Capítulo 6: "A tu lado soy feliz"
Un joven de cabello alborotado se encontraba sentado en el piso del gimnasio abrazando a su bella novia mientras observaban entrenar a sus compañeros.
Todos son muy buenos, decía la pelinegra.
Tú también lo eres princesa, respondió Gokú dándole un beso en la mejilla.
¡Gracias¡ pero sé que tengo aun que entrenar mucho para estar a tu nivel, dijo la pelinegra sonriendo.
Eso sí, con disciplina y entrenamiento alcanzaras mi nivel y tal vez hasta me superes, contestó Gokú dándole un fugaz beso en los labios.
Mansión Son:
En la sala de la lujosa mansión un par de mujeres platicaban.
Como que tu hija ya no sale con mi hijo, decía intrigada Gine a una mujer peliazul.
Así es querida, hace más de un mes que no salen tu hijo le dijo a mi Marón que ya no podían seguir saliendo porque había encontrado a su otra mitad y que de seguro ella en algún momento encontraría el hombre indicado para ella que por supuesto no es él, respondió la mujer peliazul con molestia.
Debe haber elegido a Lunch, ya que con ella y tu hija eran las chicas que elegí para que salieran con mi Gokú, dijo Gine tratando de mantener la calma.
Pues no, a ella le dijo lo mismo que a mi hija, lo sé porque la madre de ella me lo contó, contesto la mujer.
¿Con quién demonios anda saliendo Gokú?, pensó la madre del joven de cabello alborotado mientras miraba a la mujer peliazul.
Horas después: "Mansión Ox"
La bella jovencita pelinegra llegaba a su casa. Al no ver nadie en la sala subió a su habitación, cuando iba a abrir la puerta alguien la sujeto de las manos, mientras un fuerte olor a licor inundo sus fosas nasales haciendo que la joven gire su rostro con temor.
Papá de nuevo tomaste, dijo la pelinegra haciendo que esa simple palabra volviera a la realidad al gigantesco hombre que empezó a hablarle con rabia.
¡Ah eres tú niña estúpida¡ pensé que eras la desgraciada de tu madre, cada día te pareces más a ella maldita sea, pronunció el hombre furioso arrojándola con violencia al pasadizo.
¿Por qué siempre que tomas hablas así de mamá?, decía sollozando la pelinegra en el piso.
Ya cállate no me hagas hablar de más y agradece que tienes techo y comida, pronunció el gigantesco hombre caminando tambaleante por los pasillos.
La pelinegra se paro rápidamente al ver a su padre alejarse y entro a su habitación poniéndole seguro a la misma se acostó en su cama sollozando.
Mansión Son:
Al fin llegas, decía Gine mirando con molestia al joven de cabello alborotado.
¿Se te ofrece algo mamá?, respondió Gokú con calma.
¿Quién es la chiquilla con la que andas?, dijo molesta Gine.
Ya se habían tardado con el chisme, pronunció Gokú irónico.
No estoy para bromas, ¿A qué familia pertenece?, ¿sus padres que propiedades tienen?, dijo Gine furiosa.
No pienso responder a tus preguntas, contesto Gokú dirigiéndose a las escaleras para subir a su habitación.
Bien sabes que tú no puedes andar con nadie sin que yo la conozca primero, dijo Gine quien camino tras su hijo y lo giro del brazo para quedar frente a frente.
¿Por qué mamá?, ¿por qué no tengo derecho a amar libremente?, respondió Gokú con molestia.
Porque yo soy tu madre y sabré elegir lo mejor para ti, así luego no sufrirás como yo, dijo Gine.
¡Gracias por tu preocupación mamá¡ pero no es necesario que te preocupes por mí la chica con la salgo reúne todos los requisitos que tú buscas para la que se convertirá en mi futura esposa: bella, millonaria, inteligente, pronunció Gokú.
Quiero conocerla, dijo Gine.
Todo a su tiempo mamá ya la conocerás y te aseguro que te robará el corazón como ha robado el mío, respondió Gokú sonriendo para luego subir por las escaleras dejando a una intrigada Gine.
Horas más tarde:
Un joven cabello de flama ingresaba a la lujosa mansión, cuando escuchó: ¡Qué bueno que llegas! te estaba esperando.
El joven miro hacia el lugar donde provenía la voz y se encontró con una mujer madura muy bella de cabello corto.
Tía Gine, ¿Qué se te ofrece?, dijo el joven cabello de flama.
Hablar contigo querido, pero no aquí acompáñame al despacho, respondió la mujer.
La madre de Gokú y Vegueta entraron al despacho, la mujer cerró la puerta y tomo asiento en uno de los muebles indicándole al joven cabello de flama que hiciera lo mismo.
Dime tía, ¿Qué se te ofrece?, volvió a decir Vegueta.
¿Quién es la chica con la qué está saliendo mi hijo?, pronunció Gine directamente.
No entiendo tú pregunta tía, se supone que tú deberías de saberlo, ¿no?, siempre estás pendiente de ser tú quién elije a la chica con la que sale Kakaroto, dijo Vegueta.
Pues está vez, él está saliendo con alguien sin mi consentimiento, pensé que estabas enterado como son tan buenos amigos aparte de primos, respondió Gine.
Pues lamento decirte tía que yo no la conozco, mintió Vegueta.
Si llegas a saber quién es dímelo, dijo Gine.
¿Por qué tía?, ¿por qué Gokú no puede elegir libremente?, agregó Vegueta intrigado.
No puedo decírtelo, no lo comprenderías, tal vez en algún momento te enteres mis razones al igual que Gokú, solo te pido que si llegas a saber quién es la chica que sale con mi hijo me lo digas, dijo Gine.
Está bien tía si llego a saber algo te lo diré, respondió Vegueta mintiendo, mientras pensaba: No comprendo tu actitud tía ni la de mis padres pero por primera vez veo a Kakaroto tan feliz con Milk, que no sería justo que por un capricho de ustedes vaya a saber porque motivos, ellos dos tengan que separarse, no pienso arriesgarlos a algo así.
Al día siguiente: "Universidad"
Un par de lindas jovencitas platicaban en los pasadizos de una facultad.
Allí viene, ya te la presentare Bulma, dijo la rubia.
Es muy linda, contestaba la peli azul.
Si y es un ángel de persona, ya la conocerás conforme la trates más, decía la rubia.
Minutos después:
Mucho gusto decía la pelinegra.
Espero y lleguemos hacer buenas amigas, respondía la peli azul.
Así será, dijo la pelinegra.
Milk, ¿tu príncipe vendrá hoy por ti?, agregó la rubia.
Si, ¿por qué?, dijo la pelinegra.
Porque me gustaría presentárselo a mi amiga, respondió la rubia.
Disculpa Dieciocho, me gustaría conocerlo pero será en otra oportunidad mi novio ya vino por mi y no me gusta hacerlo esperar, dijo la peliazul despidiéndose de la rubia y pelinegra.
Ni modo quería demostrarle que tu novio es famoso, pronunció la rubia riendo.
Hay Dieciocho, dijo la pelinegra.
Mira allí viene por ti tu príncipe. Ya me voy porque no quiero hacer mal tercio, acotó la rubia saludando a Gokú y retirándose dejando a los pelinegros solos.
¡Hola princesa¡ dijo Gokú besándola dulcemente.
¡Hola¡ respondió Milk sonriendo.
¡Vamos te tengo una sorpresa¡ agregó Gokú tomando su mano.
¿Qué es?, dijo Milk como niña.
Si te lo digo ya no será sorpresa, no seas tan ansiosa en unos minutos lo sabrás, acotó Gokú sonriéndole dulcemente.
Minutos después:
Un par de jóvenes pelinegros se encontraban en lo alto del mirador besándose. La pelinegra tenía sus brazos sobre el cuello del joven mientras este la apegaba a él rodeando su delgada cintura con sus fuertes brazos.
Luego que se separaron Gokú pregunto: ¿Te gusto la sorpresa?.
Si una cena en lo alto del mirador, nunca espere algo así, dijo Milk feliz.
Qué bueno que te guste, entonces sentémonos a comer antes de que se enfrié dijo Gokú mirando dulcemente a la pelinegra.
Ambos jóvenes se sentaron y empezaron a degustar los alimentos, luego de algunos minutos La pelinegra dijo: ¡Gracias Gokú¡.
No tienes que agradecer nada princesa, todo lo que hago por ti es porque ¡Te amo! respondió Gokú acariciándole con una mano el bello rostro de la pelinegra.
Yo también ¡Te amo¡ ¡gracias por hacerme tan feliz¡ a tu lado se me olvida todos mis problemas, eres todo lo que necesito para ser feliz, añadió la pelinegra abrazando al joven de cabello alborotado.
Pues no eres la única que se siente así, yo a tu lado soy feliz, tú eres la única que me hace sentir completamente feliz, dijo Gokú besando dulcemente los labios de su novia.
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