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ECLIPSE

Cuando era niño, mi madre solía contarme sobre el dios MunSon, una deidad que se manifestaba de vez en cuando, en los cielos, ese lugar donde ascienden las luciérnagas y se quedan pegadas en su capa oscura a la que llamamos "Noche".

Mamá solía decir, que MunSon, era el ritual por el cual el Dios del Día Sondai y la Diosa de la noche: Mun; unían sus cuerpos y nos llenaban con destellos de pureza, fuera y valor. Convirtiéndose por breves instantes en un solo ser: El Dios MunSon. Cuando este Dios se manifestaba en el cielo, la tierra se oscurecía, él entonces juzgaba nuestras almas, todos debíamos rezarlo mientras la oscuridad nos consumía, cuando terminaba su juicio la luz regresaba, y todos los pecadores morían.

¿Quienes eran considerados pecadores? Aquellos que realizaran cualquier otra actividad, que no fuera rezar durante su sagrada unión, ellos eran considerados pecadores.

Durante su unión, todos debían mirar al cielo, rezarle a MunSon y esperar a que, cuando la luz regresara, siguieran con vida.

Había situaciones en las que no era posible rezar, madres en cinta, tenían sus bebés durante la aparición de MunSon. Estos bebés, eran considerados impuros, malditos desde su nacimiento.

Tenían 2 opciones, la madre tenía que matar a su hijo para expiar su pecado, o, quitarle ambos ojos al niño, pero viviría marginado y sería la prueba de que a MunSon castiga la promiscuidad, por encima de todas las cosas.

Si la madre se negaba a ambas opciones, ella y su bebé morirían, no sin que antes sus cuerpos sean entregados como ofrenda sexual los sacerdotes de MunSon, quienes, eventualmente morirían por falta de comida, agua y descanso. Para así enseñarles que la promiscuidad es de lejos lo más pecaminoso que existe.

Todo eso era lo que mamá contaba, y lo usaba para explicarme el por qué nunca fui capaz de ver nada, yo fui un desdichado que tuvo la mala suerte de nacer cuando MunSon estaba en el cielo, así que fui maldecido por él, fui condenado a no ser digno de verlo nunca... A no ser digno de ver nada.
Fui sentenciada a vagar en la total oscuridad, usando sólo una vara como guía.

En el momento de mi nacimiento nadie notó mi pecado, habían pasado décadas desde la última persona que nació cuando MunSon estaba en el cielo.

Yo viví y crecí sin que nadie sospechara de mi pecado, hasta que, notaron que no tenía vista. La gente volvió a temer a MunSon, pues, no fui capaz de escapar de ello, la mentira no pasó desapercibida de los ojos de esta deidad.

Algunos sugerían sacrificarme, pero otros manifestaron que si lo hacían serían maldecidos también, mi castigo fue ser tratado como escoria, desde que era un niño fui aislado y ahuyentado a pedradas, recibía como alimento las sobras y no se me trataba mejor que estiércol.

Mi madre solía verme de vez en cuando, en las noches, donde nadie juzgarla por acercarse a un maldito como yo, ella me dejaba alimento y contaba la historia de MunSon hasta que yo pudiera dormir.

Amé y odié a mi madre, por mucho que su instinto maternal la hacía cuidarme de vez en cuando, su fe en MunSon era mucho más grande, o más bien, su ingenuidad.

Yo no podía creer en MunSon, ni en Sondai y mucho menos en Mun.
Jamás los había visto, ni tocado, ni oído... Para mí no representaban absolutamente nada. Y ya fuera que creyera en ellos o no, eso no haría que yo pudiera ver todo a mi alrededor como alguien normal.

Pero, la ausencia de la luz en mis ojos me dotó de un exelente oído, cuando Sondai y Mun se unían, la mayoría del pueblo les rendían tributo, pero, por otro lado, podía oír otras cosas, en muchas de las cabañas de la aldea, se escuchaba claramente a personas fornicando, robando y asesinando, se aprovechaban de la oscuridad que cubría la aldea, y de los devotos, o más bien, ingenios, que estaban rezándole a MunSon y no podían moverse, usaban eso para cometer sus crueles actos y luego seguir como si nada.
Al final, en realidad morían perspnas inocentes, y los todos creían que era MunSon quien los mataba por sus pecados.

Yo me preguntaba tanto el por qué. ¿Por qué ellos podían seguir sin ser castigados? ¿Qué fue lo que hice yo? Simplemente nací durante la unión de Sondai Y Mun. ¿Mi pecado fue ese? ¿Nacer en el momento en el que Sondai y Mun se unían en el cielo?

Por muchos años me lo pregunté, siempre que MunSon hacía su presencia yo lo maldecía, cada que él se aparecía yo sufría una catástrofe.

Nací ciego por culpa de MunSon, asesinaron a mi padre mientras MunSon estaba en el cielo, y hace poco, a mis 30 años de edad, mi madre me confesó en su lecho de muerte, el cual, sucedía al mismo tiempo que MunSon estaba en el cielo, que ella fue violada por su padre, acto que ocurrió mientras MunSon yacía arriba. La madre de mi madre era devota, no intentó detener al degenerado de su marido, ni siquiera porque su hija se lo suplicaba, lo ignoró todo y siguió rezándole a MunSon.
Y el día que yo nací, ese día, la madre de mi madre dijo que yo era el castigo del acto su esposo contra su hija.

Me pregunto ¿Quién está ciego en realidad? Yo nunca he visto nada, pero sé bien que MunSon es una farsa, si fuera real todas las personas que pecan en su presencia estarían muertas. ¿Y el pueblo? ¿Por qué no logran ver eso? ¿Qué necesidad tienen de rezarle a 2 dioses fornicando en el cielo mientras ignoran el sufrimiento de sus semejantes a pocos pasos de ellos?

Creamos nuestros propios Dioses, y con ellos, también nuestro propio infierno.

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