─No podrás averiguar nada si estas muerta.

─Por eso empezaré ahora.

Pablo tan solo se quedó callado, pues la idea de Paola no le gustaba para nada.

—¡Esto no puede seguir así! —gritó Paola molesta mientras se ponía de pie. —Ya no lo soporto.

Pablo se acercó a ella, él estaba preocupado por su hermana, pues su plan de ir tras el celular de alguna de sus víctimas significaba toparse frente a frente con el asesino.

—¿Tu eres? —preguntó Paola mirando a Pablo a los ojos.

—¿De qué hablas?

—Tu muy bien sabes de lo que estoy hablando, no te hagas.

—En verdad, Paola, no sé —dijo Pablo caminando a la puerta.

—¿Eres tú el asesino?

Pablo se quedó callado, sin decir nada salió de la habitación de Paola.

Grupo: Curso de inglés.

Rodrigo: Hola chicos, ¿Qué hacen?

Nico: Esto no es así, tú no tienes el derecho de preguntar nada maldito asesino.

Ana: Luis es el asesino.

Profesor: Chicos, necesito que todos acudan a la escuela mañana.

Paola: ¿Eso para qué?

Pablo: No es buena idea, profesor, no quiero ponerme en riesgo.

Luis: ¿Sigues con lo mismo, Ana? Ya invéntate otra.

Manuel: Yo estoy más que dispuesto a ir.

Amber: Él nos matará si nos reunimos, esto es una mala idea.

Profesor: La policía me lo dijo chicos, Jazmín y su madre están muertas.

Ana: ¡Dios mío?

Alejandro: Se lo dije profesor, pero usted empeñado en que todo estaría bien.

Milena: Él quiere matarnos a uno por uno, y parece que se le esta haciendo fácil.

Ari: Quiero mi vida de vuelta.

Rodrigo: Claro que la tendrás, Ariana, cuando estés muerta, no te preocupes.

Pablo: Aléjate de nosotros, estúpido.

Profesor: Mañana todos a las 10 de la mañana, el que falte será el primer sospechoso.

Rodrigo: Ahí estaré.

Vicky: Igual yo.

Amber: ¡No nos obligue!

Profesor: Lo siento Amber, la policía quiere hablar con todos, el asesino es alguien del grupo y pronto lo sabremos, los asesinatos no pueden quedarse sin un culpable.

Carlos: Pero si a la policía no le interesa nada, que extraño que hasta ahora se empiecen a interesar.

Amber: ¿Ven? Todo esto debe ser una trampa del psicópata y no caeremos.

Profesor: La escuela es segura chicos.

Luis: Claro, lo mismo pensaban los chicos que fueron asesinados en la biblioteca en AHS.

Ana: ¿Eres como él verdad?

Luis: ¿Como quién?

Ana: Como Tate, por eso todo esto, eres tú, ya dinos la verdad.

Luis: Eso es horrible Ana, ustedes son mis compañeros, a los cuales veo a diario, no sería capaz de hacerles daño.

Vicky: Él tiene razón, ¿Qué tal y el asesino no es alguien que es cercano?

Matt: ¿A qué te refieres?

Vicky: Miren, qué tal y el asesino de María, Jazmín y de Bryan no es alguien de la escuela, él quiere hacernos creer eso.

Luis: Tienes razón.

Ana: ¿Entonces dejo de sospechar de Luis?

Luis: ¿Sigues?

Pablo: Eso tendría algo de lógica, ya que si alguien en la clase fuera un asesino ya lo habríamos notado desde hace mucho, ¿No creen?

Paola: Eso mismo quiero creer, pero ahora mismo me es imposible.

Pablo: ¿Por qué?

Paola: Chicos, ¿Si tengo una sospecha que hago con ella?

Luis: Solo no culpes a alguien sin razón, primero está meramente segura y luego ya.

Amber: Eso es algo estúpido.

Vicky: Bueno, ¿Que opinan de mi punto?

Profesor: Eso puede ser una posibilidad, Vicky, pero es más creíble que alguien de la misma clase quiera matarnos, ya sea porque nos odia o él ya tendrá sus razones, a que alguien desconocido este cazándonos.

Pablo: Nunca se sabe profesor, todo puede pasar por algo.

Paola: La verdad si, a veces hasta lo impensable.

Rodrigo: Pues parece que la organizadora no llegara mañana.

Paola: ¡Ya me tienes harta! Juro que te vamos a descubrir e irás a prisión.

***

Fuera del grupo:

Paola seguía muy preocupada por Pablo, ella seguía negándose a pensar que él podría ser el asesino de la clase.

Ella salió de su cuarto y se dirigió a la cocina, justo al llegar, su padre y su madre estaban por salir.

—No quiero que salgan, cuídense —dijo la madre de Paola para luego salir de la casa.

Paola pensó que sería el momento para confrontar a hermano sobre el tema, así que ella corrió a la habitación, al llegar no había nadie ahí.

—¡Pablo! —gritó Paola un poco nerviosa. Ella no recibió ninguna respuesta. —¿Estás aquí?

La chica caminó nuevamente a las escaleras, pues iría de regreso a la cocina.

Cuando llegó, se detuvo en seco cuando escuchó que alguien trataba de abrir la puerta principal.

—¡Pablo! —gritó Paola asustada. —¡Alguien quiere entrar a la casa! ¡Ayúdame!

La puerta se abrió dejando ver a un chico con un pasamontañas, el portaba un cuchillo en su mano, este tenía sangre que al parecer pertenecía a la madre de Jazmín, pues ella había sido la última víctima del psicópata.

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Espero y les haya gustado.