Fui débil, no logré odiarte, lo siento.
Te quise tanto, que no seguirte lo afirmó
Pues, aunque tú te fuiste por miedo
Yo te dejé ir, como último acto de amor.

Aprendí que sin ti hace frío, pero se vive
Sin ti la música no se baila, pero aún existe.
No te necesito, sin ti puedo respirar
Pero si no estás aquí, el aire es difícil de acaparar.

No quería volver a verte, eso fue lo que dije
Llegué a quererte más no a tenerte, ¿o lo hice?
Conservé todo lo que me ayudara a recordarte
Para afirmar así, que podía olvidarte.

¡Maldita ambición! Eres una fuerza imparable
¡Incierto destino! Completamente inamovible
Al verte de nuevo, sentí algo que es solo comparable
Al éxtasis de ver un fantasma; poco probable, más no imposible.

Todo acabó, fue un final incierto
Un fantasma, así es como te veía
Yo te esperaba como a un muerto
Sabiendo que jamás regresarías

Creí que este amor murió aquel día
Fue enterrado, sepultado, olvidado
Demacrado, desterrado, exiliado,
Y sin embargo ¿Por qué lo siento latir todavía?

Solo bastó una palabra
Y se reavivó el fuego de la esperanza
¿No me había entrenado para olvidar?
Tal parece, solo lo hice para ignorar

¿Cómo culparte por eso? Nunca podría
Fui yo quien te sostuvo, aún sabiendo lo que pasaría
Más no seré quien te retenga, te suelto libremente
Y yo, cargo con esto, a la deriva y a mi suerte

Desgraciado aquel que se deja guiar por un cerebro mudo
Que va montado en los hombros de un corazón ciego
Es un alma inocente, que hizo lo que quiso y cuando quiso no se pudo
Vulnerable e inconciente, por amor daría todo su sosiego.

Comienza a hacer frío, ya se siente tu ausencia
Irme. Irme es todo lo que debo. huir lejos de ti y tu recuerdo
No te pediré que te quedes, es mejor que te lo diga tu conciencia
No lo deseo así, pero tú no me quieres, no como yo a ti, triste pero... ¿cierto?

Al final, amar a quien no te ama es igual a morir
Y si ayer moría por tus besos, tus caricias y tu amor
Hoy prefiero que me mate tu ausencia antes que vivir
Esperando un "sí" que no vendrá, solo queda dolor.

Es tarde, el tren que me alejará de ti está por marchar
Hice una breve parada para verte, debo volver a subir en él
Sabes bien, querida, que siempre te voy a recordar
Igual que hasta ahora, menos que mañana, pero más que ayer

Te digo adiós sonriendo, y sintiendo mi alma quebrar...
Me despido, con la desolación de amar sin ser amado
Camino lento, por si quieres retenerme un poco más...
Nada. Antes de partir, tú ya te habías marchado

Te digo adiós, imaginando que me pides que me quede
O como mínimo, que me devuelvas el corazón
Me despido, dejando atrás lo que fue mi más intensa ilusión
Adiós para toda la vida, aunque la vida no me alcance para que muera este amor

Dejo en tus manos un poema lleno de lágrimas por esta herida
Me consuela saber que alguien más ya se había sentido así:
"Te digo adiós para toda la vida,
Aunque toda mi vida siga pensando en ti"

—Kevinicio JH. (Late corazón, late, solo eso me queda).