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XII

Horas más tarde en casa de Jennie.

—Entonces mi Key, ¿qué es lo que ha pasado ahora sí entre Harold y tú? Porque aún no entiendo del todo —la mira mientras se acomodaba en las sillas del patio junto a su amiga, ambas vigilando a los dos niños que jugaban.

—Verás Lupe, lo que paso fue que anoche, al llegar a casa por fin pude ver mi celular, estaba cansada por lo que solo quería llegar a comer, ducharme y acurrucarme en los brazos de Harold, por lo que no había visto mi celular, así que cuando entre que me agarro el wifi, empezaron a llegar los videos de parte de un chat desconocido. Llegue a pensar que sería una broma por la manera en que lo enviaron, inclusive con el mensaje que decía dizque: "Y este es tu esposo que te ama mucho" —hice las comillas con mis dedos mientras la miraba— al no entender lo abrí y era el video de Harold teniendo relaciones con Tiffany, estando mi hija en el sillón dormida.

—No tienes idea de quién te lo pudo haber enviado, ¿nada de nada? —eleva una ceja.

—Para nada, el número ni salía en el detector de llamadas, después salía desconectado... Durante la noche que estuve aquí corrobore la información junto a Jennie con Müller, y bueno, realmente si ocurrió el suceso, aunque mande a borrar ese pedazo de grabación de las cámaras de seguridad. Fue tal la vergüenza, al menos sé que él es de confianza y prometió sacar a Tiffany hoy.

—Hum, amiga, la verdad no sé qué decirte, solo que aún me late que no haya sido eso, sé que hay gato encerrado —la mira mientras le acariciaba el cabello— porque yo te veía muy feliz con Harold.

—Él si andaba raro, Lupe, pero no pensé que era porque me engañaba... —sollocé un poco mientras lo abrazaba de nuevo, estaba fingiendo superar, pero aún tenía muchas lágrimas retenidas.

—Key, sé que es duro, pero verás que como todo en esta vida se solucionará y habrá una explicación coherente ante esta situación —la abraza fuertemente mientras le hace mimos en su cabello—. Lo siento, no quería que te volvieras a poner mal...

—No te preocupes... ¿Crees que haya en verdad una explicación? Lupe, lo vi con mis propios ojos —la miré mientras limpiaba las pocas lágrimas de mi rostro.

—Harold, él debió tener un motivo para hacerlo, no creo que sea tan idiota de cambiarte —suspira un poco para acariciar sus mejillas.

—La verdad, aún no sé qué pensar... Yo... —esta joven es interrumpida por el timbre y luego un toque a la puerta principal.

—¿Será Jennie? —comenta Lupe mientras se pone en pie.

—No lo creó, Jennie siempre tiene sus llaves, vigila a los niños, yo voy —me levanté para caminar a la puerta al volver a escuchar sonar el timbre. Tras abrir me topé fue con un hombre de traje que se encontraba en pie a la puerta, este se sorprendió por ver que fue la propia Keyla la que le abrió la puerta.

—Buen día, ¿en qué le puedo colaborar? —lo miré sin saber siquiera quién podía hacer, por su aspecto se veía un hombre de clase adinerada, por su vestimenta, pero no me daba confianza, por ello tenía la puerta solamente un poco abierta sin llegar a hacer descortés.

—Buenos días, señorita Jones, esto es para usted —le mira mientras saca del bolsillo de su saco un sobre para entregárselo.

—¿Disculpé? ¿Me puede decir que es esto? —eleve una ceja mirando a aquel sujeto, el cual no se dejaba ver mucho su rostro. El hombre misterioso tenía ocultado gran parte de su rostro por un sombrero negro, parecía un detective de película.

—Solo esperamos con ansias que asista, no se va a arrepentir, que tenga feliz resto de día —se da media vuelta sin decir nada más, terminando por subirse en una camioneta negra antes de marcharse.

—fue muy raro el acontecimiento, por lo que cerré la puerta nuevamente para ir con Lupe mientras llevaba conmigo el sobre que tenía en manos.

—¿Quién era Key? —la mira al verla entrar de nuevo al patio.

—No lo sé, pero dejo este sobre el cual tiene una invitación —la mire mientras quitaba el sello, pudiendo sacar la carta, empezándola a leer mientras arqueaba mi ceja— ¿Qué clase de broma es esta?

Carta.

De: Jeison Andrade.

Para: Keyla Jones.

Florida, domingo 28 de agosto del 2022.

Querida señorita Jones, espero se encuentre de maravilla.

La presente carta es con la intención de invitarle a una pequeña cena organizada por uno de los médicos más reconocidos del país azteca. Este hombre se place enviarle esta invitación para que lo acompañe y puedan intercambiar conocimientos, esperamos asista con traje preferiblemente rojo o negro de gala; estos son los colores favoritos del señor.

Lugar: Restaurante Coloquial del Norte.

Hora: 8:00 pm.

Día: 28 de agosto del 2022.

Atte.

Jeison Andrade.

Médico cardiovascular del hospital central de Ciudad de México.

Fin de la invitación.

—¿Lo conoces Key? —escuchaba atentamente mientras le observaba.

—No tengo ni idea de quién puede ser, y eso que conozco varios colegas de México, ¿crees que deba ir? —arquea una de sus cejas con ella mientras veía de nuevo la carta.

—la joven levanto sus hombros con un toque de inseguridad— mejor esperemos que vuelva Jen.

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