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C u a r e n t a y t r e s

Minutos antes

-¿Por qué no avanzan? -mascullo por lo bajo.

-Lo más probable es que los criminales hayan bloqueado las calles -responde Joo-kyun desde la parte de atrás del auto.

La desesperación por querer ir a ver a Blake me estaba matando vivo y esta congestión del demonio solo lo estaba empeorando. Pienso en todo lo que le podría pasar a Blake estando sola en su departamento y no puedo aguantarlo, tengo que ir rápido hacia ella.

De pronto una llamada entra a mi celular, era ella. No demoro más y contesto, pero la llamada demora en conectarse hasta que finalmente la oyo transpirar.

-Blake... ¿Estás bien?

-Jungkook, tengo miedo. Ven, por favor -contesta sollozando.

Me daba tanta lástima escucharla así, aquello solo aumentaba mi desesperación. Pero sé que Blake es inteligente y se ha escondido en un lugar seguro.

Relamo mis labios antes de decirle:

-Blake, escúchame, ya estoy en camino. Espérame, nena... -iba a darle una indicación para que la siguiera hasta que yo llegara, pero la llamada se finalizó.

Cuando quise volver a llamarla, se escuchaba como si me la negaba inmediatamente.

-No puedo llamarla.

-De seguro las líneas están congestionadas -suspira Namjoon-. Tranquilízate, Jeon; sí llegaremos a salvarla.

¿Y si no?

¿Y si para cuando lleguemos ella ya no esté con vida?

Tal vez me he enamorado muy fuerte, pero yo realmente no sé qué haría si le sucede algo a Blake por no tenerla conmigo. Quizá nunca me lo perdone. Mi corazón siente una fuerte opresión luego de imaginarme a Blake tendida en el suelo con un charco de sangre a su alrededor, sin vida y dejándome otra vez solo en la vida.

No lo puedo permitir, tengo que actuar rápido; es por ello por lo que salgo del auto con mi celular y mi arma en la mano. Ya nada importante, tengo que llegar antes de que sea tarde.

-¡Carajo, Jungkook, sube al auto! -Vocifera Namjoon por la ventana del auto.

-¡Jungkook! -ahora le sigue Joo-kyun; pero ella se baja y va detrás de mí.

Realmente no me estaba importando si Joo-kyun venía a toda prisa hacia mí para hacerme recapacitar de mis acciones. Sabía el riesgo que pasaba si llegaba a la zona que estaba siendo tomada por esas personas; pero también sabía que pasando esa calle había una chica temerosa, que probablemente esté llorando de desesperación, esperándome para que la salvara del peligro. Me dije a mí mismo que siga, le ordené a mi cuerpo que corriera más rápido hasta que lleguemos a ella, le ordené a mi mente que bloquera todo tipo de escenarios trágicos, y le aseguré a mi corazón que Blake nos está esperando con vida por lo que no debíamos de preocuparnos.

Básicamente todo mi cuerpo estaba actuando por un objetivo claro.

Joo-kyun seguía gritándome desde unos cuantos metros de mí. Ambos seguíamos esquivando los automóviles hasta que llegamos a la zona y vimos algo que solo se podían ver en las películas: mucha gente estaba en el suelo sangrando por distintas partes de su cuerpo mientras que otros se refugiaban en las tiendas más cercanas para ser auxiliados, también hubieron personas que habían muerto dentro de sus autos y son estos mismos los que congestionaban el tráfico.

Me detuve un momento para ver toda la masacre que hubo cuando nosotros solo estábamos a unos pocos metros de este lugar. Finalmente, Joo-kyun logra alcanzarme y me toma del brazo para llevarme de nuevo al auto; pero seguía insistiendo con la idea de ir a rescatar a Blake. En la calle habían varias mujeres que se encontraban heridas casi al borde de la muerte y otras que simplemente dejaron de existir, ella no debía de pasar por el mismo final que las otras y de eso me tenía que encargar yo.

Sin embargo, faltando una cuadra para llegar a la casa de Blake, una persona enmascarada se pone delante de mí y me apunta con su pistola calibre 40.

Lo primero que hago es proteger a Joo-kyun y sacarla del campo de disparo de este sujeto, la meto a una tienda que vio lo que iba a suceder; y antes de que pudiera enfrentarme al criminal con mi arma, este me había disparado en el lado derecho de mi abdomen. Abrí mi boca por el dolor antes de caer de rodillas al suelo; se veía que el tipo quería acabar conmigo, puesto que volvió a apuntarme listo para disparar otra vez, pero esta vez actúe más rápido y comencé a espantarlo con disparos por todas partes. Él fue retrocediendo hasta que soltó su arma y corrió por donde se llega a la casa de Blake.

Joo-kyun salió inmediatamente a socorrerme y me arrastró adentro de la tienda. Ella lo primero que pide son toallas para hacer presión sobre mi herida, evitando de esa manera que mi sangre siga saliendo y me mantenga consciente un par de minutos más. Asimismo, comienza a llamar a emergencias, a Seokjin y a Namjoon, también comenzó a llamar a alguien más que no me quería decir; pero a todos les decía lo mismo: «Jungkook está herido y está perdiendo sangre. Llamen a los refuerzos».

Casi al instante, vuelvo a escuchar mi celular sonar. De seguro era Blake, tenía que contestar; sin embargo, Joo-kyun no me dejó y entró en desesperación cuando me vio que estaba a nada de abrir la boca.

-Tú dices una palabra y la siguiente que te va a disparar soy yo, ¿oíste? -Sin querer, Joo-kyun había comenzado a llorar de la frustración mientras me veía con pena-. Mantente despierto, por favor.

Era comprensible su temor, no había pasado tanto desde la muerte de Taehyung; y que esto venga a sucederme ahora, no era para nada bueno a su estabilidad emocional.

Minutos después, y muy dolorosos, mis ojos comienzan a volverse pesados; pero todavía sigue Joo-kyun tratando de mantenerme despierto hasta que llegara una ambulancia a socorrerme. Ella me aseguraba de que todo iba a estar bien, que se encargaría con Namjoon de salvar a Blake y que la llevaría conmigo con vida, sin ninguna herida.

La ambulancia llega a la misma vez que mi celular vuelve a sonar. Esta vez Joo-kyun me deja contestar y por fin puedo hablar con Blake hasta que los paramédicos se encargan de bajar la camilla.

-¿Estás bien? -Le digo con mi voz jadeante, estaba haciendo todo lo posibles para no sonar como si estuviese herido-. Blake, ¿estás bien? -repito.

-¿Dónde estás? -musita con un dejo de desconfianza.

-Estoy llegando a tu casa -miento-. ¿Tú estás bien?

-Ven rápido, por favor.

Miro a Joo-kyun y ella me señala a los paramédicos. Ya estaban listos para levantarme.

-Espérame, ya estoy yendo por ti. -Y sin decir más, cuelgo la llamada antes de mirar a Joo-kyun-. Ve por Blake ahora, y cuídala.

Mi compañera me regala un asientimiento de cabeza mientras que ve cómo es que los paramédicos me van llevando a la ambulancia para luego dirigirse al hospital de Gang-nam. Lo último que veo es la luz del auto y el rostro borroso del hombre que se está encargando de tomarme la presión mientras que trata de hacerme conversación, el resto es historia.

****

Actualidad

Juheon seguía amenazando a Namjoon con no moverse si nos quería que me incrustara el cuchillo en mi cuello. Joo-kyun estuvo a unos pocos metros de nosotros tratando de buscar una solución a este problema. Pero mientras que ellos se lanzaban miradas amenazantes, yo seguía preguntándome dónde estaba Jungkook, tal vez el sabría qué hacer y los podría ayudar.

-Bajen sus armas -ordena Juheon.

Joo-kyun es la primera en soltar su arma y tirarla para que llegue a los pies de Juheon. Namjoon regresa a mirarla confundido, preguntándose qué demonios estaba haciendo ella y cuál era su plan.

-¡Baje el arma!

Namjoon va obedeciendo lentamente hasta que su arma queda a sus pies.

Juheon ya no dijo nada más y se encargó de acercarse al arma de Namjoon para patearla lejos. Pero mientras que hace eso, miro a Joo-kyun, ella tenía una nueva arma en sus manos y me estaba haciendo una seña para que hiciera todo lo posibles de dejarle un espacio del cuerpo de Juheon y así poder atacarlo.

Luego miro a Namjoon, quien no está al pendiente de lo que quiere hacer Joo-kyun por mantener la mirada de Juheon.

-¡Ya te jodiste! -Espeta Joo-kyun antes de acercarse más y presionar el gatillo de su paralizador. Esa cosa cae en la mano en donde Juheon está sosteniendo el cuchillo para que lo suelte.

Mientras que Juheon deja caer el cuchillo por mis pies, Namjoon regresa a mirar asombrado a Joo-kyun. Ella solo se inmuta de nuestras miradas y forcejea con Juheon estando yo en medio de los dos, el de cabello castaños hace más fuerza en su agarre en mí para seguir manteniéndome de la misma forma y va estrujándome las costillas. Estoy casi segura de que pueda oírlas romperse por la presión puesta sobre ellas.

Namjoon se mete cuando un grupo de tres policías portuarias -a la hora que llegan- y dos militares ingresan a la sala de mi casa para ayudar a Joo-kyun. Todos se abalanzan sobre Juheon para que me soltara de una vez y me dejara respirar, ya que los gestos que estaba haciendo les mandaba el mensaje correcto de que me estaba quedando sin aire; sin contar de que el dolor en mis costillas es insoportable.

Finalmente, y gracias a la fuerza de uno de los militares, ellos logran hacer que Juheon me suelta y pueda ser sujetado de los dos militares que medían más de un metro ochenta mientras que los policías portuarios tomaron al otro chico que Joo-kyun arrestó y se lo llevaron junto con ella al primer piso.

Esta noche había sido una de las peores noches de mi vida, miré la puerta de mi departamento y noté que estaba estaba prácticamente rota de las bisagras. Tendría que comprar una nueva que tenga el mismo sistema de contraseñas como seguro; aparte debo de pagarle a la administradora del edificio. Pero las desgracias no acaban ahí; porque el hecho de que Juheon haya hasta roto mis adornos, me lleva a preguntarme cómo es que los repondré y si debería de hacerme cargo de la limpieza yo misma, habían muchos cristales en el suelo y tenía miedo de cortarme.

Minutos después, cuando mi casa "vuelve a la tranquilidad" y los policías junto a los militares yacían yendose, me quedo sola en casa junto a Namjoon y Joo-kyun, ambos empiezan a ordenar un poco ni casa mientras que a mí me tienen sentada en uno de mis sillones. De acuerdo a sus reglas, no podía levantarme hasta que ellos no hayan terminado de limpiar el piso y haber recogido los vidrios; y se tomaron muy en serio su tarea que, mientras que ellos limpiaban, les hablé sobre diversas cosas, como por ejemplo cómo me sentía o haciendo preguntas sobre lo que realmente pasó, pero ninguno de ellos es como si quisiera hacerme caso.

No obstante, mis pensamientos hablaron por sí solos y todo cambió:

-Si Jungkook estuviera aquí me haría caso -ambos se detienen en lo que están haciendo y se miran entre sí, serios y nerviosos-. A todo esto, ¿dónde está Jungkook?

Ambos me miran con pena cuando ven que he abultado mis labios y he recogido mis rodillas hasta mi pecho. Ellos no me responden la pregunta, el lugar se queda en silencio y yo vuelvo a insistir una vez más para obtener respuesta; sin embargo, ellos vuelven a lo suyo y continúan ignorándome.

Algo estaba mal.

-Lo voy a llamar -les dije y Joo-kyun se acercó para tomar mi celular antes que yo-. ¡Oye, quiero mi celular!

-No vas a llamar a Jungkook. -Ella se da la vuelta y deja mi celular en la mesa del comedor, muy cerca de ella.

A Joo-kyun la respeto mucho por su trabajo y su honestidad a las demás personas; pero ahora solo podía sentir cólera y molesta a ella. A parte de que no me dice absolutamente nada de quien estoy preguntando, se atreve a quitarme algo sin motivo alguno.

Me levanto del sillón y voy caminando hasta donde está mi celular, Joo-kyun quiere interponerse una vez más pero no la dejo, agarro su muñeca antes de que ella agarre la mía y enciendo mi celular para buscar el número de Jungkook.

-¿Quién te crees para quitarme mi celular? -Pregunto molesta.

-Okey, okey, okey -tercia Namjoon, interponiéndose entre Joo-kyun y yo-. Vamos a calmarnos -suspira-. Blake, Jungkook está...

Namjoon mueve sus manos para hallar una explicación a eso que sabe pero no se anima a decirlo con palabras.

-A Jungkook le dispararon -dice Joo-kyun.

Namjoon cierra sus ojos, tal vez maldiciéndose del por qué su amiga debe ser tan directa. Mientras tanto, yo dejo caer mi celular por lo asombrada que me siento con respecto a la noticia.

No es noticia para nadie saber que yo soy una persona muy sensibles en ciertos casos, las lágrimas son demasiado fáciles de que me salgan y de un momento a otro ya me encuentre sollozando. Un ejemplo de aquello puede ser este momento, al ver que ninguno decía que era una broma para que ya no siguiera molestándolos, caigo al suelo una vez más y comenzó a llorar a gritos; aquellos vidrios que tenía incrustado por las rodillas y las piernas me provocaron el mismo dolor que ahora sentía en el pecho.

Namjoon y Joo-kyun me levantan y ven lo que tengo en las piernas. Ellos no lo piensan dos veces y me llevan rápido al auto se Namjoon; este mismo es el que se encarga de cargarme mientras que intenta calmarme.

Y mientras que Joo-kyun se encargaba de llevarme rápido al hospital de Gang-nam, yo no podía de dejar de pensar en Jungkook siendo disparado. ¿Y si lo dispararon en el pecho? ¿O en la cabeza? Todo lo que se me venía a la cabeza era a Jungkook ensangrentado y quejándose de dolor; y lo más frustrante no es eso, sino que por mi culpa a Jungkook le dispararon. Yo le dije que viniera por mí porque tenía miedo, pero fue a él a quien hirieron en vez de a mí.

Llegando al hospital, unos pocos minutos después, Namjoon vuelve a cargarme para llevarme a la parte de emergencias y llamar a una enfermera con una camilla para acostarme ahí. Las enfermeras me llevaron a otra sala junto a otras personas heridas para luego bajarme y acostarme en otra camilla que tenía el respaldo inclinado. Después, un enfermero de cabello castaño se sentó a mi lado para colocarse sus guantes de látex y sacarme los vidrios incrustados con una pinza, no sin antes inyectarme un poco de analgésicos en las piernas y así no sentir dolor.

Poco a poco mi llanto cesó y solo me concentré en ver cómo el chico sacaba los pedazos de vidrios de mi pierna. Luego, este mismo comenzó a hacerme un poco de conversación sobre cómo es que llegué a tener trozos de vidrios incrustados y si yo había sido una de las víctimas de "los terroristas"; no quise responder sus preguntas a menos de que las sintiera necesarias, mis ánimos no eran los mejores en este momento.

-¿Y cómo te llamas? -Vuelve a insistir el chico.

-Blake.

-Es un nombre muy lindo -dice con cierto tono coqueto-. ¿Y qué edad tienes, Blake?

-21, muy pronto 22.

-Yo tengo 26 años -dice el chico. Ni siquiera le había preguntado su edad para empezar-. Eres una chica muy bonita. Luego de curarte, ¿no quieres ir a comer un poco de ramen a mi casa? Sé prepararlos muy bien.

-Mi novio también los prepara muy bien -respondo ya irritada de que este chico solo esté coqueteandome. Él finalmente se queda perplejo y baja la cabeza para 6seguir con su trabajo.

Minutos después, casi como media hora, el chico se encuentra suturando mis heridas para luego aplicarme una crema y vendarme. Me dio unas indicaciones de que volviera dentro de 15 a 20 días para que me quitaran las suturas, pero que por mientras no me las tocara y siempre mantuviera mis rodillas vendadas.

Joo-kyun apareció a los minutos de haber acabado para ayudarme a caminar y llevarme a otra parte del hospital en silla de ruedas. Lo que menos quería ella es que yo hiciera esfuerzos con mis piernas a pesar de que mis daños no hayan sido tan graves.

-¿Y dónde está Jungkook?

-Está aquí en este hospital. Lo están operando -me dice con cierta pena-. Los médicos me dijeron que va a ser muy díficil que reciba visitas hoy. Me dieron un aproximado de que hasta mañana por la tarde o pasado mañana podríamos verlo.

-¿Y cómo fue que le dispararon? No lo entiendo.

-Luego de que te llamó, o tú lo llamaste, no sé, y las líneas se habían congelado, él salió del auto en donde te estábamos yendo a ver porque la congestión vehicular se había detenido y nadie se movía. Jungkook se desesperó y quiso irse corriendo hasta tu casa -me dice y eso solo confirma que yo tengo la culpa de que ahora esté herido-. Yo fui detrás de él hasta que llegamos a una esquina y un hombre vestido así como el hombre que te tenía como rehén, se acercó a nosotros; Jungkook me ocultó en una tienda pero no pudo salvarse del disparo que le dieron. Cayó en su abdomen y luego él cayó al suelo adolorido. Yo llamé a una ambulancia y luego fui con Namjoon a verte.

Luego Namjoon apareció en nuestro campo de vista con un papel en manos, nos explicó que eran los horarios de visitas para Jungkook y también nos dijo de que él estaría internado entre unos tres a quince días; lo cual dependía de su recuperación y el estado de su herida.

Finalmente, Joo-kyun y Namjoon vuelven a dejarme en mi casa; Namjoon se ofrece a quedarse a dormir conmigo esta noche, ya que Joo-kyun tiene otros planes que no nos quiso decir. Entonces, luego de que él me había dejado arropada en mi cama -siguiendo las órdenes de Joo-kyun-, él se fue a la sala a dormir en el sillón.

Lo que sucedió el resto de la noche fue que yo no pude dormir por mis constantes golpeteos en el pecho. Me dolía tanto de tan solo pensar el estado de salud de Jungkook, lo único que quiero es estar a su lado y esperar pacientemente a que él pueda abrir los ojos y note que yo estoy bien; en cambio, estaba aquí llorando y rogando al cielo de que él pueda estar bien luego de su operación.

Mi pulsación no tenía ganas de regularse por un largo tiempo, cuando colocaba mi mano en mi podía sentir mis latidos acelerados. Debía de encontrar una solución si no quería que esto luego me trajera problemas.

Tal vez ingiriendo un té pueda dormir mejor.

***

No me fue para nada difícil agarrar un viejo uniforme de Byul y llevármelo a casa. La noche anterior, luego de tomar el té con Namjoon, pensé en infiltrarme en el hospital de Gang-nam para ver a Jungkook; por eso es que hice lo que hice.

Las calles se veían un poco desoladas, todavía habían policías y agentes de la NIS tratando de investigar lo que ha ocurrido y por qué. Pero si hablamos de personas comunes, casi no había nadie por los parques o en las plazas, habían unos cuantos autos pasando por las calles y por un día Gangnam no fue ese distrito popular al que todos querían visitar y pasear.

Lo positivo a esto fue que pude irme caminando al hospital desde mi casa. La caminatas me hizo bien para mentalizarme en ver a Jungkook en cama, tal vez todavía durmiendo. Así que, cuando llegué al hospital no me sentía tan nerviosa a comparación de cómo me sentí cuando salí de casa.

Me acerqué a recepción y vi a una chica leyendo y separando una ficha de un paciente. Ella, al percatarse de mi presencia, sonrió y ladeó su cabeza a un lado.

-Hola, buenas tardes, ¿se le ofrece algo? -me pregunta.

-Hola, vengo a buscar a la doctora Nam -le digo. Lo bueno de escuchar a Byul hablando horas de horas de su trabajo es que se me quedan algunos nombres de doctores y sus especializaciones-. Me dijo que quería ayuda con un paciente.

-¿En serio? -Asentí segura de mí misma aunque estuviese mintiendo-. Bueno... Iré a ver si la doctora Nam sigue aquí. ¿Cardiología o pediatría? Y su nombre, por favor.

-Pediatría. Soy Choi Byul -dije. La muchachita asintió y se fue a otra parte.

Aproveché en revisar entre todos sus expedientes algunos que fuese el de Jungkook, pero aquí solo habían de permisos para operación y boletas de transferencia de pago.

-¿Qué estás buscando? -Pregunta una enfermera mucho más mayor que yo vistiendo su uniforme rosado. Era del área de pediatría.

-Hola, acabo de llegar de mi turno en el otro hospital y me pidieron que vaya a examinar al paciente Jeon Jungkook, pero no encuentro su ficha -respondo. Me sorprende mucho la forma en cómo me mentir me salía tan fluido.

La mujer asintió y sacó de un archivero esa ficha que estaba buscando.

-Jeon Jungkook, ingresado ayer a las 9:36 de la noche. Atendido por el doctor Lee -comienza a leer-. Impacto de bala... Ingresó al quirófano a las 9:40... Cuidados intensivos, segundos piso, habitación 35-C. ¿Ese es?

Asiento sin tratar de derrumbarme.

La mujer me entrega la ficha médica de Jungkook y me deja ir; sin embargo, al ser un hospital muy grande, no sabía hacía donde ir exactamente, por ello es por lo que le pregunto a la mujer y ella me indica que debía tomar el ascensor de la izquierda y caminar por el túnel de cristal.

Sigo las indicaciones que me dice la mujer y luego de minutos llego al túnel de cristal que tiene señalizaciones para todas las partes del hospital. Me voy hacia la derecha para ingresar al área de UCI y buscar la habitación de Jungkook; el área tenía desde el número 12 hasta el 42 con varias letras, desde la A hasta la D.

Pasando de un lado a otro, por fin pude encontrar la habitación de Jungkook. Miré por aquella ventana pequeña que tenía la puerta y vi que él se encontraba con los ojos dormidos y con su brazos izquierdo lleno de vías. El corazón se me aceleró otra vez al verlo de esa manera, me sentía abrumada y justo en ese momento me pregunté si estaba bien ingresar; solo quería verlo y estar un rato con él, pero al saber que está de ese modo y con su piel perlada por las gotas de sudor en su rostro, no me daban tantas ganas de cruzar la puerta.

Pero fue bastante tarde para arrepentirme, pues mis manos ya habían girado la perilla de la puerta y había entrado. Lentamente me fui acercando hacia donde Jungkook estaba y lo miré, mis manos fueron para agarrar su mano derecha y comenzar a acariciarla con mis dedos pulgares. Jungkook no reaccionaba ante mi toque, era obvio que no lo iba a hacer, sentí su piel un poco frías; la temperatura de la habitación estaba un poco baja de lo ideal.

-Jungkook... -dije con las esperanzas de que él despertara, pero no pasó-. Y-yo, estoy bien. Bueno, solo me lastimé un poco... Pero estoy bien.

Miré mis dedos y la forma en cómo hacían fuerza para apretar la mano de Jungkook. Las lágrimas corrieron por mi mejilla y yo sentía que podía derrumbarme en ese instante, el dolor en el pecho había vuelto y solo tenía ganas de acurrucarme al lado de Jungkook y ser paciente hasta que él despierte.

-Venía a contarte que... Estoy aquí de manera ilegal -sonrío entre lágrimas-. Así como nos infiltramos los dos en el centro psiquiátrico. Y también quería contarte que Juheon casi me mata...

De pronto, siento un apretón débil en mi mano. Bajo mi mirada una vez más y veo que los dedos de Jungkook comienzan a moverse; veo su rostro y trata de parpadear sin todavía abrir los ojos. Luego de un rato es que los abre y mira toda la habitación hasta que me ve.

-¿Blake? -Él extiende su mano derecha para tocarme y yo solo le hago el trabajo más sencillo con tomar su mano-. Blake...

-Estoy bien. Vengo a verte.

-Estás bien -Jungkook hace el esfuerzo de sonreír para mí antes de que jale con delicadeza de mi mano y me anime a darle un abrazo.

-No sé si debería. Te puedo lastimar.

-Te aseguro que me lastimarás más si no me abrazas -replica. No puedo evitar sonreír y llevar una de mis manos para tocar su cabello-. Te he estado soñando... No creí que podría verte ahora.

-Yo tenía tantas ganas de verte. Me dolía muchos el corazón cuando pensaba en ti y en tu estado de salud.

-Eso se llama taquicardia -dice Jungkook-. Tú corazón se acelera...

-Sí, sí, sí. Sé lo que es una taquicardia.

Jungkook vuelve a sonreír antes de intentar una vez más jalarme a su lado para que lo abrace. Esta vez no me opongo y hago aquello que estuve pensando hacer antes de que él despertara; me acurruco casi debajo de su brazos derechos y con cuidado pasó mi brazo sobre su pecho. Él me hace un espacio más en su cama mientras que su brazos me junta más a él y su mano se toma la tarea de acariciar mi cabello.

Él repara en mi rostro para sonreír y soltar una última broma:

-Te ves muy bien con ese uniforme, doctora Choi Byul.

*****

Y aquí el otros capítulos que tanto me estaban pidiendo 😃
Tienen suerte de que mañana no tenga parcial y haya dedicado este tiempo en escribir ✌🏻

Ahora sí ya me puedo ir en paz... Y feliz por el 1k de voto ❤️

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