C i n c u e n t a y s i e t e
¿Alguna vez has escuchado sobre la teoría del cisne negro?
La teoría del Cisne Negro fue desarrollada por el filósofo Nassim Nicholas Taleb, aunque esta misma remonta a siglos anteriores. Esta teoría explica un evento improbable y altamente impredecible, que tiene un gran impacto en nuestra vida y que después de ocurrir, puede ser explicado y racionalizado. Mayormente este término se utiliza en el ámbito económico, cuando se sufre una crisis económica que ningún analista pudo haber predicho como para evitar; un ejemplo de este hecho puede ser el crack del 29 y la Gran Depresión que pasó Estados Unidos en sus felices años 20, en donde básicamente la bolsa de valores se elevó tanto que formó una burbuja inflacionista que al final reventó y muchas personas terminaron endeudadas. No obstante, el término Cisne Negro también se ha utilizado para explicar sucesos sociológicos a los largo de la historia, como puede ser el ataque terrorista que sufrió Estados Unidos en 2001, era un día normal como para que alguien pensara que cuatro aviones serían secuestrados y derrumbarían dos construcciones muy emblemáticas en ese entonces. Así pues, el Cisne Negro, también puede explicar este suceso que ahora tanto como Jungkook y como Mireu están pasando: Para Jungkook había sido altamente impredecible que su padre, ese día, haya terminado herido en el hospital y que su lugar de trabajo casi se incendiara; mientras que, por otro lado, para Mireu su cisne negro fue convertirse en una asesina en ascenso.
No obstante, la mayoría de personas tratan de ignorar la existencia del Cisne Negro a pesar de que esta sí exista. Por eso, también podría explicar el Cisne Negro de Mireu basándome en la película que lleva el mismo nombre. La protagonista pasa por un estado de metamorfosis, en donde ella inicia siendo un tierno y delicado cisne blanco, lleno de pureza y perfección; sin embargo, para obtener un papel protagónico en la siguiente presentación de ballet, también tiene que transformarse en un cisne negro, que a comparación del cisne blanco, este es más impulsivo y desordenado. Ambos lados mostraban la transición de la protagonista por abandonar su niñez y llegar a la etapa de la adultez, lo cual al final logra; pero con el mismo trágico final de la obra «El lago de los Cisnes», en donde el cisne negro logra quedarse con el príncipe mientras que el cisne blanco muere. La escena final de la película llega a ser interpretativa, ya que varias personas podrán afirmar o negar que la protagonista muere. Esta explicación encaja en el caso de Mireu puede interpretarse como que ella llegó al trabajo como un cisne blanco, puro y perfecto; pero que se vio forzada a cambiar para lograr su objetivo, lo que provocó que se volviera como un cisne negro, igual de impulsivo e imperfecto, lo cual vendría siendo el nuevo mecanismos mental de ella tras pasar por sucesos que la llevaron a ser lo que es ahora.
Pueden tomar la explicación del cisne negro que más le convenza. Al final ambas le dan una explicación al porqué, de todas las palabras que hay en el mundo, Mireu escogió exactamente “Cisne Negro”.
Esto se lo expliqué a Jungkook al día siguiente de haber analizado cada situación que yo me acuerde que se ha pasado y tenido como involucrada a Mireu.
—No hay ningún monstruo en contra de nosotros, o tal vez sí —le digo a Jungkook—. El cisne negro es el propio monstruo de Mireu.
—Su vida ha sido un cisne negro —musita Jungkook, pensativo—. ¿No dormiste en toda la noche para pensar en la relación que había entre mente criminal, la motivación y el cisne negro con Mireu?
Asiento a la pregunta larga de Jungkook mientras le daba otro sorbo a mi café recargado.
—Corazón, se supone que eso no debería de parecerme sexy. —Bromea a la misma vez que agarra de mi mano—. Buen trabajo. Ahora déjame llamar a Namjoon y ver si tiene noticias para mí.
—Si llegas a ver a Mireu, no seas tan duro con ella. Es raro que lo diga, pero, ¿no crees que ya ha tenido suficiente? —Jungkook no me responde nada y solo se levanta de donde estuvo sentado para ir directo a hablar con Namjoon.
Por mientras, yo también saqué mi teléfono para ponerme en contacto con Daeyeon. Mireu había sido bastante clara en su nota, por lo tanto Jungkook también debería de estar al pendiente de ella y de su hija. Durante la madrugada le dejé algunos mensajes a la pelimarrón esperando a que me contestara en la mañana, pero ya es casi mediodía y Daeyeon parece no haber leído mis mensajes. Dejo unos cuantos más y espero a que responda; sin embargo, no pasa nada. Busco entre mis contactos el número de Daeyeon y le marco; no obstante, algo raro sucede: me manda directamente a casilla de voz como si el celular de ella estuviese apagado, pero aun así, el último mensaje que le envié sí pareció haberle llegado.
La intuición me dice que algo no estaba bien aquí. Voy donde Jungkook, quien seguía en la llamada con Namjoon, para avisarle sobre Daeyeon.
—Envíame las fotografías y sigan buscándola —ordena Jungkook molesta. Al parecer todavía no han encontrado a Mireu.
La llamada sigue unos pocos minutos más hasta que Jungkook se despide de Namjoon. Repara en mí molesto y cansado, sus manos se posaron en su cintura luego de guardar su celular en su bolsillo.
—¿Puedes creer que Mireu abandonó su departamento?
—Es lo más lógico. ¿Pensaste que seguiría allí, sabiendo que ustedes eran capaces de buscarla? —Jungkook no me dice nada y mira hacia otra parte—. Por otro lado, Daeyeon no responde mis mensajes y su celular parece estar apagado.
Jungkook otra vez me mira con el ceño fruncido, como si me estuviese inventado una historia de fantasía.
—La nota la menciona a ella y a...
Jungkook no deja que termine de hablar y otra vez saca su celular de su bolsillo mientras me va jalando hasta la salida del hospital. Ahora nos podíamos ir del lugar con mucha seguridad, pues ayer, luego de que el doctor hablara con Jungkook, dos policías llegaron a cuidar la habitación en donde el General Jeon se encontraba descansando.
Pasó media hora y ambos llegamos a la casa donde Daeyeon vivía. Llamamos a la puerta, pero nadie parecía estar en casa. Era raro, porque justamente había una camioneta guinda de la marca Hyundai estacionada en el parqueadero de la cochera. Jungkook y yo empezamos a buscar otras formas de entrar a la casa; por suerte, y también preocupación, Jungkook fue el primero en encontrar una puerta que daba a la cocina de la casa. Lo malo es que la perilla estaba rota.
Antes de entrar, Jungkook pidió una patrulla de policías para que llegaran a la casa. Quise esperarlo para entrar juntos a la casa, pero inmediatamente escuché los sollozos de Soo-hyun, los cuales provenían del primer piso. Parecía como si mi oído se hubiese agudizado a los llantos de la bebé, porque lo que fui haciendo era seguir el ruido hasta encontrarla.
Pasaron minutos hasta que la encontré en el cesto de ropa del cuarto de lavado. Alguien había tratado de ahogarla, poniéndole sábanas encima de la cara. Soo-hyun se encontraba con la piel cambiando a un color violáceo, comenzó a toser ni bien fue respirando con mayor facilidad. Minutos después Jungkook llegó hacia donde estábamos y pudo notar la situación de su hija, me la quitó de los brazos y se quedó abrazándola por un largo rato hasta que decidió buscar a Daeyeon.
Entramos por todas las habitaciones hasta que llegamos a la de Daeyeon. Ingresé con Jungkook sin imaginarme que lo próximo que vería era a Daeyeon colgada en la pared con un cuchillo incrustado en su cuello y una marca de un disparo en medio de su frente. La sangre todavía se derramaba por la pared de color gris claro, casi haciendo juego con el rostro pálido y horrorizado de la víctima de Mireu.
Jungkook se fue acercando más al cuerpo colgado y empezó a negar repetidas veces. No sé si era porque le daba mucha tristeza la muerte de Daeyeon o porque la muerte de Daeyeon se parecía mucho a la muerte de su hermano menor.
Salí de la habitación para dejar un momento a solas a Jungkook y a la misma vez ocuparme de Soo-hyun, quien se fue desesperando cada vez más hasta tornarse roja del llanto. Poco después salió Jungkook a cargar de su hija y tratar de calmarla él mismo. Rápidamente mi mente trajo la imagen de Daeyeon y su muerte, las lágrimas de tristeza no se hicieron esperar y finalmente solté el llanto por lo aterrada que estaba de Mireu.
Sabía que ella no estaba pensando bien en sus actos, por eso los hacía. Solo es el Cisne Negro.
—Yo lo pude haber evitado y no lo hice —susurró Jungkook, nervioso. Abrazó más a Soo-hyun y pude notar cómo Jungkook también había empezado a llorar—. ¿Qué clase... de policía soy?
Sequé mis lágrimas y fui directo a calmar a Jungkook. Que estuviera con Soo-hyun solo empeoraba las cosas para él y para su bebé. Otra vez cargué a Soo-hyun mientras seguía hablándole a Jungkook.
Tuvieron que pasar unos largos minutos hasta finalmente pude lograrlo. Jungkook besó mi frente y me llevó conmigo al segundo piso, porque todavía faltaba buscar a los señores de la casa. Asimismo, la patrulla que ordenó Jungkook con los forenses llegó y todos ellos se hicieron cargo de la situación.
Encontraron a la amiga de Daeyeon inconsciente en medio del pasillo que iba directo a su habitación. Los padres de ella también estaban inconsciente en su habitación, uno estaba sobre la cama mientras que otro estaba en el suelo. Lo que creen que sucedió fue que Mireu fue directo a la habitación matrimonial para sedarlos, pero hubo un poco de forcejeo hasta que finalmente lo logró; los ruidos levantaron a la más joven, la cual salió de habitación, pero regresó a esta cuando entendió lo que estaba ocurriendo. No obstante, así como sus padres, ella también fue sedada. Mireu bajó para buscar a Daeyeon y finalmente matarla.
—Si todo es como lo suponemos, entonces el homicidio ocurrió hace unas cuantas horas. Tal vez a las seis o siete de la mañana —supone Jungkook a uno de sus compañeros mientras que me tiene a su lado—. Quiero que tomen fotografías del cadáver y de las marcas que tienen los señores y la chica en sus cuerpos. Luego, llévenlos al hospital.
Jungkook vuelve a fijarse en Soo-hyun para ver cómo seguía. La bebé ya estaba un poco más tranquila, se había quedado dormida en mi hombro y el pelinegro sonrió de lado cuando la observó tan tranquila; sin embargo, en sus ojos se reflejaba la pena.
—Creo que Mireu inyectó a los Seon con un sedante. El efecto del cloroformo solo dura hasta dos horas —me dice Jungkook—. Solo queda esperar a que despierten.
No le digo absolutamente nada a Jungkook, ya que no sé qué vendría mejor en estos casos. Empero, el azabache se acerca a mí con cuidado de no despertar a Soo-hyun para besarme.
—Me aseguraré de protegerte a ti y a Soo-hyun —dice cerca de mis labios—. Si te llega a pasar algo, estoy dispuesto a morir contigo.
—Ninguno va a morir —replico—. Los tres estaremos bien.
—Te quedarás en la casa de Joo-kyun. No quiero que vayas sola a tu departamento —me ordena—. Te quedarás allá con ella y con Soo-hyun.
—¿Y tú? —Jungkook niega sin dejarme en claro su respuesta. ¿A qué estaba negando?—. ¿No vendrás con nosotras? ¿Joo-kyun al menos sabe?
—Sí lo sabe. Ella vive en Jung-gu —responde—. Dentro de poco ella vendrá a recogerte. Quédate en la sala, yo iré por las cosas de Soo-hyun.
—Todavía no me respondes dónde te quedarás tú —insisto en saber—. Tú tampoco puedes ir a tu casa ahora.
—Me quedaré trabajando aquí. Me pondré en contacto con los padres de Daeyeon, porque deben de saber que su hija está muerta como ellos tanto lo desearon; luego tengo que regresar al hospital para saber cómo está mi padre. Ahora no me importa mucho dónde me tenga que quedar, lo que más me importa es mantenerlas protegidas a ambas.
—¡Jungkook! —suelto escueta. Me estaba enojando su forma de actuar ahora mismo—. Estoy tratando de confiar en ti y mantenerme calmada por Soo, pero me estás poniendo nerviosa diciéndome que no sabes dónde te quedarás. Ven con nosotras.
—En la casa de Joo-kyun no hay mucho espacio. Ya veré adónde me iré cuando acabe con todo esto.
Finalmente, Jungkook baja las escaleras y se va a la habitación donde todavía estaba el cuerpo de Daeyeon. Yo me fui con Soo-hyun a la sala para esperar a Joo-kyun, así como lo había ordenado Jungkook.
Minutos después llega a la casa Joo-kyun. Ella ayuda a Jungkook con las cosas de la bebé mientras que yo me voy adelantando a ingresar al auto. Sorprendentemente, ahí dentro también se encontraba Seokjin y con él me puse a conversar un poco hasta que Jungkook y Joo-kyun terminaran de empacar todo.
Cuando Joo-kyun salió la última mochila de la casa, que era precisamente la palmera de Soo-hyun, Jungkook se acercó a la puerta del auto. Bajé la ventana y saqué mi cabeza un poco para que Jungkook pudiera besarme y despedirse de Soo-hyun.
—Estaré con ustedes pronto. Lo prometo —me dice.
Decidí no responderle y subir mi ventana. En estos momentos no era válido hacer promesas, porque estas puede que se rompan.
****
Luego de que todos los forenses y policías habíamos salido de la casa de la familia Seon, me separé de ellos e inicié mi propia investigación para dar con la dirección de la familia de Daeyeon. Gracias a mis contactos, logré dar con su casa; conmigo llevaba imágenes de Soo-hyun y de Daeyeon. Ellos fueron tan malos con ella hasta tal punto de desearle la muerte, ¡a su propia hija! Para su suerte, aquello ya se cumplió y ahora tenían que saberlo, a ver si así su enojo absurdo desaparece.
Llegando, me estacioné frente a una casa mediana de un solo piso y con un pasto muy seco. Para ser una familia de millonarios, su casa no se veía tan lustre.
Salí de mi auto y toqué la puerta. Rápidamente un niño no mayor de siete años me abrió. Era el hermano de Daeyeon, ambos eran tan parecidos que podía jugar ver a Daeyeon, pero en versión hombre. Luego, apareció un hombre robusto y gallardo, sus facciones eran muy marcadas; pero lo que más destacaba de él era ese bigote sobre sus labios que se parece al de Freddie Mercury.
—¿Quién es usted? —Pregunta el hombre, dándome una mirada despectiva de pies a cabeza.
—Soy el agente Jeon Jungkook —inmediatamente el hombre cambia su postura y ladean un poco su cabeza—. Vine a hablar con la familia Lee, ¿son ustedes?
—Depende. ¿Qué es lo que quiere hablar?
No muestro ninguna expresión en el rostro porque no estoy para perder mi tiempo con ellos.
—Quiero hablar con ustedes sobre Lee Daeyeon. —El hombre hizo el ademán de hablar; sin embargo, yo lo detengo entrando abruptamente a su casa.
En su interior, todo parecía ser más sórdido que la fachada de la casa. En serio, yo esperaba ver cosas más deslumbrantes en este lugar; pero lo único que hay son muebles antiguos y con manchas de dudosa procedencia.
¿Dónde compraban sus cosas? ¿En una venta de garage?
—¡¿Usted quién se cree que es para meterse a mi casa como si fuese suya?! —Vocifera el hombre. El niño de antes le sigue y se queda mirándome curioso—. ¡Le exijo que se vaya!
—¿Qué está pasando aquí? —Una señora con ruleros en la cabeza sale de cocina vistiendo una bata de dormir y con una taza de café en sus manos—. Cariño, ¿quién es este hombre?
—Alguien que cree que conocemos a Lee Daeyeon —la mujer bufa luego de escuchar a su esposo. Se pone a su lado y esconde a su hijo detrás de ella.
—No es que lo crea, ustedes son sus padres.
Ambos señores se miran y la mujer es la que se acerca un poco a mí para negar con la cabeza.
—No conocemos a una tal Lee Daeyeon.
—¿En serio? —La mujer vuelve a asentir, segura, relajada—. Entonces también me dirá que no la vieron trabajando este año en un minimarket, donde ella les saludó y ustedes simplemente le desearon la muerte. —El rostro de ambos señores fue cambiando de gesto a uno confundido; pero el hecho de sus ojos tiemblen tanto mientras me van escuchando, delata su nerviosismo—. ¿Me dirá que rechazaron a su hija luego de haberla hallado años después de que desapareció? Ustedes nunca denunciaron su desaparición, tuvo que hacerlo alguien más para que fuese identificada. Daeyeon pasó por cosas horribles, intentaron prostituirla, muchas personas quisieron hacerle daño y la quisieron vender; pero ella siempre se resistió y terminó sobreviviendo de todo ese infierno.
Y sin darme cuenta, de un momento a otro ya me encontraba gritándole a los dos señores mientras que lágrimas de la cólera fueron saliendo de mí.
—¡¿Acaso me dirán que no conocen a Lee Daeyeon?! —los señores Lee no dijeron una sola palabra. En cambio retrocedieron y el niño salió de su escondite para seguir mirándome.
Rápidamente saco las fotografías que había traído conmigo. Primero saqué la fotografía de Soo-hyun sola para luego sacar otra de ella con Daeyeon.
—Daeyeon logró salir adelante con su hija. Fue la mejor mamá que Soo-hyun pudo tener, la crío con mucho amor —el niño sonríe a pesar de tener a alguien rabioso enfrente de él—. ¡A pesar de que estuvo sola por mucho tiempo, ella pudo cuidar muy bien de mi hija! ¡La amó tanto, le dio el doble de amor cuando yo no estuve! ¡Pero ahora mi bebé estará sin ella porque lo que ustedes tanto le desearon ocurrió!
Al mismo tiempo que terminaban de hablar, saqué la foto de Daeyeon muerta. El niño posiblemente se llevó un gran trauma con la imagen que vio, pero se sintió tan bien cómo la señora Lee gritó cuando reconoció a Daeyeon. Agarró la foto y se la colocó en el pecho para llorar.
—¿Cómo... —Frunce el ceño el señor Lee—. Ella...
—¿Daeyeon nuna murió, papá? —Inquirió asustado el niño—. No... Mi hermana no...
—Ella no es Daeyeon. —Niega el hombre.
—Si no me cree, usted mismo puede ir a la morgue a reconocer el cuerpo de su hija —escupo antes de dirigirme a la puerta—. A pesar de todo, Daeyeon todavía tenía esperanza de que ustedes la volvieran a recibir en su hogar. Ella era tan buena que los siguió amando a pesar de haber sido rechazada por ustedes.
Y con esas últimas palabras me fui de la casa para ir directo al hospital. Tenía la esperanza de que mi padre haya podido despertar ya de su operación y que pudiera pasar a verlo. Lo que una vez me dijo Blake, sobre dejar las diferencias a un lado con mi padre y reconciliarnos, luego de lo sucedido con él y con Daeyeon, lo veo muy necesario.
En la entrada del hospital me encuentro a Namjoon con su folio del trabajo. Ni bien me reconoce me extiende un folder Manila, el cual contenía todas las fotografías que le sacaron a la casa de Mireu. Ambos entramos a ver a mi padre, por suerte estaba despierto.
Namjoon habló de varias cosas con él con respecto al incendio de la estación y de lo que sucedió está mañana. Mientras tanto, yo estaba sentado alejado unos pocos metros de ellos mirando las fotografías: el baño de Mireu tenía charcos de sangre en el suelo junto a vidrios rotos de su espejo, el lavador también estaba sucio, los ambientes de la casa se veían muy vacíos y tenues, en la mesa de comedor había un juego de ajedrez sin terminar, los dos caballos ya habían sido eliminado de la partida al igual que algunos peones.
Esto me hizo recordar a algo que había encontrado en la casa de los Seon cuando estaba empacando las cosas de Soo-hyun. Junto a Joo-kyun había encontrado un dibujo de una tabla de ajedrez debajo de la cuna de mi hija, lo extraño fue que en las casillas estaban escritas varias letras en desorden. Ninguno de los dos había encontrado un orden.
Pero lo más extraño de esto es que yo recuerdo saber que a Mireu no le gustaba para nada el ajedrez. Era raro que ella ahora tuviera uno en su casa.
—Jungkook, ¿qué es lo que ves? —Preguntó mi papá. Namjoon también me estuvo mirando con sus brazos cruzados—. ¿Qué es ese papel?
—No lo sé. Todavía no lo descifro —contesto—. Este papel lo encontré en la escena del crímen de hoy. En la casa de Mireu hallaron un juego de ajedrez. Quiero ver si existe una relación. Tengo que irme, vendré mañana.
—Adiós...
Sin esperar a que papá terminara de hablarme, me fui del hospital para ir directo a la casa de Joo-kyun. Blake ha estado aprendiendo mucho últimamente, una opinión suya para esto me vendría muy bien.
En menos de media hora, llegué a la casa de Joo-kyun. Ella me abrió la puerta y me dejó pasar a su sala, ahí estaba Blake alimentando a Soo-hyun.
—Llegaste antes de lo previsto —dice Blake con una sonrisa de lado—. ¿Acabaste todo?
—Necesito que me ayudes con algo. Creo que tenemos otro mensaje subliminal o tal vez una pista.
Blake frunce su ceño sin entenderme, luego sus ojos se posan en el folder que llevo en mis manos. Ella suelta un suspiro y se dirige con Soo-hyun al comedor de la cocina de Joo-kyun. Ella también se une a nosotros y revisa por su propia cuenta las imágenes.
***
La noche había caído y me encontraba todavía en la casa de Joo-kyun para seguir averiguando lo que Mireu ha querido hacer con esta tabla de letras. Lo primero que hicimos fue anotar las movidas de las fichas en el papel de las letras para ver si así se hacía más claro el mensaje, pero todo seguía como en el comienzo. Después, Blake sugirió que nos fijáramos en las consonantes de las fichas negras y en las vocales de las fichas blancas, pero seguíamos obteniendo el mismo significado. Finalmente, Blake se cansó de no obtener nada y se fue a dormir con Soo-hyun en la habitación de huéspedes de Joo-kyun. Aquello nos llevó a este momento.
—Jungkook —me llama Joo-kyun, ofreciéndome otra taza de café—, no te lo he preguntado antes por respeto; pero quiero saber cómo te sientes con la muerte de Daeyeon.
Culpable, así me sentía.
—No sé cómo explicarlo, pero cuando la vi en la pared, quería pensar que se trataba de una pesadilla —dejo la hoja a un lado y me cruzo de brazos mientras me recuesto en la silla—. Yo pude haberlo evitado, yo la dejé irse sola a su casa.
—Pero sabes que el asesinato fue esta mañana. —Responde Joo-kyun con su voz comprensiva.
—Es igual, Joo-kyun. ¿Qué hubiese pasado si llegábamos más tarde a la casa? —digo de manera ansiosa—. Blake fue la que encontró a Soo-hyun morada. Mireu quiso matar a mi hija también.
—Está bien...
—No. Nada va a estar bien —zanjo. Realmente me sentía perdido—. Ahora se supone que debo de cuidar a Soo-hyun solo. Blake está acabando la universidad, yo tengo una agenda muy ajustada; ¿cómo demonios haré para cuidarla? Tampoco sé cómo hacerlo.
Habían pasado solo unas horas desde que Daeyeon murió, pero estaba comenzando a extrañarla; y no solamente porque ella sabía cuidar mejor a Soo-hyun, sino también porque con ella podía hablar de mis preocupaciones paternales y comprenderme; ahora me hallaba totalmente solo.
*****
Para escribir este capítulo puse todas las canciones tristes de doramas habidas y por haber, pero luego terminé escuchando más For you de BTS :)
Una canción romántica para un momento trágico ;)
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