Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

S e s e n t a | Final

Daba mucho miedo y era extraño ver a mi padre sonreír mientras sostiene entre sus brazos a Soo-hyun. Su rostro demostraba todo lo que yo había dejado de ver desde hace mucho en él: felicidad, tranquilidad, cariño y admiración. Él realmente estaba muy bien atendiendo y conociendo más a su nieta, que poco a poco va creciendo en un abrir y cerrar de ojos.

Soo-hyun iba mostrando más indicios de parecerse más a Daeyeon junto a una pequeña mezcla de cómo era mi madre —según mi papá—. Poco a poco está aprendiendo a gatear por su propia cuenta, aunque todavía arrastre sus pies. Pero a mi padre parecía encantarle cada cosa que había Soo-hyun frente a él.

Después de años vuelvo a ver ese lado paternal de Jeon Seok-jun, en donde sus ojos brillan frente a ese pequeño ser que con solo una sonrisa derrite el duro corazón de cualquier persona. Mi padre no dejaba de cantarle las canciones que mi mamá y él me cantaban cuando era pequeño mientras que yo me encargaba de prepararle el biberón a Soo-hyung, otras veces lo escuchaba fingir su voz mientras que manipulaba uno de los peluches favoritos de Soo-hyun para hacerle creer que el muñeco podía hablar. Pero lo que más me gustaba ver era cómo mi papá abrazaba a mi hija y la aceptaba como parte de su sangre.

Llegué a la sala de mi casa con el biberón en manos, lamentablemente interrumpiendo ese momento en el que Soo-hyun se había recostado en el pecho de mi padre para descansar un poco.

—Déjame, yo le doy su leche —le digo a mi padre para que me dejase cargar a mi hija.

—No, está bien. Yo puedo darle su leche —me responde él.

No hago más reproches y termino dándole el biberón a mi padre.

Luego me voy a sentar en uno de los sillones individuales mientras que veo a mi padre sentarse en el suelo y apoyando su espalda en los pies del sillón largo mientras que Soo-hyun no deja de mirar su leche. Tal parece que alguien había amanecido con hambre.

—¿Te hubiese gustado hacer todo esto con Jae-ean? —le pregunto a mi papá muy cautelosamente.

Jamás entendí, y nunca quise saber hasta ahora, qué fue lo que sintió él cuando supo que su bebé había muerto al igual que su esposa; ya que yo más me había dejado influenciar por la mirada y el gesto que mi padre había puesto ese día mientras que trabaja en el caso. No obstante, más allá de eso, no supe nada nunca.

Mi papá levanta la cabeza para mirarme y mantiene sus ojos anclados a los míos por un par de segundos antes de sonreír de lado y volver a mirar a Soo-hyun.

—A pesar de todo, Jungkook, siempre he pensando en Jae-ean —me dice de manera muy calmada—. El dolor que sentí como padre que ve a su hijo más pequeño muerto tal vez no te lo puedes imaginar justo ahora; y el Señor quiera que nunca pases por eso, hijo. Pero sí, me hubiese gustado hacer todo esto que estoy haciendo ahora con mi nieta con Jae-ean, y también todo lo que he hecho contigo cuando eras más pequeño. Para mí, tener un nuevo hijo era como tener una nueva oportunidad para hacer todo lo que no pude hacer contigo por lo rápido que estabas creciendo —mi papá regresa a mirarme con sus ojos que ya mostraban ese cansando de su edad junto a esas gotas de agua que estaban amenazando en salir—. Cuando tú eras muy pequeño, quise hacer muchas cosas contigo, como enseñarte a caminar en casa o en un parque, armar juguetes juntos en la carpintería de tu abuelo, ir de excursión para que admiraras lo bello de la naturaleza... Estar más tiempo junto a ti para que tuvieras buenos recuerdos con tu padre, Jungkook, porque a mí siempre me había importado que tú y yo fuésemos cercanos.

Y finalmente, las lágrimas de mi papá salen a flote. Él me sonríe con lástima antes de bajar su mirada otra vez a Soo-hyun y resoplar su nariz.

—Y cuando tú madre se fue... No lo sé, sentí que te perdí también y ya no volverías a mí —confiesa—. Y no sabes cuánto me arrepiento de nunca haber hecho algo al respecto y simplemente desaparecer de tu vida, pensando que de esa forma te estaba dando tu espacio.

—Está bien. Las cosas ya pasaron, no se puede revertir el tiempo —le contesto con lo más simple que se me había ocurrido en ese momento. Yo realmente no sirvo para estos perdones sentimentales.

Veo a mi papá formar una sonrisa de lado antes de que su última lágrima salga de él. Sigue manteniendo su mirada en mi hija hasta que Soo-hyun se termina toda su leche.

—Soo-hyun es tan bella, es igual a tu madre —dice con nostalgia mientras la coloca otra vez sobre su pecho—. Ámala mucho, Jungkook. Haz que ella sienta tu amor y adoración.

No había ningún manual de padres que me ayudaran a entender a Soo-hyun, en serio, he probado con recomendaciones que existen en Internet o hasta en libros —y he comprado muchos—; pero tal parece que mi hija sigue un cuidado único que yo debo de ir aprendiendo con el tiempo. Poco a poco voy conociéndola mejor y ella me va conociendo.

En los dos meses que hemos pasado juntos sin la presencia de su madre, Soo-hyun algunas veces se había puesto un tanto difícil de tolerar. Pensé que era cierto eso que decían todos sobre los bebés y ese apego materno, por lo que supuse que mi propia hija me estaba rechazando al no ser Daeyeon. No obstante, con el tiempo ella comenzó a aceptarme y ahora parece que soy su única adoración en el mundo.

Jamás pensé que me sentiría tan querido por un bebé en mi vida, pero ahora con Soo-hyun, ella es lo más hermoso que acompaña mis días cansados; hasta ahora no hace mucho, no habla ni puede abrazarme como Blake lo hacía, pero tan solo con su mirada y su compañía podía hacerme una persona plenamente feliz.

Me hacía sentir como si fuese un buen padre.

Una sonrisa sincera se me escapa cuando veo que mi padre había soltado a Soo-hyun y ella había comenzado a gatear hasta donde estaba yo. Se arrodilló a un costado de mis piernas y comenzó a jalar de mis pantalones.

No demoré mucho en cargarla y sentarla sobre mi regazo. Peiné con mi mano su cabello negro de un lado antes de que Soo-hyun levantara su mirada hacia arriba para verme y soltar una de sus pequeñas carcajadas.

Mi padre y yo reímos a la misma vez antes de reparar en el rostro del otro.

—Haré todo lo posible para que Soo-hyun se sienta querida, papá.

Mi padre asiente con orgullo. Luego se levanta del suelo y camina hacia mí para darme un abrazo.

—Quiero que sepas que yo siempre te he querido y siempre fuiste mi adoración.

Fue un poco triste escuchar esas palabras de mi papá, ya que nuestra relación no había sido de las mejores. Él trabajaba siempre y yo era un adolescente que vivía prácticamente solo; él nunca hablaba de sus problemas y yo sentía que estaba viviendo con un desconocido.

Sin embargo, ahora todo está cambiando, estamos pavimentando ese camino a nuestra nueva relación para estar bien.

***

En la tarde finalmente me decidí por buscar a Blake. Quería que fuese una sorpresa para ella, por eso no le he enviado un mensaje o la he llamado para avisarle que estoy yendo a su departamento.

Soo-hyun no viene conmigo, ella se ha quedado al cuidado de mi padre, porque he decidido que este tiempo que esté a solas con Blake sea algo íntimo para los dos y sin las interrupciones que podría causar Soo-hyun con sus llantos.

Conduzco hasta llegar al edificio donde Blake vivía. Luego, estaciono mi auto detrás de una camioneta Ford blanca.

Uno de los vigilantes de la entrada me reconoce ni bien bajo de mi auto y me saluda, yo le devuelvo el saludo antes de ingresar al edificio y dirigirme a los ascensores.

Parecía una broma sentir mi corazón palpitar con fuerza cada vez que veía los números del ascensor descender luego de haber oprimido el botón. Los nervios me invaden y no puedo dejar de ser impaciente esperando a que el ascensor baje más rápido y pueda entrar.

Pienso mucho en lo que le diré a Blake ni bien la vea. No he preparado ningún discurso para este momento, simplemente estoy aquí para nada preparado para lo que sucederá después solo porque decidí hacerle caso a mi padre sobre buscar a Blake y serle sincero con lo que siento por ella y hacerle ver que realmente me gustaría estar el resto de mi vida a su lado, cuidando juntos a Soo-hyun. En otra palabra, quiero que Blake sea parte de mi pequeña familia.

Lo último que supe de ella fue que había empezado a trabajar para Chanel. Joo-kyun se encargó de decírmelo cuando Blake le habló por mensaje y le contó sobre la noticia. Finalmente mi chica había cumplido uno de sus más grandes sueños y no puedo estar más orgulloso por ella. Asimismo, hace poco me abrí una cuenta de Instagram anónima para mirar las fotos y videos que ella subía a su perfil, gracias a eso supe que se había ido a acampar con su familia un fin de semana y también me enteré que ha comenzado a hacer más amigos de su universidad porque a veces sube fotos con ellos.

Este tiempo que nos hemos dado nos ha servido de algo. Creo que es momento de volver con el otro.

Las puertas del ascensor finalmente se abren y siento a mi corazón palpitar con más fuerza. Me apresuro en otra y luego oprimir el botón del piso de Blake, sobo mis manos para tratar de quitarme ese ligero sudor que tenía a la misma vez que soplo entre ellas.

Luego, comienzo a mirarme en el espejo para comprobar que esté presentable. No había nada malo en mí, seguía manteniéndome presentable y atractivo a pesar de de las pequeñas ojeras que tengo gracias a Soo-hyun y sus llantos en las madrugadas. Acomodo mi camisa blanca entre mis pantalones negros y luego paso a acomodarme el cuello de esta, desabrocho un botón para que quede expuesta un poco más de piel y verme más seductor para Blake.

El ascensor se detiene en el octavo piso y abre sus puertas. Los nervios otra vez me atacan, pero de igual manera me animo a salir del ascensor para caminar con pasos firmes a la puerta de Blake.

Toco el timbre unas dos veces antes de esperar a que ella me abra. Pasan unos segundos y veo que no abre. Toco una vez más su timbre para seguir esperando, pero nada pasa; tal vez no esté en su casa.

Sin embargo, la puerta se abre antes de que presionara otra vez el timbre. Blake aparece detrás de la puerta vistiendo unas mayas negras que se amoldaban bien a sus piernas delgadas, en la parte superior llevaba un top deportivo de tiras delgadas del mismo color de su pantalón. También se había peinado con una cola alta, de tal modo que en su rostro no se interpusiera por ningún cabello suyo.

A pesar de haber estado haciendo ejercicio, vi que estaba descalza y sólo tenía puestas sus medias negras marca Adidas. Creo que había estado practicando yoga.

Blake muestra sorpresa en su rostro por verme frente a la puerta de su casa luego de casi dos meses sin vernos. Aunque ella trate de ocultarlo, sé que se encuentra feliz de haber regresado a buscarla, sus comisuras hacen el intento de no sonreír; sin embargo, su respiración agitada lo confirma.

—Hola, Jungkook —Finalmente habla, nerviosa y titubeando.

Yo no respondo a su saludo, simplemente me acerco a ella para tomarla de la cintura y plantearle un beso en sus labios. Mis labios se movían de manera lenta sobre los suyos, intercalando de vez en cuando de lugar.

Blake pasa sus manos detrás de mi espalda superior, era como si me estuviese abrazando. Ladea un poco su cara antes de que sus manos sigan su recorrido hasta mis mejillas para luego enredarse en mi cabello.

Ella misma provoca que el beso se vuelva un poco más intenso cuando va mordiendo levemente mis labios y los va chupando. También hace que una de mis manos acaricien su mejilla con la ayuda de una de sus manos.

El sentimiento que compartíamos durante el beso era mutuo. Ambos nos habíamos extrañado tanto que ahora solo estábamos dispuesto a recuperar todos los besos perdido durante todo este tiempo que no nos hemos visto. Estábamos recibiendo el regreso del otro de manera gustosa, permitíamos ser tocados y queridos de la misma manera. Aunque Blake lo esté demostrando más en estos momentos, igualmente yo me sentía bastante feliz de poder volver a disfrutar situaciones como esta con la única chica que ha logrado conquistarme de manera sutil e inusual.

Poco a poco nos vamos separando del otro, aunque nuestros labios sigan buscando al otro para rozarlos o simplemente darnos pequeños y castos besos.

No me había dado cuenta de que Blake había comenzado a llorar durante el beso. Si no fuera porque había pasado mis pulgares por las mejillas de Blake, nunca me hubiese dado cuenta de ello.

—Hola —respondo a su saludo con una voz un poco más ronca.

—Te... Te extrañé mucho —confiesa. Blake no pierde ni un segundo más y me abraza con mucha fuerza mientras desfoga todo el llanto que se ha reprimido.

—Yo también te extrañé, bebé —le digo antes de besar su sien y luego cargarla para llevarla al sillón grande de su sala.

Me dejé caer sobre el mueble, teniendo a Blake sobre mí todavía llorando. Yo solo acaricié su cabello para que se relajara y dejara de llorar, pero Blake, al ser más emotiva que yo, no podía simplemente parar de un momento a otro.

Ambos estuvimos hablando sobre cómo nos sentíamos estando ahora con el otro. Blake me contaba que ella creía que ya nunca más iba a regresar porque pensaba que ahora ella se había vuelto alguien innecesario para mí vida; me dijo que estaba convenciendo ella misma de que dejara de esperar por mí y sólo se alegrara de que ahora estaba acompañado con Soo-hyun.

—Quiero que salgamos un rato, ¿se puede? —le susurro en su oreja. Blake se repone y me mira todavía con sus ojos llorosos.

—¿Adónde iremos?

—Donde sea, solo quiero salir contigo. —Deposito un casto beso sobre sus labios antes de limpiar la última lágrima que soltaba—. ¿Ya comiste? —Asiente—. Bueno, ¿y si vamos a un parque? Luego te llevaré para que conozcas mi nueva casa.

—¿Tienes una nueva casa? —Asentí con una sonrisa de lado. Blake también sonríe sorprendida y emocionada—. ¿Dónde queda?

—En Itawon —Blake abre más su boca quedándose más asombrada—. Ser el mejor agente criminólogo hace que gane muy bien al mes, y más si ahorro.

—¿Acaso ahora vives en una mansión?

—No como tal, pero es una casa grande. Me gusta. Le da mejor espacio a Soo-hyun para que gatee.

—¿Soo-hyun ya gatea? —Pregunta Blake enternecida. Yo asiento antes de bajarla de mis piernas, ya me estaba dando calambre—. Bueno, espérame. Iré a ducharme antes de cambiarme y salgo.

—¿Me puedo duchar contigo? —Blake regresa verme con una sonrisa de lado.

—Ni lo sueñes, Jeon. Espérame. —Responde divertida.

—Vale.

****

Para mí había sido como si hubiese pasado toda una eternidad volver a encontrarme con Jungkook. Realmente lo había extrañado mucho todo este tiempo, pero por lo menos pude enfocarme en lo que en ese entonces era lo más importante para mí: mi trabajo. Las cosas allá me están yendo bastante bien al igual que en la universidad; concentrar toda mi atención en aquellas dos había logrado que pudiese demostrarme lo que podía hacer, pensé que iba a ser pesado trabajar y a la vez atender mis responsabilidades en la universidad, pero en lo que voy de mi ciclo académico junto a mis dos meses de trabajo, todo ha estado bien para mí.

Tener a Jungkook conmigo de vuelta es como un plus a todo esto que estoy viviendo. Sin duda alguna estoy yendo por un buen camino.

Ahora mismo, Jungkook y yo estábamos pasando por las calles de un boulevard en Itaewon mientras que caían copos de nieve sobre nosotros. La temporada de inviernos había demorado un poco en llegar, pero ahora es tan evidente el frío que llega a hacer, ese mismo que ahora está calando por los dedos de mis manos mientras que sostengo la mano de Jungkook. Él está con un gorro de lana color negro en la cabeza y con una chalina roja con cuadros negros alrededor de su cuello. Hacía una buena combinación con aquella gabardina negra que traía puesta. Mientras tanto, yo estaba también con una gabardina café y un gorro de lana color gris.

Ambos nos detuvimos en un momento para que Jungkook me entregara su chalina al ver que estaba tiritando del frío que hacía. Él como siempre aprovechaba estás oportunidades para salirse con la suya y hacer lo que me plazca, como el darme un beso en medio de todas esas personas que estaban pasando a nuestro alrededor. Me sorprende mucho que él haya comenzado a adoptar esta costumbre de darme cariño frente a otras personas, antes todo lo nuestro parecía ser un poco más privados; pero tal parece que Jungkook está entrando a una faceta en donde le da igual todo y hace las cosas porque sí.

Durante el camino hablamos de muchas cosas; él me preguntó por mi trabajo y cómo es que había conseguido obtener el puesto, yo le respondí que realmente no había hecho mucho y que todo se lo debía a mi gran influencia en las redes sociales; luego, fue mi turno de preguntarle cómo había estado él con todo este asunto de la paternidad primeriza. Me di cuenta que Jungkook realmente había cambiado, tenía mejores sentimientos y los expresaba muy bien, y de esto me di cuenta cuando comenzó a hablar de Soo-hyun, sus ojos brillaban gracias a las luces de la calle cuando mencionaba el nombre de su hija y cada cosa que le hacía feliz de ella; sin duda alguna, a pesar del rechazo inicial que pudo tener él ante su hija, Soo-hyun ha hecho un gran trabajo en convertir a su papá en una nueva persona, en convertirlo en alguien que la ama a su propia manera. Jungkook se ha dado cuenta que no es como su padre, no está siendo ese papá que él tenía tanto miedo en convertirse y por eso siempre evitaba hablar de los temas que tenían que ver con hijos.

Cuando el frío se había hecho más presente en el ambiente, Jungkook y yo decidimos irnos a la casa de él. Después de unos meses iba a volver a dormir con alguien, y me sentía tan emocionada por eso porque realmente me gustaba ese calor que sentía cuando mi cabeza descansaba en el pecho de Jungkook, de cierto modo se sentía tan cómodo y tan correcto.

Durante el camino escuchábamos las canciones que yo surgiría para aquel momento; desde letras que hablaban de experiencia románticas que llegan a un punto en donde te anestesian de las despedidas cuando una relación se acaba, hasta de las canciones que simplemente hablan de presumir como la persona que te gusta te hace sentir millones de cosas que no se pueden explicar con simples palabras. Aquellas canciones podían describir todo por lo que Jungkook y yo tuvimos que pasar; pero al final de cuentas terminamos lográndolo.

Tiempo después, como unos quince minutos, Jungkook abrió el portón de la cochera de su casa y metió su auto. Antes de bajarnos del vehículo, Jungkook me detuvo y me acercó a su rostro para que pudiera besarme con pasión y dulzura.

—¿Estás lista para ver a Soo-hyun? —Asiento emocionada.

Jungkook se desabrocha el cinturón de su asiento y va caminando hasta mi puerta para abrirla. Por mientras, yo hago lo mismo que él a tiempo y tomo de su mano para caminar juntos al interior de su casa. Hasta el momento iba presentable, la cochera estaba ordenada y el portón no era de madera pura o de rejas.

Entrando por la puerta de la cochera, llegamos a la cocina. Increíblemente esta se veía impecable y con colores neutro, con una escala de grises. Luego, me llevó a su sala de estar en donde el piso era invadido por los juguetes de Soo-hyun y de ella misma, porque ahora se encontraba gateando por la sala mientras que el señor Jeon la miraba alegra y calmado. Era la primera vez que me reencontraba con aquel hombre desde la última vez que lo vi en el hospital.

—Buenas noches, señor Jeon.

—Buenas noches, Blake —el señor Jeon sostiene a Soo-hyun entre sus brazos luego de corresponder a mi saludo.

Conversé un rato con el hombre mientras que Jungkook se encargaba de llevar a la cuna a su hija. De seguro ya había pasado su hora de dormir. Minutos después, el señor Jeon se disculpó conmigo y me avisó de que ya era hora de que también se fuera a su casa.

Por mientras, yo me quedé esperando a Jungkook en la sala de su nueva casa. Vi con bastante detenimiento el lugar, Jungkook había colocado unas cortinas blancas bastantes largas para las ventanas de pared completa que había a unos costados del mueble del televisor. Sus sillones eran similares a los que tenía, solo que de color café con una banqueta de color blanco. Colgó algunas pinturas de jarrones y caballos en las paredes al igual que otro tipo de adornos como colgadores de macetas. A un costado de la sala había un estante mediano de libros y en las partes superiores también lo tenía adornado con macetas pequeñas. Debo de decir que Jungkook realmente sí se había esmerado en decorar muy bien su casa, tal parece que ahorrar en tu dinero con un departamento muy pequeño y sencillo le vino muy bien.

Ahora parece estar adquiriendo los gustos de un esnob.

Jungkook regresó a la sala minutos después, se sentó a mi lado y no perdió el tiempo para besarme. Obviamente no tuve que poner resistencia y simplemente me dejé llevar. Ambos sonreímos durante el beso para luego separarnos.

—¿Y qué te parece mi casa? —Me pregunta con la misma sonrisa de antes—. ¿Te gusta?

—Es muy espaciosa. Me gusta mucho —le digo. Jungkook vuelve a dejar un beso en una de mis comisuras antes de abrazarme.

—Cuando compré la casa, pensé en Soo-hyun y en ti. —Confiesa de repente—. Yo sabía que nos íbamos a volver a ver, por eso quise prepararme para tu regreso y que te sintieras como en casa conmigo y con mi hija.

No tengo palabras para lo que está diciendo Jungkook y solo acierto en colocar una de mis manos en su mejilla para acariciarla mientras que seguíamos con el abrazo.

—Pensé en muchas cosas cuando no podía dormir —sigue hablando—. Todavía te pienso vestida de novia... Caminando hacia mí. Una vez hasta hice un presupuesto para mi boda contigo.

—Todavía no hay anillo en mi dedo, ¿y ya estamos hablando de nuestra boda? —bromeo antes de reponerme sobre mi lugar. Observo el rostro pacífico de Jungkook y muerdo mi labio inferior—. ¿En serio tu sueño es casarte conmigo? ¿En serio estás hablando de compromisos?

Jungkook vuelve a acercarme a él en un abrazo. Sus manos se encuentran sobre mi cabello y mi espalda baja, acariciando ambas partes. Por otro lado, estaba yo, podía escuchar con claridad los latidos del corazón de Jungkook y su respiración relajada.

—¿Cómo quieres que no piense en el compromiso si me he dado cuenta que eres aquella persona a la que amo? —Inquiere como respuesta. No chista en nada, estaba seguro—. Blake, en serio, quiero compartir mi vida contigo.

Otra vez vuelvo a quedarme sin palabras. Literalmente acabo de recibir las palabras que siempre he querido escuchar de él, me dijo que me ama, que realmente quiere llevar nuestra relación al siguiente nivel. ¿Cómo se supone que no me emocione con aquello?

Las lágrimas aparecen de repente en mis ojos, me había emocionado tanto con este momento que no me di cuenta en qué momento fue que comencé a temblar en los brazos de Jungkook. Él me estaba mirando y trataba de controlar mis lágrimas, pero estas eran bastante traicioneras y seguían brotando como si nada.

Jungkook sigue diciéndome cómo se había imaginado nuestra boda y nuestra vida juntos. Era la primera vez que veía ese lado tan romántico de él y de verdad me estaba gustando.

—Si así lo quisieras, yo podría aceptar otro bebé. Contigo —me dice—. Blake, antes creía que con Soo-hyun tenía suficiente; pero porque realmente te amo, no me importaría tener otro bebé.

No le respondo nada a Jungkook y continúo abrazándolo, hasta que finalmente le digo:

—Yo también te amo —dije durante el abrazo, sintiéndome tan a gusto con él a mi lado.

Entonces ahí comprendí que, a partir de ahora, todo estará bien. La paz que tanto él como yo habíamos perdido hace años, estaba regresando.

Existirán muchos problemas en nuestras vidas, unos más trágicos que otros; lo cual a veces nos puede generar algunos problemas mentales, como la ansiedad y la depresión, o hasta un cambio de personalidad psicópata. Inclusive, a pesar de que creyamos y hagamos creer a nuestra mente que eso nunca pasó, pasaron, no hay vuelta atrás. ¿Pero aquello es una excusa para estancarse en la vida y no seguir adelante? Es cierto, toma su tiempo, porque no es fácil simplemente seguir con su vida y hacer como si nada hubiese pasado. Las cosas cambian, nosotros cambiamos; estamos en constante crecimiento y desarrollo, pero aquello no es sinónimo de dejar quienes éramos antes y crear una nueva apariencia de nosotros. Debemos siempre avanzar, progresar como algunos dicen, y nunca dejar de lado a esas personas que siempre han estado con nosotros solo por ponernos a la defensiva; como la familia, sea biológica o adoptiva.

Reparo de nuevo en Jungkook y me pregunto qué fue lo que hizo esa mente psicópata para enamorarme de él.

Incorrecto.

Jungkook no era un psicópatas. Su mente hizo que creyera que lo es cuando tuvo la capacidad de reprimir sus verdaderas emociones y solo dejar las que le beneficiaban. Solo era un sabihondo que aparentaba no sentirse mal con nada; pero, en realidad, Jungkook, el verdadero Jeon Jungkook, es un hombre petulante e increíblemente inteligente. También se estresa y se derrumba cuando cree que ya no tiene escapatoria; pero igualmente es perseverante con sus objetivos. Es dulce si así lo quiere, y solo con las personas en quien confía; o tal vez solo lo hace conmigo y con Soo-hyun. Ama a su familia. Me ama a mí tal y como soy, con mis caprichos y berrinches.

Jungkook también es humano al final de cuentas, como todos los demás: ríe, llora, quiere, siente y ama. Y ese, es el hombre de quien me enamoré.

Que no te de miedo conocer personas que aparentar ser hostiles con otras. Acércate, conoce su historia, sé su amiga o amigo; porque al final, las apariencias se quedan en lo que son: Apariencias.

Fin.

*****
Y llegamos al final de esta historia :')
Tengo tantos sentimientos encontrados AAAAA

Falta el epílogo, esperen a por él 💗✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro