Relato final.

Han pasado cuatro meses desde que Jeison está en prisión y la paz anhelada por todos por fin nos acompañaba. Nos enteramos de que este sujeto fue denunciado por más mujeres cuando el caso salió a la luz, en verdad se va a pudrir en esas cuatro paredes de la prisión. Era lo mínimo que se podía pedir, aunque muchos querían su cabeza, por lo que solo rogaba que si moría no fuese a manos de personas cercanas, solo quería enterrar la situación y que no se repitiera.

También desmentimos nuestro supuesto divorcio, estábamos en boca de todos, pero no importaba, nuestra gran familia estaba unida a fin de cuentas. Hoy es mi cumpleaños, todos reunidos en nuestra casa, celebrando y divirtiéndonos a más no poder. Esto, amigos, es la familia de locos.

—¡A que no nos atrapan niños! —dice Harold junto a Kevin al colocarse a jugar en el patio con los niños, mientras que las chicas se encargaban de terminar el asado.

—Qué hermoso es verlos nuevamente con una sonrisa —comenta Lupe al voltear la carne asada, mientras miraba en dirección a sus amigas, casi hermanas.

—En eso tienes razón, gracias a Dios, todo termino y ninguna salió herida —sonreí antes de formular un abrazo.

—¿Juntas para siempre mis niñas? —comenta Jen al elevar una ceja de manera juguetona.

—Juntas para siempre —respondimos en coro antes de reír y seguir con el festejo.

A pesar de las circunstancias puedo decir que soy la mujer más afortunada. Tengo un esposo perfecto, una familia perfecta, amistades y conocidos perfectos; pero no hablo de perfección en el sentido de que sean seres impecables, sino que más bien somos perfectos, por qué somos tal y cuál nos vemos, no debemos aparentar nada y eso sí es perfección.

Mi aventura acaba por hoy aquí, pero sé que no acabará para siempre, solo espero que sigamos teniendo la fuerza para soportar tantos problemas como se vengan; por qué de mi esposo, solo me separa la muerte.

FIN