Vicky envío una foto.

Foto:

En la foto se puede observar al profesor tirado en el suelo de la dirección de la escuela, este tiene un agujero en su frente, sobre él están los expedientes de María y de Luis.

Paola: ¡Maldita, asesina!

Alejandro: ¡Dios mío! ¡Debí matarlos a los dos!

Carlos: Déjanos en paz, por favor.

Vicky: Chicos.

Ari: Vicky, no tenías que hacerlo, él no tenía la culpa de nada, solo trato de protegernos.

Amber: Les dije, esto no termina hasta que todos estén todos muertos.

Vicky: Chicos, yo no soy la ayudante.

Pablo: ¡Cállate! La policía ya va tras ustedes.

Luis: Nosotros no somos los asesinos, tienen que creernos.

Nina: Claro que lo son, ustedes mataron al profesor.

Vicky: Les juro chicos, saqué a Luis de su casa, lo lleve a la escuela para esconderlo, Alejandro sería capaz de matarlo, pero cuando llegamos aquí, el profesor estaba muerto, y su celular no está por ningún lado, seguro el verdadero asesino trata de culparnos.

Ana: No creo, ustedes están mintiendo.

Amber: Son tan fáciles de engañar, son unos idiotas.

Vicky: ¿Tú te llevaste los expedientes?

Amber: Solo les puedo decir que mi ayudante los tiene, en ese expediente se revelan demasiadas cosas.

Alejandro: Entonces, Si Luis no es el asesino, ¿Por qué hacías esas cosas?

Luis: Lo admito, tengo problemas, pero no son tan graves.

Manuel: No terminan de convencerme, entonces si ustedes no hicieron nada, vayan a la policía, ya los está buscando.

Carlos: Luis, lo siento por el golpe.

Luis: Tranquilo Carlos, lo hacías para protegerte.

Vicky: No puedo creer que hayan pensado que yo era el ayudante.

Pablo: El otro expediente que está con el cuerpo del profesor, ¿De quién es?

Vicky: Es de María, ella también tenía problemas, creo que el asesino quiere que pensemos que de alguna manera María tiene algo que ver aquí.

Paola: Entonces, mi aplicación aún servirá para algo.

Amber: No podrán con nosotros.

Profesor: Hola chicos, espero no extrañen al estúpido profesor.

Nico: Debí sospechar que no era el profesor.

Ana: De alguna manera, Luis sigue siendo mi principal sospechoso, eso no cambiara hasta que el verdadero asesino vaya a la cárcel.

Luis: Como lo dije antes, no me importa Ana.

Vicky: Tenemos que sacar nuestros propios sospechosos, ya que la policía no nos hará caso, solo quieren que nos quedemos con la boca callada.

Alejandro: Si ellos no hacen nada, hay que hacerlo nosotros mismos, cuando encontremos al estúpido psicópata lo voy a matar.

Pablo: Tienes toda la razón en querer hacerlo, Alejandro, pero ¿Eres capaz de matar?

Ana: Yo te apoyo, Ale.

Alejandro: Si, Pablo, lo mataré.

Luis: Ya no hablemos de eso.

Vicky: La policía ya llegó a la escuela, se están llevando el cuerpo del profesor.

Nico: ¿No te dijeron nada Luis?

Luis: No, tan solo entraron sin decir nada, tomaron el cuerpo y se lo están llevando sin decir nada.

Paola: A ellos no les importa.

Manuel: Hay que decir algo, no nos pueden dejar morir a todos.

Amber: Para mi mejor.

Profesor: Nunca pensé que seríamos tan libres haciendo lo que nos gusta.

Paola: Listo chicos, creo que lo tengo.

Fuera del grupo:

—¿Ahora que hacemos? —preguntó Nina un poco asustada.

—Como lo dijo Alejandro, tenemos que hacerlo nosotros mismos —Pablo tomó el celular con la aplicación que Paola había descargado. —Creo que es la única forma de poder salvarnos.

Cuando vio la localización que daba el GPS, se quedó sorprendido, pues está señalaba la escuela, dónde Luis y Vicky se encontraban.

—¿Mentir es fácil? —preguntó Paola.

—Para algunas personas lo es, y creo que Luis y Vicky nos están mintiendo.

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Espero y les haya gustado.