Narra Pablo.

Estábamos sentados en la cama de Felipe, cinco malditas horas esperando una explicación, pero él no se dignaba a decir palabra alguna, y peor, no dejaba que nos fuéramos, la puerta estaba completamente cerrada.

—¿Estas listo ahora? —preguntó Christian sonriendo. —Es algo tarde, mañana tenemos escuela, además hay cosas por hacer —Felipe no se movió del lugar en el que estaba, fijamente miraba su computadora.

—Tu silencio me hace pensar que mis sospechas son ciertas —dije poniéndome de pie.

En la tarde, cuando llegamos aquí al dormitorio de Felipe, él se puso algo raro, no quería dejarnos entrar, pero lo hicimos a la fuerza, lo cual veo que fue una escupida idea.

Le reclamé por todos los recortes que tiene en sus paredes, eso es algo demasiado sospechoso, quizá se obsesiono con lo que nos pasó, y ahora quiere hacer un tipo de tributo, recreando todo.

Mire a Christian asustado, si Felipe no ha dicho nada en estas horas, dudo que lo haga ahora, quizá hasta está planeando como asesinarnos a ambos aquí.

—Esperen —dijo él con un tono de voz apenas audible. —Yo no soy un asesino, todo lo que ven es parte de una investigación que estuve haciendo en las vacaciones, el tema de los asesinatos me tiene un poco emocionado, pero eso no significa que yo sea capaz de matar.

***

Narra Felipe.

Lo dije, después de horas de estar en completo silencio, por fin había abierto la boca, y espero que me crean, no me gustaría ir a prisión por algo que no hice.

—¿Solo eso dirás? —Christian me miro, por lo cual rápido mire hacia el suelo.

Esos dos me dan un poco de miedo, y creo que yo les doy miedo también, sus rostros reflejan nerviosismo.

—Creo que es todo lo que tengo que decir —dije sentándome en la silla de mi escritorio otra vez. —Y otra cosa, me alegro que hayas sobrevivido, es algo muy difícil y lo pasaste dos veces, es algo increíble, me gustaría un día me pudieras contar las cosas que no ponen en las noticias.

Pablo se sintió incomodo, luego miro a Christian, mientras lo jalaba del brazo.

—Vámonos —dijo él dándose la vuelta para caminar a la puerta.

—Tienes que abrir —dijo Christian señalando la puerta.

—Lo siento —dije recordando el momento de locura, al momento que escuché las palabras de Pablo diciendo que era yo, entre en un pánico horrible, por lo cual me lancé a cerrar a puerta, ellos no saldrían y dirían nada sin antes darles una explicación.

Metí la llave en la puerta y en un segundo la puerta estaba abierta, sonreí y ellos se fueron sin decir una palabra, ni siquiera se despidieron, pero creo que eso sería pedir mucho, después de lo que hice.

***

Narra Lola.

No podía reconocer a la persona que estaba sobre mí, pero creo saber qué es lo que estaba intentando hacer, quiere asesinarme.

Comencé a sentir que de mi nariz salía sangre, no voy a morir, no quiero morir. Rápido comencé a manotear a la persona, para así poder deshacerme de su agarre, pero era inútil, era fuerte, y yo solo tenía miedo, quería llorar e irme a casa.

—¡Ayudaa! —grité lo más fuerte que podía. Ni siquiera podía mirar a Valeria, incluso creí que ella ya se había ido de aquí, ella me había dejado, pero no, ella seguía pidiendo ayuda, lo cual era inútil, dado en el lugar que nos encontrábamos.

—¡Déjala maldito! —gritó Valeria lanzándose contra la persona que estaba sobre mí, esta persona se puso de pie lanzando a Valeria al suelo.

—¡Vete! —grité llorando. Pase mi mano por mi nariz y limpie la sangre que estaba saliendo. —¡Dios mío! —miré en una de sus manos, él estaba sacando un gran cuchillo, y al parecer tenía toda la intención de acabar conmigo.

Estaba muy asustada, de algo estaba segura en este momento, moriré. Cerré los ojos esperando la hora de por fin abandonar este mundo, pero lo que sentí fueron unos brazos que trataban de ayudarme a ponerme de pie.

—¿Qué pasa? —pregunté, las lágrimas seguían saliendo de mis ojos. —No entiendo.

Una parte de mi estaba feliz, quizá es una broma, repetí en mi mente, una broma de Leo.

Una sonrisa estaba comenzando a dibujarse en mi rostro, pero esta rápido se borró al sentir un horrible dolor en el estómago, había sido apuñalada, el cuchillo fue retirado y sentí la sangre tibia descender por mi abdomen.

Valeria estaba detrás de esa persona, ella la tomó de los hombros, pero en un rápido movimiento estaban frente a frente, un grito ahogado salió de la boca de Valeria, su garganta había sido cortada.

Comencé a ver todo borroso, estaba lista para morir.

***

Grupo: Universidad.

Josh: Que bien se siente hacer esto, en verdad se siente muy bien.

Daiel: ¿De qué hablas?

Laura: Ya no importa, el decano sabe todo, pronto te descubrirán e iras a la cárcel.

Josh: Bien, pero ahora me siento un poco mal, parece que el decano no será la segunda víctima, más bien será la cuarta.

Daiel: ¡¿La cuarta!? ¡Dios mío!

Leo: Chicos, es Lola y Valeria.

Pablo: ¿Qué paso? ¿Están muertas?

Vicky: Debimos habernos quedado, somos unos idiotas, ahora vamos a morir.

Leo: Valeria está muerta, Lola está camino al hospital.

Nicole: ¡Oh Dios! Creo que siempre que hablo pasa algo malo.

Gabriela: ¡Dios mío! ¿Qué fue lo que paso?

Josh: Yo cariño, todo lo hice yo, aunque creo que Lola debió recibir más de mi parte, agh, bueno, voy aprendiendo con la práctica.

Alexis: ¿Valeria está muerta? ¡No, Dios mío no! ¡Todo es tu culpa Leo, pagaras!

Pablo: ¡Vete a la mierda, Josh!

Josh: JAJAJA claro, pero antes los invitaré a todos ustedes personalmente, así son mejores las invitaciones.

Nahuel: Creo que debemos irnos de aquí, buscar otra escuela, ahora que estamos a tiempo.

Tyler: Claro que no, no dejaremos que esta mierda de persona siga haciendo sus estupideces, además el decano sabe todo, hasta lo de Vicky.

Vicky: Iré a la cárcel, ¿Verdad?

Elio: Te lo mereces, hiciste mal en irte.

Vicky: Si, acepto que estuve mal, pero no sé, no creo estar lista para ir a prisión, me da miedo.

Pablo: Ven a casa, estaremos contigo.

Josh: No si antes la encuentro yo.

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Espero les haya gustado. :D