La puerta del lugar se abrió dejando ver un gran destello de luz junto a una silueta de un chico.

—¡Por fin nos dejaras ver tu estúpida cara! —Pablo estaba muy molesto, sus inútiles intentos por tratar de zafarse de las cuerdas que lo mantenían unido a la silla, solo estaban logrando que sus manos fueran lastimadas.

—¡Dios mío! —exclamó Nina asustada.

—Nina, gracias a Dios que estás bien —dijo Paola.

La persona parada frente a la puerta tan solo los observaba sin decir nada.

—Claro, por mensaje dices de todo, pero mira ahora estás de cobarde —Luis comenzó a reír.

—¿Qué hacen aquí? —el chico en la puerta por fin dijo algo, todos en la oscuridad de inmediato reconocieron la voz.

—¿Javier? ¿Eres tú? —Pablo se encontraba muy confundido.

El chico de la puerta caminó hasta el interruptor del aula y las luces se encendieron.

—¿Qué hacen aquí? ¿Por qué están amarrados? —Javier se miraba muy confundido.

—¡Tienes que pedir ayudar! —gritó Vicky llorando.

Javier tan solo los miraba confundido, no entendía lo que sucedía.

—¿Tú qué haces aquí? —preguntó Paola.

—Vine a buscar al profesor, después de lo que pasó con María, se me hizo bastante extraño que solo nos dijera que las clases se suspendieron, quiero saber lo que realmente está pasando.

—Alguien nos está matando —dijo Pablo.

—¡Ayúdanos Javier! —gritó Ana. —No te quedes ahí parado sin hacer nada.

Él caminó hasta donde Ana se encontraba, en movimientos rápidos, la cuerda que sujetaba las manos de la chica, cayó al suelo, liberándola.

Ana se puso de pie, y con ayuda de Javier, comenzaron a liberar a los demás chicos atados a la silla.

—¿Como que alguien los está matando?

—Si, no sabemos quién, Bryan, Rodrigo y el profesor ahora también está muertos —Luis explicó un poco.

—No olvides a Alejandro —mencionó Ana mientras intentaba liberar las manos de Pablo, donde ya había un poco de sangre. —Al cual tu mataste.

Javier comenzó a retroceder asustado.

—¿Luis lo mató? ¿Es el asesino?

—Lo hice, pero porque él me obligó, yo no quería. Ahora sí no les importa quiero irme de aquí, no quiero que él regrese y termine de matarnos a todos aquí.

La noche había llegado a la ciudad, los chicos salieron de aquella aula donde habían permanecido secuestrados durante algunas horas, cada uno de ellos estaba por irse a su casa, lo único que habían podido averiguar era una cosa, que Luis y Vicky, no tenían nada que ver con los asesinatos.

***

Grupo: Curso de inglés.

Pablo: Tu plan fue un fracaso, estamos libres, hijo de perra.

Milena: ¿Que pasó, Pablo?

Pablo: No quiero hablar con ustedes, si hubiéramos ido todos, no hubiéramos estado a punto de morir.

Milena: Lo siento por no ser una estúpida con ganas de que me maten.

Pablo: Nadie pidió tu opinión, mejor cállate.

Milena: Pues pareciera, ojalá estuvieran muertos.

Luis: No sabes lo que dices, Milena, es horrible lo que nos pasó, Alejandro está muerto.

Manuel: Algo me decía que alguien iba a morir.

Luis: lo sabrías si fueras el culpable, sospechoso agregado a la lista.

Manuel: ¿Hablas de mí?

Pablo: Ahora no culparemos sin pruebas, esto ya tiene que parar.

Alexa: Yo no quiero participar, y creo que Javier tampoco.

Paola: ¡Dios mío, Alexa! ¿Acaso no has leído los mensajes?

Alexa: ¿Debería?

Paola: Si, alguien nos quiere muertos, tenemos que descubrir quién es antes de que termine con todos.

Alexa: Si alguien estuviera muerto, toda la ciudad lo sabría.

Ana: Los policías no quieren que se sepa.

Matt: Quieren ocultarlo porque no quieren ayudarnos.

Manuel: Ellos están impidiendo que la noticia se dé a conocer en la ciudad.

Alexa: ¿Quién ha muerto?

Ari: El más reciente es el profesor y según lo que leí, ahora también Alejandro.

Nina: Bryan y Jazmín también lo están.

Alexa: ¿Esto es un tipo de broma?

Pablo: No Alexa, estamos diciendo la verdad.

Paola: ¿Por qué piensas que es una broma?

Alexa: Justo estoy yendo a casa de Jazmín, Fernanda y yo vamos ahora mismo.

Amber: Hola Alexa.

Alexa: Te dije muy claro, no quiero convivir contigo.

Amber añadió a Fernanda.

Fernanda: Qué buena broma, chicos.

Ari: ¡No es broma!

Fernanda: Si claro, ¿Ven? Por eso no quiero mezclarme con ustedes malditos nacos.

Amber: La mayor diversión está a punto de comenzar comienza.

Amber añadió a Raúl.

Amber añadió a Estefanía.

Amber añadió a Taylor.

Amber añadió a Tyler.

Fuera del grupo...

Alexa y Fernanda se encontraban caminando por las calles nocturnas de la ciudad, ambas se dirigían a casa de Jazmín, ya que habían recibido un mensaje por parte de la chica.

—¿Les crees? —Fernanda se notaba confundida después de leer los mensajes del grupo, no creían posible que los chicos estuvieran siendo perseguidos por un asesino.

—No, no creo que sea verdad, lo que si me parece extraño es que Jazmín nos haya hablado a nosotras, no es que seamos buenas amigas, ni nada, ¿Para qué nos invitó a su casa?

Fernanda no respondió nada, pues algo dentro de ella, le decía que todo era real, y que tenían que regresar, pero no lo hicieron.

Cuando ambas llegaran a la casa de Jazmín, comenzaron a tocar la puerta, al ver que el timbre no funcionaba. Después de algunos toques, la puerta se abrió acompañada de un rechinido.

—¿Pasamos?

—Claro, seguro nos dejó la puerta abierta.

Las dos chicas entraron a la casa, la cual se encontraba completamente a oscuras, lo poco que se podía observar, era gracias a la luz que proporcionaban las lámparas de la calle.

—¡Jazmín, ya llegamos!

Un portazo proveniente de alguna habitación hizo que ambas chicas se sobresaltaran asustadas.

—Hay que irnos, siento que Paola nos está diciendo la verdad —Fernanda suplicó asustada.

—No, creo que ellos están haciéndonos una broma —Alexa se dirigió hasta las escaleras, Fer tan solo la siguió. —¡No es gracioso, Fernanda esta muy asustada, detente!

Su respuesta fue el sonido de una puerta rechinar, acompañado de un grito por parte de Fernanda.

Cuando Alexa se giró para ver a su amiga, esta tenia un gran cuchillo incrustado en el hombro.

—¡Ayúdame!

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Espero y les haya gustado, agradezco mucho sus comentarios.

¿Ya tienen algún sospechoso?