Narra Amber.

Mire a la profesora amarrada a la misma silla que el otro día, que incrédula.

—Por favor, llévense el celular, no me importa —mencionó la profesora mientras unas lágrimas caían por sus mejillas.

—Oh gracias, igual es lo que íbamos a hacer, después de matarla.

Sonreí un poco y me acerque a la mesa de la cocina, donde había una hoja, con 5 nombres.

—¿Son ellos? —pregunté.

—No es nada importante, por favor solo vete.

—Profesora, ¿Me está corriendo de su casa? Eso no se hace, ya me puse triste —dije comenzando a reír. —Me iré, pero primero tenemos tantas cosas por hacer.

Mire los estantes de la cocina, tengo un arma, pero ahora mismo no es necesaria, debe haber otra cosa con la que pueda matar a esta señora.

—¿Le gusta cocinar, profesora? —pregunté observando el tostador de pan, el cual tenía un cable algo largo, lo suficiente para ahorcar a la profesora.

—Un poco —mencionó ella. —No soy muy buena, pensaba en tomar un curso de cocina este fin de semana.

—Ay una lástima, no llegará.

Me acerqué para tomar el tostador, más específicamente el cable, luego me acerque a la maestra, la cual trato de forcejear cuando le puse el cable en el cuello.

—Nos vemos —dije sonriendo y comencé a presionar el cable, la profesora trataba por todos los medios salvar su miserable vida, pero no pudo, pues algunos minutos después, está dejo de moverse. —Gracias por la ayuda.

Tomé la hoja de la mesa y nos dispusimos a salir, por ahora no tengo que preocuparme por nada, me estoy quedando en casa de mi primo.

***

Grupo: "Curso de inglés: Graduación"

Pablo: ¿De qué hablas, Amber? ¿La mataste?

Nahuel: Creo que sí, la profesora que trataba de ponemos a salvo, ahora está muerta.

Arthur: Como pronto todos ustedes.

Yara: Todos morirán.

Mathias: Que miedo con ustedes, ahora son mis sospechosos.

Arthur: Me estoy pensando lo que Amber dijo, que hacer lo que sea para salvar nuestra vida.

Vicky: No te conviene confiar en ella.

Milena: Es verdad, ¿Sabes lo que le pasó a Javier?

Arthur: Supongo que murió, ya que no está aquí.

Milena: Así es, Amber lo dejo morir.

Yara; ¿Y tú por qué no estás muerta, ni en la cárcel?

Alexa: Todos creímos que ella estaría muerta, pero al final regreso y nos salvó la vida, lo cual agradezco un poco.

Milena; Amber me dejó desangrándome después de haberme apuñalado, sobreviví de milagro.

Tyler: ¿Se imaginan que Milena nunca hubiera llegado con la policía?

Harold: Chicos, no piensen en cosas feas.

Pablo: Paola era la siguiente, ella hubiera muerto, luego simplemente los demás.

Milena: Y yo creo que Luis hubiera matado a Amber.

Amber: Te equivocas, teníamos un plan de escape querida.

Valen: Esto se está poniendo interesante.

Milena: ¿Qué plan?

Amber: Huir juntos, fuera del país, yo deseaba con toda mi alma que no nos fuera posible, no me imaginaba el resto de mi vida al lado de Luis, él era una persona enferma.

Elio: Ah claro, como ahora tú lo eres.

Amber: No, yo no estoy enferma, simplemente lo hago por venganza.

Vicky: Amber, tu vida pudo ser distinta, terminando el curso te ibas a ir a la universidad, serias la reina de allá, ¿Por qué desgraciaste tu vida? Aún estás a tiempo de arreglar todo.

Amber: Y lo haré, ir a la universidad está en mis planes, pero claro, después de terminar con todos ustedes.

Pablo: No es justo, tú también deberías estar muerta, el sueño de Paola era ser psicóloga, ahora todo se fue a la mierda por tu culpa.

Amber: Pablo, yo no asesiné a tu hermana.

Pablo: ¿Quién lo hizo? ¿Tu ayudante? Es lo mismo.

Amber: Claro, como digas.

***

Narra Nahuel.

Yara vino a casa, ella quiere que vayamos a casa de Arthur, sus padres salieron de la ciudad por asuntos de negocios, creo.

—Lo mejor es mantenernos lejos de esos chicos —dijo Yara.

Aún que pienso mejor las cosas, ellos no tienen la culpa de lo que les pasó, y de lo que ahora nos sucede.

A lo largo del camino a casa de Arthur, Yara ya no menciono nada.

Estaba asustado todo el tiempo, siento que alguien me observa y que moriré en cualquier instante, he pensado en quitarme la vida y terminar esto más rápido, pero me da miedo.

Aun no tenemos ningún sospechoso, eso hace más difíciles las cosas.

Al llegar a casa de Arthur, abrimos la puerta y pasamos, no había señal alguna de él, esto hasta que escuchamos algo en su habitación que se encontraba en el segundo piso.

—¡Dios mío! —exclamé asustado y comencé a caminar hasta allá.

Tomé un florero que estaba en la entrada, al menos tendría algo para defenderme.

Cuando estábamos fuera de la habitación de Arthur, escuchamos que él estaba hablando con alguien, con una chica.

Yara empujó la puerta, Arthur y una chica salieron disparados de la cama.

—¿Amber? 

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Espero y les haya gustado.