C i n c u e n t a y d o s
Recomendación: I'm not the only one —Sam Smith
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—¿Dae? —Fue lo primero que Jungkook dijo. Arqueo una de sus cejas antes de separarse un poco de su escritorio.
—Hola. —Le responde la chica, tímidamente.
—¿Es en serio, Jungkook? —Ríe sarcástica Mireu. Ella me mira por unos segundos antes de volver a la supuesta Dae—. No ves a Daeyeon por casi todo un año, o más, ¿y no le piensas preguntar nada sobre esta linda bebé que está cargando?
—Tú cierra la boca, Lim. —Dice Jungkook, manteniendo su mandíbula rígida.
Mireu no hace caso a las órdenes de Jungkook y, tan sólo para provocarlo más, va hacia donde yo estoy para tomarme de la muñeca y jalarme hasta donde estaba Daeyeon. La miro por el rabillo del ojo antes de reparar en el rostro de Mireu con apatía, ¿qué es lo que quería lograr con esto?
—¿No te parece increíble esto, Jungkook? Tus dos amores en el mismo lugar —dice Mireu al fin. Abro mis ojos de par en par y dirijo mi mirada hacia Jungkook. Él ha bajado la cabeza como símbolo de cobardía y vergüenza.
Ahora miles de preguntas rondan por mi cabeza al recordar el nombre de "Daeyeon". Era ella. Daeyeon era aquella chica con la que Jungkook había sentido algo por primera vez —según las declaraciones de sus amigo—; pero qué es lo que hacía ella aquí luego de mucho tiempo, y ahora con un bebé en brazos.
Mi vista comenzó a nublarse y sentía que en cualquier momento iba a desmayarme. Tampoco podía dejar de mirar a Lee Daeyeon, imaginaba muchas cosas por las cuales estaría aquí y también me imaginaba a Jungkook regresando a sus brazos como hace tiempo. No podía tener en claro si Jungkook ya la había olvidado a tal punto de no sentir nada por ella en estos momentos que la tiene ahora frente suyo; pero sus ojos estaban brillando, lo cuál significaba que le gustaba tenerla aquí, y la forma tan nerviosa en cómo su cuerpo reacciona detrás de su escritorio hace más notorio todos esos sentimientos que él todavía tiene por Daeyeon. Ahora sólo esperaba que su gusto por mí sea más fuerte como para no dejarme por su antiguo amor.
Y por otro lado estaba Mireu, quien no dejaba de halagar a la bebé que estaba en los brazos de Daeyeon. Sabía muy bien lo que quería lograr con sus comentarios, ella quería verme enfurecida y gritarle a Daeyeon y a ella, como ella misma podría reaccionar a una escena de celos sólo por su obsesión con Jungkook. No obstante, yo no soy como Mireu, por lo que no me rebajaré a sus modales.
—Bueno, yo tengo trabajo que hacer —Mireu finalmente se aleja de nosotras y camina a la puerta—. Un gusto verte de nuevo, Daeyeon. Ojalá no te hayas olvidado de mí. Adiós, Jeon.
—Imposible no haberme olvidado de ti —masculla Daeyeon por lo bajo luego de escuchar la puerta del despacho cerrarse.
Ahora solo quedábamos los tres en la oficina de Jungkook. El silencio era bastante incómodo para mí, no podía con esto; por ello, voy hacia donde está Jungkook y entrelazo mi brazo con el suyo. No sé si esto lo estaba haciendo por posesión o por nerviosismo; sea cual sea la razón por la que lo hice, no me está funcionando.
Daeyeon repara en mí por unos segundos. Siento que con tan solo su mirada puesta en mí está analizándome hasta saberlo todo.
—¿Qué haces aquí, Dae? —Inquiere Jungkook con calma.
Daeyeon deja de mirarme y repara en el rostro de Jungkook. La veo dubitativa por unos segundos, luego se anima a dar unos cuantos pasos más hasta el escritorio de Jungkook mientras la bebé se movía entre sus brazos.
Jungkook mira a la bebé antes de anclar su mirada en los ojos de tu antiguo amor. Esto no podía ser más doloroso para mí.
—No es fácil estar aquí de pie luego de mucho tiempo.
—Esa no fue mi pregunta, Dae... —Dice Jungkook para luego ser interrumpido.
—Déjame hablar entonces —zanja Daeyeon—. Hace poco más de un año que no nos hemos vuelto a ver por razones que tú ya conoces, o espero que al menos hayas recordado ahora. —Daeyeon se da una pausa al hablar al notar que su mandíbula estaba temblando; si hablaba, sus palabras saldrían como un tartamudeo—. No sé si sea lo correcto decirte esto que te diré enfrente de tu... —Daeyeon repara en mí otra vez, extrañada—. Supondré que es tu novia.
—Soy su novia —aclaro sonando, sin querer, molesta.
—Enfrente de tu novia —repite Daeyeon—. Pero lo diré: Aquel último día que pisé este lugar fue porque me encontraba feliz al decirte algo que a mí parecer era de suma importancia. Me lo había callado por semanas por miedo a tu reacción, pero al final tomé valor y me animé a decírtelo; pero cuando llegué, encontré a todos mirándome con pena y a Mireu entre tus piernas. ¿Sabes cómo pude haberme sentido en ese momento? —Daeyeon deja caer la primera lágrimas de su rostro. En su mirada se veía lo frustrada que se encontraba—. Jungkook, yo realmente creí que lo nuestro estaba yendo por un buen camino, por eso fue que me animé a revelarte la noticia que estaba embarazada de ti... Creí que ambos seríamos felices cuidando a nuestra hija.
Y con esas palabras fue que sentí que mi sangre se había helado por completo. La niña que Daeyeon traía en sus brazos llevaba la genética de Jungkook, ella era su hija. Regresé a mirar a Jungkook perpleja, él parecía estar tranquilo; pero cuando quise soltarme de su brazo, fue que puso más fuerza y evitó que yo me alejara de él.
Entonces seguí mirando a Daeyeon al borde de las lágrimas. Ella seguía contando todo lo que sintió aquel día que Jungkook había decidido serle infiel con Mireu para luego contarle la enorme depresión en la que había entrado por su traición. Fue capaz de decirle que estuvo a punto de abortar a su bebé por tan solo querer olvidar todo aquello que le podía recordar a Jungkook; sin embargo, ella pudo salir de esa depresión cuando ya estaba a mediados del segundo trimestre, ella le dijo que si no había perdido a su bebé en el primer trimestre fue porque, para Daeyeon, eso fue una señal e hizo hasta lo imposible para asegurarle una buena vida a su hija. También le contó lo sola que se había sentido por mucho tiempo cuando recordaba el nacimiento de Jeon Soo-hyun —su hija—, ya que Daeyeon siempre se había imaginando aquel momento teniendo a Jungkook a su lado desde que se enteró que iba a tener a su bebé.
Para ese entonces de toda la historia, yo ya estaba muy cerca de la puerta de la oficina. No quería seguir escuchando lo que Daeyeon tuvo que pasar durante su embarazo, así como tampoco quería ver a Jungkook mirando a Daeyeon tan atento a su narración mientras que una que otra vez regresaba a mirar a Soo-hyun. Podía jurar que en los ojos de Jungkook se encontraba un encanto inigualable cuando tenía a Daeyeon hablando sobre su hija.
Yo no pintaba nada en esa escena, solo me ponía más triste de lo que ya podría estar.
Cuando Daeyeon termina de hablar, Jungkook cruza su escritorio para llegar hasta donde estaba ella y quedarse frente a frente. Tan cerca que lo único que les impedía estar juntos era Soo-hyun. Fue ahí cuando decidí salir de la oficina, el dolor en mi pecho ya no me daba y solo tenía ganas de llorar hasta agotarme por completo.
No corrí a la salida, no era tan cobarde para llorar e irme de forma dramática. De hecho corrí a los baños del departamento de homicidios para mojarme la cara. La noticia para mí era bastante dolorosa y confusa, porque no sé cómo tomármelo; era problema de Jungkook, pero ahora yo soy su novia y también me afecta.
—¿Blake? —Reconozco inmediatamente esa voz y miro a la puerta de entrada del baño.
—Joo-kyun, ¿tú lo sabías? —Ella curvea sus comisuras hacia abajo mientras va entrando al baño.
—Daeyeon hace mucho no aparece por acá. Ninguno de los tres supo algo de ella —responde—. ¿Qué pasó allá adentro?
Me demoro en responderle a Joo-kyun, ya que mis ojos miran de un lugar a otro evitando llorar. Esperaba que este nudo que sentía en medio de mi garganta desapareciera, pero no sucedía absolutamente nada. Me dije que dejaría de llorar y comenzaría a ser fuerte, sin embargo, reprimir mis emociones de esta manera no era lo mío.
Así que una vez más lloré y me escondí en los brazos de la peligris.
—¿Qué pasó, Blake? —Insiste—. Me estás asustando.
—Dae-yeon... —dije con mi voz quebrantada—. Daeyeon... Jungkook tiene una hija.
—¡¿Qué?! —Joo-kyun se aparta de mí para ver si había una pizca de broma en mi rostro. Pero lo único que había era tristeza—. ¿Jungkook tiene una hija? —asiento sin dejar de llorar—. ¿Es la bebé que Daeyeon estaba cargando? —vuelvo a asentir.
Joo-kyun no me pregunta más y vuelve a abrazarme para consolarme. No obstante, mi mente estaba colapsando por tantos sentimientos y pensamientos que me venían así de repente. En estos momentos era muy difícil que Joo-kyun lograra su propósito y que yo dejara de llorar.
Pasó unos cuantos minutos hasta que Joo-kyun me alejó de ella y mojó sus manos para limpiarme. Yo solo me dejaba hacer sin quitar mi semblante triste.
—Tranquila Blake, no dejes que esta noticia te afecte —me dice—. Claramente este fue el objetivo de Mireu. Ahora entiendo porqué buscaba a Jungkook o su padre. Si su papá se enteraba antes que él, lo más seguro es que hubiese forzado a Jungkook casarse con Daeyeon.
—¿Tú crees que se casen? —pregunto asustada e insegura.
—¡No, no, ellos no se van a casar! —responde inmediatamente—. Jungkook ahora está contigo. Te quiere más de lo que una vez pudo querer a Daeyeon. La bebé no cambiará eso.
—¿Y si las intenciones de Daeyeon es quedarse con Jungkook por la bebé?
Joo-kyun me observa unos segundos, como si me estuviese reprimiendo con la mirada por todo lo que estoy diciendo.
—Estás sobrepensando mucho las cosas, Blake —dice mientras quita la última lágrima que corre por mi mejilla—. Será mejor que vayas a tu casa y descanses. De seguro luego Jungkook te irá a buscar.
Hice un ademán por querer hablar una vez más, pero Joo-kyun lo evitó y me acompañó hasta la salida del edificio. En el camino nos encontramos a Mireu, quien se estaba riendo de mí por mis ojos hinchados, por suerte Joo-kyun me defendió y Mireu se fue a otra parte. También nos encontramos a Seokjin y Namjoon, ellos también se enteraron de la bebé y ahora todos parecían estar en un estado de shock por la noticia.
Finalmente, Namjoon se ofreció a llevarme a mi casa. Durante el camino me preguntaba lo que normalmente se pregunta cuando alguien ha recibido una noticia impactante. Por otro lado, luego de escucharme hablar, me dio los consejos que tal vez Taehyung me hubiese dado.
—Este es un asunto de Jungkook —me dijo—. No debes de tomarlo como un asunto tuyo. Solo sé esa fuerza que ahora Jungkook necesita, sabes que para él no es fácil saber que ha tenido una bebé... Y Blake, no tomes esto como una traición por parte de Jungkook. Sabes que ellos no se han visto hace más de un año.
Acepté las palabras de Namjoon, las cuales me dieron tranquilidad. Salí de su auto no sin antes despedirme de él. Cuando había entrado en mi departamento, miré todos los obsequios y ramos de flores que había recibido por mí cumpleaños.
Lo que debía de hacer ahora era no pensar en el problema, distraérme con algo, y qué mejor distracción que ir abriendo cada uno de mis regalos y agradecer a las personas que los enviaron.
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Estaba molesto. O tal vez asombrado.
Daeyeon había desaparecido de mi vida hace más de un año sin decirle nada a nadie; y como si nada, llega a mi oficina para hacerme creer que había tenido un bebé con ella. Esto era realmente patética. Mireu no pudo haber caído más bajo, al igual que la pelimarrón que se encuentre enfrente de mí.
Hace nada se había ido Blake de mi oficina, lo cual también me enojó bastante. ¿Por qué tuvo que huir en estos momento? Se supone que se iba a quedar a mi lado.
Entonces veo una vez más a la bebé que está en los brazos de Daeyeon. Tiene el cabello negro lacio, si piel es como la de Daeyeon, solo que un poco más blanca, de seguro le echó bloqueador solar; los ojos de la niña estaban cerrados porque estaba durmiendo, pero sus pestañas eran largas y un poco rizadas; sus labios eran pequeños y su nariz era muy fina. Definitivamente, mi nariz no tiene.
Por más que la veía, no encontraba ni una sola cosa idéntica en ella que me diga que es mi hija. Para mí esto es nada más que solo una mentira.
—¿Cuánto? —le pregunto a Daeyeon.
—¿Qué estás hablando? —me responde, alejándose un poco de mí.
—¿Cuánto te pagó Mireu para que me digas que esta bebé era mi hija? —La cara de confusión de Daeyeon se transformó a una indignada.
—¿Cómo eres capaz de pensar eso, Jungkook? —Espeta enojada. La bebé empieza a fruncir su ceño y a moverse entre sus brazos. Daeyeon inmediatamente la va meciendo sin apartar su mirada de la mía—. No te pego nada más porque estoy con Soo-hyun en brazos.
—Ella no es mi hija. Es imposible.
—Sí es tu hija, Jungkook. —Masculla—. A diferencia de ti, con la única persona con la que me acostaba era contigo.
Daeyeon, con esas palabras, me dejó con la boca cerrada. Me senté con ella en el sofá de mi oficina para pensar en qué momento fue que pude haberla embarazado. Todas las veces que lo hacíamos siempre fue con protección, porque ella se encargaba de comprarlos al igual que sus pastillas del día siguiente.
Mi cabeza está a nada de explotar por querer saber ya cuándo ocurrió. La miraba a ella y luego a la bebé. Su hija no podía ser mi hija. Yo no quiero hijos.
—Jungkook, solo quiero que aceptes a Soo-hyun. —Vuelve a hablar Daeyeon luego de un rato—. Me da pena verla sin su padre cuando veo a otros niños con sus papás...
No le respondo nada a Daeyeon. Estaba exagerando, un niño no sufrirá mucho sin su padre. Por ejemplo, yo estoy bien sin mi papá.
—Quiero pases tiempo con ella, que ambos se conozcan...
—¿Y luego qué? —pregunto de manera hostil—. ¿Que luego pague sus estudios? ¿Que te dé una pensión?
—¿No crees que si quisiera eso ya hubiese venido hasta con un abogado y una denuncia? —Contraataca—. No pienses así de mí, Jungkook; porque eso no es lo que quiero.
—Esa bebé no es mi hija —repito una vez más—. No me quieras hacer creer lo contrario.
—¡Está bien! —se levanta del sillón—. ¿No quieres creer en mis palabras? Entonces hagámoslo a tu modo, con pruebas sólidas. No me importa en lo absoluto firmar un papel para que te hagas una prueba de ADN con Soo-hyun.
La prueba de ADN era la solución más lógica que podíamos darle a este problema. Pero ahora me sentía tan confundido. Daeyeon lo dice de una manera tan segura que me asusta creer que tal vez esa bebé sea mía; de lo contrario, no creo que ella se arriesgue a quedar mal conmigo por haberse inventado una gran mentira. Conozco y recuerdo cómo es Daeyeon, por eso es que pienso así.
Intento calmar toda mi frustración para no incomodarla a ella y otra vez la invito a sentarse a mi lado. Daeyeon lo hace y me mira, esperando a que diga algo más hiriente que lo anterior.
—La prueba me la haré —le digo—; pero todavía me cuesta creer. No sé cómo pudo haber pasado si nos cuidábamos.
—Lo mismo me pregunté cuando me hice la prueba —la voz de Daeyeon ya no se escuchaba molesta, ahora estaba más tranquila—. Jungkook, si lo supiera, te lo diría; pero simplemente pasó.
—¿Y cuántos meses tiene? —digo mientras miro a mi supuesta hija dormir en los brazos de Daeyeon.
—Soo-hyun tiene cuatro meses. Ella nació el 12 de Mayo —me responde.
De repente, Soo-hyun comienza a abrir sus ojos y los ancla en mí. Estos eran de color marrones grandes, abiertos y redondos. Ahora encuentro esa similitud entre los dos, el cual me recordó a Jae-ean, mi hermano.
—¿Quieres cargarla? —Me anima Daeyeon.
Suficiente experiencia tuve con los bebés el día que ayudé a Blake a cuidar de su hermano Jihyun. Pero con Soo-hyun, no lo sé, había algo en ella que me animaba a tomarla.
Daeyeon me pasó a Soo-hyun y me ayudó a sostenerle la cabeza. La bebé comenzó a hacer arrullos mientras jugaba con los dedos de sus pequeñas manos, era lindo la forma en cómo Soo-hyun no dejaba de verme y de vez en cuando pestañeaba.
Nunca había sentido la necesidad de llorar por algo que para mí esté dentro dentro de lo que considero tonto y absurdo; pero realmente ver a Soo-hyun entre mis brazos a gusto, era algo que hacía latir muy fuerte mi corazón. Su mirada presentaba esa inocencia que los bebés poseen, la forma tan atenta cómo me miraba, como si yo fuese lo más asombroso que ha visto en su corta vida, es algo que me está cautivando y emocionando.
¿Y si de verdad Soo-hyun era mi hija?
¿Seré un buen padre para ella?
Él pánico que siento por los bebés es precisamente por este problema. Algunos dicen que los bebés tienen sus primeras relaciones con las personas dependiendo de su conexión con ellas. Iba a ser humillante si un bebé me rechazaba porque no sé sentía cómodo conmigo.
Luego los bebés crecen, son selectivos con las personas que quieren. A las que no, solo los ignora y los toma por malas personas. ¿Qué pasa si eso sucede con Soo-hyun y conmigo?
De repente, Soo-hyun comienza a llorar y yo no sé cómo reaccionar. Escucho la risa de Daeyeon y se lleva a la bebé a su pecho para calmarla. Era precisamente a esto a lo que temía.
—No te preocupes, no has sido tú. —Responde Daeyeon, como si hubiese leído lo que estaba pensando—. Soo-hyun, o tiene hambre o necesita que le cambie el pañal. Es momento que nos vayamos.
Daeyeon se levanta otra vez del sillón y camina hasta la puerta de mi oficina.
—Nos estaremos viendo, Jungkook. —Me dice—. Dime cuándo quieres que venga otra vez para que te hagas la prueba de ADN.
—Mañana. Cuanto antes, mejor —contesto a la misma vez que voy a la puerta para abrirla—. La bebé tiene que estar en ayunas, así que puedes venir a las siete u ocho de la mañana. Aquí estaré en mi oficina.
—Como digas —Daeyeon, antes de pasar el umbral de la puerta, regresa a mirarme—. Recuerda que no estoy buscando nada con esto, ¿sí? Y de antemano quiero que me perdones por si le he causado un malestar a tu novia con esta visita. Por cierto, se me hace conocida.
—Es creadora de contenido en Instagram.
Daeyeon sonríe de lado antes de darme un leve empujón con el hombro.
—Quién lo diría: Jeon Jungkook, el gran agente policial, saliendo con una influencer —sonrío de lado, apenado, por el comentario de Daeyeon—. ¿Cuánto tiempo llevas con ella?
—Hemos iniciado hace una semana, pero llevamos juntos casi cinco meses —Daeyeon abre ligeramente sus ojos mientras va asintiendo—. Creo que lo mejor es que se vayan ahora. Si mi padre las ve, se armará todo un problema.
—Entiendo. Nos vemos pronto, Jungkook.
Me despido de Daeyeon con un gesto de mano y cierro la puerta cuando la veo bajar por las escaleras. Finalmente me encuentro solo en mi despacho, el cansancio y la angustia viene a mí de golpe.
Lo único en lo que pienso ahora es en dormir con Blake, pero estoy seguro de que ella no me querrá recibir hoy mismo. No obstante, tengo que ir a su casa para dejarle sus maletas y sus regalos. Se fue tan rápido del lugar que hasta había olvidado su valija en donde llevaba todo su maquillaje y productos de aseo.
Por ello, tomé mi celular de la mesa de mi escritorio antes de salir y echar llave a la oficina. Busqué mi auto en el parqueadero y me subí a este para dirigirme a la casa de Blake.
Cuando llegué a su edificio, me puse mis lentes de sol negro y fui a la maleta para sacar todo lo que era de ella. En total eran como dos maletas de ropa y una de quién sabe qué, pero al menos está última era más chica que la primera. Tomé el ascensor y en menos de un minuto había llegado al piso de Blake.
Coloqué la clave de entrada de su puerta y se abrió. Me encontré a Blake con su celular en manos mientras le iba a tomar una foto a un ramo de claveles que le regalaron por su cumpleaños. Escucha que suelta un suspiro cuando nota que se trataba de mí el que había entrado a su casa. Ella debe de estar tan traumada con las personas que entran a su casa sin permiso y, encima, que le causan daño. Tal vez debería de empezar a tocar la puerta como todos los demás.
—Olvidaste todo tu equipaje en mi auto —le digo, poniendo lo mencionado a un lado—. Te fuiste muy rápido.
—Perdóname.
No le contesto y me voy acercando a ella para plantarle un beso en sus labios. Ella no corresponde, por lo que acierto en mi suposición de antes, ella estaba incómoda con la noticia que he recibido.
—Solo vine a dejártelo. Ya me voy.
—¿Cómo te fue con...
—Prefiero no hablar de ello ahora —la interrumpo—. Lo único que te diré es que mañana me haré una prueba de ADN.
Blake asiente curveando sus labios hacia un lado. Me alejo de ella y voy otra vez a la puerta de su casa. Desde donde está, se despide sin decirme ni una sola palabra. Yo hago lo mismo con ella y me marcho de su casa para irme a la mía.
Esta mañana había iniciado de una manera que nunca me había imaginado. Por un lado, me encontré con Daeyeon luego de un año,noo cual se sintió raro porque ahora se sentía como una completa desconocida para mí; y por otro lado, estaba Blake, que estaba en su etapa insegura ante el regreso de Daeyeon.
Lo que no sabe ella, y me ofende mucho, es que por nada en el mundo la cambiaría por Daeyeon. Ahora estoy con Blake y es con la única con la que quiero estar.
*****
Lo que Jungkook siempre evitó, se hizo realidad: tiene una hijaaa :3
¿Ustedes creen que Blake acepte a la bebé si resulta ser hija de Jungkook? :O
Pd. También pueden leer este capítulo con Orbit de Hwasa o con la canción que está arriba, o con la que ustedes quieran :) ✌🏻
Pd 2. La chica que está en el multimedia es Eunbin, ex miembro de CLC. Ella vendría ser Daeyeon en esta historia :D
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