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D i e c i s i e t e

Necesitaba darme una ducha con urgencia luego de volver a sentir ese olor de madera húmeda impregnado en mi ropa. Luego de bastantes años, por fin pude volver a pisar un bosque sintiéndome segura entre los árboles; pero luego de que Jungkook me había dejado en esa patrulla, ese agradable bienestar con respecto al bosque, se volvió una incertidumbre por cada momento que pasaba dentro del auto y tenía la vista de los enormes árboles tambaleándose por la fuerza del viento.

Salgo de mi baño con la toalla alrededor de mi cuello y regreso hacia donde está Jungkook trabajando. Luego de ese pequeño encuentro en mi cocina, él se fue a hacer sus cosas mientras que yo huía de él para dirigirme al baño y mojar mi cara con agua para regular ese rubor que se me había formando. Luego ese remojo de cara se convirtió en un baño y llegamos a este punto de la historia en donde me encuentro al lado de Jungkook pensando en comida y en lo muy hambrienta que estoy.

Fijo mi mirada en Jungkook y en el movimiento rápido que hacen sus dedos cuando va tecleando algunas cosas en su computadora. Me animo a hablarle y poder solucionar nuestro problema de antes, tal vez él no tenga la mayor parte de culpa de cómo es que me siento y está muy mal la manera en cómo he actuado.

—Jungkook —digo su nombre con un hilo de voz. Él responde con un sonido y espera a que siga hablando—. ¿Tienes hambre?

Él detiene lo que hace y se queda pensativo por unos cuántos segundos, de repente, el sonido de mis tripas suenan por todo el comedor de mi casa.

Jungkook no hace ningún gesto al respecto y solo asiente a mi pregunta.

— ¿Te gustaría comer pollo frito? —vuelvo a preguntarle.

—Lo que sea está bien —contesta apresurado—, tú eres la que tiene más hambre de los dos. Pide lo que se te antoje, igual comeré.

Jungkook otra vez vuelve a mirar la pantalla de su laptop mientras que yo voy sacando mi celular para pedir pollo frito. Hace mucho no he comido de esta comida por cuestiones de cuidar mi cuerpo, desde hace unos muchos meses tuve el sueño de convertirme en modelo de alguna marca que supiera de mí, pero ahora ya no me interesa mucho eso del modelaje.

Marco el número de uno de mis restaurantes favoritos de pollo frito y pido un balde de nueve piezas con ensalada y papas como guarniciones. También agrego al pedido dos botellas de soju para mí, ya que no creo que Jungkook quisiera acompañarme a tomar cuando prefiere estar trabajando. Finalizo el pedido luego de escuchar el precio y dar la dirección de mi casa.

Corto la llamada lo más rápido que pueda y regreso mi atención a Jungkook, quién todavía sigue tecleando algunas cosas en un word. Le doy un vistazo a la pantalla de su laptop y veo que está organizando su investigación en un mapa conceptual.

— ¿Qué es eso? —le pregunto.

—Un tablero en donde me puedo guiar —responde Jungkook, serio—. Ya que no tengo mi tablero de corcho aquí, me toca hacerlo en mi computadora.

— ¿Y qué es lo que tienes por el momento? —vuelvo a preguntar antes de mirar el perfil de Jungkook. Quizás mis preguntas lo estén distrayendo.

—Estoy agregando lo último que se ha encontrado: la brújula, el cuerpo de Hye-joo y esas máscara de payaso junto a los overoles rojos —Jungkook da un resoplido mientras va uniendo la imagen de las máscaras a la foto de Hye-joo—. Así como Hye-joo sintió que alguien la estaba observando de más, Yi-seul también pudo pasar por lo mismo; y existe ese 1.27% que me indica que ambas tienen al mismo autor del asesinato.

Vuelvo a mirar hacia la pantalla, dirijo mi mirada a la imagen que está en el centro de todo este mapa: el rostro de Sunhee.

Su muerte ocurrió como hace ya de más de dos meses y yo ya me había olvidado de cómo era su rostro. No era cercana a ella, por lo que no tengo tantos recuerdos; sin embargo, se siente una rara sensación cuando ya te olvidas de una persona por completo y solo se te queda grabado su nombre.

Sunhee tenía una piel más que perfecta en esa foto, parecía toda una muñeca de porcelana; en su funeral, ella parecía una calavera con piel más pálida que de lo normal encima suyo. Recuero muy bien que, aunque hayan querido maquillarla de la mejor manera, sus ojeras se notaban a simple vista. La chica que había visto en el ataúd no parecía ser la misma chica de la foto.

Veo al lado derecho de la imagen de Sunhee la foto de Jaesang, y a su lado izquierdo la foto más reciente que Jungkook pudo encontrar de Yoongi. Se sentía bastante raro encontrar a un conocido entre los principales sospechosos de un crimen que todavía no tiene una respuesta en específico.

Las demás imágenes que conectaban con la protagonista de este asesinato fueron más que nada otras víctimas, algunas imágenes de la silueta de una persona con un signo de interrogación en su rostro, otras eran de los lugares y pruebas que han estado recolectando e investigando. Finalmente veo a un chico que recuerdo haberlo visto por mi facultad; si mal no recuerdo, él había sido novio de una compañera de mi clase, pero ambos terminaron a los tres meses de haber salido.

— ¿Por qué está él ahí? —señalo la imagen del chico.

—Él es Dan Sonhyung, jugador suplente del equipo de basquet y cómplice del asesinato de Yi-seul —me dice Jungkook. Abro mis ojos sorprendida al enterarme de que éste chico era cómplice; Jungkook regresa a mirarme formando un puchero en sus labios—. ¿Por qué preguntas?

—Hace unos cuantos meses él estuvo en una relación con una chica —le cuento. Jungkook todavía no le encontraba lo interesante a lo que le estaba contando—. Luego surgieron rumores de que a él le gustaba golpear a su pareja y que por eso terminaron.

Jungkook asiente chasqueando su lengua. Ya no regresa a mirar la pantalla de su laptop y en su lugar comienza a mirarme a mí, como si en mi rostro está la respuesta que está tratando de buscar.

— ¿Qué pasa? —le pregunto.

—Nada. Solo estoy recordando todo lo que ha ido sucediendo en estos meses.

Jungkook otra vez se centra en su trabajo mientras que yo voy pensando en una idea casi arriesgada: tal vez podría hablarle a la exnovia de este chico y confirmar si los rumores son ciertos.

No sé si eso aportaría a algo en la investigación de Jungkook, pero no pierdo nada intentando.

Voy a la sala a por mi celular, lo tomo y busco entre mis contactos a mi compañera e inicio enviando mi primer mensaje:

Jin Minhae

Holaaa!! Soy Blake, te acuerdas de mí? 😊
14:47 p.m.

Espero un par de minutos y obtengo una respuesta de ella casi inmediata.

Ehm, sí. Qué pasa?
14:53 p.m.

Bueno, me enteré que Sonhyung está arrestado
14:53 p.m.

Y????
14:53 p.m.

Y bueno, como antes había ese rumor que te pegaba 😕
14:54 p.m.

Quería saber si tú lo habías denunciado
14:54 p.m.

Y qué te importa si yo lo denuncié o no?
14:54 p.m.

Qué mierda te importa si él me pegaba o no?
14:54 p.m.

Mi relación con él acabó hace ya dos meses 😒
14:55 p.m.

Solo para eso te acuerdas de tu compañera, no?
14:55 p.m.

Para que te cuente absolutamente todo el morbo que quieres saber
14:56 p.m.

Eres un asco Blake 🙄
Si solo me escribiste para eso, entonces déjame decirte que es una estupidez y me dejes en paz
14:56 p.m.

Sí sabes que Sonhyung tuvo que ver con la muerte de Yi-seul??? Y otros compañeros suyos del equipo de basquet??
14:57 p.m.

Y tú cómo sabes eso? Si debe ser así, se supone que solo los investigadores lo deben de saber
14:58 p.m.

Estás trabajando con la policía?!?! 😳
14:58 p.m.

Eso no importa. Dime, era verdad que Sonhyung te pegaba?
14:58 p.m.

No puedo decirte nada. No cuando ya me dejaste en claro que tienes algo que ver con la policía
14:59 p.m.

Por qué temes?!
14:59 p.m.

Por qué debería de contarte mis cosas?
15:01 p.m.

Ya me debo de ir. No me hables más.
15:01 p.m.

Suelto un bufido exasperada. Si ella no me lo quería contar, igualmente yo tendría mis formas de poder encontrar la verdad. Pero Minhae ya me dejó en claro que Sonhyung sí le hacía algo.

Vuelvo hacia donde está Jungkook, en los pocos minutos que he estado conversando, vi que su actitud ha cambiado tan repentinamente. El cansancio se va haciendo notorio en él y tal vez sus músculos de la espalda estén tensados; solo Jungkook sabe qué tan grave está siendo este caso como para no darse un descanso.

— ¿Te encuentras bien? —le pregunto cuando sus manos están en su nuca y sus dedos le dan un pequeño masaje—. ¿Quieres que te traiga algo?

—Estoy bien —demanda él con autoridad.

Vuelvo mi vista a su laptop un poco molesta. Jungkook ya ha trabajado lo suficiente por semanas.

Agarro la tapa de su laptop y la cierro, él quita sus dedos antes de que los chanque y regresa a mitre confundido.

— ¿Qué te pasa?

—Te la pasas trabajando y ya no descansas. O al menos yo no te he visto hacerlo —me cruzo de brazos sin nada más que decirle. Jungkook intenta otra vez abrir su aparato, mas entonces, tomo su laptop y me animo a guardarla en otro lado—. Te la decomisaré hasta que vea que ya te sientas un poco mejor.

Jungkook gruñe y niega a la vez pero no se anima a protestarme, mas bien, él camina hasta mi sala para descansar un rato. Lo sigo y me siento a un asiento de distancia.

— ¿Te sientes tenso? —le pregunto. Jungkook asiente levemente—. Si quieres, puedo hacerte un masaje.

Jungkook sonríe de lado con sus ojos cerrados, los abre y me mira divertido.

— ¿Por qué estás tan atenta conmigo? —inquiere burlón—. Hace unas horas estábamos como perros y gatos...

— ¿Ahora vas a cuestionar todo lo que hago, o simplemente vas a dejar que esta vez te atienda? —Amplío una sonrisa en mi rostro, lo que provoca que mis mejillas se vean un poquito más gorditas—. Conozcámonos.

— ¿Por qué?

—Porque lo único que sé de ti es tu nombre, tu trabaja y la historia de tu marca en tu brazo —contesto. Jungkook otra vez niega con su cabeza y cierra sus ojos—. ¿Qué es lo que solías hacer de niño?

—Tengo amnesia a esos recuerdos —responde con frialdad.

—No te creo. Debes de recordar al menos uno —replico.

Jungkook se queda en silencio por mucho tiempo. Entendí que se rehusaba a contestar esa pregunta que supongo que parece ser muy personal para él.

Lo dejo descansar en el sillón mientras que yo me voy a mi cocina y empiezo a sacar todo lo que necesitaríamos para cuando llegara el pollo frito. De cierto modo, ahora estoy empezando a odiar que la casa esté muy silenciosa, Jungkook siempre hace ruido cuando trabaja; pero ahora que está descansando, más parece que estoy sola y no estoy en compañía de alguien.

La mejor opción en la que pensé fue en poner música, una que sea ruidosa y no pueda tolerar. Así como la que hace Jungkook. Busco en mi celular la aplicación de Spotify y pongo la playlist que me aparece de música punk. Era un mix de todas las bandas que componían música de ese género.

Coloqué la primera que le pertenecía a la banda de Linkin Park. A mi gusto personal, jamás me gustó esa banda porque su música no me atraía; pero al menos cumplía con el objetivo que estaba esperando.

No obstante, escucho una voz adicional que precisamente no proviene de la canción, mas bien se trataba de Jungkook cantándola. Todavía tenía sus ojos cerrados, y por ello no podía ver que yo lo estaba admirando desde el marco de la cocina.

Sonrío de lado por lo gracioso y sorprendente que es ver a Jungkook cantando una canción como si fuese un adolescente imaginando ser todo un cantante.

I wanna heal, I wanna feel what I thought was never real —canta el primer coro de la canción. Esto provoca que una corriente eléctrica me estremezca por completo, Jungkook se identificaba mucho con esa canción debido al sentimiento que le ponía.

Sonrío una última vez antes de meterme de nuevo a la cocina y sacar lo que ya había lavado para nuestra comida. Jungkook se calla tan pronto escucha que estoy caminando por el comedor, ambos nos miramos y él siente vergüenza cuando le dedico una sonrisa pícara.

—Sigue cantando, ya te he escuchado antes —le digo para rematarlo. Jungkook no dice absolutamente nada y ahora acompaña el ritmo de la música con las pisadas de su pie derecho—. No sabía que te gustaba Linkin Park.

—Su música me acompañó por toda mi adolescencia —responde Jungkook con una sonrisa de lado—. No me lo creerás, pero tuve mi etapa de ser emo. Daba vergüenza.

No puedo evitar reírme de manera escandalosa cuando escucho esa pequeña confesión de Jungkook. Imaginármelo vistiendo de negro, con esos cortes de cabello que te cubrían un ojos, y entre otro tipo de estereotipos que ese tipo de personas tenían en esos tiempos; no parecía que estuviéramos hablando del mismo Jeon Jungkook que ahora viste con trajes formales.

— ¿En serio? —digo cuando mi risa ya había cesado—. ¿Y cómo era que te vestías? ¿Tenías a tu grupo?

—Me vestía con ropa holgada, ya sabes, poleras de gran tamaño que me llegan a las rodillas, pantalones negros y zapatilas del mismo color. Y cuando hacia calor, solo me colocaba mi polo de nirvana —comienza a explicarme Jungkook—. Y eso de los grupos, siempre andaba solo. Siento que así era mejor. A los grupos grandes siempre los tomaban como los anticristo.

—De lo que yo recuerdo de Estados Unidos, es que este mismo tipo de chicos siempre se juntaban en los parques de noche para pintarse un ojo en el dorso de su muñeca —Jungkook asiente desinteresado—. ¿Sabes si eso tiene un significado?

—Lo tiene, pero ahora no lo recuerdo —dice con simpleza.

En ese mismo momento, el timbre de mi departamento llamó nuestra atención. Supuse que se trataría de la comida por lo que dejé a Jungkook solo por unos cuantos segundos mientras que yo tomaba el dinero para pagar antes de ir a abrir la puerta.

Me encontré con el repartidor, le entregué el dinero y él me dio las bolsas de comida. Cierro otra vez mi puerta y veo que Jungkook ya había tomado un plato para servirse comida.

—Pensé que la que tenía hambre era yo —le digo sonriendo.

—No me verás de la misma manera cuando me veas comer —Asegura Jungkook antes de ayudarme a sacar la caja de piernas de pollo y las guarniciones que traía—. ¡Mhm! Esto huele bien.

Al principio no entendía del todo a lo que Jungkook se estaba refiriendo, pero al cabo de unos pocos minutos pude entenderlo mucho mejor. Tal parece que el hombre serio y con posibles problemas mentales, era alguien de muy buen comer; bastaba con mirar su plato lleno de tres piernas de pollo y dos alitas picantes, también podía ver que su plato rebalsaba de papitas fritas.

Luego Jungkook se fue a comer en la mesa pequeña de la sala. Él había tomado un cojín de los muebles para sentarse encima de este en el suelo.

— ¿Podrías poner algo de música en tu televisor? —me pidió antes de comenzar a devorar la primera pierna de pollo.

Terminé de servirme y me acomodé en el lado derecho de Jungkook. Luego tomé el control del televisor y busqué en Youtube algún concierto en vivo de Linkin Park solo para seguir disfrutando de la emoción que esta banda causa en Jungkook, debo de admitir que ese comportamiento de él lo hacía ver más humano que cuando habla fríamente de algún caso criminal.

Jungkook no deja de mirar la gran pantalla del televisor mientras disfrutaba de la comida. Acabo de darme cuenta que él tiene la manía que hacer sonidos para expresar que le estaba gustando la comida. Mientras va masticando su trozo de pollo frito también va taradeándo la canción que la banda estaba tocando.

Me levanto del suelo con dirección a mi cocina, ya que había recordado que en mi refrigeradora tenía botellas de soju. En las semanas que me desaparecí por completo, me dediqué a tomar por las madrugadas cuando una pesadilla me abrumaba.

Abro las dos botellas de soju y saco dos vasos pequeños de uno de mis reposteros. Vuelvo a la sala y pongo sobre la mesa lo que había sacado, Jungkook abre un poco más sus ojos antes de regresar a mirarme como un niño pequeño.

Eso era nuevo, y algo lindo.

— ¿Qué? —le pregunto luego de unos minutos. Él seguía viéndome y eso me puso nerviosa, tanto que comencé a reírme—. ¡Quééé! ¿Por qué esa cara?

Lo empujo un poco con mi hombro antes de reponerme en mi sitio.

—Estuviste tomando todo este tiempo, ¿no es así? —inquiere Jungkook.

—Ay por favor, ¿ahora esto va a ser un interrogatorio? —tuerzo mis ojos con flojera.

—Por eso es ese desajuste emocional —continúa hablando Jungkook—. ¿Qué te tiene preocupada que hasta has estado tomando?

Suelto un suspiro, Jungkook sigue esperando una respuesta mía; pero se sorprende que cuando me ve tomando mi primer vaso de un solo trago. Encojo mis hombros y le sirvo el siguiente vaso a Jungkook.

—A veces las personas toman por diversión —le paso el vaso pequeño a Jungkook. Él lo mira dudoso antes de volver a mirarme—, como ahora. ¿Vas a beber porque te sientes preocupado?

—Si contamos lo estresado que estoy, pues sí —Jungkook bebe del soju, apesar de que algunas gotas se le fueron a los extremos de sus comisuras—. De aquí saldré lleno y ebrio. ¿Me dejarás vomitar en tu baño?

—Sabes que no —sonrío con falsedad.

Jungkook dejó el vaso del trago y siguió comiendo del pollo frito al igual que yo. La música seguía siendo un buen distractorio para los dos en este momento, y la voz de Jungkook también servía como distractorio cuando la vergüenza se le iba y comenzaba a cantar enfrente de mí.

***

Raramente lo que Jungkook había predicho de ese pequeño almuerzo entre los dos, se hizo realidad. Ambos estábamos completamente mareados, todavía nadie vomitaba y eso era bueno; porque luego el desastre lo iba a limpiar yo.

Jungkook estaba inclinado hacia un lado, su cabeza descansaba en el cojín del sofá y sus manos se encontraban dobladas en el suelo. Yo estaba a su lado manteniendo mi postura recta, pero balanceándome de un lado a otro.

Ninguno de los ha hablado mucho con el otro para saber qué tan ebrios estábamos, pero tenía ese pequeño presentimiento que no sólo yo era la que tenía mucha cosas que decir en ese momento. Jungkook creo que también estaba igual que yo, pensando en si era buena idea simplemente decirlo.

Miro mi celular y eran las siete con ocho de la noche. Jungkook debía de irse ya a su casa.

—Ya es tarde —le digo, pasando mis manos por mis ojos y tallarlos.

—No lo creo —dice Jungkook, balbuceando.

—No puedes manejar así, te llamaré un...

Jungkook sacó fuerzas de donde no las tenía para abalanzarse sobre mí y evitar a que tomara mi celular. Su rostro queda a la altura de mi abdomen, una posición casi comprometedora; pero luego él se fue acomodando y fue subiendo hasta anclar su mirada con la mía. Tenía todo el peso de Jungkook sobre mí, aplastándome, y pesaba mucho para mi débil cuerpo.

Ladea un poco su cabeza manteniendo su ceño fruncido.

— ¿Por qué quieres que me vaya de tu casa? —cuestiona—. Aun así me vaya caminando, o llames a un taxi, igual correré peligro. Puedo quedarme en tu casa como las otras veces.

—Debes irte, Jungkook —respondo con un quejido de por medio—. Y ya quítate, me aplastas.

Jungkook se pone cada vez más serio, cómo si no le gustara que yo le vaya dando órdenes de lo que debe de hacer.

— ¿Por qué? —escupe su pregunta.

— ¿Por qué qué? —inquiero también.

—Ya no te hagas, no sabes mentir —Masculla. Mi cuerpo se tensa ante sus palabras, ¿es que acaso ya lo sabía?—. ¿Por qué mientes?

— ¿Sobre qué?

—No es tarde, apenas el cielo se está tornando oscuro —con su cabeza señala la ventana de la sala—. Aproximo que son las seis, casi las siete.

Jungkook se aleja de mí luego de jugar con mis nervios. Intento controlarme antes de que se me vea la preocupación que me había causado ese imbecil por sus palabras.

Me levanto del suelo y me siento en el mueble que estaba detrás de mí.

— ¿Y ahora por qué te pones así? —otra vez pregunta—. No me estarás escondiendo algo serio, ¿verdad?

Cubro mi rostro con mis manos para evitar mirarlo y calmarme. Yoongi jamás debió de irse y dejarme en esta situación, ¿por qué debo ser yo la que está cargando el peso de sus mentiras?

—Blake —Dice Jungkook, demandante—, ¿qué me estás ocultado?

—Yo no oculto nada —le respondo enseguida—. Pero sé algo sobre Sonhyung que te puede interesar.

Jungkook me escucha atento, esperando a por esa revelación.

Tomo aire y me animo a hablar:

—Probablemente no te acuerdes de esto mañana, pero conversé con la que fue su ex novia —digo—. Le conté que él estaba en la cárcel y le pregunté sobre si ella de verdad había recibido maltrato de Sonhyung.

— ¿Y dijo que sí? —niego a su pregunta.

—No, pero tampoco lo negó. —respondo—. Puede que todo esté crimen vaya a lo que es el feminicido. ¿Y si todas estas víctimas comparten algo en común, además del asesino?

Y con esa simple pregunta logro que Jungkook deje de interrogarme a mí y comience a pensar en lo que le he dicho. Veo que se levanta del suelo y va la mesa en donde ha estado trabajando para apuntar su posible nueva pista.

Blake: 02; Jungkook: 05.

*****
Khaboom Khaboom, muy pronto Jungkook encontrará al verdadero asesino...
"💀" si creen que es Yoongi; "💔" si creen que es Jaesang; "💣" si creen que fueron ambos :D

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