Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día 7

Amanecí más tranquilo. Cliff conversó con James sobre mi percance de ayer. No he tomado la palabra con Lars, a pesar de que él ha querido cuidar de mí al respecto. Evitarlo en el bar ayer me tuvo en calma absoluta. En el desayuno, mantuve los ojos cerrados para concentrarme en mi propia salud. No recuerdo mucho de lo que estudié ayer, hay que ser honestos y prefiero quedarme con eso. Mañana podré reincorporarme. Objetivamente, soy el único preocupado por esa cagada. Tengo derecho a descansar.

Tras la comida, me fui a ensayar guitarra y con una cámara, me grabé improvisando unos solos. Con mi instrumento me sentí yo mismo, estaba en mi mundo y aquí nadie podría dañarme. Siento que volví a nacer y la mierda que me hizo colapsar no me haría daño de nuevo. Almorzamos más tarde y le sugerí a James que viéramos una película en su cuarto.

— Es extraño que sugieras eso —Comentó antes de darme una respuesta, yo secaba los trastes mientras él lavaba—. Bueno, ¿por qué no?

Tuvimos suerte de agarrar en la televisión la primera película de Star Wars y picamos unos snacks. No suelo pasar tanto tiempo a solas con él a menos que sea para tocar guitarra, pensé que sería un buen momento para que compartiéramos. Fue entretenido.

— Iré a estudiar, ¿me acompañas? —Sugirió el rubio.

— No, gracias, me he enredado mucho estos días por eso.

— Mierda, verdad —Hizo una mueca—. Vamos a acompañarte, bro, no estás solo para el ensayo final —Me dio un golpecito amistoso en el brazo—. Somos una familia.

— Cierto —Sonreí al sentirme apoyado.

Él regresó a su cuarto para dedicarse a lo suyo y yo me instalé en la sala de estar. En el stereo, coloqué la señal de radio y sonaba música pop genérica. Estaba cómodo con eso. Quería perder el tiempo y ser yo mismo. Empecé a bailar al ritmo. Mis rizos danzaban por el aire mientras sacudía mis caderas.

Extraño a Lars. Me encantaría que él sintiera lo mismo y dejar de engañarme. Ser sólo amigos es lindo, sin embargo, hay un nudo en mi garganta que explotó ayer. El reality show ha sido un pretexto, pues, esta inquietud se ha ido cocinando por muchos años. Ulrich es un sujeto coqueto y soy demasiado imbécil para saber si es una broma o no, sé que a veces la agarra muy fuerte conmigo con sus bromas. Pero... ¡Mírenme a los ojos y niéguenme que su especial cariño no da para pensar! Cuando es protector, el mundo se llena de colores y pienso que no soy tan patético en esta vida. Creo que soy un iluso por siquiera plantearme que sea recíproco.

Algún día... ¿Alguien podría amarme de la misma manera en que yo lo he hecho con Lars? Sin esperar nada a cambio, una lealtad eterna... Y si llega a ser el caso de que ese 'alguien' posea la capacidad, ¿yo le amaría de vuelta? ¿O estaría perdido, todavía, en lo que Lars pueda llegar a pensar de mí? Jamás podré superar a ese tonto danés. Y me apena. Sé que hay miles de personas y no me interesan.

Odio ser homosexual. La vida se te complica. Tienes miedo. Te reprimes.

— Tremendos pasos, Kirky —Salté por el comentario del susodicho.

— Mierda, me... me asustaste —Forcé una risa con el objetivo de no tornar incómodo el momento.

— Oh, no, tú sigue.

Tomó mi mano y procedió a moverse con la música también, le seguí la corriente, sin dejar de contemplar su mano. ¿Es esto un sueño? No me digné a soltarlo, parecía que no le veía el drama y su naturalidad generaba un terremoto en mi estómago. Inhalé profundo. Está bien. Quiero sostener su mano por siempr...

— ¿Quieres ir afuera? Salir, a tomar aire.

—...¿con los chicos? —Murmuré torpe, esa petición me sacó de onda.

— Nah —Soltó mi mano y la posicionó en su cadera—, tú y yo, mejores amigos —Especificó con una sonrisa encantadora—, ¿dale?

Que me llamara 'mejor amigo' es doloroso, sí.

— Sí, vamos —Forcé mi felicidad.

Grabamos nuestro camino hacia un Starbucks, pedimos nuestros cafés helados y en el instante en que nos sentamos, él cortó la grabación.

— ¿Y eso? —Le di un largo sorbo a mi orden. Este lugar olía realmente bien y estaba calentito— Pensé que sería un buen sitio para documentar...

— Quiero que seas tú mismo, y que esta sea una noche de los dos.

— M-me parece... —Mis mejillas se ruborizaron por lo bonito que sonó. Es que, fue casi romántico. Estoy maravillado.

— Um... —Humedeció sus labios antes de hablar, mientras yo seguía sorbiendo de mi café— Eres adorable, Hammett, ¿te lo han dicho?

Me atraganté y tosí como desgraciado, él me dio un par de palmaditas en la espalda.

— ¡¿Qué?! —Dije con retraso, MUCHO retraso.

— Que eres agasajable —Explicó y quise matarme porque escuché mal—, sin las cámaras, ya sabes... —Probó su café— Eres mi hermano cuando no te enfoco con el lente, eres increíble —Suspiró... ¿contento? No puedo describir lo que expresa su rostro—, cuando te enfoco, eres frío y distante —Exhaló—. Eso no me gusta.

— Ah, dale, dale... —Rodé los ojos, no es como si él tuviera la culpa de mi jodida sordera.

Continuamos degustando lo que compramos en silencio, al acabar yo último, decidió volver a hablar:

— Hay una playa por aquí cerca y no hemos ido ningún día a visitarla...

— ¿Quieres que vayamos? —Parpadeé, necesito detalles.

— Ahora —Aclaró.

— Pero... No hay vigilantes a esta hora —En serio, péguenme por mis horribles diálogos.

— Podemos estar en la arena y disfrutar la vista, ¿no? —Movió las cejas de modo sugestivo.

— Ah, bueno.

Estaba a un par de calles de ahí y todavía se veían a personas vacacionando en la orilla. Botamos los envases plásticos del Starbucks y entramos. Me agarró del brazo y se puso a correr, asustado, me afirmé de él para evitar tropezar. Recorrimos la arena hasta que me cansé y cedí ante la adrenalina, cayendo él conmigo. Carraspeé en busca de aire entretanto él parecía estar repuesto, odio no ser tan atlético como él. Jugó con mis rizos por un momento y se recostó en mi regazo.

— Te falta trotar un poco más.

— Un poquito —Tosí antes de inhalar bien profundo.

Las olas nos arrullaban. Las luces de la ciudad y la luna era lo que nos iluminaban. Acaricié la parte alta de su espalda mientras esperaba a recuperar mi aliento. Creo que este es uno de mis momentos favoritos. La brisa cálida sacudía su cabello. Sus ojos brillaban como nunca. Quisiera capturar este momento y recordar que cada vez que él tiene contacto conmigo, sonrío como tonto. Las mariposas de mi estómago quieren salir. El mundo está por y para nosotros dos.

Queda poco de viaje para terminar el proyecto. Me pregunto cómo serán las cosas... ¿Debería dar el siguiente paso apenas entreguemos nuestro documental?

— Adoro pasar tiempo contigo —Confesó.

— Y yo... — ¿Qué más podría responder? Ojalá gritar mis sentimientos amorosos ahora mismo.

— Quisiera... —Dejó inconclusa su frase y se acomodó al lado mío, rostros frente a frente.

— ¿Quisieras...? —Tragué saliva, soy incapaz de dilucidar el punto de esta conversación.

Ocurrió tan rápido que tardé en reaccionar. Lars me robó un beso... ¡En los labios! No puedo creerlo, ¿de verdad está pasando? Devolví el gesto, apasionado. Envolvió sus manos en mi cintura y yo me aferré a su cuello. Mi cerebro genera dopamina de manera enferma. El sabor de su boca me tenía en el paraíso, es como si hubiera vuelto a nacer. Es tan gentil, suave y cálido en su actuar... Poco a poco fue escalando en intensidad y mi respiración comienza a hacerse más agitada, yo, no puedo más...

— ¡Fanden! —Gritó él de repente y ambos dimos un salto hacia atrás.

Una jodida ola había llegado hasta acá y nos mojó las zapatillas enteras.

— El mar se está poniendo más bravo a esta hora —Señaló, levantándose y me ofreció su mano para que hiciera lo mismo—. ¿Te parece si regresamos?

— Ehh... —Ughhh, ¡estoy mudo ahora!

— No te vayas a enfermar si te quedas con los calcetines húmedos.

— Uhhh... ¡Cierto! —Hice una mueca— Vamos...

El camino a casa fue incómodo a cagar. No pronunciamos palabra alguna y menos acerca de lo que acababa de pasar. Supongo que está bien, si ni él, que es el amo de abrir la bocota, quiere tomar el tema, puede esperar hasta mañana. No hubo gestos cariñosos físicos desde entonces. Para rematar, el caminar con los pies mojados era asqueroso. ¿Estará arrepentido de lo que hizo? ¿Qué somos? Ahh... ¡Debo dejar de sobrepensar! Lo único que pronunció antes de irse a dormir fue:

— Buenas noches, que descanses —Parecía preocupado. Se quitó el resto de su ropa, quedando en bóxers y me dio la espalda.

— Buenas noches... —Dije varios segundos después. Estoy seguro de que no me escuchó.

Me siento un tanto herido. La confusión del ambiente puede hasta olerse. No hay nada que hacer por ahora. Rememoré el sabor de sus labios por una última vez en mi imaginación antes de cerrar los ojos, esperando poder dormir algo con esta ansiedad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro