Capítulo 32.
Narra Mily.
Estaba muy nerviosa, pero tengo que hacerlo, prometí que Vicky seria la primer en mi venganza y así será.
Lucas y Ginny decidieron ayudarme en esto, y en verdad estoy muy agradecida con ellos, y de igual manera yo se que les encanta ser malos.
—¿Crees que sea fácil entrar? —preguntó Lucas, quien sostenía la aguja con sedante que le pondré a Vicky.
—Espero que si —respondí mientras me acercaba más a la casa.
Las luces ya se encontraban apagadas, así que supongo que todos ya se fueron a dormir. En pasos lentos y tratando de ser lo mas silenciosa posible llegue hasta la puerta, tomé la perilla y trate de girarla, pero no pude.
—¿En serio? —preguntó Ginny evitando reír. —Es obvio que no dejaran eso sin llave, tonta.
Debo admitir que fue una idea tonta, pero no sé, con estas personas estúpidas uno nunca sabe, ahora me acerque a la ventana, puse mi mano sobre el vidrio y la eleve, está por éxito si estaba sin el seguro.
—Después de todo no son tan precavidos como pensé —dijo Lucas.
El ruido de un auto hizo que me sobresaltara, mire a la calle y un auto se había estacionado fuera de la casa, unos segundos después, dos personas descendieron de aquel auto, era Gabo y Alejandra.
—Hará falta, ¿Pensaban llevarse a Vicky cargada hasta la casa? —preguntó Gabo riendo.
Negué con la cabeza y me dispuse a entrar a la casa, Gabo y Alejandra se quedarán afuera, con el auto preparado para huir, por otro lado, Ginny vigilará las habitaciones, y Lucas y yo secuestraremos a la pequeña Vicky, espero que sea fácil.
Entré a la casa, y rápido nos dirigimos a las escaleras, tengo entendido que las habitaciones están en la segunda planta, Ginny abrió una de las puertas, pero rápido la cerró al percatarse que hay dormía Tyler y Nahuel, luego intento con otra, y no, no era la de Vicky.
Dentro dormía Felipe, el chico raro de los recortes en la pared, si mal no recuerdo, la tercera puerta que abrió, si era, y para nuestra suerte, Vicky estaba dentro.
Lucas y yo entramos rápidamente sin hacer ruido, ¡Dios! Mire hasta la cama, Vicky se movía de un lado a otro, pareciera una pinche loca, no le di importancia y tome la aguja de las manos de Lucas.
—Tapa su boca, esto hasta que se duerma por completo.
Sin pensarlo más, Lucas se acerco a Vicky, y en un movimiento veloz, puso su mano sobre su boca, al momento Vicky no reacciono, así que destape la jeringa y la acerque a su cuello, y la inyecte rápidamente.
Vicky abrió los ojos con terror, no sabia lo que ocurría, y solo comenzaba a forcejear para poder huir de nosotros, pero no, no será posible.
—Shhh, descansa —dije sonriendo.
Poco a poco los ojos de Vicky se fueron cerrando, pues el sedante comenzaba a hacer su trabajo.
—Debo admitir que creí que hoy pasaría la noche en la cárcel —mencionó Lucas cargando a Vicky. —Uff si pesa.
Rápido salimos de la casa, estoy estúpidamente sorprendida de lo fácil que fue, fácil pude secuestrar a Pablo y a los demás idiotas y seguro nadie lo hubiese notado.
***
Narra Felipe.
El sonido del celular sonando me levanto muy temprano, pues según mi reloj apenas iban a ser las siete de la mañana.
Lentamente tome mi celular, bueno, no el mío, es el de Josh, había algunos mensajes de Gabriela, que vendría siendo el asesino, ¡Dios! Al leer Gabriela no pude evitar imaginarla.
Gabriela: Quiero que estés listo, si en verdad quieres ser del lado ganador, hay algo que tienes que hacer.
Espero que no sea matar, no puedo hacer eso, tengo que asegurarme de saber quien es, luego huir de aquí.
Josh: ¿Qué?
Mi respuesta fue sencilla, de alguna manera tengo que lograr convencerlo, tengo que asegurarme que me muestre su identidad, no puedo llevar esto muy lejos, no seria capaz de lastimar a estas personas que amablemente me brindaron su casa, y ayuda en muchas cosas.
Gabriela: Primero quiero hacerte una pregunta, y tienes que ser lo mas sincero posible, porque déjame recordarte que aquí cada quien se salva a su manera, o bueno, eso tratan de hacer.
Gabriela: Un pajarito me conto que Pablo estuvo aquel día en el teatro, contigo. Supongo que fue una casualidad y no lo llevaste tú, ¿O sí?
Mi corazón comenzó a latir demasiado rápido, él único que sabia que Pablo estaba conmigo aquel día, es Daiel, él se lo contó, oh Dios, o quizá hasta el si es el asesino, y por eso fue aquel día al teatro.
Josh: Fue una confusión, yo no sabia que Pablo estaba ahí cuando yo llegue.
Gabriela: Eso espero, ¿Por qué sabes qué? Billie tuvo mucho trabajo anoche, un trabajo de investigación, cosas que tú amas al igual que los detectives, ¿Y sabes qué? Espera, no te lo vas a creer.
Gabriela: Billie descubrió todo de ti, de tus hermanos, tus padres, Dios mío, amo internet. Y bueno, no tienes de que preocuparte, solo quiero que quede claro que no quiero jueguitos, quiero que me seas leal, y para probar tú lealtad hacia mí, tienes que hacer algo, si no, muy fácil, solo dime que no, y quizá seas notica mañana en los periódicos.
Josh: No son necesarias tantas amenazas, en serio, yo sé lo que me conviene y por eso acepte ser tu ayudante. ¿Qué es lo que tengo que hacer?
Gabriela: Puff, algo super fácil, y más porque veo que eres cercano a esa persona, lo que tienes que hacer es muy sencillo, más sencillo que quitarle un dulce a un bebé, o bueno, eso es lo que dicen.
No respondí, mi estómago comenzó a molestarme, estaba demasiado nervioso, el celular sonó avisando que había llegado un mensaje.
Con mis manos temblando lo tomé, y comencé a leer.
Gabriela: Tienes que matar a Pablo.
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Espero les haya gustado.
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