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C i n c u e n t a y c u a t r o

Sostenía un vaso de café recargado en una de mis manos mientras que en la otra se encontraba mi celular. Estaba mandándole un último mensaje a Daeyeon para que viniera al laboratorio en donde hicimos la prueba de paternidad. Este mismo centro me había escrito a las siete de la mañana para decirle que los resultados ya estaban listos y que podía recogerlos cuando guste. Ni siquiera tuve tiempo de cambiarme la ropa, salí con lo que traía puesto y manejé lo más rápido que pude hasta el laboratorio; en el camino me encargué de avisarle a Daeyeon sobre la noticia. Ahora estaba esperándola a ella mientras que la enfermera llegaba con el sobre del resultado.

Nunca antes había sentido tantas ansias por saber lo que sucederá después. De cierto modo parecía un gato encerrado en una jaula pequeña y que lo único que desea es liberarse de aquella prisión. Mi pierna comenzó a moverse por sí sola mientras que yo le iba dando largos tragos a mi café hasta acabarlo.

Miro hacia la entrada del laboratorio y veo a Daeyeon sujetando a Soo-hyun de los brazos. Parece que despertó de mal humor, pues se fue acercando a mí con su semblante serio y molesto. Esa sonrisa o la tranquilidad que expresa en su rostro no figuraba aquí en este preciso momento.

—¿Sabes lo difícil que es despertar a una bebé muy temprano? —Bufa, volcando sus ojos hacia un lado—. Es la última vez que hago esto, Jeon.

—Es que ya están los resultados de paternidad. —Respondo con rapidez antes de morderme mi labio inferior y mirar hacia el pasillo en donde debe de aparecer la enfermera.

Daeyeon no me responde nada. Mas bien se encarga de darle de comer a Soo-hyun con uno de sus senos. Ella había amanecido muy hambrienta y con un humor diferente al de su madre, pues en menos de diez minutos ya había terminado de tomar toda la leche que Daeyeon podía darle.

De pronto, una mujer de estatura mediana y contextura delgada se acerca a nosotros. Se quita sus lentes de marco negro para entregarme un sobre. Era el sobre que estaba esperando.

Lo abrí con mucha rapidez hasta que llegué a la parte más importante, esa misma que era la única que me importaba. Mis manos temblaron cuando leí que la prueba había dado en el 99.99% de compatibilidad con mi sangre. Miré a Daeyeon, luego al papel y luego a la cara gordita de Soo-hyun. A pesar de tener una prueba sólida que me diga que esa bebé lleva mi sangre, mi cabeza todavía seguía en negación.

¿Cómo es posible que ahora sea papá?

Soy papá.

—Jungkook —Daeyeon chasquea sus dedos frente a mis ojos—, ¿estás bien?

—Es mi hija. —Digo con la voz jadeante. Sentía que no podía respirar ahora.

Fui a sentarme en las bancas del centro para pensar bien, pero no lo lograba. En mi mente seguían rondando muchas preguntas y otro tipo de pensamiento que no eran para nada positivos. Me acordé de mi padre y de Blake, ¿cómo se lo tomarán ellos cuando se enteren de que tengo una hija? Mi padre es la persona que más me daba miedo. Era casi imposible no pensar en él y luego inventarme una pelea entre él y yo por este asunto.

Mi respiración se volvía cada vez más errática, poco a poco sentía que las paredes se volvían más chicas y mi capacidad de respiración estaba fallando. De pronto, siento gotas de agua rodando por mi mejilla, llevo una mano a mi ojo y observo que me encontraba llorando.

Esto era demasiado terrible.

—No puedo... —Daeyeon me escucha. Al principio no entiende pero se alarma cuando la tomo del brazo y la llevo afuera—. No voy a poder. Soo-hyun va a estar mejor sin mí.

—¿Qué?

De mi billetera saco una buena cantidad de billetes y se lo entrego a Daeyeon en la mano. Esperaba que con esto pudiese regresarse a su casa y olvidarse de todo.

—Tomarás un taxi y te irás con Soo-hyun muy lejos de mí —miro a mi hija en los brazos de su mamá y las ganas de llorar otra vez aparecen—. Yo... Te juro q-que... ¡No voy a poder, Daeyeon! ¡No sé cómo ser un buen padre, siento que la lastimaré!

Mis emociones fueron como una montaña rusa desde que leí aquel papel. Tuvo sus altibajos. Pero así como en esos juegos mecánicos, llegó un punto en donde me encontraba en lo más alto y ahora lo único que venía era una caída muy alta. Me arrodillé a los pies de Daeyeon y comencé a llorar por temor.

Realmente le tenía miedo al compromiso y a la responsabilidad que conllevaba ser un padre. Y más para una bebé.

Esto era peor que una montaña rusa.

Daeyeon no dijo absolutamente nada de mi comportamiento ni intentó espabilarme con improperios. Lo que hizo ella fue agacharse como podía hasta mi altura y sobar mi cabello como si fuese un maldito perro de la calle que carece de cariño.

—Sé que da miedo convertirse en padre; y más de la forma cómo te has enterado —Daeyeon utiliza su tono de voz relajado conmigo. Eso me estaba ayudando un poco—. Dime, ¿es por el mismo miedo de antes?

Daeyeon sabe cuál es mi verdadero miedo con respecto a la paternidad. Ella y yo éramos tan amigos que nos contábamos absolutamente todo y una vez no pude evitar decirle el porqué los bebés y la paternidad me aterraba tanto. Tan solo no quería parecerme a mi padre, odiaba que en algún momento alguien se acercara a mí y me dijera “Oye, lo haces exactamente como tu padre” o “Eres como una versión más joven de tu papá”. Me daba terror y repudio tan solo pensar que aquel momento pueda llegar. Además, yo soy una persona que no sabe demostrar su cariño y la paciencia no es mi fuerte que digamos; entonces, ¿cómo se supone que cuidaré de un bebé que necesita de estos valores para sentirse bien con sus padres? Sencillamente era imposible que yo pudiese cambiar por Soo-hyun, por eso ella estaría mejor estando muy lejos de mí y sin conocerme.

De pronto, Soo-hyun comienza a llorar con la misma intensidad que yo. Daeyeon se levanta para tranquilizar mientras que yo me siento en el suelo para mirar a la bebé tornarse de un color rojo en su rostro. Pasan minutos y Soo-hyun todavía no puede calmarse. Existen casos en donde un bebé puede sentir lo que sus papás sienten y viceversa por el vínculo que tienen entre sí, esto lo sé porque una vez pude notarlo cuando Taehyung había llevado a su hija a una de nuestras reuniones de almuerzo. Él fue el que me explicó cómo funcionaba esto y el porqué se daba. Entonces, pude que entre Soo-hyun y yo también exista un pequeño vínculo, tal vez débil pero al final de cuentas termina siendo uno.

Intento calmarme de mi cuadro de ansiedad y a tomar aire por la nariz para expulsarlo por la boca. Repito varias veces la acción hasta que finalmente me quedo tranquila, miro a Soo-hyun y ella también estaba cesando de llorar. Daeyeon fue acercándose otra vez a mí y sonrió de lado, pero con pena.

—Si quieres dejar a Soo-hyun lo entenderé —me dice Daeyeon—. No te forzaré más a estar con ella y ser su padre. Al menos ya sabes que siempre dije la verdad.

Daeyeon se despide de mí con esas palabras antes de irse caminando hasta el paradero de autobuses más cercano. Sabía que ella se movilizaba de ese modo. Soo-hyun se recostó en el hombro de su madre y pude seguir viéndola hasta unos cuantos metros más, en donde ya no podía ver más su carita pequeña ni escucharla hacer algún ruido.

Me quedé sentado en el suelo un rato más para pensar si de verdad esto era lo que quería para el futuro de Soo-hyun. Sé que mis palabras al principio fueron muy crueles, que no me importaba la bebé; pero ahora puedo pensar con más claridad y me pregunté: ¿Qué es peor: que tu hija se entere que la abandonaste o que te vea y note que estás intentando ser un buen padre para ella? Definitivamente no sabía qué hacer. Si Soo-hyun se entera en algún momento que yo la abandoné por tenerle miedo a la paternidad sería muy humillante y doloroso para ella.

Tenía que ir a por mi hija e intentarlo.

Me levanto del piso y voy a pasos rápidos hasta mi auto para alcanzarlas. Lo enciendo y comienzo a manejar hasta que llego a ellas y detengo el auto a un lado de Daeyeon. Ella se sorprende y frunce su ceño.

—Sube al auto —le digo a través de la ventana.

Daeyeon no replica absolutamente nada y me hace caso con lo que le digo. Vuelvo a conducir, pero sin ir a ningún lugar en específico. Solo quería hablar con claridad con Daeyeon sobre lo que sucedería con nuestra hija y con nosotros.

Claramente en mis planes no está regresar con ella. Lo que tuve con Daeyeon jamás se puede comparar con lo que tengo con Blake, lo nuestro solo fue una amistad y una dependencia emocional de ella sobre mí que nos llevó a hacer cosas incorrectas. Eso nunca se podría nombrar como un enamoramiento. No obstante, a Daeyeon la quiero y la admiro, no solo por lo valiente que fue luego de que yo la rescatara, sino por haber cuidado de una bebé y a la vez intentar seguir adelante. Así que lo mejor para este caso es que yo la apoye económicamente en la parte de los gastos de Soo-hyun mientras que ella siga prosperando en los trabajos que va adquiriendo. En conclusión, Daeyeon y yo seguiremos manteniéndonos en contacto para asuntos que estén en relación con las necesidades de Soo-hyun, después de eso, no habrá nada más entre nosotros.

Con respecto al tiempo que pueda pasar con Soo-hyun, no estoy seguro y esa parte se la dejaré a decisión de Daeyeon. Mientras que nos beneficie a los dos todo estará bien.

—No sé cómo ser un buen padre para Soo-hyun —empiezo a hablar—; pero sé que cualquier intento es mejor a que ella termine odiándome por haberla abandonado. Así que... Quisiera estar con mi hija.

—¿Lo estás diciendo para convencerte a ti mismo o de verdad?

—Lo digo en serio —respondo. Daeyeon sonríe de lado y me va entregando a Soo-hyun.

Cuando la tengo entre mis brazos, Soo-hyun no deja de acercar sus manos para apretarme la cara. Daeyeon se ríe por el esfuerzo que está haciendo nuestra bebé de molestarme. De pronto, me acuerdo cómo lo hizo Blake con su hermano cuando este se ponía en el mismo plan. Alejo un poco a Soo-hyun de mi cara y la siento en mi regazo para seguir conduciendo hasta un parque.

No salimos del auto, solo vinimos para tener la conversación que tengo en mente mientras que Soo-hyun puede distraerse con las llaves del auto.

Daeyeon y yo comenzamos a hablar, ambos acordamos en que nuestra relación solo sería por Soo-hyun y que yo las apoyaría económicamente para cualquier cosa. Además, Daeyeon me dio la libertad de incluir a Blake a esta pequeña familia para que de ese modo no se sintiera excluida y que ella también pudiese conocer mejor a Soo-hyun y a Daeyeon. Por otro lado, con respecto al tiempo que pueda pasar con mi hija, Daeyeon vio que lo más lógico era que pudiese visitar a Soo-hyun los fines de semana para que de ese modo no se cruzara con el tiempo que paso en mi trabajo, añadiendo que si algún día quería llevarme a Soo-hyun de paseo con Blake, también podía hacerlo. Daeyeon y yo cerramos este acuerdo estando conformes con cada cosa que se dijo.

—Dijiste que Soo-hyun nació el 12 de Mayo, ¿verdad? —Daeyeon asiente, tomando otra vez entre sus brazos a la bebé—. O sea, en dos días cumple cinco meses.

—Sí. En la casa de mi amiga le haremos una pequeña fiesta —me dice—. Puedes ir a la casa con Blake. Serán bienvenidos.

—Quisiera irle a comprar un regalo. ¿Puedo?

Daeyeon sonríe emocionada. Sus ojos se abren un poco más hasta que se va calmando de a pocos.

—Jungkook, Soo-hyun también es tu hija, no deberías de pedirme permiso para estas cosas.

—Este es mi primer día como un padre oficial. Ténme paciencia —Daeyeon continúa riéndose mientras que yo me encargaba de encender otra vez el auto.

Cómo estábamos cerca del distrito de Gang-nam, decidí llevar a Daeyeon y a Soo-hyun de compras al centro comercial de aquel lugar. Cuando fui con Blake noté que habían prendas de vestir para bebés bonitas, unos cuantos vestidos y bodies de distintos tipos para Soo-hyun serían un gran regalo. Además, podría comprar una carroza para ella al ver que Daeyeon jamás la saca en una de esas cosas. ¿Juguetes? También está entre mis opciones. Como mi novia es amante de la moda, no puedo dejar de lado los zapatos; intentaré copiar algún atuendo que me acuerde de Blake y lo convertiré en uno para Soo-hyun. Los accesorios también son importantes, según Blake, pero Soo-hyun no usa nada más que sus aretes de perlas blancas.

Cuando llegamos al centro comercial, ayudé a Daeyeon a cargar a Soo-hyun. No sabía cuánto medía ni cuánto pesaba, pero de seguro que para Daeyeon era muy cansado tenerla en brazos todo el tiempo. Por mi parte, Soo-hyun era como cargar una pesa de un kilo, no era molesto.

Llegamos a la primera tienda que era de juguetes para niños. Nos fuimos hasta la sección de bebés y todos estos me parecían muy estúpidos. Uno era un acordeón que ni siquiera era un acordeón en realidad, pero contenía botones en donde se escuchaban canciones acerca de colores y animales. Luego vimos un xilófono en forma de gusano, después hubo un oso radioactivo de color verde que tenía un bordado en su panza con la frase «Aprieta mi pancita», el muñeco se movía por sí solo mientras cantaba otra canción de animales. ¿Qué es toda esta mierda de juguetes?

—¿Por qué existen juguetes así? —Llamo la atención de Daeyeon, ella estaba concentrada en armar una torre de Lego que había como muestra.

—Los bebés necesitan estimular sus sentidos. Por eso algunos juguetes tienen canciones y otros una grabación de las vocales —responde con simpleza. Yo todavía no sabía cómo se supone que un bebé se entretiene con eso—. No debes de ser tan exigente con esto, Soo-hyun y más bebés lo necesitan.

—Entonces yo puedo comprarle un peluche y luego insertarle una grabación de un relato de terror —digo. Daeyeon regresa a mirarme con mala cara y me quita a Soo-hyun de los brazos—. ¿Qué? ¿No es lo mismo que me estás diciendo?

—Una cosa son canciones y otra cosa es querer traumar a tu hija —contraataca como una mamá leona.

De pronto, nuestra atención se centra en la carcajada que había soltado Soo-hyun al escucharnos discutir. El enojo se va en Daeyeon, pero de igual modo se lleva a la bebé con ella a otra parte.

En el bolsillo de mi pantalón siento que algo está vibrando, lo saco rápidamente y veo que es mi celular que me notifica de un mensaje nuevo. Era de Blake, quería que nos viéramos.

La niña más hermosa del mundo ❤️ (nombre puesto por Blake :])

Buenos días, amor ❤️
8:32 a.m.

¿Dormiste bien?
8:32 a.m.

Babe... Estaba pensando en algo...
8:32 a.m.

Quería salir contigo para comprarle algo a la bebé :D
8:33 a.m.

Pero primero quería invitarte aquí a la casa
Te extraño mucho :c
8:33 a.m.

¿Acaso estás enojado conmigo? Es raro que no vengas a verme
8:33 a.m.

Y es verdad, desde hace casi una semana —cuatro días para ser exactos— no voy a la casa de Blake. Con todo este asunto de la paternidad y mi cabeza por recordar cuándo pudo haber sido el momento de la concepción de Soo-hyun, no me había acordado de ir a la casa de Blake y hablar con ella con respecto a esto; a pesar de que ella estaba presente en los pensamientos que no tenían que ver con Daeyeon y nuestra hija.

Suelto un suspiro y comienzo a teclear en mi celular:

Yo también te extraño, nena
8:34 a.m.

No estoy enojado contigo. ¿Por qué lo estaría?
8:34 a.m.

Ahora no puedo ir a tu casa, nena. Estoy con Joo-kyun, ayudándola en la investigación de una desaparición.
8:34 a.m.

Tal vez más tarde pueda irte a ver e ir a comprar ese regalo 😗
8:35 a.m.

Es que luego no podré :c
8:35 a.m.

Hoy me harán una entrevista para un canal de televisión 🥰
8:35 a.m.

Te lo iba a contar en persona, pero veo que no se podrá :/
8:35 a.m.

En otra ocasión, nena
8:35 a.m.

Está bien :c
8:36 a.m.

Te dejo seguir trabajando. Te quiero 💗
8:36 a.m.

💋
8:36 a.m.

Tú y yo sabemos que una vez le prometí a Blake que nuestra relación siempre sería en base a nuestra honestidad con el otro; pero si le decía a ella que en realidad estaba con Daeyeon y mi hija en el centro comercial de compras como una "familia feliz", tal vez no se lo tomaría de buena manera y terminaría sucediendo lo que pasó la última vez que le dije que estaba con Daeyeon desayunando.

No me gustaba mentirle a Blake, lo detestaba; pero ya estaba decidido lo que haría. Primero pasaré tiempo con mi hija, luego se lo diría a Blake y finalmente a mi padre. Aunque no quiera, él también tiene que saberlo.

Poco después me fui de la tienda de juguetes con Daeyeon y Soo-hyun sin haber comprado algo. Esos estúpidos juguetes no iban a ser para mi hija. Pasamos a una tienda de ropa, la misma que había visto con Blake; en los maniquíes pequeños habían lindos vestidos de diversos colores, algunos pasteles y otros oscuros, pero el que sin duda llamó mi atención fue uno negro que traía varias capas de tela poliéster organza de color gris sobre la falda de algodón negro. En la parte del pecho estaba hecho con seda guinda y, en la parte de los hombros, tenía unos lazos que se podían ajustar.

—Hace mucho calor para comprarle este tipo de vestidos —interrumpe Daeyeon cuando me ve observando el vestido—. Por aquí hay más vestidos y de la talla de Soo-hyun. Ella todavía no es una niña de dos años, Jeon.

Y fue gracias a ese comentario que me di cuenta que la talla de bebés dependía de la edad de este. En mi cabeza pensaba que un vestido para bebés también podría quedarle a Soo-hyun a la edad que tiene.

Fui guiado por Daeyeon hacia otra parte de la tienda para seguir mirando más prendas, pero yo me enfocaba más en observar los vestidos que habían. No sé porqué, pero ahora tengo una necesidad de ver vestida a mi hija con uno de estos vestidos.

Encontré uno después de algunos minutos. Era un vestido blanco que tenía como decoración varias flores lilas pequeñas bordadas y con relieve. En la parte superior del vestido había un elástico, por lo cual deduje que con eso era más que sabido que esto le quedaría bien a mi bebé. Fui a mostrárselo a Daeyeon, a ella también le gustó y lo fue cargando por toda la tienda mientras que veíamos más cosas.

Ahí mismo fue cuando noté otra cosa: Una madre conoce mejor a sus hijos que un padre, pues Daeyeon ya iba por la tercera prenda escogida por ella mientras que yo recién iba por la primera.

Sin querer, llegué a la sección de los accesorios para bebés. Había de todo en una misma vitrina: vinchas, lentes, aretes, gorras y hasta botines de lana con diferentes modelos. Tomé unas botas de color blanco y se los llevé a Daeyeon, pero ella inmediatamente los rechazó y se llevó a mi hija a otra parte de la tienda.

—¿Por qué no lo compramos?

—Soo-hyun prefiere estar descalza o con medias. Esos zapatitos no los tolera —señala el par de botines que tengo en las manos—. Ya lo he intentado antes.

Con el ceño fruncido me acerco a Soo-hyun y aprieto uno de sus cachetes con mi dedo índice.

—¿Te das el lujo de ser exquisita, bebé? —Soo-hyun mira mi dedo y luego a mí para reírse y ocultarse en el cuello de Daeyeon.

Sonrío sin darme cuenta. Mi hija es linda.

Pero muy exquisita.

—Soo-hyun, dile a papá que se vaya al diablo.

—¿Acaso esto se trata de poner a mi hija en mi contra? —Daeyeon comienza a reírse y me entrega a la bebé para que ella agarre una prenda que ha visto en un colgador.

De pronto, siento que alguien más se va acercando a mí por el lado derecho. Lo primero que veo es una cartera de la marca Chanel de color rosa y con una cadena dorada. Se me hacía muy conocida.

Es Blake.

—Blake...

Ella no me dice nada para interrumpirme, pero sus ojos cristalizados son suficientes para que yo no diga nada más y espere a que ella hable. Sin embargo, no lo hace, solo me mira sosteniendo a Soo-hyun en brazos para pasar a mirar a Daeyeon.

—Así que estabas trabajando, ¿no? —dice con la cabeza agachada.

—No... No quise decírtelo.

—No importa. Creo que entiendo —Blake alza su cabeza y sonríe de manera forzada por unos milisegundos—. ¿Es tu bebé?

—Sí. La prueba de ADN me la dieron hoy temprano —Blake solo asiente antes de entregarme una bolsa de color blanco y que llevaba el logo de una juguetería—. ¿Qué es esto?

—Es un regalo para tu bebé. Quise comprarle uno.

—Pero creí que tú...

—Vine a comprarme un poco de ropa para la entrevista de hoy, pero pasé por la juguetería en la que estabas. Te ví. Luego te escribí para ver si eras capaz de decirme la verdad —encoje sus hombros antes de morderse el labio—. Los vi entrar a esta tienda y yo fui a comprar un regalo para Soo.

—Bebé, no quiero que pienses mal...

Blake niega con la cabeza y eleva un poco sus comisuras de sus labios antes de acercarse a Soo-hyun y tomarle una mano, pero ella la rechazó e inclinó su cuerpo para llegar a Daeyeon. Pude ver en el rostro de Blake lo mal que se sintió con esta acción de Soo-hyun, así que lo siguiente que hizo fue dar un paso hacia atrás y quitarse esas lágrimas que estaban a nada de salirse.

Chasquea su lengua y vuelve a sonreír de manera forzosa.

—Quieres pasar tiempo en familia, lo entiendo, Jungkook. —Esta vez soy yo el que da un paso hacia ella, pero retrocede—. Ya hablaremos en otro momento. Ahora tienes que estar con tu bebé.

—Blake... —la llamo cuando la veo alejarse de mí.

Sus palabras no me daba un buen presentimiento. A veces ella no suele hablar con claridad y aun así llego a entenderla, pero esta vez no sé cómo interpretar sus palabras.

Abro la bolsa que me entregó y veo que es un elefante de peluche que tenía una pequeña tiara de plástico en la cabeza. Huelo el juguete y este tenía el olor natural de Blake: vainilla.

Se supone que es un regalo para Soo-hyun, pero prefiero quedármelo por el momento.

*****
De antemano les voy aclarando que Blake y Jungkook no van a terminar, solo que Blake está un poquito dolida por ser excluida de los planes de Jungkook con su hija :3

¿Quieren que les diga algo más? Quedan muy pocos capítulos para llegar al final AAAAAA 😶‍🌫️

POR CIERTO, YA ME SIENTO MEJOR CON MI RESFRIADO ✌🏻😗 gracias por haberse preocupado 💗


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