O c h o
La primera semana pasó tan rápido, casi en un abrir y cerrar de ojos, hoy tengo mi última oportunidad de para interrogar a todos los sospechosos. Y solo me faltaban los que fueron los primeros en ser arrestados, los del equipo de basquet nos tomaron más tiempo de lo esperado para mí y para Taehyung, ellos o no querían hablar o no aportaban nada a la investigación. Había sido absurdo, aunque otros nos dieron un poco más de datos sobre Sunhee, como lo hizo Juheon.
Intento aprovechar en ordenar mi mesa de trabajo. Algunos papeles importantes estaban desparramados mientras que otros papeles le pertenecían a Blake y sus clases.
Que, por cierto, hablando de ella, hoy era el entierro de Sunhee. Ya no habían más análisis que sacarle, y aparte de que los familiares de ella ya estaban exigiendo su cuerpo. Todo parecía como si se hubiese cerrado el caso, y la verdad es que nada se había acabado todavía, habían muchas cosas que investigar: encontrar a los responsables del asesinato de Sunhee y los responsables del secuestro de la madre y hermana de ella.
Hace pocos días volvió a aparecer un nuevo video en donde se mostraban a las dos mujeres demacradas, sus ojos tenían unas enormes ojeras que las hacían ver como mapaches, su rostro estaba más marcado por la desnutrición. Literalmente su cuerpo se estaba alimentando de su grasa y las estaban dejando esqueléticas; y ni pensar de su deshidratación, los labios de ambas se veían como las de un cuerpo sin vida, estaban muy secos y pálidos, no tenían ese rojo carmesí característico de los humanos.
Eran unos zombies.
El líder cibernético del departamento de policías se ofreció a profundizar más en la investigación gracias al nuevo video. Ese mismo día de haberlo contratado, nos dijo que esta persona que se encargaba de publicar los videos se encontraba cerca de la zona de la casa actual de la familia Son; sin embargo, en estos días, los vecinos nos dieron falsas esperanzas al decirnos que no conocían a nadie de sus vecinos que estudiaba en la universidad Sogang. Otra vez volvíamos a estar en nada.
Lo más probable es que terminen matando a esas dos personas por falta de hambre sin necesidad de utilizar cualquier tipo de arma. El tiempo corría cada vez más rápido y eso nos tensaba a cada uno que estuviese involucrado en este caso, pero más a mí.
Tanto Taehyung como Namjoon soltaron la idea de liberar a Jaesang y a Yoongi antes del día de hoy, así de esa manera podían rastrear cada paso que ellos daban fuera de la estación de policía y poder capturar de manera inmediata a ambos criminales. Pero también estaba el lado razonable de este equipo, quienes éramos Joo-kyun y yo, lo de poner en marcha ese plan era bastante riesgoso por el mismo hecho de que nos podíamos equivocar, y yo era el más indispuesto para pasar por lo mismo una vez más.
Así que, en resumen, este caso estaba acabando con los cuatro de la misma manera.
O bueno, sólo conmigo, ya que Joo-kyun y Namjoon están trabajando en un feminicidio por los barrios pobres de Seúl. Taehyung tampoco se está involucrando bastante en el caso desde hace dos días, él está a cargo de encontrar la causa de muertes múltiples dentro de un contenedor.
Ahora sólo éramos Blake y yo.
Yo tenía otro plan con respecto a la manera de cómo podía manejar toda esta situación; pero estoy más que seguro que mis compañeros no tardarán en llamarme insensible y rechazarían mi idea. Básicamente se trataba de sacrificar a esas dos mujeres por dar con ese grupo de criminales inexpertos que están jugando con mi paciencia y astucia, de igual manera Sunhee me agradecería por enviar a su madre y a su hermana a su lado. Ya sea que esté en el cielo o en el infierno. Dependiendo de si creía en el cristianismo también.
La puerta es tocada tres veces seguidas luego de dar dos golpes más de manera pausada. Ese era la manera que tenía Blake de llamar a la puerta. Dejo que ella pase cuando termino de archivar algunos fólderes sobre algunos casos que se asimilaban a este, algunas veces bueno revisar lo antes ya visto y buscar alguna otra solución que pueda servir.
—No sabes lo que sucedió en esa ceremonia —dice exhausta. Deja su bolso negro de no sé cuántos miles de wones sobre el mueble de cuero y se sienta a un lado de este—. Pará empezar, me da pena que hayan hecho una ceremonia de hora y media para alguien que solo se merece unos segundo de rezo. Sunhee no se mereció haberse llamado “una santa” durante el rezo de los Aves María —suelta un resoplido antes de que se ría de manera chillona—, si tan sólo el padre la hubiese conocido mucho mejor cuando estaba viva.
Sabía que Blake sólo había ido al funeral para alimentar esa sed de curiosidad y chismoseo que tiene desde que nació. Era extremadamente extraño que ella haya aceptado la invitación, pero lo entendía, y ahora lo estaba confirmando; Blake ni siquiera cree en Dios como para asistir a una misa extensa y escuchar palabras inventadas por personas que vivieron en años anteriores a los nuestros y que ahora los conocemos por la etiqueta de “apóstoles”.
Me preguntaba desde cuando es tan fácil realizar la resurrección y tener a un mesías que, supuestamente, camina sobre las aguas. Yo digo que las personas que crearon los testamentos de la biblia estaba más que esquizofrenicos.
—Los tíos de Sunhee estaban tomados de la mano cuando veían que el ataúd de Sunhee iba bajando hasta lo más profundo del suelo —sigue contando Blake, hace ademanes con sus manos para explicarme mejor la situación, aunque ahora sólo tenía cabeza para mi trabajo—. Algunos chicos que también fueron invitados a la pequeña misa, se burlaban cada vez que la señora decía “mi pobre e inocente sobrina”. Estaba más que segura a que ella también se sorprendería si le dijeran la verdad de su sobrina.
—Jaesang tiene razones para matarla. Lo engañaba cuantas veces quería...
— ¡Y no puedo olvidar la manera tan horrible que la maquillaron! —exclamó exageradamente—. Parecía un payaso, como esos que aparecen en las películas de terror.
—Yoongi era su amigo, tal vez amante, él también pudo matarla. La razón podría ser que estaba celoso...
—Por cierto, los tíos de Sunhee amenazaron con venir aquí para pedir justicia a la muerte de su sobrina —me avisa mientras mueve su mano derecha en el aire. Es lo único que llego a escuchar de ella que me interesaba.
— ¿Qué? —espeto.
—Sí, querían saber si ya tienen al responsable de la muerte de Sunhee y del secuestro de la madre y hermana de ella. De seguro no tardan en llegar —vuelve a decírmelo. Paso mi mano por toda mi cara con cansancio, suelto el bolígrafo que tengo en la mano y dejo que se caiga al suelo—. Oye, tranquilo.
—No hables —le exijo.
Me levanto de mi silla y llevo conmigo mi agenda de apuntes junto al bolígrafo que había dejado caer. Salgo de mi oficina hasta el primer piso, Blake va detrás de mí regañándome por ser tan grosero con ella. En la recepción todo parece tranquilo, al menos no hay ninguna familia que esté alterando a los policías.
Me voy hasta el otro extremo del edificio para ir a las celdas, otra vez me dejan pasar y ordeno que suelten a Jaesang primero. Este chico en toda la semana había estado deprimido, según la persona que vigilaba de ellos, él lloraba todas las noche sin excepción alguna; dicen que una vez trató de suicidarse con un pedazo filudo de concreto. Ahora él está recibiendo terapias con el psiquiatra de este lugar.
Paso junto a Jaesang por recepción, los gritos de una mujer de cabello castaño y labios mal pintados se acerca a nosotros con su bolso de cuero en manos. Jaesang parece conocerla, por lo que se esconde detrás de mis espaldas para no ser atacado. Luego, un señor de bastante peso aparece detrás de la mujer señalado con su dedo a Jaesang mientras que va diciéndole todos los insultos y groserías que existen en nuestro dialecto.
Miro de soslayo a Blake, quién se paró en medio del lugar luego de perderme de vista, señala disimuladamente a esa pareja y en voz baja me dice que se trataba de la familia.
— ¡¡Tú te vas a morir!! —gruñe el hombre mientras trata de acercarse y tomar a Jaesang de su polo—. ¡¡Yo mismo te mataré con mi propias manos!! ¡¡Tú no te mereces seguir viviendo luego de lo que le hiciste a mi princesa!!
Este hombre era de unos cincuenta y ocho años, pesaba más de noventa kilos pero aún así trabajaba como mecánico, las manchas de aceite automovilístico en su camisa lo decían. Es adicto al alcoholismo —el aliento que emana es como la de un dragón—, y así como Juheon, es muy violento. Tal vez tenga experiencia en peleas de boxeo, en su juventud lo practicaba.
—Señor policía, él fue quien mató a mi sobrina. Son Sunhee —me dice la señora a la misma vez que toma a su esposo de un brazo para calmarlo—. Métalo a prisión con cadena perpetua, hágalo por mi hija.
—El investigador Jeon todavía está trabajando en el caso —tercia Mireu. Lo que faltaba, que la metiche intervenga en esto—. Ambos trataremos de encontrar al verdadero asesino de su sobrina, señores...
—Kim —responde entre llantos la señora—. Mi sobrina merece descansar en paz y no lo hará hasta que el asesino esté tras las rejas toda su vida.
—Entiendo su dolor, señores Kim. Haremos todo lo posible para que se cumpla —contesta Mireu fingiendo amabilidad.
La pareja de esposos siguen exigiendo que avancemos con el proceso de arresto lo más pronto posible mientra que Mireu les sigue contestando lo mismo. Es en ese momento que aprovecho a llevarme a Jaesang a los cuartos de interrogatorios y así poder terminar con este día que me está quitando todas mis ganas de continuar en el caso.
Jaesang ya sabe qué lugar tomar en la habitación, así que se va adelantando en hacerlo mientras que yo cierro la puerta con pestillo.
Me acerco a la mesa y dejo sobre esta la agenda y el bolígrafo. Jaesang los ve antes alzar su mirada y encontrarse con la mía, sus dedos comienzan a jugar entre sí, se sumerge en su propia angustia y espera a que diga algo.
— ¿Ya estás aburrido de este lugar? —Jaesang asintió temeroso ante mí mirada—. Igual yo —le digo, como si a él le importara—. Lo bueno, tal vez para ti, para mí no, es que mañana estarás en libertad... —este chico me mira con sus pupilas dilatadas, su boca se abre de manera involuntaria. Estaba más que sorprendido— condicional.
—Oh, entiendo.
Sus ánimos vuelven a ser los mismos de antes, lo que poco me importa. Si yo fuera él también estaría así si me siento un inútil en esta investigación.
—Como sea —suspiro—, tengo a una familia allá afuera que no está haciendo nada más que presionarme para ponerle fin a este caso. Iniciemos con el interrogatorio antes de que mi paciencia y gentileza llegue a su límite.
— ¿Usted es gentil? —pregunta sincero. Yo regreso a verlo sobre mis pestañas cuando tomo asiento enfrente de él—. Lo siento, no debí de decirlo.
—Iniciemos con las pregun...
— ¿Conoce a Blake? —zanja él sin dejarme terminar de hablar y cambiando rotundamente el tema.
— ¿Quién?
—Blake Jones, la chica de cabello marrón y boina blanca que estaba allá afuera. Ustedes se miraron —añadió su descripción—. ¿La conoce?
—Algo.
—También debería de interrogarla. Ella era quien más odiaba a Sunhee, tal vez ella la mató.
Como había dicho desde un inicio, Blake jamás mataría a alguien por el bien de su cuidado de sus uñas y manos tan tersas como las de una princesa. Y estaba bien que ella odiara a Sunhee, si yo fuese una chica como lo es Blake, también me podría celosa de que mi pareja me esté engañando con quien es su mejor amiga supuestamente; pero había una cláusula que me prohibía opinar este tipo de cosas enfrente de ella, y no sería apropiado de mi parte que le dijera lo mismo a Jaesang.
Aunque sepa que yo tengo la razón de lo que estoy diciendo.
—No se ve como alguien que asesina a las personas a sangre fría —comento, poniéndole fin a esta conversación—. Ahora, ya que estamos hablando de personas que odiaban a Sunhee, hace unos días me dijiste que ella tenía pleitos con la mayoría de chicos que eran sus amigos, ¿alguna vez te pusiste a pensar en el por qué, o te sentiste celoso de ello?
Jaesang suelta un suspiro, mira en diagonal de donde yo estaba, su pierna izquierda se mueve debajo de la mesa mientras que agacha un poco su cabeza.
Piensa por varios minutos, quizás recordando las innumerables veces que ha sucedido eso en su vida.
—Sunhee era bastante reservada con sus problemas. Apenas tenía confianza en contarme lo que sucedía con su madre y el novio de esta en su casa —dice con nostalgia. Jaesang regresa a mirarme, estaba pidiendo ayuda—. Aunque algunas veces, por ahí decían que Sunhee se acostaba con otros chicos... Siempre pensaba que era mentira, pensé que yo iba a tener oportunidad de acostarme con ella cuanto antes y así callar esos falsos rumores, algo así como ser la primera vez de ambos; pero en una fiesta a la que solo ella fue junto con Yoongi, me enviaron fotos de Sunhee besándose con otro chico, pregunté por los detalles de esa fiesta, lo que había pasado después, pero creo que todos se habían alcoholizado hasta perder la conciencia porque me decían que no se acordaban de nada. Ahí fue cuando sospechaba ligeramente de ella y de sus pleitos con sus amigos.
— ¿Y cuál era la excusa que te daba? —pregunto mientras iba escribiendo lo más importante en mi libreta.
—Que habían sido por temas de rumores, como que Sunhee era una mentirosa y ese tipo de cosas —pasa su mano izquierda a su oreja para rascársela y arquear sus cejas—. Como le digo, ella no me contaba casi nada de lo que le sucedía personalmente. Siempre era como si hubiese estado en una relación con un fantasma.
Algunos dicen que la mente humana es una de las fortalezas más grandes que tienen, valga la redundancia, los seres humanos debido a que ejerce una influencia directa en nuestros actos conscientes. Es esencial aprender a controlar el poder de la mente, nuestras acciones, emociones, sentimientos y pensamientos, concentrarse en nuestros deseos, buscar el perfeccionamiento de manera permanente; sin embargo, cuando una persona sufre de dependencia emocional y tiene traumas de abandono desde hace mucho tiempo, nada de lo que he dicho anteriormente va a funcionar puesto que todo lo negativo, como son los problemas psiquiátricos, afectan esa estabilidad que la mente necesita.
Jaesang no viene de una familia amorosa. Su padre es machista y manipulador, esa vez que vino aquí para amenazar de muerte a su hijo, me di cuenta de lo que realmente era, sin contar el antecedente penal que una vez encontré por unos archiveros; la madre parece ser de ese tipo de personas que te aman y te comprenden, pero al más mínimo error comienzan a buscar culpables. Básicamente todo era una cadena sin fin de encontrar al culpable que originó el problema.
Y con Sunhee fue lo mismo. Tal vez diambulaba por un amor distinto al que recibía en su casa, si es que lo recibía también, Sunhee se lo dio y se aferró mucho a ella que le importaba muy poco lo que se decía de su novia, él siempre le creería a la versión de ella —aunque eso no evite que él haya tenido sus propias dudas—. Ahora que Sunhee está muerta, quiero creer que él se siente libre de poder pensar lo que quiera sin tener que andarse carcomiendo el cerebro por las miles de inseguridades que los actos de Sunhee le causaron.
El poder de la mente de Jaesang estuvo tan deteriorada que ni siquiera puedo hacerle caso a las alarmas de alerta que le dio su lado ético con esas dudas que aparecieron en él por el beso de aquella fiesta.
— ¿Hasta qué nivel llegó su relación?
—Hasta comprar un departamento juntos y crear una cuenta bancaria con nuestros ahorros —dice más triste que antes. Junta sus manos y hace un puño con estos—. Teníamos los planes que una pareja de recién casados tendría luego de su luna de miel.
— ¿A idea de quién?
El rostro de Jaesang se va tornando rojo. Una lágrima cae de su ojo izquierdo hasta volverse un charco sobre la mesa.
— ¿A idea de quién? —repito gélido.
De una manera u otra, los llantos de las personas no le sensibilizaban el corazón como a otros. No sentía nada de compasión, o misericordia.
—Fue mía la idea. —musitó.
—Antes de su muerte, ¿alguna vez tuviste un trato violento hacia ella, o ella a ti? —inquiero con cautela. Podría ser insensible, pero me pone incómodo que las personas lloren más de lo debido.
—Nunca —dice directo, sin darle muchas vueltas al asunto.
— ¿Seguro? —asiente—. ¿Ni un solo rasguño?
— ¡Que no! ¡Nunca la golpeé porque ya suficiente tenía con los golpes de su familia!
Sunhee era igual que Jaesang, ambos tenían problemas familiares y trataron de ser felices con ese amor que sólo les trajo más problemas.
Pero no soy un psiquiatra para decirle lo que pienso, solo estoy aquí para hacerle su interrogatorio.
— ¿Peleas?
—Unas cuantas. Ella me decía que no se sentía a gusto con el noviazgo, que actuaba como si no me importa —bufa mirando a un punto fijo del rincón del cuarto—. Ahora pienso que solo eran excusas para ver una manera de terminar conmigo, estúpida.
— ¿Cuánto la amabas?
—Antes mi amor por ella era inmenso, como algunos dices, era como de aquí hasta la luna —romantiza sus palabras con melancolía. Me daban ganas de vomitar—; pero ahora no siento nada más que decepción. Ya no me importa.
— ¿Si esto lo hubieses sentido cuando ella estaba viva, serías el responsable de su muerte?
—No. No soy un asesino —concluye con una sonrisa de lado.
Apunto las últimas cosas que me parecen relevantes y termino con su interrogatorio. Él vuelve a respirar con normalidad, ambos salimos de ese lugar y lo regresé a su celda.
Saco a Yoongi de la suya y vamos hasta el mismo cuarto de interrogatorios. No obstante, Blake estaba esperando ansiosa en recepción, se acercó a su novio y lo besó.
—Acepto. Mil veces acepto, cariño —susurra cerca de sus labios. Yoongi no puede hacer nada por las esposas, pero igual corresponde al beso de su novia.
—Blake —llamo su atención. Ella se separa y me mira con cólera—. Vete de acá.
—Pero...
—Que te vayas he dicho. No te quiero aquí.
Ella frunce su ceño y se va dando pisotones de antipatía hasta la salida de la estación de policías. Su novio se queda confundido por lo que ha visto y deja que lo arrastre hasta cámaras de Gesell.
— ¿Qué hay entre tú y mi novia? —inquiere desconfiado—. ¿Le estás coqueteando?
—Tu novia es lo último que me importa en mi vida —Sonrió con falsedad—. Siéntate —ordeno. Yoongi hace caso sin quitar ese ceño de molestia de su cara—. Es chistoso que me culpes a mí de ser el amante de tu novia cuando tú le fuiste infiel a Blake con Sunhee.
— ¿Desde cuándo la llamas por su nombre?
—A veces la llamo Barbie —digo con soberbia. Podría ser divertido provocarlo.
— ¿Ahora la llamas por motes?
—Tal vez. —me inclino un poco hacia él con una mirada intimidante—. ¿Y tú como le decías a Sunhee?
Yoongi echa una bocanada al aire rindiéndose conmigo y mis palabras que contenían verdad.
—Todo lo que digas en estas cuatro paredes lo sabré solamente yo, así que puedes seguir engañando a Blake luego de esto —trato de calmarlo. Sin embargo, me gano otra mala mirada de él—. Prométele ese final feliz de cuento de hadas que ella se está inventado en su cabeza.
—Hablo en serio, ¿qué relación tienes con mi novia, maldito psicópata? —refuta otra vez. Hizo un solo puño con sus manos que ahora están pegados a las comisuras de su boca.
—Detecto el comportamiento humano de una manera sencilla. Puedo saber lo que piensan, ustedes son tan predecibles —encojo mis hombros—. Llámame psicópata si quieres, de igual manera lo soy.
—Aléjate de Blake.
—No estamos aquí para hablar de ella. Además, ella es la que se acerca a mí para salvar el sucio trasero de su novio que no se atreve a confesar que él fue quien mató a su amante —mascullo—. Siento que tu “ansiedad social” —Digo entre comillas— solo es una máscara para justificar algunos comportamientos tuyos. Aunque también puede ser real, ¿es real?
—Desde los 5 años. ¿Y tú desde cuando eres un psicópata? —ataca pensando que eso me afectaría de alguna manera.
—Todos los seres humanos nacemos psicópatas, hay algunas personas que lo van reforzando a través de los años. Así que mi respuesta es desde que nací —volví a sonreírle de manera falsa. Abro mi agenda de una vez por todas y leo la primera pregunta—. Te daré una oportunidad para que me confiese qué relación tenías con Sunhee. A mí no me vas a engañar diciendo que sólo eran amigos.
Muerde tres veces sus mejillas, mira a todas partes buscando una salida, tal vez. Se siente sofocado por una pregunta que supuestamente sería sencilla si no estuviese ocultando algo de gran importancia, Yoongi me mira con recelo como si sus ojos quisieran decirme «Si ya sabes, para qué quieres que yo te lo diga».
Era como si tuviéramos una conversación entre los dos con tan solo mirarnos.
– ¿Te crees listo?
–Ya lo soy. Tú eres un mentiroso.
Yoongi tuerce sus ojos mientras se muerde una uña. Normalmente diría que se apurar en contestar, pero si se trataba de él, me gustaría saber hasta dónde es capaz de llegar sus mentiras sin que crea que no me doy cuenta.
—Puede que alguna vez me haya besado con ella, como amigos; pero nunca mi relación con ella ha pasado la línea de amistad —dice relajado. Baja sus manos de sus labios y las reposa en la mesa—. Respeto mucho a mi novia.
—Sí, y por eso te besas con tu amiga —alzo mis cejas mientras voy escribiendo—. ¿Y cómo es tu relación con los jugadores de basquet? Blake me dijo que por un tiempo jugaste en ese equipo antes de que te retiraras.
—Cuando salga de acá, Blake dejará de verte —advierte—. Con el equipo de basquet soy muy cercano, tengo a mis amigos ahí. No entiendo qué tienen que ver ellos en esto.
— ¿Te gustan las barritas energizantes? —ignoro su duda y continúo con la siguiente pregunta.
—Son la única cosa que me mantienen energético cuando ando cansado —responde. Saco el envoltorio que había recogido del laboratorio y lo pongo en la mesa—. Esas cosas nos las como yo, no me gustan, como otras. Esas las come Juheon...
—Lo sé. Lo que me pregunto es, ¿qué hacían en el laboratorio si no se puede meter comida ahí? —cuestiono. Yoongi se queda paralizado unos segundos, parpadea repetidas veces para recuperarse de esa jugada sucia que acabo de hacerle—. Sabes quién las come, así como el resto del equipo de basquet. ¿Me quieres decir qué hacía Juheon en el laboratorio si él estudia derecho?
—Él me acompañó unos minutos al laboratorio junto a Jaesang y Sunhee, luego se fue...
— ¿Estás seguro? —lo hago dudar. Sonrío de lado al ver su rostro de desesperación—. Porque eso no es lo que decían tus amigos ni tus declaraciones de antes. ¿Sabes lo que pienso? Que tú, Sunhee y Jaesang entraron sin permiso al laboratorio. Luego tú recibiste el disque mensaje de Blake y te fuiste del salón. Jaesang estuvo unos minutos con Sunhee hasta que tú llegaras, o que su maestro llegara; sin embargo, se fue. Entraste otra vez, pero esta vez con Juheon, ambos hicieron algo con Sunhee como tener sexo porque encontramos restos de semen mezclados en el suelo —Yoongi se va encogiendo en su asiento mientras que iba recreando la escena en mi cabeza—. Luego tuvieron que tener una discusión con Sunhee, o entre tú y Juheon, llegaron a lastimarla y ahora ustedes dos son los culpables de la muerte de ella.
—L-Las cosas no sucedieron así...
—Entonces afirmas que estuviste con Juheon y Sunhee luego de que Jaesang se fuera —reafirmo mi deducción. Yoongi niega inmediatamente y trata de detenerme—. ¿Entonces cómo sucedieron las cosas? ¿Por qué te apartaste de Jaesang y Sunhee cuando recibiste los mensajes de Blake?
—Jaesang quería hablar en privado con Sunhee, por eso me fui del laboratorio —comienza a explicarme—. Blake luego me había llamado, por esa razón también me había ido. Primero fue la llamada y luego los mensajes —dice, su voz tiembla al igual que sus manos. El metal de las esposas golpeaban con la mesa provocando un ruido que no hacía más que aturdirlo—. Luego Jaesang estaba saliendo del laboratorio algo molesto, me dijo que se iba a ir a su casa porque estaba cansado. Ahí mismo me encontré a Juheon y pasó a saludar a Sunhee, también era su amiga.
Lo único que estaba saliendo de la boca de Yoongi eran puras mentiras. Su versión retractaba a la anterior, trataba de hacer creíble el suceso de los hechos; pero ya había un patrón que yo mismo había descifrado en un solo segundo. De manera involuntaria había dicho lo que había sucedido realmente, tenía otra pista qué seguir; Yoongi no estaba haciendo nada más que distraerme. Había terminado con él.
Él y Juheon habían sido.
Sin embargo, no puedo simplemente culparlos tan rápido. Primero porque en el rastreo de huellas dactilares de los soportes universales no soltaron absolutamente nada, salvo unas huellas medias borrosas y que, además, le pertenecían al conserje; lo segundo es que el jefe no me dejará cerrar el caso con tan solo una suposición mía, aunque estuviera correcta, él querrá pruebas y no me aceptará hasta obtenerlas.
Dejé que Yoongi terminara de contar la versión de sus hechos. De paso estaba respondiendo algunas preguntas que ya tenía preparadas para él.
—Para —le digo poniendo mi palma izquierda a la altura de su rostro—. Redundas mucho las cosas, es aburrido. Ya para terminar, dime cómo es que Sunhee te hizo esos rasguños en los brazos. Juheon dijo que ella tenía la manía de rasguñar a sus amantes para aumentar el placer sexual. —entrecierro un poco mis ojos—. Estuviste con ella.
Lo digo de una manera como si lo estuviese afirmando, Yoongi se queda sin palabras y prefiere no responderla. Él no lo sabía, pero su actitud sólo le estaba dando más validez a mí versión que a la suya, ¿qué clase de asesino era Min Yoongi?
—No me acosté con ella si piensas eso —me advierte luego de unos minutos de silencio—. Ella me rasguñó debido a una apuesta que habíamos hecho. Eso es todo.
—Eres un mentiroso —concluyo—. Tus versiones de los hecho no coinciden en nada de lo que la vez pasada me contaste, si no hubiese sido por la envoltura, nunca me hubieras dicho la verdad. Así como ahora —señalo con mi dedo la situación—, tus mentiras irán cayendo con el tiempo y Blake se enterará de la persona que eres realmente.
Yoongi se queda en silencio. No me dice nada y simplemente se queda mirando cómo es que me voy de la cámara.
—Blake me creerá a mí. Tú eres el único con un problema de desconfianza —dice cuando estoy en el borde del umbral de la puerta.
—Reconozco a un asesino cuando miente. —le digo sin mirarlo. Giro mi cabeza unos 90° y lo miro de soslayo—. Es experiencia. Ruega a que no te atrape, Min.
Sin más qué decirle, cruzo la puerta y lo dejo dentro de la habitación. Por la ventana veo cómo golpea la mesa con furia y grita de dolor por el daño que le hizo las esposas.
Un policía pasa por mi lado cuando llego a recepción para pedir el archivo de Min Yoongi, lo mando a irlo a buscar y que lo encerrara nuevamente en su celda.
Subo a mi oficina y abro la puerta sin importarme mucho el hecho que Blake haya estado esperándome aquí adentro junto a Taehyung, Joo-kyun, Namjoon y Seokjin.
— ¿Cómo está Yoongi? —pregunta Blake sin disimulo. Para este punto del día, los compañeros más cercanos que tengo se han enterado de mi trato con esta chica—. ¿Ya... tienes al asesino?
—Tu novio sale en libertad condicional mañana —le aviso—. Felicitaciones.
Blake sonríe de la emoción, algunas lágrimas salen de sus ojos. Pobre niña inocente.
¿Yoongi de verdad es el asesino, o es Juheon?
Espero que les esté gustando el rumbo que está tomando esta historia. Todavía hay algunas cosas que descubrir en cada capítulo :D
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