Grupo: Curso de inglés.

Paola: La policía ya sabe que Amber esta viva, espero me hayan creído y por fin hagan algo para que este tras las rejas.

Manuel: Deberían hacer lo que Alejandro quería.

Nico: Es cierto, solo así terminará esto, es como las películas terminan, los buenos se vuelven todos unos asesinos.

Pablo: No podría hacerlo, la conozco demasiado, bueno no tanto como creí.

Amber: Ay Pablo, qué lindo.

Pablo: Cállate, Amber, que de solo leer tu estúpido mensaje y recordar todo lo que has hecho, en verdad estoy pensando en matarte cuando te vuelva a ver, debiste ser tú, en lugar de Milena.

Paola: No somos asesinos.

Pablo: Nico tiene razón, Paola, esto no terminará hasta que ellos estén muertos.

Taylor: Pienso lo mismo que Pablo.

Tyler: Yo también, ¿Qué pasó con Alejandro?

Vicky: Murió.

Carlos: Tú lo mataste, Luis, me parece que algo de tu enfermedad salió a flote.

Tyler: ¿Luis lo mato?

Vicky: Si, pero él solo lo hizo para salvarme, ese maldito iba a matarme si no lo hacía.

Luis: Además, Alejandro estaba a punto de matarme, él creía que yo era el asesino.

Matt: De hecho, todos lo pensábamos, hasta existe un grupo sobre eso.

Vicky: ¿Por qué no estoy en él?

Matt: Creímos que eras la ayudante.

Vicky: Que estupidez, no sería capaz de hacerlo.

Pablo: No nos desviemos de lo importante aquí.

Manuel: ¿Qué es lo importante aquí?

Pablo: Dar con el psicópata.

Manuel: ¡No eres detective! Deberías dejar de poner en riesgo más vidas. Porque al menos te mataran a ti, pero no, mueren personas cercanas, como Ana, Alejandro y dime Pablo, ¿Ahora quién?

Pablo: Pues créeme que al menos estamos haciendo más cosas que la policía.

Manuel: No es tu trabajo, solo te arriesgas en vano.

Pablo: No puedo creerlo, Manuel, ya me hiciste sospechar de ti, ¿Eres el psicópata?

Nico: ¡Dios mío! Manuel ha intentado que se detengan, jamás me había puesto a pensar en ti como asesino.

Alexa: No puede ser él, o no sé.

Tyler: Recuerden que todos son sospechosos, hasta que se demuestre lo contrario.

Pablo: ¡Responde, Manuel!

Vicky: Él debe serlo.

Luis: ¡Nuevo Sospechoso! Deberíamos llamar a la policía.

Amber: Ay Dios mío.

Paola: ¡Responde, Manuel!

Manuel: No quise sonar sospechoso, no soy el psicópata, solo no quiero que más gente este muriendo, por favor chicos deténganse.

Pablo: No lo haremos, y no me interesa ni una mierda que estés asustado, porque créeme que te vamos a descubrir.

Manuel: Pablo no soy yo, por favor no sigas arriesgando vidas.

Paola: Tu no sigas matando.

Luis: Ya no sé qué pensar.

Vicky: Él no es, nuevamente se están equivocando de persona.

Luis: Debe serlo, Vicky, tanta insistencia que nos detengamos, quiere que esperemos a que la policía haga algo, o sea nunca.

Pablo: Eso es verdad, Vicky, y demasiado sospechoso para mí.

Fuera del grupo:

Rondaban las tres de la mañana, Paola dio un gran bostezo, y caminó hasta una de las sillas cercanas, al sentarse fue cediendo al sueño y cansancio que tenía.

—¿Tu mamá sabe todo lo que está pasando? —Alexa preguntó mientras tomaba un vaso que se encontraba encima de la mesa, el ruido que este hizo, hizo despertar a Paola quien ya se había quedado dormida. —Lo siento.

—Claro que ella sabe lo que esta pasando, pero no puedo dejar que descuide su trabajo, necesitamos el dinero —Ari bajo su cabeza y se pudo notar su tristeza. —Yo sé que es muy tarde, y ustedes están cansado, si quieren pueden irse, en serio, solo espero no ser la siguiente.

Tyler envolvió a la chica en sus brazos.

—No me iré de aquí, no te voy a dejar sola.

—Me quede pensando en ir a casa de María, quizá nos pueda revelar algo, alguna pista, no sé —Paola bostezo y los chicos comenzaron a pensar en lo que ella decía. —Quiero ir.

—¡Por favor no, Paola!

—Pablo, lo mejor es intentar descubrir esto, no quiero vivir más así.

—Bueno, solo no te vayas a quedar dormida en casa de la rara, no sabemos que tipo de cosas pueda tener en su habitación. —Alexa comenzó a reír. —Yo no tengo problema en ir contigo.

—¿Alguien más viene?

—Yo, no seria justo dejarte ir sola allá, después de que ustedes estuvieron cuidándome, ahora me toca ayudar, y Tyler ira también.

Un fuerte viento se coló por la ventana, haciendo que los chicos sintieran ese pequeño temor de salir a tales horas de la noche, pero solo pensaban en una cosa, no era momento de perder tiempo valioso.

—No puedo creerlo, ¿En serio lo harán? ¿Irán a casa de la muerta a las tres de la mañana? ¿No pueden esperar a que se haga de día al menos? —mencionó Taylor sin poder creer lo idiotas que podían ser algunos.

—No puedo dejar a mi hermana sola, así que tenemos que ir todos.

Taylor asintió, pues no tenía opción negarse, esto la dejaría sola en casa de Ari, con un asesino suelto.

La noche era helada, aun así, los chicos emprendieron su caminata hasta la casa de María, quien vivía en el mismo vecindario, lo único que los acompañaba eran los quejidos de Taylor por tan mala idea, y algunos ladridos que se escuchaban en alguna casa.

Después de caminar por algunos minutos, ahora la casa de María se encontraba frente a ellos.

—Me da miedo entrar a casa de la rara.

—Su muerte fue horrible, no la llames así, Alexa —Paola se molestó, y decidió ir primero.

—Dios, Paola, yo iré primero, no sabemos quién pueda estar dentro.

Todos caminaron a la puerta principal, cuando Pablo estaba por tocar la puerta, esta se abrió lentamente a causa del viento que hacía en la zona.

—¿Su madre nos dejara entrar?

—Si la puerta esta abierta, dudo que la madre de María siga viviendo aquí.

—¿Vamos a entrar? —preguntó Pablo nervioso. —Literalmente la puerta se acaba de abrir para nosotros, me parece muy extraño.

Esto no le importo a Paola, pues rápidamente se adelantó a entrar, con su celular comenzó a alumbrar el lugar.

—Parece que nadie haya estado aquí en días —mencionó Tyler.

Alexa y Taylor decidieron esperar en la puerta, pues eso les daría ventaja, si escuchaban gritos o a alguien siendo asesinado, ambas correrían para salvarse.

Paola comenzó a alumbrar el suelo lleno de polvo, había unas pequeñas manchas de sangre, que conforme iban avanzando se iban intensificando.

—Es sangre.

—Por allá hay algo —Pablo señaló a la cocina, cuando Paola alumbro hasta la mesa que se encontraba en la cocina, pudieron ver a la madre de María recostada sobre la mesa, había mucha sangre chorreando hasta el suelo, ella estaba muerta.

Paola levantó el celular, al alumbrar miro a la madre de María recostada sobre la mesa, con sangre a su alrededor.

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Espero y les haya gustado.

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