Capítulo 6.
Ambos chicos, observaban la grotesca escena, sin saber que hacer, los dos tenían algo en mente, y era que el asesinó iría tras ellos tarde o temprano.
─Todos tienen que saber ─Carlos se armó de valor para intentar tomar una foto del cuerpo de Rodrigo, pero cuando estaba por hacerlo, este fue interrumpido por un destello de luz proveniente desde los arbustos cercanos.
—¿Qué fue eso?
—Alguien nos tomó una foto, debió ser él —dijo Luis asustado. —¡Maldito pagaras por lo que hiciste!
El mismo chico enmascarado que había asesinado a Rodrigo salió corriendo por la calle, perdiéndose en la oscuridad de la noche.
***
Grupo: Curso de inglés.
Rodrigo envió una foto.
Foto:
En la foto se puede a Carlos y Luis frente al cuerpo de Rodrigo.
Rodrigo: Uno menos.
Vicky: No puedes hacernos esto.
Rodrigo: Claro que sí, Vicky.
Pablo: Pero ¿Por qué?
Paola: ¿Nosotros que te hicimos?
Carlos: Todo es verdad, todos vamos a morir, él está muerto, le destrozo la maldita cara con un martillo.
Rodrigo: Se sintió genial.
Amber: Yo no, ni loca me quedo sola.
Pablo: ¡Maldito te estoy hablando! Al menos dime, ¿Por qué mierda haces esto?
Paola: Pablo déjalo, no quiero que te vaya a dañar.
Manuel: Esto es una pesadilla, hace una maldita semana estaba pensando en que iba a hacer en vacaciones, ahora parece que no llegaremos a ellas.
Rodrigo: Muy cierto Manuel, en cuanto a porque lo hago, me parece que ya se los había dicho, son unos idiotas y me tienen harto.
Profesor: Pues, así como eres muy valiente para decir que te tenemos harto, deberías decir quien rayos eres, no esconderte detrás del WhatsApp de Rodrigo.
Rodrigo: Tranquilo profesor, usted pronto sabrá quién soy.
Ari: Yo no quiero saberlo nunca, no me interesa, solo quiero vivir, por favor.
Luis: Pues creo que tienen muy claro que Carlos y yo no somos.
Alejandro: Cualquiera puede ser, incluso una mujer, tal vez dice que es hombre para culparnos a nosotros.
Rodrigo: Jajaja, eso es, quiero confundirlos.
Matt: Vete al carajo, tú y tu maldita enfermedad, idiota.
Bryan: No quiero tener miedo, pero creo que alguien quiere entrar a mi casa.
Rodrigo: Hola Bryan, no quieres venir a abrirme la puerta, dos en una noche será algo estupendo.
Profesor: ¡Dios mío, Bryan!
Bryan: ¡Alguien ayúdeme!
Ari: No veo a nadie en tu puerta.
Bryan: Tengo que salir, no puedo quedarme aquí.
Ari: ¡Él no está en tu casa, solo quiere asustarte!
Nico: ¿Cómo lo sabes?
Ari: Mi casa está enfrente de la suya.
Bryan: Ya he llamado a la policía.
Rodrigo: Hola Ari, que bonito huele en tu cocina.
Ari: Yo no tengo nada en mi cocina.
Rodrigo: Vaya que me confundí, ¿Alguien tiene algo en su cocina?
Amber: Yo, pero ni loca estoy sola.
Milena: Estamos juntas.
Rodrigo: ¿Alguien más?
Pablo: Nosotros no.
Jazmín: Ari tu mamá cocina muy rico.
Fuera del grupo:
Ari aún se encontraba observando por la ventana que daba a la casa de Bryan.
—¡Mamá! —gritó Ari un poco asustada. ─¿Estas cocinando?
Al no recibir respuesta decidió bajar, pues empezó a percibir un delicioso olor a comida, que provenía de su cocina.
─Mami, ¿Dónde estás?
Segundos antes, la madre de Ariana había decido ir a la tienda cercana por condimentos para su delicioso estofado.
—¡Dios mío! Soy yo, él me observa a mí.
Ariana inmediatamente corrió a su puerta principal, decidió abrirla con sus manos temblorosas y observó que la calle estaba completamente sola.
Frente a su casa, se encontraba el hogar de la familia de Bryan, donde las luces estaban encendidas, indicando que ahí estaba la salvación de la pobre chica.
─Si soy lo suficientemente rápida, él no podrá alcanzarme... o si, no sé, no quiero ser la culpable de que Bryan terminé herido también.
Tras meditarlo por unos segundos, ella caminó a su cocina, tomó un cuchillo del estante y se dirigió a la puerta.
—No moriré hoy.
La chica corrió lo mas veloz que sus piernas temblorosas se lo permitían, cuando iba a medio caminó escuchó su puerta cerrarse fuertemente.
Ahí estaba el chico enmascarado.
—¡Bryan ayúdame! ¡Abre la puerta!
Ari llegó a la puerta de casa de Bryan, comenzó a golpearla una y otra vez hasta que está se abrió.
—¿Qué pas... —Bryan fue interrumpido por un cuchillo que se clavó en su pecho, pues Ariana había podido esquivarlo.
—¡Ahhhhhhhhhhhh!
........................../........................
Espero y les haya gustado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro