Grupo: Curso de inglés:

Amber: No confíen en nadie, pudiera ser que alguien tenga una visita mía esta noche.

Tyler: No creo que seas tan valiente en persona.

Ari: Lo es.

Milena: Pues claro, él tiene armas y nosotros no.

Ari: En eso tienes razón, el día que Bryan murió, él le disparó, nosotros estábamos indefensos.

Estefanía: ¿Raúl se salvó?

Luis: Me parece que aquí nadie se salva, pero, aunque sea lo intento.

Ari: Nosotros también hay que intentarlo.

Manuel: Lo mejor es hacer lo que hasta ahora, quedarnos en casa, protegidos.

Vicky: Después de lo que pasó en la escuela, pienso lo mismo que Manuel.

Nico: Todos moriremos chicos, así es en las películas.

Ari: ¡No estamos en una maldita película!

Manuel: Ojalá y si estuviéramos, así al final todo sería actuación.

Javier: ¿Hay un ayudante?

Luis: Si.

Javier: ¿Y cómo logro ser uno?

Nico: Tal vez hizo una tregua o algo así.

Javier: Ahora que lo estuve meditando, ¡Yo quiero ser ayudante! Solo no quiero morir.

Fuera del grupo:

Pablo, Alexa y Paola se quedaron sorprendidos al escuchar la voz.

—¿Tú? —preguntó Pablo muy confundido. —¿Por qué lo haces?

—Fácil Pablo, ustedes morirán, yo no.

Los chicos seguían sin poder creer, que todo este tiempo la asesina estuvo casi frente a sus ojos.

—¿Quién es la ayudante? —pregunto Taylor confundida.

—¡Siempre fuiste una idiota, no me sorprende!

—La ayudante es Milena.

Taylor apenada solo agachó la mirada.

—No querida, digamos que soy la ayudante del verdadero ayudante, digamos que con un poco de investigación pude descubrir lo que ustedes han intentado fallidamente —mencionó Milena mientras señalaba a Pablo y a Paola. —Y entonces, después de charlar un poco me uní a esta masacre, pero como ganadora, obviamente.

Alexa confundida señaló a la persona que se encontraba a un lado de Milena.

—¿Él es el asesino?

Milena comenzó a reír, Pablo tan solo quería proteger a las chicas que se encontraban en el mismo peligro que él.

—¿Y que esperas para matarnos? ¿O no tienen permitido tocarnos? ¿El jefe para el que son esclavos no quiere que toquen a sus víctimas? Ambos son patéticos, no puedo creer que hayas preferido irte de parte de los asesinos, nosotros somos más, si nos hubieses puesto de acuerdo todo habría terminado hace bastante tiempo.

—No, no, no, no terminará hasta que todos estén muertos.

—¡Eres una, perra! —gritó Pablo molesto. —No me da miedo morir, y menos me das miedo tú, que te crees tan indestructible con un arma en tus manos.

—¡Pablo, cállate! Yo no quiero morir, no quiero.

Paola estaba llorando mientras se ocultaba detrás de Pablo, ella estaba sosteniendo su brazo, entregándole uno de los vidrios que había tomado de la ventana rota.

Su hermano supo a que se refería, y lo tomó con tanta fuerza, que el pequeño trozo de vidrio comenzó a cortarlo.

—¿Es estúpido o algo? —el chico con el vidrio en la mano señaló al otro enmascarado, Milena río un poco y lo miró, mientras negaba. —Vete a la mierda.

En un movimiento rápido, Pablo golpeó el arma de las manos de Milena, quien la soltó de inmediato, notándose su nulo conocimiento en armas.

—No chicos, no.

Pablo apuñaló a Milena en el cuello, la cual comenzó a retroceder tocando su cuello.

—No, no, ayúdame, Amber ayúdame.

—¿Amber? —peguntó Pablo sorprendido.

Observaron al otro enmascarado, y en efecto, al quitarse el pasamontañas, pudieron notar que se trataba de Amber, y ella estaba viva.

—¡Soy yo! ¡Sorpresa!

—Ayúdame, por favor, prometiste que no iba a morir, ayúdame.

—Me cagaste mi plan, así que por mi muérete, y ustedes, por mas que me duela decirlo, no puedo matarlos ahora, así que pueden irse, y ni intenten ir a la policía, porque no les van a creer, todos creen que estoy muerta, y es estupendo, así que largo de aquí.

—Pablo, no me dejen aquí, por favor.

Milena cayó al suelo, estaba perdiendo sangre, mucha sangre, los chicos la miraron con lastima, y huyeron, al igual que Amber, dejando a Milena morir sola.

***

—¡Por favor aléjate de mí!

Nina comenzó a retroceder, ella sabía que si no hacía algo iba a terminar muerta.

—¿Por qué lo haces?

—¡Maldita sea! La misma pregunta ya me aburrió, ¿No tienes otra pregunta?

Nina trato de tomar el florero que estaba en su mesa del comedor, pero le era inútil, cualquier intento podría ser su perdición.

—¡Por favor! ¡No lo hagas, déjame vivir!

Nina lo pensó, y al final lo hizo, tomó el florero de su centro de mesa y se lanzó al psicópata, la chica rápidamente comenzó a correr a la puerta principal.

Esta se abrió de golpe, dejando ver a la madre de Nina entrando con una bolsa perteneciente a un restaurante de comida rápida.

............................/............................

Espero y les haya gustado.

No olviden dejar su comentario.