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Capítulo 34.

Narra Vicky.

Me sentía mareada, no recordaba absolutamente nada después de que desperté y me encontré con Mily y Lucas encima de mí. Ahora mismo no podía ver nada, no podía mover mis manos, lo cual era algo estresante.

—¿Mily? —pregunté.

No recibí respuesta, pero si logre escuchar pasos que me indicaban que no me encontraba sola.

—¿Quién eres? —pregunté nuevamente.

—Soy Ginny —respondieron, lo cual me hizo sentirme aliviada de que no fuera Mily. —¿Estas bien?

—Pues la verdad es que me encuentro mal, me siento muy mareada y con ganas de vomitar, necesito ir al baño, por favor.

Bueno debo admitir que algunas cosas son inventadas, pero de alguna manera tengo que salir de aquí, siempre supe que Mily mentía con querer ayudarnos, y no estoy dispuesta a morir por su culpa, haré lo que me sea necesario para salir de aquí.

Sentí una mano sobre mi frente, quizá es Ginny comprobando si en verdad me encuentro mal.

—Vaya supongo que sufriste algún efecto secundario del sedante barato que compro Mily —mencionó la chica tocando mis manos ahora. —Lo siento mucho, pero no creo que pueda llevarte al baño, primero tengo que pedirle permiso a Mily, espera un momento, ya vengo.

Tengo que fingir sentirme mal, espero que Mily acepte que vaya al baño, que ridículo.

—Hola Vicky —anunció una nueva voz en la pequeña habitación. —Soy Alejandra, un gusto conocerte, después de escuchar varias cosas de ti, que honor enserio.

—Seguro cosas malas —respondí.

—Si, Mily habla muy mal de ti y de los demás, parece que en verdad le afectó mucho la muerte de su hermano, aunque eso fue apenas hace una semana que decidió hacer esto, justo el día que la acusaste de ser una asesina —mencionó Alejandra. —Si intentas hacer algo contra mí, no dudaré en usar esta pequeña pistola de electricidad que tengo conmigo.

Sentí las manos de Alejandra razonando mis muñecas, lo que significaba que estaba desamarrando las correas que me mantenían unida a una silla.

Las cuerdas fueron quitadas, un gran ardor comenzó a invadir mis muñecas, hace rato que trate de liberarme terminó por lastimarme.

—Gracias, Ale.

—Ahora sí, ven conmigo —dijo la chica, ahora la pude ver, ya que retiro lo que obstruía mi visión.

Debí suponerlo, estoy en un sótano, obviamente esta no es la escuela, ellos tienen una casa aparte, justo como nosotros.

Alejandra se puso de rodillas para desamarrar las cuerdas de mis pies, cuando iba por la segunda, tomé todas las fuerzas en mi pierna izquierda y lance una patada, le di a Alejandra en la cara, haciendo que cayera hacia atrás.

—¡Perra! —antes de que Alejandra se pusiera de pie, logre desamarrarme el otro pie, poniéndome de pie rápidamente. —¡Te lo advertí!

Ale sonrió mientras se limpiaba la sangre que salía de su labio roto.

—No le tengo miedo a esa arma pequeña —dije sonriendo.

—Deberías —ella me apuntó, pero antes de que disparará, comencé a correr a las escaleras del sótano, tomé la perilla rápidamente, pero esta estaba cerrada. —No puedes escapar, Vicky.

La chica disparó, pero por suerte no me dio, los pequeños cables que salieron de la pistola, tardaron en regresar, lo que me dio el tiempo de correr hasta ella, y derribarla.

—¡No te tengo miedo! —grité tomándola del cabello. —Para la otra elige mejor tus amistades.

Comencé a golpearla una y otra vez en el suelo, hasta que después de unos segundos ella dejo de poner resistencia, por lo que supuse que estaba muerta.

Me levanté y caminé hasta la puerta, dio unos leves golpes, y retrocedí unos escalones abajo, tenía preparada la pequeña arma, de una cosa estoy segura, tengo que salir de aquí, con vida.

La puerta se abrió y rápido disparé, la pequeña pistola comenzó a electrocutar a Lucas, quien era el que había abierto.

—Oh mierda —dije antes de recibir un disparo de una pistola igual, la cual disparó Gabo.

Sentía la electricidad correr por mi cuerpo, sentía dolor, mucho dolor.

—Parece que Pablo tiene que enterarse que Vicky está por morir —dijo Mily sonriendo.

***

Narra Pablo.

—¡Dios no! Tenemos que ir por ella —mencionó Felipe, por su tono de voz, parecía asustado.

—O quizá no, debemos dejar que muera —mencionó Agus sonriendo. —Solo es una sugerencia, no se enojen.

Miré mal a Agus, no es gracioso que haga este tipo de comentarios, menos con lo que Mily me dijo en un mensaje.

"Vicky está en sus últimos minutos de vida"

Minutos, no podremos hacer nada en minutos, ni siquiera sabemos dónde está.

—¿Por qué Mily quiere hacerles daño? —preguntó Daiel. —¿Por Harold?

—Parece que la locura viene de familia, y si, es por culpa de ese bastardo —respondió Tyler muy enojado.

—No la vamos a encontrar —dije y sentí que una lágrima deslizó por mis mejillas. —Mily dijo que teníamos minutos, no hay tiempo, no sabemos dónde está, Vicky morirá.

Yara me envolvió en un abrazo.

—Pablo, haremos lo posible para encontrarla —mencionó ella.

—¡Ay por Dios! No estamos haciendo nada, solo escuchando los lloriqueos de todos aquí —dijo Daiel para luego reír. —Vicky ya está muerta, no tratemos de salvar a una muerta, mejor salvémonos nosotros, porque ahora ya tenemos a dos personas locas, persiguiéndonos.

Mi celular sonó, lo levante y era un mensaje de Mily.

"Uy malas noticias, parece que Vicky no es tan fuerte como imaginé"

—Está muerta —dije aun con la mirada en el celular.

—¡Oh Dios! —exclamó Nahuel para luego comenzar a llorar. —¡Mily pagará por esto!

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Espero les haya gustado. :3

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