber por qué, pero mis papás no me daban respuesta alguna; pero ahora recuerdo todo gracias a tu mirada. Luego del incendio, me sentía extraño y vacío.
—¿Entonces mi mirada te ayudó a recordar? —pregunto sin saber cómo sentirme. Sentía que mi corazón podía salirse de mi pecho por la felicidad y tristeza que estaba sintiendo a la misma vez.
—Tu mirada contiene toda la verdad que buscaba desde hace años, Blake. —Jungkook besa mi mejilla derecha por unos segundos hasta que se separa—. Son esos ojos color café los que me devolvieron mi niñez perdida.
No puedo más con la emoción del momento y me atrevo a sentarme en el regazo de Jungkook para abrazarlo por el cuello y, a la vez, llorar en su hombro. Me conmovía la idea de lo que me ha confesado Jungkook, literalmente me había dicho que yo fui una parte importante de su vida, la cual nunca pudo olvidar —al menos en el aspecto del sentimiento, porque luego se olvidó de cómo era mi yo de niña—. Mis lágrimas podrían ser en modo de agradecimientos por siempre haberme llevado en su ser..
Sin embargo, mis lágrimas también podrían ser por el hecho de que, luego de regresar a Seúl, Jungkook y yo íbamos a ser otra vez unos completos desconocidos. Le lastimé el corazón a Tokki sin querer, él se enamoró de mí y yo ahora me encuentro en un dilema por si realmente quería a Jungkook por cómo es ahora o solo me estoy dejando llevar la emoción del momento al saber que él es Tokki, porque yo realmente ahora estoy queriendo mucho más a Jungkook que antes.
—¿Estás llorando? —Inquiere cerca de mí oreja—. Blake...
—No quiero que sea mañana... —confieso sin más. Jungkook posa una de sus manos en mi espalda baja mientras que la otra se encuentra sobando mi muslo—. No quiero que sea mañana, porque eso significa que no te volveré a ver nunca más. Te he encontrado y no quiero otra vez estar lejos de ti...
—Si estás enamorada de mi yo de hace trece años, Blake, te voy diciendo que ya no soy el mismo y...
—Eso lo sé, pero igual te quiero como eres ahora —mi nariz choca con la mejilla de Jungkook. A pesar de que estemos a oscuras, mantengo mis ojos cerrados por temor. Uno de mis brazos se desenrrolla de su cuello y va hasta esa mano que está por mi muslo—. Pero ahora te quiero más, Jungkook me estás haciendo feliz; pero todavía dudo mucho en si seguir juntos sea lo correcto... ¿Y si llego a confundirte más? ¿Y si yo me enamoro de ti solo por ser «Tokki» y no como Jungkook? ¿Y si me enamoro así como eres, siendo Tokki y Jungkook a la vez, pero tú ya no sientes lo mismo?
—Desearía besarte, pero eso solo confundiría más las cosas. —Responde él, dándome un beso esquimal en mi mejilla.
El lugar se queda en silencio. Tal vez la respuesta seguirá siendo la misma que la de antes y sólo estemos aprovechando nuestras últimas 24 horas juntos antes de la despedida. No obstante, minutos después de tener un silencio caótico, Jungkook vuelve a hablarme:
—¿Y si iniciamos desde cero? —propone. Yo regreso a mirarlo, y él sabe que lo estoy haciendo a pesar de que no me ve—. Tampoco quiero alejarme de ti, Blake. No estoy de acuerdo con ese trato que hemos hecho, pero solo lo acepté porque supuse que eso era lo que tú querías. Olvidémonos de eso e iniciemos desde abajo.
—¿Quieres volver a enamorarte de mí?
—Quiero que esta vez hagamos las cosas bien. Si tenemos problemas, discutiremos pero no hasta atacarnos y ver quién lastima a quién más rápido —Jungkook toma una pausa, suspira y siento que baja su cabeza debido a que siento su cabello rozar con mi cara—. Prometo poner todo de mí para no ser indiferente contigo cuando me encuentre tenso.
La idea que estaba proponiendo Jungkook, de cierto modo, me gustaba. Era la primera vez en la que lo escucho hablar de una manera acertiva conmigo para solucionar este problema que ambos hemos iniciado, y realmente me impresionaba ver ese lado de él. Por otro lado, también pienso que su idea es una muy buena, porque, de esa manera, podremos conocernos mucho mejor y sin apresurar mucho las cosas; a pesar de ya haberlas apresurado antes y salir dañados de ese momento.
—Nada de besos en la boca, esa es mi condición —le digo y, rápidamente, oigo a Jungkook reírse por mi bajo—. Yo prometo no tratar de crear problemas y no molestarte cuando te sientas tenso, respetaré tu espacio.
—Hecho.
—Y cuando estemos seguros de nuestros sentimientos, se lo haremos saber al otro con un beso. Esa es la señal.
—Como quieras —Jungkook me agarra muy fuerte de mi cintura y me levanta con él para caminar hasta el interruptor para encender todas las luces de la habitación. De pronto, Jungkook me baja y me extiende su mano—. Jeon Jungkook, agente criminólogo.
Ladeo mi cabeza hacia la derecha antes de mostrarle a Jungkook una sonrisa risueña. Él sonríe de lado y espera a que le devuelva el saludo.
—Blake Jones, estudiante de diseño de modas.
Ni bien mi mano toca la mano de Jungkook, él se encarga de jalarme hasta pegarme a su cuerpo y abrazarme. Pasa su mano por mi cabello mientras que su otro brazo se encuentra sobre mis hombros, en cambio, mis manos reposan sobre su espalda baja para disfrutar mucho mejor este momento. Cierro mis ojos cuando los latidos de Jungkook se oyen con tanta facilidad para mí, y ahí me di cuenta que ahora él se encontraba igual de feliz que yo.
Ambos regresamos a la cama luego de haber terminado con nuestro abrazo. Como nos encontrábamos con nuestra pijamas ya puestas —porque durante la historia contada tuvimos algunas pausas—, solo levantamos las colchas de la cama y nos metimos a esta al mismo tiempo. Jungkook era el más desesperado por querer sentirme cerca de él, por lo que no tardó en acomodarme sobre su pecho para poder conciliar el sueño de mejor manera y sin el uso de sus pastillas para el insomnio.
Ambos comenzamos a hablar sobre las cosas que nos han pasado en todo este tiempo que no nos hemos visto. Jungkook parecía ser el más emocionado por esta dinámica para conocernos debido a que, ahora que puede recordar hasta el más mínimo detalle, no quiere que yo me quede sin saber algo de su vida. Me gustaba esa nueva libertad que Jungkook sentía conmigo, el cuál lo dejaba expresarse como sea frente a mí, ahora él no estaba siendo ese hombre serio que siempre es y que no piensa nada más que en resolver el caso de Sunhee y del resto de personas que hasta ahora han muerto.
Poco después, ambos nos ponemos a escuchar música desde mi tablet mientras que las luces de la habitación cambiaron a unas azules. El frío aumentó en la habitación debido al aire acondicionado y Jungkook no perdió la oportunidad para colocarse de lado detrás de mí, al parecer quería imitar la posición de la cucharita conmigo.
Jungkook comienza a dibujar garabatos con su dedo sobre mi brazo izquierdo mientras que yo poco a poco iba cayendo en el sueño por las caricias de él y por el sonido de cuerda de las canciones. Siento que a este momento solo le faltaba el calor de la chimenea para que se convierta en una escena sacada de una película de romance.
—Blake —me llama Jungkook—, ¿ya te dormiste?
—Todavía.
—No puedo dormir.
—Estás conmigo.
—Tengo miedo de estar soñando —sonrío desde mis adentros al sentir esa frase de Jungkook como lo más tierno que ha salido de él.
—Te aseguro que no estás soñando, todavía.
Jungkook aferra más su agarre en mi cintura, dejando de lado sus garabatos sobre mi brazo para poder apoyar la mitad de su rostro sobre el mío. Él va dejando castos besos en mi hombro izquierdo.
Cierro una vez más mis ojos con las intenciones de dormir mientras que voy acariciendo la mejilla de Jungkook para hacerlo dormir también.
—Blake Jones, antes conocida como “Barbie Blake”, estudiante de diseño de modas y novia, o ex novia, de Min Yoongi —Jungkook entrelaza una vez más su mano con la mía y la mantiene a la altura de mi cara—. No le gusta todo lo que tenga que ver con los cuerpos muertos y sangre. Odia visitar las morgue y pisar cualquier bosque. Últimamente fanática de las bebidas tibias como el té, y su pasatiempo favorito es dibujar nuevas prendas de vestir para crearlas algún día. Viene de una familia adoptiva en donde ella fue la tercera en ser adoptada, sin embargo, no siente que tenga una buena relación con ellos; lo cual es provocado por recordar a sus padres y a la idea de que ellos son totalmente irreemplazables a pesar de que ya no se encuentren en este mundo... Blake Jones, una chica que es fuerte y sensible a la vez, y a veces muy engreída. Una chica de la cual estoy muy agradecido por habermela encontrado después de mucho tiempo.
Sonrío de lado —a medias, porque el sueño ya me estaba matando— cuando termino de escucharlo hablar.
—Sabes tanto de mí...
—Y quiero saber más, Barbie.
—Bueno, tienes que saber que ahora muero de sueño y quiero dormir.
—¿Te da sueño mi voz ahora?
—Más o menos, estoy cansada —contesto.
Y Jungkook se quedó hablándome por un rato más. No me doy cuenta cómo es que empiezo a dormirne mientras escucho la voz de Jungkook; pero de esto me doy cuenta horas después cuando sentí la cama vacía. Busco a Jungkook por la habitación y lo veo dormido sobre la mesa de madera.
Nadie le había dicho que se fuera de la cama. Le paso la voz hasta que me doy cuenta que va despertando de a pocos, él se acerca otra vez a la cama para tumbarse sobre esta y aferrarse a mi cintura como antes. Esta vez ambos nos dormimos abrazados con las intenciones de despertar de esta misma forma mañana antes de regresar a Seúl.
****
Este capítulo no estaba planeado ser tan largo (así que no me funen por eso), solo era para aclarar el pasado de ambos y de cómo este podría influir en su reconciliación... Y también para darles ilusiones a ustedes de que el Blakook vive jajsjsjns
Ptmr, mientras estaba escribiendo, no podía evitar llorar cuando leía lo que estaba escribiendo y escuchaba las canciones de arriba. Así que, si ven una falla ortográfica, es porque no andaba viendo bien por mis lágrimas :')
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro