🎶 Psicofonía 2 🎶
El viaje duró dos horas y media. Al fin habían llegado. El lugar estaba realmente alejado, pasaron un puente en medio de un bosque -después de pasar una colina pronunciada-, que les pareció totalmente tenebroso, además que el estado del estrecho puente no era el mejor que habían visto.
Recorrieron el resto del camino a través de ese bosque tan frondoso, el cual sabían que no tendrían el valor de cruzarlo si la noche caía. Al fin llegaron, estaban frente a unas rejas enormes cubiertas por plantas enredaderas, que parecían querer devorarse el gastado metal.
-¿Cómo entramos?- preguntó Jimin al bajar del auto y ver que esa enorme puerta tenía puesto un candado bastante grande y un letrero enorme que decía "No pasar" el cual estaba menos desgastado que lo demás.
-Podemos trepar por el muro, hay muchas ramas que nos ayudarán.
-Me dan miedo los insectos- susurró Jimin, cerrando los ojos, imaginando los más feos insectos que podía haber en esas ramas.
-Oh, Mimi. ¿Tienes miedo de los insectos pero no de un posible fantasma que nos pueda maldecir?- musitó socarrón.
Jimin lo golpeó en el hombro, con las mejillas levemente sonrojadas.
-Tonto, a los fantasmas no los veo, así que no me dan miedo, pero a los insectos sí puedo verlos y son asquerosos- sacudió su cuerpo como repeliendo muchos mosquitos.
-Eres un caso- Yoongi carcajeó mientras negaba con la cabeza.
Yoongi subió primero por la pared del lado derecho y esperó a Jimin en la cima. Al estar cargando una mochila mucho más grande que la de su novio, le costó más poder subir.
-¿Ahora qué? Está muy alto para sólo saltar.
-Mimi, no me digas que también le temes a las alturas- lo miró fijamente a los ojos y Jimin no pudo mantener la mirada.
Yoongi soltó otra carcajada al darse cuenta que Jimin sí tenía miedo a las alturas.
-Yo bajaré primero, me lanzas tu mochila y después yo te recibiré- propuso Yoongi, a Jimin no le quedó de otra que asentir con la cabeza.
Yoongi saltó con tal agilidad que dejó perplejo a Jimin.
Yo creía que mi novio se parecía a un gatito por su carita, veo que no sólo se parece por eso, pensó Jimin, sonriendo para sus adentros por su nuevo descubrimiento.
Yoongi recibió la pesada mochila, que lo hizo tambalear un poco.
¿Qué trajo acá? ¿Piedras?
Protestó un cansado Yoongi.
-Ahora, sólo salta. Yo te recibiré- Yoongi abrió los brazos, esperando por Jimin.
El menor no se atrevía a saltar, las piernas le temblaban, pero en cuanto vio la sonrisa de su novio, supo que él no lo defraudaría, siempre lo cuidaba y ésta no sería la excepción.
-¡Allá voy!- se lanzó con una gran sonrisa y ojos cerrados.
Yoongi se espantó cuando vio que Jimin se lanzó con tanto impulso que no caería dónde él lo estaba esperando. Corrió a su alcance, con el corazón en la mano por el miedo de no poder atraparlo.
Segundos después, Jimin cayó en sus brazos, que a duras penas logró alcanzar, por lo que ambos cayeron al piso.
-¡Sabía que me atraparías!- Jimin se abrazó a Yoongi con una sonrisa triunfante, ajeno a todo lo que sufrió su novio.
Yoongi prefirió no reprocharle nada, sólo lo abrazó más fuerte.
-Siempre estaré allí para atraparte, mi mochi precioso- le dio un tierno beso. Jimin se aferró más al abrazo, permaneciendo así por varios minutos.
Un sonido estruendoso proveniente de la mansión, los hizo separarse.
-¿Qué fue eso?.
-Tal parece que, lo que sea que esté dentro, ya sabe que estamos acá- respondió Jimin, levantándose junto con Yoongi.
-A lo que venimos- animó Yoongi, más para sí mismo que para Jimin. Pues aunque no le dijo nada, él si tenía miedo a los fantasmas.
Jimin estaba emocionado, se puso la mochila y caminó rápidamente al interior, sin notar que su novio estaba siguiéndolo más pálido que nunca.
Al cruzar el extenso y mal cuidado jardín, que tenía más malezas que las plantas propias de un jardín, se toparon con una enorme puerta que anunciaba el inicio de la gran casona. La puerta imponente de mara, a simple vista bastante desgastada, estaba invadida por más enredaderas, dándole un aire tétrico, aunque lo sería más si hubiera sido de noche.
-¿Ahora cómo entramos?- Jimin inspeccionó la puerta, pero no encontró nada que se pareciera a un cerrojo.
-Quizás exista una ventana que podamos romper- finalmente parecía que el miedo de Yoongi se evaporó.
Jimin le sonrió por la estupenda idea, poco a poco se fueron a los lados. Toda la edificación estaba envuelta con enredaderas, la mayoría secas, dejando un rastro de hileras tan fuertes que parecían estar estrangulando a la mansión.
Finalmente, Jimin encontró un gran ventanal al extremo derecho de su posición anterior. Extrañamente ese lugar no tenía ningún tipo de planta que hubiera causado algún daño. Con un poco de esfuerzo, al fin estaban dentro; después de un salto un poco largo, se sacudieron sus ropas y vieron asombrados el interior.
-¡Wow! No puedo creerlo, nuestro primer allanamiento exitoso- festejó Jimin con un saltito, Yoongi hizo una mueca no muy contento por cómo sonó eso.
-Prefiero llamarlo, exploración.
-Sí, sí, como digas. El nombre no importa, importa encontrar lo que vinimos a buscar- se cargó la mochila y comenzó con la inspección.
Yoongi rodó los ojos y siguió a su eufórico novio.
El suelo crujía ante sus pasos, el polvo levantándose a su toque. Pese a ser de día, el lugar no era muy visible, pues la mayoría de los ventanales estaban cubiertos por las ramas de la enredadera, a excepción del ventanal por el que ingresaron.
Observaron asombrados el salón donde se encontraban, grandes candelabros cubiertos por telarañas caían colgados del alto techo. Finos muebles tallados con diseños barrocos llenaban el espacio, también cubiertos por ese manto de polvo y telarañas.
-No quisiera limpiar este desastre- musitó Yoongi, un poco asqueado por la imagen y el olor a humedad.
-Yo menos- tembló de miedo al ver tantas telarañas, que lo hicieron imaginar horribles y abundantes arañas.
-Al menos traje mi insecticida, por si veo alguna malvada araña- agregó, temblando con la dichosa botella en spray que ya había sacado de su mochila.
-No seas exagerado. En todo caso quien debería de tener miedo son las pobres arañas ¿Te imaginas ver a alguien gigante con intenciones de aplastarla o matarla? Eso sí da razones para tener miedo- trató de razonar con un paranoico Jimin.
-Cállate, tú no entiendes mi fobia- se quejó ofendido, no iba a soltar su arma de defensa por ningún motivo.
Siguieron caminando hasta que llegaron al recibidor que se encontraba tras la puerta principal. Al fondo divisaron una chimenea de gran tamaño, igualmente tallado con diseños exóticos. Quien sea que construyó esa mansión era definitivamente amante del estilo barroco.
Grandes pinturas decoraban el interior, muchas de ellas cubiertas por mantas, al igual que la mayoría de los muebles desde ese lugar en adelante. Al lado izquierdo encontraron enormes escalones que los dirigían a los pisos superiores. Mientras que al lado derecho, una pequeña puerta estaba entreabierta, mostrando unas angostas gradas que descendían.
-¿Dónde pondremos tus grabadoras? El lugar es inmenso.
-No tengo idea, si dicen que alguna vez han escuchado algo tiene que ser muy fuerte, porque los humanos no podemos captar las leves ondas de sonido que producen los espectros- explicó Jimin, pensando estratégicamente dónde colocar sus dos grabadoras.
-Yo escuché a mi abu, sin grabar nada.
-Es un caso peculiar, puede que tu oído esté más desarrollado. Aunque también hay una teoría: Los fantasmas o espectros pueden manipular la onda de sonido en la que ellos se expresan. Es decir, ellos pueden controlar si quieren ser escuchados por nosotros, o no. Por otro lado, los animales no necesitan de ello, porque pueden escucharlos o quizás incluso verlos, porque sus sentidos son más desarrollados- explicó Jimin al sacar una de sus grabadoras.
En ese momento, un estruendoso sonido retumbó por toda la mansión. Un viento helado atravesó el ventanal por donde ellos habían ingresado, golpeando todo a su paso.
Jimin se apresuró a encender su dispositivo, justo antes de que esa ráfaga de viento los impactara, lanzándolos al piso con más fuerza de la que imaginaron.
Todo comenzó a temblar, los candelabros, los cuadros, los muebles, las pocas pertenencias que yacían sobre los muebles. Las telas que cubrían la otra parte del amueblado.
-¡Algo no nos quiere aquí! ¡Lo hemos molestado! ¡Vámonos! - Yoongi gritó histérico, jalando a Jimin para salir de allí.
-¡Aún no puse la otra grabadora! - se soltó del agarre de su novio, sacó la otra grabadora y otro sonido estrepitoso se escuchó a lo largo de lo que parecía ser el piso de arriba.
-¡No hay tiempo! ¡Salgamos de acá!- Yoongi intentó jalar a Jimin, pero el menor se echó a correr dejando a un más pálido Yoongi.
La mansión se movía más intensamente a cada segundo, parecía que era a causa de un fuerte terremoto. Pese a ello Jimin quería dejar la grabadora en algún otro lugar. Sin más opciones, fue hacia esa pequeña puerta que seguro dirigía a una especie de sótano. Colocó su grabadora encendida en la segunda grada y volvió con su novio que ya tenía las mochilas en su cuerpo.
Yoongi lo miraba totalmente enfurecido, tomó su brazo y corrieron al ventanal. De repente la puerta principal se abrió.
-¡Creo que eso es una invitación a que nos larguemos de acá!- vociferó Yoongi, jalando a su novio al exterior de ese lugar.
Una vez totalmente fuera de ese terreno de la mansión, junto a su pequeño automóvil, pudieron respirar más calmadamente.
-Sólo espero que la cinta especial logre grabar un buen material antes de acabarse- jadeó Jimin, totalmente cansado por la carrera que dieron.
-¿Sigues pensando en volver?- Yoongi no podía creerlo.
-¿Cómo piensas que escucharé las psicofonías, si no vuelvo?
Yoongi bufó, ingresó al auto y Jimin se reía por dentro. Al fin y al cabo, su novio sí tenía miedo a los sucesos paranormales. Realmente parecía una gatito asustado.
-Volveremos mañana, podemos quedarnos a dormir en ese pequeño lugar que parecía un pueblo o algo así- volvió a hablar Jimin una vez estuvo dentro del auto.
Yoongi no dijo nada, sólo encendió el auto y condujo lejos del lugar.
No puedo creer que todo lo que vimos no le haya dado miedo, pero le tenga miedo a una insignificante araña.
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Holis 💜 les traigo el segundo capítulo de ésta emocionante historia ☺️
Espero les guste 😌
Lxs amo, no olviden cuidarse mucho 😘
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